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Soluciones y problemas por Ha Na

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Notas del capitulo:

Hola!

Yo de nuevo!

Jejejeje, espero les guste ^^

Estamos en contacto

Era verdad que Sasuke no se sentía preparado para reconocer ante su familia y ante la sociedad que era gay y que se había enamorado completamente de Naruto. También era verdad que no había abierto la boca para desmentir a su madre, pero cuando su madre se acerco para que su copa y la de él chocarán y se hiciera efectivo el brindis; en ese preciso instante llego a su cabeza la imagen de él, sus ojos azules que lo transportaban al mismísimo paraíso después de todo eran azules como el cielo.

 

Cuando su madre se acerco a él para terminar el brindis con su adorado hijo, llego a él un escalofrío y la mano que sostenía dicha copa la solto rompiéndola en mil pedazos y derramando el líquido que había en ella en los zapatos de marca de su madre. Mikoto trato de no parecer superficial delante de tantos invitados. Trato de dibujar una sonrisa en su rostro, pero su intento fue fallido al ver los ojos de su hijo. Ahora que los veía cuidadosamente tenían un brillo especial, exactamente el mismo que tenía Fugaku cuando miraba a Kushina, aunque siempre Minato estaba a su lado, Fugaku no podía disimular semejante brillo.

 

Sasuke miro a su madre, vio la expresión de confusión de ella en sus ojos y de pronto sintió que su alma estaba desnuda ante esos ojos, se sintió descubierto. No pudo más con la presión y salio corriendo de ahí, ni siquiera reviso si se lastimo cuando los vidrios saltaron en todas direcciones. No le importaba, sintió que debía huir de ahí e ir con la única persona que podría comprenderlo, con la única persona por la que dejaría absolutamente todo y también con la que obtendría lo que siempre quizo si tan solo correspondiera a su amor: una verdadera y cálida familia.

 

Cuando su madre vio esos ojos, inmediatamente se dio cuenta que su hijo estaba enamorado y no precisamente de la persona que ella había mencionado en el brindis. Sus manos comenzaron a temblar, dejo la copa con cuidado en la mesa y sus pensamientos, por alguna extraña razón, volaron al reencuentro que tuvo con Kushina y su hijo. Precisamente en ese momento supo que nada bueno podría traer que su hijo se mezclara con esa clase de gente, su mente comenzó a atar cabos y hacer conjeturas. Muchas personas creerían que era paranoia, y tal vez lo era pero también era cierto que estaba llegando a conclusiones que no estaban del todo equivocadas.

 

Su cabeza estaba hecha un enredo, vio cómo su hijo corría y un pensamiento asalto su cabeza «Debo detenerlo, si dejo que se vaya presiento que pasará algo que no podre remediar» Con ese pensamiento en mente se dispuso a ir tras él cuando sintió una mano fuerte que sujetaba su brazo, intento zafarse y entonces escucho la voz grave y seria de su esposo –¿A dónde crees que vas?, tu nuera sigue aquí y hay mucha gente esperando tu explicación de por qué Sasuke salio tan deprisa cuando se están anunciando sus nupcias – Mikoto volteo a mirarlo con odio, él la soltó y acercándose a su oído le susurro – Espero que tengas una muy buena explicación – Paso a su lado y se fue a su respectivo lugar. Hinata estaba preocupada por Sasuke, jamás lo había visto tan sacado de órbita; sin embargo, no podía irse, alguien tenía que dar la cara ante esta situación tan bochornosa.

 

Mikoto dibujo una sonrisa en su rostro, falsa por supuesto – De verdad lamento este espectáculo que acabamos de dar, pero comprendan a mi hijo. Aún es muy joven, le asusta el compromiso, solo sintió pánico por un momento. Bueno, continuemos con nuestra reunión – No fue hasta que termino de hablar cuando se percato de la mirada gélida que le obsequiaban tanto Hiashi sama como Hinata Hyuga. Puso sus ojos en blanco y entonces se dio cuenta que debía dar más explicaciones este día, así que se dispuso a hacerlo. Se acerco a Hiashi – En verdad lamento haberme adelantado y no haberlo prevenido Hiashi-sama – Hizo una reverencia – pero, es que vi que se trataban tan familiarmente nuestros hijos que pensé que  llegarían a ser un excelente matrimonio. Lo lamento señorita Hinata – Esta última bufo, estaba completamente segura que lo había hecho con toda la intención del mundo sin importarle siquiera lo que alguno de ellos sentía. Empezaba a desagradarle bastante esta persona.

 

Hiashi seguía sentado, con sus brazos cruzados sobre su regazo. Tenía fruncido el ceño y no cambiaba la expresión en su mirada –¿Dices que solo fue un impulso?, ¿Cómo es que puedes anunciar el matrimonio de dos individuos solo por impulso?, ¡Explícate! – Todo esto lo dijo con el tono más moderado del que fue capaz para no llamar la atención de las demás personas pero con un tono de voz molesto. De pronto Kushina se sintió incapaz de defenderse, buscaba a su alrededor a Fugaku para que la ayudará, pero él no estaba por ningún lado – Bueno. Lo hecho, hecho esta Hiashi sama – Este último bufo – Es verdad, pero eso no significa que este matrimonio vaya a suceder. Tu hijo salio corriendo, estaba asustado de casarse con alguien a quien NO ama. No estoy dispuesto a que mi hija se case con alguien que no la ama, con alguien que sale despavorido en pleno anunciamiento de su boda. Espero que así como tuviste las agallas de anunciar un matrimonio que ni siquiera estaba acordado, también las tengas para cancelarlo. Mi hija y yo nos retiramos – Hinata se levanto después de su padre y sintió una gran paz cuando escucho esas palabras salir de la boca de su padre; sin embargo, estaba preocupada, parecía convincente cuando hablo con Mikoto pero, ¿Entonces por qué la había detenido cuando iba a negar tal unión?, ¿En verdad podría zafarse así como así de este compromiso que se había anunciado ante la sociedad? De pronto su cabeza empezó a llenarse de un sinnúmero de dudas.

 

Mientras tanto, los pies de Sasuke lo llevaron al lugar donde él y Naruto se encontrarían y tendrían su primera cita. Como era de esperarse, Sasuke llego casi media hora antes. Su cabeza estaba llena de recuerdos, recuerdos de cuando su madre alzo la copa brindando por la supuesta felicidad de su hijo con Hinata, una mujer que sabía perfectamente que estaba enamorado de un hombre y que además estaba de acuerdo con esa relación, la apoyaba. Si lo pensaba fríamente era una situación bastante cómica, su madre odiaba a Kushina  y ahora lo estaba empujando a los brazos de una mujer que tiene los mismos pasatiempos que la mujer que tanto odia.

 

El lugar en que se encontrarían era un parque, que curiosamente estaba igual de lejos para ambos. Su primera cita sería lo más sencillo del mundo, el azabache había preparado hasta el más mínimo detalle. De pronto todas sus preocupaciones se esfumaron, precisamente en el momento en que lo vio, en que vio cómo iba vestido, como su figura se veía perfectamente a través de su ropa que le quedaba perfectamente bien y ese pantalón negro que le sacaba suspiros, al por mayor, por cada paso que daba hacía él. Definitivamente estaba enamorado de ese rubio cabeza hueca que se quedaba dormido en su hombro y lo babeaba con todo el descaro del mundo. Y sin darse cuenta sonrió tan bobamente que el rubio se dio cuenta.

 

Cada vez estaba más cerca de llegar a la banca en la que estaba su cita. Vio como sonreía tontamente cuando estaba a 5 pasos de él. La luna estaba hermosa, era luna llena y toda su luz iluminaba el rostro del azabache, de por sí era sexi pero con esa tenue luz en su rostro lo era aún más. Y también fue gracias a esa luz que pudo ver claramente la sonrisa dibujada en su azabache porque de algo estaba seguro, ambos sentían lo mismo cuando estaban juntos, cuando se miraban a los ojos ambos sentían como ese escalofrío recorría su espalda y el revoloteo de mariposas en su estómago. Cuando estaban juntos no existía nada más, solo ellos dos y nada más.

 

Naruto le sonrio como solo el sabía hacerlo, mostrándole todos sus dientes y sus ojos brillando, tal vez por la luz que emitía la luna o por el sentimiento que no podía ocultar más. Sentía que el amor que le daba se desbordaba por su persona y que todo mundo podría percatarse de ello –¿A qué se debe esa tonta sonrisa tuya que acabas de dedicarme?, ¿Acaso soy tan irresistible que provoco semejante expresión en tu rostro?– Sasuke miro de lado – No te creas tanto, tu expresión debe ser aun más tonta que la mía – Esas simples palabras hicieron sonrojar a Naruto quien se supone quería avergonzar a Sasuke y termino él siendo el avergonzado. Se iba a sentar, pero fue detenido por Sasuke –¿Trajiste lo que te dije? –

 

Naruto suspiro – Se supone que serías tu quien la traería, pero terminaste enviándome mensaje diciéndome que la llevará yo porque habías salido huyendo de tu casa – Lo miro a los ojos y tratando de reprimir una sonrisa –¿Acaso saliste corriendo porque tu mamá no te dio permiso de salir conmigo? – Sasuke lo miro con cierto aire de indignación en su rostro – Aunque mi madre me prohibiera seguirnos viendo yo lo seguiría haciendo. Soy capaz de renunciar a todo con tal de estar a tu lado, al lado de la persona que me querrá más que a nada en el mundo – Naruto hizo un puchero – No seas tan engreído – Saco de su mochila una manta –¿Y para qué me hiciste traer una manta? – Tenía un tenue sonrojo en su rostro.

 

Sasuke le arrebato la manta de sus manos y la coloco en el pasto verde que estaba detrás de la banca en la que unos momentos antes estuvo sentado. El azabache se recostó sobre la manta y le hizo una señal a Naruto para que hiciera lo mismo, el rubio sintió como su rostro empezaba a calentarse, signo de que se estaba enrojeciendo –¿Qué pretendes? – y a pesar de que estaba confundido hizo lo que le pedía Sasuke. Quedaron demasiado juntos porque la manta era de una cama individual. El azabache coloco uno de sus brazos por debajo del cuello de Naruto, éste no opuso resistencia a tal acción. Sasuke se sintió complacido al ver que no fue rechazado y para su sorpresa Naruto comenzó a acomodar su cabeza en su pecho.  Eran una pareja hermosa.

 

Cuando terminaron de acomodarse, se escucho la voz de Sasuke – Observa el cielo Naruto, dijeron que caería una lluvia de estrellas y desde aquí podremos verla magníficamente bien – El rubio hizo lo que le dijo el azabache, entonces fue cuando se percato que la vista era hermosa, la luna se veía esplendida, las estrellas estaban en su mayor esplandor y además tenía la mejor compañía que pudiera desear. Fue entonces que escucho sus propios latidos y los de Sasuke también. Tal vez su oído lo engañaba, pero estaba seguro de que ambos latidos estaban sincronizados, podría decirse que se habían convertido en una sola entidad.

 

Y de pronto empezó la lluvia de estrellas, en ella lograron ver una estrella fugaz. Y al mismo tiempo pidieron sus deseos, que curiosamente no eran para sí mismos sino para la persona que tenían a lado, para el amor de su vida.

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

¿Qué les parecio? 

^^


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