Durante el transcurso de dicha reunión Naruto no quitaba su vista del Uchiha, hace mucho que el sabia acerca de sus preferencias, que eran muy diferentes a las que tienen la mayoría de las personas; sabia que su madre lo apoyaría, pero por alguna razón no se había atrevido a confesárselo. Observaba a Sasuke, como el smoking que llevaba puesto resaltaba su rostro, como su cabello rebelde brillaba a la luz de las lámparas que alumbraban el salón; esta situación no pasó desapercibida por Kushina, que en lo más recóndito de su mente empezaba a hacerse ilusiones de que podría ser parte de una bonita historia de amor entre dos chicos y que mejor que fuera su hijo… pronto Kushina estuvo vagando en su mundo de fantasía. Desafortunadamente, esa mirada que Naruto le dedicaba a Sasuke tampoco pasó desapercibida para Mikoto, su cabeza estaba llena de prejuicios, pensaba “¿Por qué mira a mi hijo de esa manera tan impropia?, ¿Qué fue lo que esa pervertida mujer le habrá enseñado a su hijo?; y luego, sin un padre que le haya ayudado a criarlo… debió haber hecho un trabajo muy malo”; pensando en esto; empezó a hablar para demostrarle a Naruto que tanto su mundo como el de Sasuke estaban en dimensiones diferentes, que jamás podrían entrelazarse sus caminos dirigiéndose a Mikoto que seguía fantaseando
- Mi hijo irá al mejor colegio de este país, Japón. Ira al instituto superior ‘Akatsuki’ y ¿el tuyo? – dirigiéndole una mirada gélida, Kushina sonrió, no se molestaría con personas tan prejuiciosas como ella – Mikoto-sama, ¡Que casualidades de la vida!, aunque mi vida económica es realmente modesta… mi hijo también asistirá a ese colegio, le dieron una media beca y como mi esposo, antes de morir, dejo un seguro para cubrir los estudios de mi hijo, entonces podemos cubrir la totalidad de los gastos – Dijo con una sonrisa sincera, Naruto estaba consciente que lo que decía su madre era totalmente cierto. …l no deseaba asistir a ese instituto donde de seguro solo había pura gente estirada; sin embargo, ese era el deseo de su hermosa madre y de su padre ya fallecido. Sasuke escuchaba atentamente las palabras pronunciadas por ese par de mujeres, podía sentir con cada poro de su piel el gran resentimiento y celos que su madre sentía por aquella mujer pelirroja… cosa que no entendía, del todo. Mikoto al escuchar toda esa palabrería que salía de su examiga, sentía como si una gran roca la fuera a aplastar, sentía como la rabia se acumulaba en la boca de su estómago, estaba realmente molesta y sin importar que estaba siendo el foco de atención de dicha reunión - ¡Eso no es posible! – Grito sobresaltada, levantándose salvajemente de su asiento - ¿Cómo es posible que en tan prestigiosa institución acepten a personas de tan bajo nivel? – Naruto estaba a punto de protestar, cuando sintió la cálida mano de su madre en sus muslos evitando que este se levantará, pero eso no evito que él dijera lo que pensará - ¿Por qué no te defiendes, má?, ¡esta mujer me saca de mis casillas! – Y eso enfureció aún más a Mikoto, estaba a punto de decir más tonterías acerca de la diferencia de clases, cuando Fugaku se levantó, la tomo del brazo y prácticamente la halo sacándola de dicho salón. Sasuke estaba apenado por semejante espectáculo, al ver salir a sus padres, se levantó e hizo una reverencia de disculpa y salió tras ellos… Antes de salir por completo, volteo una vez más para ver la espalda de aquel rubio, al que admiraba porque sin importar las circunstancias decía lo que pensaba.
Fugaku había sacado a Mikoto de dicha reunión, ella estaba realmente fuera de sí, la sola presencia de Kushina la sacaba de sus casillas, era demasiada furia hacia ella.
- ¿Por qué demonios me sacaste de esa forma?, ¡tenía más cosas que decir! – Decía mientras intentaba arreglarse el cabello, porque de la pataleta que hizo se lo desarreglo. Fugaku estaba impasible – Nunca he entendido porque siempre le tienes tanta rabia a Kushina – Mikoto se le quedo mirando con verdadera rabia, hizo una mueca con la boca y resoplo molesta - ¿Qué?, ¿Acaso no lo sabes?... Siempre lo supe Fugaku… siempre – él no entendía que estaba pasando por la cabeza de su mujer y Mikoto mordiéndose el labio inferior de la rabia, por fin pronuncio palabra
- Tú te enamoraste de ella, pero ella se enamoró de tu mejor amigo – Se mordió el labio inferior hasta sacarse un poco de sangre - ¡Tú tuviste que conformarte conmigo!, con la mujer que estaba locamente enamorada de ti; por eso la odio, porque sin siquiera proponérselo, ella siempre estuvo y estará entre nosotros, siempre tengo que luchar contra su maldito fantasma… ¡Estoy harta!, no quiero que mi hijo se codee con esa gente de clase inferior; así que, ¡Cámbialo de instituto!, ¡Mudémonos! – Fugaku la miraba con demasiada compasión y le contesto – No puedo hacer eso, el Lunes empiezan las clases, los tramites están hechos – Con esa afirmación Mikoto se dio cuenta que no tenía argumentos para protestar, - Haz lo que quieras, Fugaku… cuando pase lo inevitable será completamente tu responsabilidad – Al decir dichas palabras, Fugaku quedo con una expresión demasiado confundida… pero no le respondió.
Sasuke estaba en la puerta, sus padres no tuvieron la decencia de alejarse lo suficiente de dicha puerta para tener su discusión como adultos que eran, así que lo escucho todo… mas tampoco entendió a que se refería su madre con “Lo inevitable”, tendría que averiguarlo. Cuando vio que sus padres habían terminado de discutir salió de las sombras que lo ocultaban y fue a donde ellos, con su expresión de pocos amigos, sus padres jamás podían descifrar lo que sucedía en esa cabeza. Al pasar junto a ellos se dirigió al coche familiar, entro en el asiento trasero mientras su padre se sentaba en el asiento del conductor y su madre en el del copiloto, arranco el carro y se dirigieron a su gran mansión, en silencio.
Mientras tanto, en el salón donde se llevaba a cabo dicha reunión las mujeres no dejaban de cuchichear; obviamente hablando del constante pleito que esas dos siempre tenían. Naruto estaba realmente molesto, no podía creer que su madre no hubiera abierto la boca para defenderse de esa arpía. Kushina se dio cuenta que su hijo necesitaba explicaciones y tomando con su mano derecha su barbilla, olvidando que todas esas mujeres estaban susurrando acerca de ella, levanto su cara e hizo que sus miradas se encontraran - Naruto, en este mundo hay personas que no piensan como uno; también hay personas prejuiciosas que piensan que lo que ellos creen es lo correcto y no aceptan las ideas de otras personas y por eso son groseras con ellas, Mikoto es del segundo tipo. Tú sabes que me gusta el yaoi, ¿Verdad? – Naruto asintió – El hecho de que a mí me guste no significa que a ti te vaya a gustar, ¿cierto? – Naruto volvió a asentir – Pues a Mikoto no le gusta, pero ella en vez de respetar mis gustos, los critica; ese tipo de mujer es Mikoto… Sin embargo, ella sufre más que nadie, por eso es que dejo que me insulte… Tal vez eso la haga sentir mejor – Sonrió cálidamente, Naruto entendía todo eso, pero sentía feo que su madre tuviera que sufrir todas esas humillaciones, pero él mejor que nadie conocía el gran corazón de su madre – Lo entiendo, má. Entiendo tu corazón, pero si esa mujer me insulta, yo no me pienso quedar callado – Kushina sonrió aprobando las palabras de su bello hijo.
La familia Uchiha por fin había llegado a su mansión, el primero en salir del coche fue Sasuke e inmediatamente se dirigió a su habitación, sin decir buenas noches o darle un beso a sus padres… así de fría era la relación de esa familia. Cuando hubo entrado en su habitación empezó a pensar fríamente “¿Así que por ello odias tanto a la madre de ese muchacho?”; cuando recordó al rubio con su pantalón de mezclilla ajustado a sus piernas delgadas y su camisa negra de manga larga que dejaba poco a la imaginación, porque también se ajustaba a su torso; de su corazón empezó a brotar cierta calidez, que poco a poco, sentía que podía llegar a derretirlo “ Ese chico… es tan atractivo, hizo que mis ojos no pudieran dejar de observarlo, durante toda la reunión estuve viendo sus hermosos ojos azules, su cabello dorado, su piel tersa… ¿Cómo se sentirá tocarlo?... ¿Qué sentiré cuando lo abrace?” Sasuke empezó a sacudir su cabeza recriminándose aquellos pensamientos tan sucios que empezaron a acumularse en su cabeza, pero no podía evitarlo, seguía teniéndolos, luego recordó que como no había amarrado sus dos botones superiores de su camisa pudo ver parte de su pecho y luego se imaginó a si mismo desabrochándole los demás botones y acariciándole y mordiéndole sus exquisitos botones rosados “¿Qué demonios sucede conmigo?”, pensó mientras sentía como se empalmaba y pensaba “Esto no es correcto, no puedo estar fantaseando con un hombre… con un hombre. Si esto pasa, de seguro mi madre me destierra para siempre, pero no puedo evitarlo… Su cuerpo me produce deseo… Creo que, después de todo, si que soy rarito”. Mientras más pensaba en Naruto, más duro se ponía, sonrió sin poder creerlo “Supongo que si este deseo sigue creciendo pasaré a segundo plano mi bienestar económico… ¡No puedo esperar a volverte a ver!... ¡Uzumaki Naruto, te deseo!” y mientras pensaba en ello una sonrisa se dibujó en su rostro y podía ver el rostro de Naruto sonriéndole… en verdad se estaba volviendo loco…
CONTINUARA…