Era una fría mañana en Seúl, o no tan fría porque aún los rayos de sol podían disparar hacía los ojos de Kyungsoo con burla, causando que este frunza la nariz, abra mínimamente un ojo y ruja como una fiera mientras voltea. O eso haría en caso que su panza se lo permitiera, pero no, su panza se había vuelto tan grande que prácticamente solo él podía ocupar la cama.
Mientras Jongin a las 8 am era arrojado a la afelpada alfombra del dormitorio, lanzando un quejido por ser despertado de aquella manera.
- Mierda - ruge tomándose la cabeza mientras se sienta y una estruendosa risa lo hace gruñir por segunda vez esa mañana - Cierra la boca Chanyeol.
El gigante estaba sentado en la orilla de la cama viendo la cotidiana escena de todas las mañanas de sus compañeros de cuarto y agradece haber terminado su relación con el "gay reprimido" aka Baekhyun. A pesar de que no quería.
Maldiciendo a la novia de este, como todas las mañanas, se puso de pie y rascándose un glúteo por encima de su calzoncillo estampado de Rilakkumas, fue al cuarto de baño dándole una última mirada a aquellos dos.
Y a aquella panza que veía más grande que la última vez.
Aunque no le brindó demasiada importancia, primero a atender la naturaleza.
***
Kyungsoo se sentía abusado, y quizás si su "piedra personal" aka panza de embarazado que carga con dos manojos de células, tuviera vida, ya estaría muerta de la vergüenza.
Observó la mirada del maknae quien mantenía los ojos abiertos y luego presenció como el líder casi se ahogaba con la cucharada de cereal que había apenas ingresado en su boca.
- ¿Que ocurre? - preguntó con miedo, un miedo injustificado ya que no se sentía para nada mal.
- Kyung, ustedes... - en ese momento siente que es rodeado por unos largos y trabajados brazos, con manos que acarician su panza con ternura. Sabe quién es cuando siente aquella fragancia propia de su pareja.
Luego de sonreír y darle un rápido beso a Jongin voltea a ver de nuevo al mayor. - ¿Ustedes están usando protección? - la pregunta los toma de sorpresa y creen que es ridícula, porque, ¿Quién usa protección cuando las consecuencias de no usarlo ya eran un hecho? Lo único que pueden hacer es reírse, mientras la humanidad en la que se había vuelto Kyungsoo tomaba asiento en el sofá y se iba a un lado, riendo por última vez.
Pero para Jongin ya no resultó tan gracioso cuando comparó esa tarde la medida de la panza del chico, con solo cinco meses, era algo exagerado que este a punto de explotar con tan solo dos bebés.
***
Dos dias después por la madrugada fueron a su cita con la obstetra.
Un saco negro, una gorra negra, unos pantalones negros, y cualquier cosa negra que los cubriera estaba bien para ellos.
Con ayuda de Chanyeol se subieron rápidamente a la van donde el manager los esperaba. Era toda una operación ahora que al pequeño novio de Jongin se le había ocurrido dejar crecer su panza unos 6 cm más de la noche a la mañana.
- A salvo - dijo el manager desde el asiento del conductor una vez que los dos idols estuvieron dentro y soltaban un suspiro de alivio - ahora veremos que ocurre con esa panza Kyungsoo.
***
Si no hubiera sido porque estaba acostado y el helado gel en su estomago lo mantenía despierto, estaría tirado en el suelo inconsciente.
Felicidades chicos, tendrán cuatrillizos.
Directo y claro, sin tapujo alguno, de esa manera la doctora Hong les había comunicado que tendrían cuatro bocas que alimentar.
Giró su cabeza a la derecha aun soprendido y observó como Jongin comenzaba a claudicar, probablemente el si se desmayaría.
Y no se equivocó.
***
La gran mesa con diez personas rodeándola y dos en el medio siendo observados como algún objeto de subasta, formaba una ambiente tenso. Este fue roto por un ruidoso vocalista que tosió a propósito, era demasiada tensión.
- Kyungsoo y Jongin, yo... - comenzó el líder - No se que decir - una mano subió a su cabeza rascándola con desesperación.
- Están muertos chicos - dijo una voz en la otra punta de la mesa - sus padres, el CEO, medio mundo enloquecerá - y fue cuando este soltó una risa de burla.
- Cállate Baekhyun - oyeron una voz más gruesa siseando aquello con dureza.
La tensión volvió, pero ahora ya no era solo por ellos dos, ahora la tensión la armaban las personas que estaban en ambas puntas de la mesa separados, escrutándose con la mirada. Mientras un maknae ponía rostro de horror y miraba hacía el techo buscando una ayuda divina.
Pero era algo complicado.
Los otros dos aprovecharon para huir y encerrarse en su habitación, a pesar de que no servía de mucho. En unos minutos una torre vendría a patear todo a su paso, diciendo improperios contra su ex. O quizás los miedos de Sehun se harían realidad.
- Creo que ellos tienen que solucionar algo peor que nosotros - dijo el moreno y el bajito asintió mientras se apegaba al pecho contrario - Kyungsoo, cada cosa que provenga de ti la amaré, no lo dudes - depositando un beso en la cabellera negra se sintió más aliviado.
- Jongin, son cuatro - replicó Kyungsoo y Jongin sabía que sería difícil.
- Nuestros padres nos ayudaran, ellos lo harán - aludió acariciando la espalda del bajito.
Kyungsoo sintió algo removerse en su estomago y abrió los ojos separándose, mirando atentamente a Jongin con una sonrisa para luego tomar su mano y posarla sobre su gran estomago.
- Están moviéndose - las orbes de miel de Jongin brillaron y la sonrisa acorazonada de Kyungsoo se amplió.
Cuando oyeron gemidos provenientes del otro lado de la pared y las quejas de Sehun, reprimieron sus risas tomando una punta de las frazadas y cubriéndose completamente, sonriendose el uno al otro juguetonamente bajo estas.