HARUKA
Desde que recuerdo, hemos vestido como maid´s a pesar de ser hombres. Todo comenzó
~FLASH BACK~
-¡Haru! ¡Ven. Vamos! ¡Ahí está la rueda de la fortuna! ¿Nos acompañas, Nitori? – pregunto mi mejor amigo, Makoto.
-¡S-si! – respondió alegre nuestro compañero peli plateado.
-…- asentí.
- ¡Bien! Mamá, ¿podrías darnos boletos para aquella rueda?
-Está bien, solo que con cuidado y no estén corriendo. Nos vemos en cuanto bajen de la rueda.
- ¡Si! – la madre de Makoto nos entrega un boleto, nos dirigimos a la rueda, en el momento en el que íbamos a llegar…
- Hola chicos
- Ah… Mamá me ha dicho que no hable con extraños… - responde con miedo Makoto – además… nosotros… no podemos hablar con usted así que… - yo solo observo como Nitori trata de parecer calmado y mi amigo castaño trata de controlar la situación.
- No se preocupen, sus madres me dijeron que yo tendría que recogerlos… - fue interrumpido por Makoto.
- Pero… las acabamos de ver… y me dijo que… - me estaba hartando la insistencia de este tipo por tratar de hablar con nosotros, así que jale bruscamente a Makoto del brazo para decirle que teníamos que irnos.
- Oh… El pequeño ya se quiere ir, tranquilo no les haré nada. Dime ¿Cuál es tu nombre?
-….-
- Con que no me lo dirás ¿eh? Tendrás que decírmelo por las buenas o las malas – Levanta a Makoto del brazo, para después apretarlo con fuerza.
- ¡A-ah!...¡Duele…!
- ¡Cállate! ¡Les dije que era por las buenas o las malas, ahora tendrán que venir conmigo o algo peor le pasará a este mocoso!
- ¡¡D-déjelo!! – Nitori se lanza a la pierna del hombre para que suelte a mi amigo mientras yo lo imite pero fui al pecho. Intentamos derribarlo pero a Nitori lo lanzo, yo seguí forcejeando
-¡Déjenme en paz! ¡No me dejan otra opción! - nos tomo entre brazos a Makoto y mi, nos metió a una camioneta.
Nitori trato de perseguirnos, venía con personas adultas, seguramente pidió ayuda. Lástima que nunca nos alcanzaron. En mitad de camino nos puso cloroformo, perdiendo el conocimiento de donde estábamos y el tiempo.
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-¡Al fin son míos! Bien, tendrán que obedecerme, decirme amo, además de vestir siempre en mi presencia estos trajes – nos señala un closet donde están dos trajes de nuestra talla aproximadamente – les traeré todo para vivir cómodamente, además de una piscina en el patio trasero – no comprendo como una piscina puede estar aquí cuando la casa está muy maltratada.
Es una casa con una sola ventana pero tiene clavos un poco oxidados; trata de estar pintada de verde pero tiene partes donde se ve su antiguo color; el piso es de concreto pero está golpeado, hay una mesa de madera muy gastada seguramente por las termitas o el tiempo y las sillas están iguales; las puertas están desbaratadas por antigüedad y hay dos habitaciones sin puertas.
– Al menos agradezcan que los tendré cómodos! – nos reclamo aquel hombre.
- D-disculpe… pero… ¿Por qué razón nos secuestro? – pregunto inocentemente Makoto.
- Ja… jajajaja – aquel hombre empieza a reír con descaro.
- Haru… tengo miedo… - me susurra.
- Yo… Igual… - es lo único que pude responderle, durante todo este tiempo no había hablado tratando de parecer fuerte pero no podía ocultar que en verdad, tengo miedo.
- Bien, ¿Quieres saber? Primero díganme sus nombres, oh claro, por supuesto por las buenas o sino podría irles peor que hace rato
- Ta-Tachibana M-Makoto.
-…. Nanase, Nanase Haruka – apenas fue audible el mío.
- Bien, Makoto, Haruka, los secuestre para que me hagan olvidarme de todos… - se agacho a nuestra altura – y el turno de hoy es para… uhm, Makoto – mi amigo se tensa al escuchar su nombre.
- ¿C-como quiere que le haga olvidar eso? – pregunta algo extraño.
- Bueno, primero cámbiense, ¡ah sí! Si escuchan gritos de alguno de los dos no hagan nada o sus padres pagaran las consecuencias y en especial a ese niño – sabíamos a quien se refería.
- ¡N-No! ¡Lo haremos! ¡Lo haremos! Solo… ¡No los lastime!
- Bien, además tendrán que complacerme con todo lo que les pida.
-S-si – mostrábamos cada vez más miedo, no sabíamos que nos haría aquel hombre. Makoto y yo pasamos a una habitación donde había dos colchonetas con cobijas azules, además de dos cojines. Hicimos lo que nos fue ordenado.
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-Bien… Ahora, acompáñame Makoto – se metió con él a una habitación con tapiz azul un tanto viejo y una cama elegante, pero fue lo único que pude ver. Toda la noche…. Toda la noche… escuche los gritos de dolor de mi amigo castaño, no pude dormir, me quede recargado en la puerta esperando a que saliera, a que alguien nos sacara de ahí. Empecé a llorar ante no saber qué hacer, a quien recudir, lloré de impotencia.
Jamás llego alguien que nos liberara.
~FIN FLASH BACK~
-¿Qué? ¿Acaso nadie piensa recibirme? Makoto! Haruka! ¡¿Dónde están?!
-L-lo siento, amo. Estaba ocupado con… - Makoto no termino de hablar porque aquel hombre le pateo el estomago.
- ¡Cállate! ¿Dónde está Haruka? ¡Necesito que me haga olvidar todo!
-C-C-Creo… q-que-… está… en… la… P-piscina – apenas si puede hablar mi amigo. Han pasado 9 años desde que nos secuestraron. Según él, jamás nos buscaron nuestros padres ni siquiera Nitori. Creímos muy poco, sabíamos que Nitori y nuestros padres nos querían, jamás nos dejarían de buscar.
- ¡Haruka!
- Aquí estoy amo – siempre le respondía fríamente. Nunca le respondimos dulcemente.
-Necesito que me hagas olvidarme de todo
- Pero… amo…
- ¿Acaso quieres que Makoto sufra?
-… No, vamos – lo jale hasta aquella habitación que fue presente de la violación de Makoto y a la mañana siguiente la mía.
- ¿Cómo desea que empiece?
- Sorpréndeme… - esperaba que dijera eso. Empecé masturbando bruscamente su miembro, me di cuenta que le gustaba, así que me dispuse a sacar alguno de sus “Juguetes”. Tome el látigo y lo oculte en mi espalda –¡ Vamos…! ¡No tengo tu tiempo!
-En seguida – le respondí. Me puse al lado de él, le susurre en su oído – Como desea que lo sorprenda… - amarre el látigo a su cuello, para luego apretarlo.
- Mal….dita… - articulo con dificultad.
-¡SOY HOMBRE! ¡YO NUNCA QUISE VESTIR DE ESTÁ MANERA!!¡Y NUNCA VIVIMOS COMODOS! – estaba harto, harto de los tratos que recibíamos. Todo se había acabado, cuando dejo de hablar aquel hombre, busque si tenía algo y tenía la llave además de otras. Salí a la estancia para buscar a Makoto – ¡Makoto! ¡¡Vámonos!!
- ¡Sí! – después de tanto tiempo al fin hablaba normal, como hace 9 años. Conseguimos abrir con una de las llaves, salimos y vimos una camioneta negra, suponemos es de él. Intentamos abrir el auto con alguna de las llaves que tenía, la última fue la que dio. Buscamos algo que nos pudiera servir, tenía una cartera con varios billetes y Makoto vio una chequera
- ¿Y eso de que sirve? – le pregunte
- Mi mamá me conto que sirve para sacar dinero del banco, solo escribes la cantidad y listo
- Oh… Ya. Bueno, ya que no sabemos manejar debemos de caminar hasta la ciudad más cercana
- Ya verás que todo saldrá bien. Al fin pudimos librarnos de él. – asentí con la cabeza. Tenía razón, al fin pudimos salir de ahí. Nos dispusimos a caminar, platicando de todo lo que haríamos, le mostré una sonrisa al ver todo lo que haríamos – Hace mucho que no sonreías así
- Lo sé – simplemente tenía felicidad. Aunque nada puede quitar todo lo que pasamos.
CONTINUARA…