Después de hablar con el doctor y escuchar sus recomendaciones e ir en busca de ropa para Ho Won pudo llevárselo a casa.
-Te recostare- dijo Dong Woo ayudando a Ho Won a acostarse en la cama pues por las costillas que estaban fracturadas se le dificultaba moverse por el dolor –Con cuidado. Eso es, descansa mientras yo preparo de comer.
-Gracias Dino- Dong Woo bajo la mirada pues sus ojos se habían humedecido al escuchar aquel sobrenombre, pero sobre todo porque lo sintió lleno de cariño y ternura. Asintió con la cabeza y se dio media vuelta para salir.
15 minutos después Dong Woo entro a su habitación con una bandeja con patas que portaba sus alimentos.
-Debes terminarte todo.
-Gracias- movió la cabeza asintiendo antes de dar media vuelta -¿A dónde vas?
-Al comedor.
-¿Por qué?- negó.
-No quiero que mi presencia te moleste- Ho Won bajo la cabeza y endureció su expresión pues estaba molesto consigo mismo. Trato de calmarse contando hasta 10 en su mente y soltando aire.
-No me molestas, por favor, come conmigo- Dong Woo se mostró sorprendido al principio pero después cambio a una expresión totalmente seria. Tal vez Ho Won no quería sentirse solo. Acepto y fue por su plato de comida.
Todo era silencioso, totalmente incómodo. Ho Won mirada de reojo a Dong Woo que miraba su comida totalmente inexpresivo; era extraño que estuviera tan callado pero lo entendía, aun así quería hablar con él, hacerle saber cómo se sentía, hacer que creyera en él nuevamente, recuperarlo de alguna forma.
-Dong Woo… - fue ignorado –Dong Woo…
-¿Mm? ¿Has acabado?- le pregunto sin dejar de observar su comida.
-No, yo… Dong Woo mírame- obedeció –Yo… Quiero… Quiero pedirte perdón… Yo no…
-Ya está bien Hoya, no, Ho Won, no necesito que me pidas disculpas, es lo que menos necesito, lo que menos quiero.
-Está bien, ya no lo haré.
-Gracias- se levantó y tomo su plato listo para salir de ahí.
-¿A dónde vas? Aun no has terminado de comer.
-Ya no tengo hambre así que iré a trabajar.
-Dong Woo…- pronuncio pero él nombrado salió de la habitación sin más.
-Necesito olvidarte…- murmuro Dong Woo pegado de espalda a la puerta de su habitación.
≈s68;≈
-Dong Woo, te buscan- le dijo Ki Seop abriendo la puerta de la oficina sin tocar.
-Tienes suerte de ser mi sunbae o ya te hubiera golpeado por no tocar- él otro rio bajito -¿Quién es el susodicho?
-No me quiso decir su nombre pero tiene apariencia de chica.
-¡Yah! ¿A quién le has dicho mujer? ¿Ah? ¡Muévete!- grito y empujo al otro para dejarse a la vista de Dong Woo -¡Dino-hyung!- grito y se tiró encima de él, literal, emocionado una vez vio al nombrado.
-¿Sung Jong? Agh, suéltame- luchaba por soltarse del agarre mientras se despedía de Ki Seop con la mano y este cerraba la puerta tras de sí.
-No quiero, hace mucho no te abrazaba así además sé que lo necesitas- entonces se detuvo, él tenía razón y lo confirmo cuando Dong Woo enrollo sus brazos en su cintura y escondió su cara en el cuello ajeno para después dar paso a los sollozos. Sung Jong palmeo la espalda de su hyung –Esta bien, llora todo lo que quieras porque a partir de mañana tendrás prohibido llorar ¿entendiste?- un sollozo más fuerte fue su respuesta.
-¿Ya no tienes ganas de llorar? Solo han pasado 5 horas- le dijo una vez sintió la respiración de Dong Woo relajarse pues en todo ese tiempo no lo había soltado. Dong Woo deshizo el agarre y el otro lo siguió.
-Gracias Sung Jong, era lo que necesitaba- el nombrado le sonrió dulcemente.
-Lo sé hyung, por eso vine.
-¿Cómo lo supiste?
-Hoya me lo dijo- Dong Woo agacho la cabeza y asintió -Hyung, no sé qué haya pasado entre ambos pero sé que su amor es fuerte porque es verdadero- Dong Woo negó en silencio.
-Él ya no me ama Sung Jong, y sinceramente dudo que alguna vez lo haya hecho.
-Pero qué dices, Hoya te ama, siempre lo hizo, incluso sin saberlo. Hyung, no puedes dudar de esa forma, tal vez ahora están pasando por un momento difícil pero se solucionara…
-¿No lo entiendes? Desde hace años hemos convivido de esta forma, no es de una semana o un mes, han sido 3 malditos años. Él no me ama ¡y yo no puedo hacer nada con eso!- grito, se había exaltado pero Sung Jong ni se inmuto.
-Hyung…
-Quiero olvidarlo Sung Jong, olvidar estos sentimientos pero es tan difícil…
-Lo sé, estos sentimientos no son de una semana o un mes, son de años…- repitió las palabras de Dong Woo, a lo que este lo miro en silencio y el otro sonrió –Años es lo que fueron felices, donde no existía nadie más que ustedes, donde cumplieron sueños, donde lloraron y rieron juntos… Hyung, sé que no debería decir esto, y no quiero que pienses que lo hago por Hoya, no, lo hago por ti, porque sé que si lo dejas cometerás un error, el error más grande de tu vida, pero si realmente lo amas no lo sueltes.
-Sung Jong…
-Sé que Hoya es un idiota, él más grande que he conocido, pero también sé que él te ama, aunque no lo vea, aunque crea que no lo siente.
-No creo soportar más, estoy herido, destrozado. Creí que estaba bien, creí que podría vivir con ello pero cuando fui a verle, cuando estuve frente a la puerta de la habitación del hospital mi cuerpo temblaba de nervios, mi corazón latía apresurado, y cuando lo vi ahí, mirándome directamente y sonriendo como si estuviera feliz de verme… En ese momento creí que moriría; ¿Cómo poder vivir sin él?, ¿Cómo podré soportar dormir sin él a un lado?, ¿Cómo soportaré no verlo? Preguntas como esas rondaban mi cabeza… - sus ojos y mejillas estaban húmedos por las lágrimas -No puedo obligarle a que me quiera, a que me soporte, eso sería demasiado egoísta. Quiero olvidarle.
-Hyung…- dijo antes de procesar mejor lo dicho -¿Dijiste hospital?
-Sí, ayer tuvo un accidente, una camioneta lo atropello, le rompió dos costillas y le abrió la frente.
-¿Qué? ¿Y está bien?
-Sí, ahora está en el departamento descansando.
-¿Cómo? A ver, a ver, me he perdido. ¿Tú lo estas cuidando?- Dong Woo asintió -¿Y cómo estas con eso?
-Bien, lo tomaré como una despedida- sonrió con nostalgia.
-Hyung…- lo miro con ojos tristes pero no podía hacer nada, no era problema de él. Suspiro, por ahora dejaría el tema -Hyung, ¿me llevarías con Hoya?- este asintió.
-Es hermoso, hace mucho no venía- dijo Sung Jong admirando el interior de la casa -¿Y Hoya?
-En la habitación, ven- le pidió para que lo siguiera y así lo hizo. Dong Woo se detuvo frente a una puerta blanca y la abrió adentrándose seguido del menor.
-Hola, ¿Cómo te fue?- le pregunto Hoya a Dong Woo pero este no pudo responder pues noto la expresión sorprendida de Hoya al ver al menor.
-Hola, ¡wow! Así que es cierto, debe ser el karma- el menor sonrió inocentemente.
-Yo los dejo, iré al súper mercado.
-Está bien Hyung, yo cuidaré de Hoya- este asintió y salió de la habitación, segundos después se escuchó cerrarse la puerta principal.
-Así que te atropellaron…- Hoya asintió -¿Cómo te sientes?
-Mal, casi no puedo moverme.
-¿Cómo paso?
-Cruce la calle sin fijarme.
-Torpe, ¿acaso eres un niño aun? Ni pareces adulto- le regaño a lo que el mayor trono la boca con disgusto.
-Sung Jong… Gracias- el menor lo miró sorprendido.
-¿Gracias? Pero si yo no te atropelle.
-Pero fuiste el causante.
-¡Yah!
-Quiero decir que gracias a ti pude abrir los ojos. Me hiciste ver que Dong Woo todavía me importa, que todavía lo amo.
-Sabía que reaccionarias. Eres un idiota.
-Necesito recuperarlo- Sung Jong asintió –Pero para colmo el idiota de Ki Seop volvió, ¿Sabes lo que me dijo cuándo le pregunte qué es lo que hacía aquí? “Ocupando tu lugar”- trato de imitar su voz -Imbécil…- Sung Jong rio divertido.
-Siempre tan celoso, aunque yo también lo estaría. Si realmente quieres a Hyung demuéstrale lo que sientes, no con palabras sino con hechos, si es necesario enamóralo nuevamente.
-Eres tan cursi… Pero tienes razón. Y necesito tu ayuda. Quiero que mantengas alejado a Ki Seop de Dong Woo en lo que yo me recupero. Ese idiota es un aprovechado, seguramente cada vez que puede está pegado a mi Dino- mantenía el ceño fruncido pues su retorcidamente celosa imaginación estaba construyendo aquellas escenas. Escucho la estruendosa risa de su dongsaeng, mirándolo confundido -¿Qué es lo gracioso?
-Tú y tus celos mi querido Twinky Winky- el otro bufo ante el sobrenombre –Pero está bien, te ayudaré.
Las semanas habían pasado y Sung Jong iba a visitarlo del diario, más que nada para contarle lo que pasaba entre Ki Seop y Dong Woo, lo cual cada vez era menos pues el menor se encargaba de mantenerlos alejados como lo había prometido. Por otro lado Ho Won intentaba por todos los medios acercarse a Dong Woo pues este se mantenía distante hasta hace una semana atrás cuando después de tantos intentos había podido convencer a Dong Woo de ver una película juntos. Entre risas y risas la incomodidad se fue alejando pero solo por él corto tiempo que duro la película.
Su cuerpo ya estaba casi completamente sano, tal vez en unos días más podría andar de aquí para allá, y lo mejor aún, podría volver a la Escuela y cuidaría de Dong Woo.
Una canción comenzó a sonar, era su celular recibiendo una llamada de Sung Jong.
-¿Hoya?- tan pronto contesto se dejó oír la voz chillona del menor.
-¿Qué paso Sung Jong?
-Quería preguntarte si ya tienes el regalo de Dong Woo.
-¿Regalo? ¿Por qué?- entonces recordó, su cumpleaños –Pero que idiota soy…
-Estoy totalmente de acuerdo, ahora, como sabía que no lo recordarías porque por tu estatura el oxígeno casi no llega a tu casi inexistente cerebro…
-¡Yah!
-…He decido a ayudarte. En un rato iré a verte para ir de compras y terminar de contarte mi plan, el cual se, funcionara- Hoya rodo los ojos con fastidio por el comentario del menor.
-Está bien, aquí te espero, ah pero no olvides que Ki Seop debe irse antes que tú.
-Ash, ya se, ya se. Nos vemos al rato- colgó –Ahora… ¡Dong Woo hyung!- grito y salió corriendo hasta llegar a la oficina del nombrado, el cual ante los gritos del menor salió asustado.
-¿Qué pasa Sung Jong? ¿Por qué gritas así?
-¿Eh? Ah por nada, es que te extrañaba- el otro lo miro como si estuviera loco, murmurando un “qué haré contigo” mientras movía la cabeza de un lado al otro y entraba nuevamente a su oficina seguido del menor.–Hyung, ¿Qué harás mañana?
-¿Mañana?- pensó –Nada, ¿por qué?
-¿Qué te parece si salimos a divertirnos juntos?
-Tengo que trabajar Sung Jong.
-Pero es tu cumpleaños, debes divertirte.
-Ah es verdad, lo había olvidado- murmuro -¿Te parece si salimos después de que termine de trabajar?
-No.
-Pero…
-Que no, dije. Mañana es tu cumpleaños y no trabajaras, hoy puedes trabajar todo lo que quieras pero no quiero ver que pongas un pie en la escuela mañana ¿entendiste?
-¡Yah, Sung Jong-ah!
-¡Hyung, por favor!- suplico con ojos de cachorro abandonado y un puchero en los labios. Dong Woo no podía contra eso.
-Bien- gruño –Tú ganas pequeño zombie rosado.
-Gracias hyung- lo abrazado emocionado.
-Gracias a ti pequeño.
≈s68;≈
-¡Hoya!
-¡En el baño!- tras la respuesta escucho el agua de la regadera. 5 minutos después el más bajo salió.
-¿Qué tal el día? ¿Y Dong Woo?
-Con Ki Seop.
-¡¿Qué?!- grito molesto y casi se podría decir que sus ojos estaban inyectados de sangre. Sung Jong rio a carcajadas.
-Ere-s tan gracioso…- dijo apenas, trato de calmarse –Es broma, Ki Seop solo estuvo dos horas en la escuela y se fue, Dong Woo se quedó trabajando.
-Mi Dino siempre tan trabajador- dijo como una colegiala enamorada, con los ojos brillando y los corazones alrededor de él, o eso creyó ver Sung Jong.
-Eh si… Cámbiate rápido que debemos irnos, te espero en la sala.
-Estoy listo- dijo Ho Won apareciendo en la sala donde un extremadamente cansado Sung Jong descansaba desparramado en el sofá más grande, con un tazón de palomitas y una cerveza a cada lado, mirando en la televisión la película Shaolin Soccer.
-Esto… es tan triste…- sollozo, Ho Won se acercó para verlo de cerca percatándose de su rostro mojado por las lágrimas, después miro la pantalla de televisión volviendo a ver a Sung Jong rápidamente con cara confundida.
-Pero… solo estaba pateando un huevo…
-¡No! ¡No es solo eso! ¡Era el huevo de Peso ligero! Pobrecito de él…-volvió a lloriquear. Ho Won rodo los ojos exasperado, su amigo era tan ridículo como su cabello rosado.
-¿Nos vamos ya?- Sung Jong asintió mientras se sonaba la nariz.
-Bueno ya estamos aquí, ¿A dónde vamos?- pregunto Ho Won una vez estuvieron dentro del centro comercial.
-Considerando que es tu esposo, que lo conoces desde hace 10 años y que es tu alma gemela, tú deberías guiarme, ¿no crees?
-Eh… ¿No?- Sung Jong bufó, su amigo era increíblemente IDIOTA, así, con mayúsculas.
-Solo sígueme.
-¿Una joyería?- pregunto confundido cuando vio el nombre del lugar.
-Y la más cara de todas- dijo sintiéndose orgulloso, por supuesto él sabía que marcas de ropa, zapatos y joyas eran las mejores, las más caras, las más elegantes y una de esas marcas era She’s a Fantasy.
-Sung Jong yo…- trato de hablar pero fue interrumpido por el menor.
-Tú, mi querido pitufo morado- lo señalo con el dedo índice-, vas a entrar ahí, escogerás algo para tú marido- hizo hincapié en “Tú” –y saldrás con él regalo felizmente, ¿entendiste?- “Mi billetera…” se lamentó interiormente Ho Won.
-Está bien, vamos- contesto resignado pues con Sung Jong no podía discutir.
1 hora después, en la que recorrieron la joyería unas 7 veces en busca de algo perfecto para Dong Woo, salieron muy felices pero cansados así que decidieron descansar en una heladería cercana. Tomaron asiento y ordenaron, no tardó mucho en llegar lo pedido.
-Está mañana dijiste que tenías un plan- dijo Ho Won recordando las palabras del menor. El otro asintió con la cabeza mientras tragaba su helado.
-Así es. Primero, quiero que escondas bien eso- señalo el bolsillo de la chaqueta del mayor –Por ningún motivo Dong Woo puede descubrirlo, ¿entendiste?- el otro asintió –Segundo, debes encargarte que Dong Woo se mantenga ocupado el resto del día, por ningún motivo puede hablar con Ki Seop porque buscara la forma de estar con él mañana, si es necesario quitale el celular.
-Bien, ¿y el tercero?
-¿Cuál tercero?
-¿No hay punto tres?
-No lo creo… Ah, mañana Dong Woo no irá a trabajar así que espero cuides de él.
-¿Por qué no ira?
-Yo se lo pedí- dijo desinteresamente. Ho Won lo miro esperando una respuesta más concreta que Sung Jong capto inmediatamente –Le dije para salir lo cual acepto pero después del trabajo, cosa que no me gusto así que le insistí que no trabajara mañana.
-¿Saldrán mañana?
-No.
-Pero acabas de…
-Tú saldrás con él.
-¿Yo? Pero dijiste que tú…
-Se lo que dije, ¡ash! Eres un lento, el piensa que saldré con él pero no será así, cuando haya llegado la hora le marcare diciéndole que no podré ir por X cosa y después tú te ofrecerás a salir con él, lo cual el rechazara pero como tú eres Lee Ho Won sé que no aceptaras un “No” por respuesta. Ese es mi plan.
-¡Brillante!
-¿Verdad? No sé qué harías sin mí mi querido hobbit.
-¡Yah!
≈s68;≈
Toc, toc
-Adelante.
-¿Estas ocupado?
-Sí, ¿necesitas algo?- pregunto sin alzar la vista de los papeles que estaba revisando.
-Eh… No, b-bueno… si… yo…
-¿Te pasa algo?- levanto la cabeza para observar mejor a aquel chico frente a él.
-No… yo… ¿quisieras salir conmigo mañana?
-Lo siento pero ya quede con Sung Jong- le sonrió en forma de disculpa.
-Entonces… ¿Qué te parece hoy?
-Tengo mucho trabajo- el otro asintió con tristeza –Lo siento.
-Está bien- el mayor sonrió y volvió su vista a los papeles. El menor se acercó al escritorio y saco una pequeña cajita del bolsillo de su pantalón y lo dejo frente al mayor para salir sin decir ninguna palabra. Pero Dong Woo ni siquiera lo notó.
-Ah…. Estoy agotado- murmuro mientras se llevaba ambas manos a la parte trasera del cuello y comenzaba a masajearlo –Necesito un café… Mejor un chocolate- pensó y sonrió. En ese momento tocaron la puerta –Adelante- dijo sin tomarle mayor importancia a pesar de que ya era demasiado tarde y era imposible que estuviera algún trabajador por ahí. Grande fue su sorpresa cuando frente a él apareció aquel hombre que tanto amaba. -¿Q-qué, qué haces aquí?- dijo algo nervioso.
-Sung Jong me dijo que tenías mucho trabajo y al ver que era muy tarde y no llegabas decidí venir a verte. ¿Necesitas ayuda?
-Estoy bien, sólo…
-¿Sólo necesitas un chocolate?- Dong Woo lo miró con los ojos bien abiertos y asintió a lo que Ho Won sonrió –En un momento estará, lo dejé calentando.
-¿Entrarte a la cocina de la cafetería?- Ho Won asintió –La Sra. Choi se molestara si se entera.
-¿Por quién me tomas? Le pedí permiso- Dong Woo lo miró aún más sorprendido.
-¿Y te lo dio?- el otro asintió -¿Pero cómo?
-Le dije que quería consentir a mi esposo- dijo con una sonrisa en el rostro a lo que Dong Woo bajó la cabeza rápidamente para ocultar su sonrojo. Si, el idiota se sonrojo y se maldijo internamente. No debo sonrojarme, no, él solo está jugando -¿Estas bien?
-Eh si, ¿podrías traerme mi chocolate?
-Claro Dino- y salió rumbo a la cafetería.
-Ese idiota… ¿Quién se cree para jugar así? ¡Ah, maldito! “Mi esposo”… Pero suena tan lindo saliendo de sus labios… ¡No Dong Woo, no!- siguió reprendiéndose por 2 minutos más hasta que decidió volver a trabajar, segundos después Ho Won entro con dos tazas de chocolate.
-Aquí está tú chocolate.
-Gracias- agradeció sin mirarlo.
-¿Te falta mucho?
-Si.
-Déjame ayudarte.
-Está bien, ve a casa, necesitas descansar.
-No puedo descansar si no estás conmigo- entonces Dong Woo detuvo todo movimiento. Esa confesión o lo que sea que fuera lo había descolocado. Carraspeo un poco incomodo e ignoró el comentario.
-Revisa esto, por favor- le paso algunos documentos a Ho Won a lo cual asintió muy alegre.
Unas horas después Hoya notó que Dong Woo estaba muy agotado pues no paraba de masajear su cuello y hombros.
-Ve a dormir, yo acabaré esto.
-No, no puedes desvelarte, tienes que descansar.
-Ya he descansado mucho, duerme, anda- Dong Woo no dijo más, se levantó de su silla para acostarse en el sillón de la oficina. No tardo ni 2 minutos cuando cayó en los brazos de Morfeo.
Ho Won lo miró por unos instantes. Se veía tan hermoso, inocente, perfecto… Tan él. Se levantó de su asiento y se quitó su chaqueta para tapar con ella al mayor.
-Descansa amor- le besó la frente antes de seguir trabajando.
La luz que se metía por la ventaba comenzaba a molestarle, trato de abrir los ojos pero no podía, la luz le irritaba. Jaló hacia su cara la chaqueta que lo cubría, Espera… yo no traía ninguna chaqueta… Abrió los ojos y se levantó de golpe.
-Hoya…- murmuró –Fue un sueño…- dijo recordando lo que él creía, había sido un sueño, Descansa amor. Giro su cabeza hacia la izquierda y una sensación de nervios lo invadió; Hoya estaba con la cabeza recostada en el escritorio, se había quedado dormido. Dong Woo lo miró. No quería hacerse ilusiones, no debía, pero tal vez… ¡NO! No era así… ¿verdad?
-Mmhm…-comenzó a quejarse Hoya para después tomar su celular que estaba al lado de él -¿Bueno? ¿Eh? Si… ¿Quién habla? ¿Sung Jong? No, está equivocado…- contestaba todavía adormilado, ni siquiera había abierto los ojos. Dong Woo rio bajito -¿Wonka, eres tú? ¿Dong Woo es un oompa loompa? Ah… si… ¡Yah!- abrió los ojos de golpe –Dong Woo estará enano pero no lo ofendas, niña rosada…
-¡Yah! ¿A quién le dices enano?- grito ofendido Dong Woo. Hoya se giró, observando a un molesto Dong Woo con el ceño fruncido, se encogió de hombros. El mayor podría ser todo amor y paz pero cuando se enojaba era más “pas” que amor.
-Yo…- escucho las carcajadas de Sung Jong del otro lado del teléfono, frunció el ceño. Ese mocoso… -Sung Jong te dijo oompa loompa, yo te defendí.
-¡Pues no ayudas! Dame- le arrebato el celular de las manos -¡Yah, mocoso insolente! ¿Quién te crees que eres para decirme así? Me las pagaras al rato, no te vas a salir con la tuya. ¿Cómo que ya veremos?- se dejó oír un pitido dando a entender que la llamada había finalizado -¡Yah! ¡Me colgó!- miró a Ho Won con indignación -¡Ese niño me colgó, a mí, a su hyung!
-Dong Woo…
-Ese mocoso…
-Dino…
-Ni porque es mi cumpleaños…- chilló
-Dinowoo…
-¡¿QUÉ QUIERES?!- volvió a verlo, encontrándose con un Hoya sonriente que tenía un moño de regalo amarrado en la cabeza. Dong Woo lo miró raro -¿Por qué traes un moño en la cabeza?
-Porque hoy es tu cumpleaños.
-Y…- lo instigo a seguir hablando.
-Y yo soy tu regalo.
-¿Qué?- Eso había descolocado por completo al más bajo. ¿Estaba jugando? ¿Qué quería lograr al decirle eso? Y más importante aún ¿Por qué le decía esas cosas? ¡Era un idiota! Sabia como estaba Dong Woo, sabia el dolor que le causaba si quiera tenerlo cerca, sabía que no podía evitar sentir aquel cosquilleo en el estómago ni mucho menos ocultar aquellos sonrojos que provocaba su cercanía que, por más que pasaban los años, aun hacia efecto en él.
-Salgamos- le dijo aun con aquella tonta pero hermosa sonrisa. No podía mentir, le estaba causando un poco de miedo.
-Yo… saldré con Sung Jong, iré por él… ahora- trató de zafarse pero Ho Won tomo celular de vuelta marcando un número.
-¿Sung Jong? ¿Es cierto que saldrás con Dong Woo? Bien, te lo paso. Toma- le dijo tendiéndole el celular, el cual tomo rápidamente.
-¿Sung Jong? ¿Cómo que no podrás? P-pero…- fue interrumpido por el pitido de la llamada finalizada, nuevamente le había colgado –Esa niña rosada….- murmuro maldiciéndolo en su interior.
-Vamos- le dijo Ho Won, dándole unas pequeñas palmadas en la espalda para después salir. Dong Woo apretó los ojos con fuerza, soltó aire resignado para salir tras él menor.
-¿No estas curioso de a dónde iremos?- le pregunto Ho Won al ver que se había mantenido en silencio desde que habían abandonado la escuela.
-¿Debería?
-Dong Woo, es tu cumpleaños, por favor sonríe.
-¿Por qué hacerlo?, ¿Acaso no lo odias?, ¿Acaso no odias todo de mí?, ¿Acaso no odias mi presencia? ¡¿Por qué no me dejas solo y ya?!- exploto, pero Ho Won no dijo nada, ni si quiera lo miró tan solo siguió conduciendo el auto que le había prestado uno de los profesores de la escuela.
-Hemos llegado- aviso después de un rato. Dong Woo que se había mantenido con la cabeza gacha posó la vista en el frente. Su boca y ojos no tardaron en abrirse en demasía al ver aquel lugar.
Era un jardín enorme; plantas, flores y arboles lo rodeaban dándole aquel peculiar aroma y proporcionando sombra a algunos rincones. Un angosto pero largo pasillo de piedra dividía el bien cuidado pasto, y en medio del jardín, al final del pasillo yacía un hermoso kiosko tradicional.
Bajo del auto, parecía ido, envuelto por tanta belleza natural. Caminó por el pasillo como si al hacerlo lo transportara a otro lugar. Ho Won iba tras él, sonriente, enternecido, enamorado de aquella imagen. Al término del camino subieron las escaleras del kiosko encontrándose con una mesa pequeña llena de alimentos aun humeantes. Ho Won agradeció internamente a su dongsaeng de melena rosada y ojos gatunos. Dong Woo giro a verlo.
-¿Q-que es e-esto?- Hoya se acercó a él y lo abrazo tomándolo por sorpresa.
-Tú segundo regalo, ¿te gusta?- le pregunto sin soltarlo. Dong Woo sonrió, no quería hacerse ilusiones pero no podía evitarlo.
-Me gusta, gracias- Ho Won sonrió para después soltar poco a poco a Dong Woo, como si no quisiera separarse.
-Comamos o la comida se enfriara- le dijo invitándolo a sentarse, uno enfrente del otro.
-¿Tú preparaste todo esto?
-Digamos que recibí ayuda de un zombie rosado- Dong Woo rio divertido.
-¿Nuevamente ese mocoso?- Ho Won asintió.
-Dong Woo…- este lo miró- ¿Podrías perdonarme?
-Tú no has hecho nada, no es tu culpa sino la mía, yo soy quien no supo cuidar nuestro matrimonio- Ho Won negó.
-No, tú siempre has sido perfecto, pero yo… Yo me deje guiar por mis pensamientos absurdos, por mi propio aburrimiento y no supe valorarte- Dong Woo bajo la mirada pues las lágrimas ya amenzaban con salir.
-Come ¿quieres?
-Dong Woo…
-Después hablaremos de eso, ¿sí?- le pidió, esta vez mirándolo a lo que Ho Won asintió.
-¿Quieres ir a ver el alrededor de cerca?- le pregunto Ho Won una vez habían terminado de comer, el otro asintió entusiasmado.
-¿Cómo encontraste este lugar?- le pregunto maravillado el mayor.
-Mi mamá me trajo cuando era pequeño, siempre quise que lo conocieras pero por una u otra razón me fue imposible traerte después de nuestra boda. Después paso todo lo demás y deje de pensar en ello.
-¿Entonces por qué me has traído ahora?
-Creí que era hora de que lo conocieras.
-¿Por qué?
-Por qué eres mi esposo.
-Pero dejaré de serlo- Ho Won detuvo su andar.
-¿Eso quieres?
-¿Eso importa?
-Si- le contesto, esta vez girando para verlo. Dong Woo despego su vista de él para posarla en unos grandes arbustos con pequeñas flores atrapadas en ellos.
-No quiero. Lo odio- Ho Won sonrió satisfecho, se acercó más a él, tomo su barbilla con una mano, girándola hasta cruzar sus miradas y tomo ambas mejillas con sus manos.
-¿Entonces por qué hacerlo?
-Tú me odias- sus ojos estaban húmedos, estaba por llorar.
-Yo te amo- Dong Woo abrió los ojos con sorpresa, una corriente paso por su espina dorsal debilitando sus piernas.
-P-pero tú dijiste que…
-Se lo que dije y me arrepiento. Dong Woo, sé que no merezco nada que venga de ti por cómo te trate por tanto tiempo, ni si quiera tu amor. Fui un idiota que dejo ocultar sus sentimientos y soy un idiota por haber tardado tanto en darme cuenta. Tal vez pienses que es mentira pero no lo es, yo te amo- el mayor se soltó a llorar. No podía creerlo, no, ¿era una broma? Cuantas veces deseo escucharlo decir esas dos palabras nuevamente. Y ahora que lo hacia simplemente no podía creerlas.
-No… tú…
-Por favor, déjame demostrarte que lo que digo es verdad.
-¿Cómo?, ¿Cómo lo harás?- Ho Won saco una pequeña cajita verde del bolsillo izquierdo de su pantalón. La abrió, sacando de ella un collar de oro con un dije de llave un poco extraña -¿Y esto?- le pregunto, dejando que el menor le pusiera la joya.
-Es tu tercer regalo- le sonrió. Dong Woo sonrió también olvidando lo antes sucedido –Vámonos.
-¿Tan pronto?- Ho Won asintió -¿Por qué?
-Es hora de que te demuestre que te amo- Dong Woo abrió los ojos sorprendido sonrojándose al instante, Ho Won rio divertido –No me refiero a eso pervertido- el rostro del mayor no hizo más que encenderse aún más.
-Entra mientras yo estaciono el auto- el mayor asintió y bajo sin hacer preguntas. Después de un viaje un poco incómodo para el mayor, pues su mente no dejaba de divagar en imágenes pervertidas, habían llegado a un restaurante muy elegante.
Entro al restaurante siendo recibido por un camarero que lo dirigió a una de mesa. Iba a agradecerle al joven pero se retiró rápidamente.
Se sentía incómodo pues el camarero no había regresado a ofrecerle nada y parecía que ninguno de los demás camareros pensaban acercarse, y Ho Won no hacia acto de presencia tampoco. Unos segundos después el camarero que lo había recibido se acercó a su mesa con una pequeña cajita blanca que dejo frente a Dong Woo. Sin más el muchacho se retiró. Dong Woo lo miró extrañado, después miró a su alrededor, la gente parecía normal. Poso su mirada en la cajita. La tomó entre sus manos y trato de abrirla pero necesitaba la llave. La llave. Dejo la cajita en la mesa y se quitó la cadena, metiendo la llave en el orificio de la cerradura obteniendo un “clic” en respuesta. Dejo la cadena a un lado de la cajita. Abrió la cajita encontrando una nota enrollada. La tomó y la leyó “Disfruta tu cuarto regalo”. La canción de Lee Seung Chul, My Love, se dejó escuchar por todo el restaurante.
"Te amo" esas palabras son más dolorosas que cualquier otra palabra.
Las palabras que dije en voz baja, ahora son tan difíciles de pronunciar.
Levanto la mirada buscando a Ho Won pero no lo encontró. El camarero ya conocido se acercó a él nuevamente con una sonrisa en el rostro mientras los demás, camareros y “clientes” bailaban alegremente una coreografía ya establecida.
-Venga conmigo- le dijo tomándolo del brazo de forma amigable. Dong Woo lo miró divertido.
-¿Estamos haciendo un MV?
-Mejor aún- Dong Woo asintió aun con la sonrisa en su rostro y decidió seguirlo.
Oh en lugar de una mañana brillante y soleada, una noche a la luz de la luna es mejor.
Dejando a un lado el beso de despedida por un momento, quedémonos aquí.
Te abrazaré fuertemente y luego te lo diré.
Gritaré tu nombre y te diré "mi amor". No verás mis últimas lágrimas.
-¿Hasta dónde me llevaras?- le pregunto al camarero mientras subían por unas escaleras.
-Pronto lo sabrá.
Te abrazaré fuertemente y luego te dejaré ir.
Gritaré tu nombre una vez más y te diré "mi amor".
No serás capaz de escuchar cuando te diga "Te amo".
"Estoy bien" esas palabras son mentiras piadosas.
Nosotros tratamos de sonreír pero por dentro estamos llenos de lágrimas.
Llegaron a la terraza donde el camarero soltó su mano no sin antes susurrarle “Siga a su corazón”. El instrumental de la canción se dejó escuchar.
Frente a él estaba una pantalla plana donde comenzó a visualizarse un video con fotos de él y Ho Won de cuando iban a la escuela juntos, de su boda, de su luna de miel y demás momentos. Sus lágrimas ya habían salido desde hace un rato sin darse cuenta, trato de limpiarlas pero no dejaban de salir. El video estaba por terminar cuando un mensaje salió.
“Él día de hoy me regalé a ti, a pesar de que ya me tenías.
Te regale una comida, que más bien yo lo recibí más gusto por el hecho de tenerte junto a mí.
Te regale una cadena con una llave, es una representación de ti porque tú eres la llave de mi corazón.
Te regale una canción, que, aunque no compre los derechos, quiero que sepas que es tuya porque yo te la dediqué.
¿No crees que es injusto? Yo también quiero un regalo, ¿me lo darías?”
Fuegos artificiales se hicieron presentes en el aire, Dong Woo levanto la cabeza al cielo observando, con la vista un poco borrosa por las lágrimas, maravillado aquel espectáculo de luces de colores. Entonces un mensaje apareció en el aire.
“¿Te quieres casar conmigo?”
...
-Hoya, casemos.
-Pero si ya nos casamos.
-Hagámoslo una vez más.
-¿Por qué?
-Quiero que sepan que nuestro amor es genuino.
-¿Importa que los demás lo sepan?
-Si.
...
-¿Me darías ese regalo?- escucho la voz de Ho Won tras él y se giró para verlo. Sus ojos húmedos y su rostro bañado en lágrimas, junto a aquella enorme sonrisa fue lo más hermoso que pudo apreciar el menor. Dong Woo corrió a él, atrapando sus labios con los propios para después separarse un momento para responder.
-Si, acepto.- Y volvió a besarlo, ésta vez apasionadamente.