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Say Hello to the Bad Guy por Leyn

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Notas del capitulo:

Aquí de vuelta. Y, primero que nada, muchas gracias por sus rw<3.

 

El tercer capítulo here.

III.                    Oh, it’s a setup, it’s a setup…

—¿A mí? —Jimin le observó atentamente y acentuó su sonrisa hacia una esquina—. Vamos, no juegues.

Una de las cejas de Taehyung se alzó y dio un paso hacia delante, obteniendo a Jimin retrocediendo como respuesta inmediata.

—Tienes una semiautomática con silenciador apuntando contra tu cabeza, ¿crees que estoy jugando, Jiminnie?

No obtuvo respuesta, Jimin sólo desvió la vista con una forzada mueca de disgusto. En consecuencia, Taehyung continuó avanzando hasta que éste dio directamente de espaldas contra una pared. Jimin, siseando en voz baja, le dirigió la mirada cuando obtuvo el brazo libre de Taehyung posándose a un costado suyo, aprisionándolo.

—¿Qué hac…?

Y Taehyung lo calló, besándolo.

Los labios de éste se deslizaron por su boca, provocando una casi imperceptible fricción, pero Jimin apenas podía caer en cuenta de ello porque su atención estaba fija en la mano de Taehyung que tenía el arma y que ahora se movía hacia abajo de manera inquietante. Siguió con la vista todo el transcurso que hizo hasta su hombro y, cuando vio cómo iniciaba en apuntar, ahogó un quejido en su boca.

Los párpados de Jimin cayeron inmediatamente, obstruyéndole la vista, y Taehyung, sin pensárselo, presionó el gatillo.

 

Hubo un espeso silencio en el ambiente.

Tras unos segundos, Jimin comenzó a abrir sus ojos y lo único que pudo ver fue a Taehyung alejándose de su boca y alargando su brazo hacia un lado para depositar la pistola en un mueble contiguo. Sólo en ese momento, Jimin se percató de que nada había pasado. No había nada.

Taehyung se volvió hacia él con una sonrisa, y entonces Jimin comprendió que el arma no estaba cargada.

—Fue estimulante tenerte amenazado, lo admito, pero tampoco quiero que estés con un arma contra la cabeza. Pareces un cachorrito indefenso, y sé que no eres así.

Jimin se tomó unos segundos para asimilarlo todo, ignorando lo que decía.

—Realmente creí que ibas a dispararme —resopló, y esa comisura ligeramente alzada en sus labios sugería que, viéndose en su actual situación, incluso comenzaba a darle gracia—. Nunca había sentido el peligro así… de este modo.

—¿De este modo, dices…? ¿Te gusta este modo? —preguntó Taehyung en voz baja, ladeando apenas el rostro al acercarse a su boca una vez más.

Jimin se pasó la lengua por entre los labios y giró el rostro hacia un costado, evitando con esto que Taehyung se siguiese aproximando.

—No está mal para un hacker.

 

Tras unos segundos de sonrisas cómplices, sus miradas se volvieron a encontrar, pero ya no quedaba lugar para las palabras. Jimin, en un raudo impulso, colisionó agresivamente contra la boca de Taehyung, y éste, lejos de querer rechazarle, correspondió con la misma intensidad.

La lengua de Jimin chocaba contra los labios de Taehyung, demandando el paso. Cuando se le fue concedido, éste no esperó y se adentró a su boca, descendiendo sus manos hasta las caderas de Taehyung, ejerciendo cierta presión en ellas a la vez en que daba un paso hacia delante. Taehyung no opuso resistencia y, propinándole una pequeña mordida a labio inferior de Jimin, puso sus manos en el pecho de éste y las aferró a la prenda superior que vestía, tirando de ésta y obligando a Jimin a avanzar más rápido, conduciéndolo a su antojo. Fueron varios pasos hasta que finalmente Taehyung cayó de espaldas en el sofá principal de la sala con Jimin sobre él.

—¿Mencioné —habló Taehyung en medio de la agitación, alcanzando un poco de distancia entre sus labios—…que las heridas en tu cuello se ven realmente excitantes?

—¿Estas? —preguntó Jimin contra su boca—. Estas no son nada.

—Pero me gustan —le respondió Taehyung, rodeándole el cuello con uno de sus brazos—. Combinan con esa apariencia de…

Jimin no le permitió terminar, besándolo de nueva cuenta, ahogando las palabras de Taehyung en su boca y produciendo sonoros chasquidos en el proceso.

Nada estaba resultando como se lo había imaginado en un principio, pero ya no le importaba en lo absoluto, porque se mentiría si dijese que no le gustaba el ritmo que habían tomado las cosas.

 

Se separaron por un momento y las respiraciones desiguales de ambos se hicieron oír, pero eso no detuvo a Taehyung. Inclinó el rostro y besó las comisuras de los labios de Jimin, que exhalaban silenciosos jadeos. Con lentitud, comenzó a bajar hasta que se ubicó en la marcada línea de su mandíbula y capturó un pequeño tramo de ésta en su boca, descendiendo luego por su cuello, besando, mordiendo, dejando gran cantidad de rojizas marcas que se unían a los raspones que ya había en su lugar.

 

Mientras Taehyung parecía entretenerse con su cuello y parte de sus clavículas al descubierto, Jimin comenzó a deslizar una de sus manos por los costados de Taehyung, acariciando, guiándose sólo por el tacto porque la iluminación eléctrica en la habitación hace bastante había pasado a ser nula. La única luz que había era la que entraba por un amplio ventanal de un costado, el cual tenía casi todo el cortinaje abierto para dar paso a la vista el nocturno panorama que había afuera.

 

Taehyung suspiró contra su cuello. Jimin sabía que estaba tratando con el tipo equivocado, sabía que probablemente para los demás era un enemigo en todo el sentido de la palabra, pero ellos no tenían por qué saber, nadie tenía por qué enterarse de lo que estaba haciendo y con quién.

 

Sería un secreto sólo de ellos dos.

 

—Jiminnie… —susurró Taehyung de pronto—, creo que ya es hora de que te vayas, no creo que falte mucho para que el guardia nocturno termine con su turno, y no tienes un pase para entrar y salir del edificio.

Mientras su mano continuaba removiéndose con sigilo por las caderas de Taehyung, Jimin corrió el rostro hacia un lado y le echó un vistazo al amplio reloj digital que había en una estantería, junto a un televisor. Se mordió el labio inferior con fuerza y comenzó a alcanzar distancia del otro, incorporándose finalmente.

—Joder, me van a bombardear con preguntas…

Cuando Jimin se levantó por completo y comenzó a acomodarse la remera sin mangas que llevaba, Taehyung se acomodó en el sillón y puso uno de sus brazos detrás de la nuca, observándole con una sonrisa.

—¿Puede que aún estén en pie?

Jimin se alzó de hombros.

—Puede ser —reconoció. Cuando tenían un día así, generalmente llegaban a casa y lo primero que hacían era comer un poco mientras veían televisión para luego lanzarse a una cama, o a un sofá, o al suelo. No importaba dónde fuera, simplemente se recostaban y dormían como si no hubiese mañana, y Suga era siempre el primero en caer dormido.

Taehyung exhaló un lánguido resoplido y se levantó del sofá. Justo en el momento en que Jimin se disponía a dirigirse a la puerta, Taehyung lo frenó al ubicar una de sus manos en su brazo, aproximándose a su rostro para depositar un último y casi imperceptible beso en los labios de éste.

—Buenas noches.

Luego de unos segundos, Jimin finalmente terminó avanzando y, tras alzar una de sus manos en un gesticulado ademán de retirada, se volteó hacia la salida. Fue sólo cuestión de un minuto que se encontrara del otro lado de la puerta, encaminando hacia el ascensor.

Una vez que entró en la estructura y presionó el botón del primer piso, comenzó a retroceder hasta que dio de espaldas contra la parte trasera del elevador y se recargó en esta, con la mirada perdida.

¿Desde cuándo alguien así de peligroso le había atraído tanto?

Cuando el ascensor llegó al piso, salió con las manos hundidas entre los bolsillos y le dedicó un gesto de agradecimiento con la cabeza al guardia que todavía estaba cómodamente sentado en su silla, aún con la revista de antes entre las manos.

 

A pesar de que ya era madrugada, no le fue complicado conseguir un taxi. Como era normal en un sector urbano, la avenida seguía siendo atravesada por gran cantidad de transporte público y particular, incluso a tal horario.

 

Tras indicarle al conductor dónde iba, Jimin dirigió la vista hacia la ventanilla y observó por ésta, pero sin ningún real interés de contemplar el recorrido. Se sentía incapaz de poner su atención en otra cosa que no fuera él.

Pasaron los segundos y finalmente le restó importancia al tema, trazando una sonrisa mientras cerraba los ojos.

 

Lo único que sacó a Jimin de su estado fue el «hemos llegado» del taxista. El sonido de su voz irrumpiendo en la quietud que propiciaba la radio del automóvil, que tocaba en un volumen bajo, fue lo que logró hacer que abriese los ojos, aunque no había sido capaz de captar qué era lo que había dicho. Cuando levantó los párpados con pereza y se encontró con la mirada del sujeto en el retrovisor, le echó un vistazo al lugar donde se hallaban, y lo comprobó. Le pagó al conductor y se bajó del automóvil.

El taxi emprendió marcha y salió de la vía. A continuación, lo único que se pudo oír en el sector fue el silbante sonido de la brisa nocturna soplando. El alumbrado eléctrico era lo único que iluminaba la larga calle, casi la totalidad de las residenciales estaban con todas sus luces apagadas, incluso la suya.

Jimin suspiró y avanzó en la acera, hurgando en uno de sus bolsillos traseros por sus llaves. Teniéndolas ya en mano, hundió la correcta en la cerradura y abrió la puerta con cuidado, evitando hacer mucho ruido para no despertar ni alertar a nadie. Luego de traspasar el umbral y cerrar la puerta tras de sí, Jimin encendió las luces y vio a Jungkook en uno de los sillones de la sala principal. 

Y al juzgar por su expresión, estaba esperándolo.

—Hyung, ¿dónde estabas?

Notas finales:

Es gracioso porque demoré en subirlo, pero en realidad tardé dos días en ello, lol. (?)

 

¿Qué tal? Sus opiniones siempre son recibidas y respondidas. Cualquier cosa que tengan que decir, ya saben, en review<3.

 

Nos vemos en el próximo, hehe.


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