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Solo una pequeña historia. por SHIKIu

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Notas del capitulo:

Hola!! y me disculpo por la demora n///n pero ya saben, cosas pendientes, bueno aquí está el cap. Espero que les guste y a disfrutar n.n

    Martes 7:50 AM en la calle cerca del departamento de la loba estaba esta parada frente a una chica que sin duda haría que Yuko se volviera una asesina en serie, la miraba de arriba abajo inspeccionándola detenidamente, había algo en ese chica que le era familiar, muy familiar, era extraño pero así era. Lo curioso es que la chica hacía lo mismo con ella, la miraba tratando de averiguar quién era pero sin decirse nada la una a la otra.

    "Este... Oye sé que no te he hablado desde que llegaste pero... ¿Siempre viviste aquí?" preguntó la morena rompiendo el silencio por fin rascándose la nuca, la peliazul se sorprendió por la pregunta "eemm... No, nos mudamos hace poco... ¿Por?" respondió la joven algo curiosa, Makoto se puso una mano en el mentón pensando qué decir para no quedar como una chismosa "pues... Es que te me haces muy familiar, como si te hubiera visto antes... Pero eso no puede ser ¿verdad?" dijo la ojiesmeralda mirándola, la chica de ojos celeste sentía lo mismo y se perdió por un segundo en su mente hasta que notó que la morena le hacía señas "¿eh?" preguntó ella algo atontada, "hey perdón por lo que dije, fue tonto ya... Creo que ya debo irme".

    Dijo la joven loba algo incómoda dando la vuelta para irse pero antes de hacerlo Eo la tomó del brazo, la loba se sorprendió "oye, lo siento fue mi culpa me distraje por un momento, ¿quieres ir por un café? Así aprovechamos para hablar con calma" le dijo a Makoto sonriendo, la morena se lo pensó por un momento y aceptó, estaba bien tomarse un pequeño descanso de las rabietas de Yuko y de cuidar al pequeño que seguía en su casa, ya estaba mejor de todas formas y su madre lo estaba cuidando, así que aceptó y fue con la peliazul hasta la pequeña tienda.

    "Nunca había venido a este lugar antes" dijo la pelinegra mirando el interior del lugar algo sorprendida, los olores eran deliciosos y volvían loca su nariz "es una pena, este lugar prepara las mejores bebidas con cafeína" dijo la chica sentándose en una mesa para dos, la joven loba imitó su acción llegando un mesero casi enseguida para atenderlas "buenos días, bienvenidas al Hoshi coffee, ¿qué les gustaría tomar?" preguntó amable un rubio con una sonrisa, "yo quiero un café al caramelo y..." hizo una pequeña pausa para que la más alta hiciera su pedido "¡oh! ¡Sí! Es que... No sé qué pedir" decía la chica algo apenada "no hay problema, ¿te gusta el chocolate?" preguntó Eo "¡¡sí!!" afirmó emocionada la joven "bueno, entonces es un café al caramelo y un moca por favor" le dijo la peliazul al muchacho "claro, enseguida vendré con sus pedidos señoritas" se despidió el rubio entrando por una puerta a la cocina, y otra vez el silencio "bueno, dijiste que te parezco familiar ¿no?" habló la ojiceleste rompiendo el silencio "sí, es como un dejà vú, pero no logro recordar bien" dijo la loba con sus dedos en sus sienes. "Pero eso es imposible, así que olvida eso jejeje" dijo tratando de evadir el tema, tal vez la chica creería que estaba loca ¿no? "Jajajajajajaja, no te preocupes, a mí me pasa justo lo mismo, pero no recuerdo dónde te he visto antes, es extraño... Pero así son las cosas" dijo sonriendo la peliazul, la morena la miró y también sonrió "es verdad, te llamas Eo ¿cierto?" dijo más cómoda "así es, y tú debes ser Makoto si mal no recuerdo" dijo  ladeando un poco la cabeza "¡vaya! Si recordamos nuestros nombres, ¿cómo es que no me acuerdo de ti pero sé que te recuerdo?" dijo la loba haciendo una mueca divertida "¡jajajajajajajajajajajaja! Eres graciosa, pero tienes razón, es ilógico" dijo la chica riendo, "oye, no eres para nada desagradable cómo imaginé" dijo la loba algo sonrojada, le avergonzaba decir eso pero era verdad, era muy agradable "oh, pues gracias, debo admitir que al verte pensé que eras una chica mala y muy ruda" le dijo la pálida chica divertida. 

    "¡oye! ¡Soy ruda!" dijo Makoto haciéndose la ofendida  cruzándose de brazos "jajajajajaja puede ser, pero no del tipo que te obliga a fumar hierba o a tatuarte" explicaba sonriendo la peliazul haciendo gestos con sus manos "¡nunca haría eso! Las drogas son malas y bueno... Los tatuajes... Me gustaría hacerme uno" dijo pensativa la morena mientras llegaba el muchacho con sus pedidos entregándolos a ambas "¿y por qué no te haces uno?" le preguntó soplando un poco su café "porque mi madre me dijo que cuando cumpla los 18 podré hacerme uno" contestó bebiendo un poco de su bebida "jajajajajajajajaja" se reía la más baja de ella "¿por qué te ríes?" preguntó sin comprender la joven loba "¡eres taaaan rebelde! Jajajajajajajaja" decía mientras aguantaba su estómago por causa de la risa, Makoto la miró y también comenzó a reír, era extraño estar con esa chica tomado un café, pues no tenía amigos sólo Yuko se la pasaba a su lado, pero últimamente había estado rara con ella, más distante y un poco más irritada "es cierto pero... Mi madre es sagrada para mí, es la única familia que me queda" dijo la morena algo triste, estaba pasando por muchas cosas juntas en ese momento y se sentía al borde de las lágrimas, esto fue notado por la peliazul "oye no... No fue enserio, lo siento, por favor no llores" dijo la chica preocupada "¿cómo sabías que iba a...?" pero recordó "ah es verdad que eres un hada de agua, casi lo olvido" dijo con una sonrisa la pelinegra haciendo que la joven casi escupa el café de la sorpresa "¿c-cómo sabes que...?" pero se detuvo, la miró muy bien, la morena le guiñó un ojo y ahí la peliazul lo supo, se acercó un poco a la loba "¿eres una chica loba?" preguntó en un susurro "jejeje sí" contestó igual de bajito la ojiesmeralda sin borrar su sonrisa.

    "¡vaya! nunca lo hubiera imaginado Makoto, con razón supiste qué soy, tu nariz debe sacarte de muchos aprietos" dijo con una sonrisa la chica bebiendo su café "a decir verdad tienes razón, pero también me mete en muchos líos" decía rascándose la nuca, "jajajajaja me lo imagino, dime algo ¿conoces a Yashida desde hace mucho?" esta vez fue el turno de que la morena casi se atragantara con su café, "¿cómo lo sabes?" le preguntó mirándola con los ojos bien abiertos "pues... No deja de hablar de ti, de decir que se va a vengar y que te quiere ver muerta" decía la chica muy tranquila "¿eso dijo? ¡Es un desgraciado!" dijo empuñando las manos con mucha rabia "¿lo ves? Por eso también sospeché, no dejas de mirarlo con desprecio e ira" le dijo la pálida chica mirándola, Makoto se sonrojó un poco, sabía que el chico la sacaba de quicio pero no quería ser tan obvia "lo siento, pero... No me gusta hablar del tema" dijo desviando la mirada "está bien, comprendo".

    Después de eso ambas siguieron conversando por un rato más hasta que Makoto se tuvo que ir, de camino a su hogar, la joven loba caminaba pensando que esa chica era muy agradable, amable y simpática, pero Yuko sólo la odiaba porque... Estaba saliendo con Yashida, la morena sitió una fuerte punzada en el pecho... Pero ¿qué podía hacer ella? La chica no sentía lo mismo por ella, y por un momento, deseó estar en el lugar del vampiro "te odio idiota" dijo para sí misma con la mirada triste.

    Ahora en el departamento de la morena, se encontraba una chica pálida de cabellera negra y ojos grises quien le hacía compañía a la madre de la loba "gracias por estar aquí Yuko" decía la mujer sentándose en el sofá al lado de la joven, entregándole una taza con café "no se preocupe, le prometí a Makoto que estaría aquí para que cuidemos del niño" decía Yuko con una leve sonrisa bebiendo el café "¿sabes? No sé si ella te lo haya dicho pero... Le gusta mucho cuando vienes de visita" dijo la castaña con una sonrisa sonrojando a la más joven, "y-yo... Eso es lindo de su parte" dijo la pelinegra mirando la taza de porcelana blanca evitando mirar a la mujer a los ojos, "Yuko, debo salir un momento, ¿podrías quedarte a vigilar al muchacho?" preguntó la mujer algo apenada "sí no hay problema Sra. Setsuna, vaya con cuidado" dijo la chica sonriendo, tal vez estar sola le vendría bien por un momento "bueno, gracias, lamento dejarte sola pero es importante" continuaba la mujer tomando su bolso y caminando hasta la puerta con la chica como acompañante "no se preocupe, yo comprendo, cuidaré al pequeño y estoy segura que Makoto llegará pronto" le dijo la menor para calmarla un poco "a todo esto me pregunto ¿dónde se habrá metido esa niña?" habló la mujer poniendo su mano en su mentón en forma pensativa, es verdad se había ido por un buen rato "bueno, no importa, ya debe venir pronto, nos vemos Yuko" se despidió con un beso en la mejilla y salió del lugar.

    La pelinegra soltó un largo y cansado suspiro, fue hasta la habitación donde el niño descansaba y la abrió levemente, este seguía sin abrir los ojos pero se veía notablemente mejor, su respiración ya era normal y su tono de piel casi había regresado a la normalidad por completo, entonces cerró la puerta con cuidado y se volvió a sentar en el sofá, "por Kami... ¿Qué diablos le pasa a mi cabeza?" se preguntó frustrada la chica, sentía cosas por ambos jóvenes, pero diferentes para cada uno, por Yashida se sentía mal, furiosa y ofendida porque al parecer ese amor que tanto le prometió lo sentía falso, tantas veces que le dijo *te amo Yuko* no significaban nada por el hecho de estar saliendo con esa chica odiosa y, por más que odiara admitirlo, era muy linda. Y por la  pelinegra... Las cosas eran más que raras, se sentía feliz y segura aunque a veces era muy infantil, eso le parecía algo tierno de su parte y también... Era la única que realmente quería ser su amiga, una de verdad.

    Pero el tiempo a solas no duró mucho porque el sonido de la puerta abriéndose la asustó un poco, y al abrirse ésta, la chica pudo apreciar a la más alta entrando al departamento, traía la cabeza gacha y la mirada algo triste. Parecía estar pensando o recordando algo "te vez decaída skater" la voz de la más baja hizo saltar a Makoto del susto la cual la miró sorprendida "¿Yuko? ¿Qué haces aquí?" preguntó sorprendida la morena "vine a ver cómo se encontraba el niño" dijo mirando en la dirección de la habitación de la morena, Makoto se deprimió un poco por lo que dijo la pelinegra "y también a ver si estabas bien" le dijo la chica mirando a la loba haciéndola sonrojar un poco y también sacándole una sonrisa "bueno... Gracias, el pequeño está mucho mejor que antes, tengo la esperanza de que despierte en poco tiempo" dijo la ojiesmeralda "sí, lo sé pude verlo además tu madre habló conmigo" habló la joven sentándose en el sofá "y ¿dónde está ella?" preguntó la loba sentándose junto a Yuko, "salió, dijo que tenía que hacer algo importante" respondió con simpleza la chica de mirada grisácea "¿y te dejó sola?" preguntó Makoto algo sorprendida "sí" se encogió de hombros la más baja "eso es raro... No suele hacer esas cosas, debe confiar mucho en ti" dijo la loba con una sonrisa, ¿por qué sonreía? Se preguntó Yuko.

    "¿Y tú? ¿Dónde estabas? Hueles a café" preguntó su pálida amiga haciéndola incomodar un poco "¿y-yo? B-bueno yo... Yo..." miraba para todos lados nerviosa "¿tú...?" la incitaba a seguir, pero Makoto se había trabado, si le decía la verdad se enojaría, y si le mentía Yuko se daría cuenta y no la dejaría en paz hasta que le dijera la verdad, estaba jodida, muy jodida "¿dónde estabas? No creo que sea una pregunta muy difícil de responder" decía Yuko levantando una ceja, ya estaba sospechando "yo..." era una situación difícil, pero... Si Yuko era su amiga, no debería molestarse por que pasara tiempo con otras personas ¿no? "Yo... Estaba con Eo" susurró algo sonrojada la loba "¿qué? No puedo escucharte" dijo la pelinegra mirando directamente a la morena a los ojos "¡¡estaba con Eo!!" habló fuerte la morena cerrando los ojos... Yuko no dijo nada... Pero la expresión que vio la loba la dejó algo arrepentida de lo que dijo "¿con quién Makoto? No creí escuchar bien" dijo Yuko irguiendo su espalda "q-que estaba con Eo" dijo la pelinegra mirando a Yuko con algo de temor... Ya sabía lo que venía "con Eo, con... Eo... ¡¡CON EO!!" y la chica se levantó de golpe poniéndose justo frente a la pobre loba que parecía un cachorrito asustado, "¡¡cómo puedes hacerme esto Makoto!! ¡¡Sabes lo que está pasando!! ¡¡Y lo molesta que resulta ser ella para mí!!" le hablaba fuerte a la morena.

    "Y-Yuko ella no es tan mala, es simpática, amistosa, tierna y graciosa, deberías conocerla" trató de calmarla, pero no funcionó "¡¡¿¿hablarle??!!  ¡¡Primero muerta antes de hacer tal cosa!! ¡¡¿¿Pero cómo es que terminaste así??!! ¡¡De seguro te engatusó como a los demás!! ¡¡Pero yo sé que es una bruja despiadada con carita de niña buena!!" la morena se puso seria y también se levantó sorprendiendo a Yuko "Yuko, para de decir esas cosas de ella cuando ni siquiera tienes una idea de cómo es en realidad, sólo estás molesta porque el niño bonito de tu ex sale con una chica como ella, deja que te explique..." trató de tomarla de la mano pero la pelinegra la apartó rápidamente y le lanzó una mirada algo dura "es verdad... Ella... Ella te gusta, eso me dijiste... Tú... Pensé que eras diferente a él, que no te embobarías por una cara bonita más... Pero me equivoqué... ¡¡ERES IGUAL A ÉL Y A TODOS LOS Y LAS BABOSAS DE LA ESCUELA!!" le gritó Yuko al borde de las lágrimas y se dio la vuelta para no mirar a la morena.

    Makoto estaba paralizada, esas palabras le dolieron, dolieron más que cualquier cuchillada proporcionada por los sujetos de la liga, Yuko estaba ahí a tan sólo un paso de ella... Pero no podía alcanzarla, quería abrazarla y decirle que lo que dijo no era cierto, que la quería a ella... Pero las cosas no eran tan fáciles como pensaba. Esto era nuevo para ella, nunca pasó por problemas similares... Sin duda, Yuko era la chica más problemática e increíble que había conocido en su escasa vida, saliendo de su estado puso una mano en el hombro de la joven quien tembló al sentir el tacto de la más alta y antes de que pudiera quitar su mano la ojiesmeralda le dio un tierno abrazo poniendo su mentón en el hombro de la pelinegra y envolviendo su cintura con sus brazos pegándola más a ella.

    Yuko estaba muy sorprendida y muy pero muy sonrojada, sentir a la loba de esa manera, sentir sus brazos apretarla con delicadeza rosando su vientre, sentir sus pechos en su espalda, sentir sus labios cerca de su cuello y su respiración rozándolo. El corazón de Yuko latía a mil por hora, sentía que se le iba a salir del pecho y sentía una rara sensación en su abdomen, una sensación agradable, cálida y que antes no había sentido y eso la asustaba "Yuko... Perdóname por favor, no quiero hacerte sentir mal, pasas por un momento malo y creo que es difícil también, la verdad es que no lo sé con certeza, nunca pasé por éstas cosas antes ¿sabes Quiero comprenderlo, pero me resulta complicado... Yo hago lo posible por entender y te pido que por favor me entiendas también, tú eres mi amiga y cuando te veo sufrir me duele" le dijo la morena y... De los ojos de la pálida chica lágrimas comenzaron a salir y comenzó a sollozar en los brazos de la loba "M-Makot-to... Y-yo..." trató de hablar la chica "shhhh... No digas nada Yuko, tranquila" y besó la sien de la pelinegra mientras no rompía el abrazo, Yuko se desahogó, sacó toda esa frustración y rabia que sentía, y con sus propios brazos envolvió los de la morena.

    Un rato pasó y Yuko ya se encontraba mucho mejor, y Makoto como siempre, le sacaba sonrisas a la chica "bueno skater es mi turno de ver al niño" dijo Yuko levantándose "está bien, aprovecharé para prepararme algo, tengo mucha hambre" dijo la ojiesmeralda levantándose también "está bien barril sin fondo" le dijo Yuko caminando hasta dónde se encontraba el pequeño, "¡lo sé! pero soy una chica loba, no lo olvides" dijo mostrándole una enorme sonrisa a la chica de mirada grisácea "lo sé, lo sé" dijo eso para sí misma, una vez frente a la puerta la abrió y al asomarse se asustó al ver que el chico se movía de un lado a otro pero sin abrir los ojos. "¡¡Rayos!! ¡¡Makoto!! ¡¡Ven rápido!!" gritó la chica tratando de controlar al niño que no dejaba de moverse como loco "¡¡¿Yuko?!! ¡¡¿Qué pasa?!! ¡¡¿Estás bien?!!" corrió la loba dejando el sandwich a la mitad y entró a la habitación preocupada "¿pero qué...?" dijo viendo la escena "¡¡no te quedes ahí parada como idiota y ven a ayudarme joder!!" gritaba la pelinegra desesperada "¡claro! Lo siento" corrió Makoto para tratar de detener al niño "¡¡maldición!! ¡¡No para!!" gritaba Yuko "¡¡no!! ¡¡Aléjate!! ¡¡Déjame!! ¡¡Déjalos!! ¡¡Aaaaahhhhhh!!" gritaba el muchacho muy agitado "¡¡oye cálmate!! ¡¡Nadie te lastimará!! ¡¡Estás a salvo!!" le gritaba Makoto tomando ambos brazos tratando de mantenerlo quieto. 

    "¡¡Yuko!! ¡¡Sujeta sus piernas!!" gritaba la morena, "bien" Yuko saltó a la cama y sujetó sus piernas, pero aun así no paraba "¡¡noo!! ¡¡Nooo!!" seguía gritando el niño, Yuko se hartó y empujó a la morena, tomó al pequeño de los hombros y lo sacudió lo más que pudo, "¡¡ya deja de gritar niño tonto!! ¡¡Nadie te va a hacer nada!! ¡¡No seas imbécil y despierta!!" le gritaba al niño y lo abofeteó "Y-Yuko no hagas eso" decía la morena asustada y en eso el niño abrió los ojos y al ver a la chica la empujó y se trató de incorporar pero la herida no lo dejó "¡aahh!" se quejó el pequeño llevando su mano hasta el lugar "hey, tranquilo todo está bien, si te mueves mucho la herida va a empeorar" se apresuró a decir la morena, el niño la miró y retrocedió pero al verla bien pudo recordar "tú... Tú fuiste quien acabó con ese sujeto" dijo Kohaku quedándose en su lugar "ajá, ¿por qué coño me empujaste?" preguntó la pelinegra algo molesta "¿quién eres tú?" preguntó el chico algo retraído "ella es mi amiga, tranquilo, ella fue quien te despertó" dijo Makoto parándose junto a la más baja "¿fuiste tú?" preguntó el niño de ojos rubí mirándola inseguro "¡¡claro que sí ingrato!!" dijo ofendida Yuko cruzándose de brazos, "claro, ¿qué estoy haciendo aquí? ¿Y mis abuelos?" preguntaba nervioso "todo está bien, te traje aquí porque no sabía dónde vivías, este es mi departamento y mi madre como es enfermera te atendió, nos diste un buen susto" le dijo Makoto sentándose en la orilla de la cama "y ese sujeto... ¿Lo mataste?" preguntó el muchacho "tuve qué, si no lo hacía podía perseguirnos y atacarnos con refuerzos, ¿cómo te llamas?" explicó la morena "me llamo Kohaku, Jygen Kohaku, debo preguntar sus nombres, ya saben, por salvarme" dijo Kohaku algo apenado "me llamo Makoto, Konohana Makoto" dijo con una sonrisa "yo soy Yuko, Inatsuka Yuko" dijo sentándose también "bueno, ¿hace cuánto estoy aquí?" volvía a preguntar el niño de cabello aguamarina "llevabas inconsciente casi tres días, nos preocupaste de verdad " le decía la morena ladeando la cabeza.

    El niño la miró raro, no entendía por qué se preocuparía por él si no lo conocía "¿por qué? No me conoces" dijo él mirando a otro lado, la morena se confundió por la pregunta del chico "¿qué no es obvio niño? Eres un niño lobo al igual que ella, es normal que se apoyen y preocupen aunque no se conozcan" le respondió Yuko poco amigable como de costumbre, eso le sacó una sonrisa a la joven loba e hizo que Kohaku se sonrojara, era cierto lo que decía "yo... Gracias... A las dos por lo que hicieron por mí esta vez y la primera" dijo rascándose la cabeza sonrojado  "¿la primera?" preguntó Makoto algo confundida "sí skater ¿no lo recuerdas? En el centro comercial" hablaba la pelinegra de brazos cruzados mirándola "¡¡¡OH!!! ¡¡Tú eras ese niño!! De ahí te había visto antes" sonrió la ojiesmeralda mientras que los otros dos se preguntaban si era una chica loba de verdad " es una suerte que ese sujeto haya sido un simple humano Kohaku, de no ser así te habría matado mucho antes" dijo la morena sonriéndole "sí, es verdad, es una suerte aunque era fuerte" admitió el niño de cabello aguamarina con una mano en su barbilla "esperen, ¿de qué hablan ustedes dos? ¿A qué se refieren con que sólo un humano? ¿Qué también hay vampiros ahí?" preguntó Yuko algo extrañada "¿de qué hablas? Claro que un vampiro y también un hada y una bruja" dijo el niño viéndola raro "¡¿qué?! ¿A qué te refieres con brujas y hadas?" preguntaba la gótica chica incrédula "Yuko... No sólo existen vampiros y hombres lobo, también existen otras criaturas... Creí que lo sabías..." la miró seria y se quedó un momento en silencio al ver el rostro confundido y sorprendido de la más baja "chica, debes saber cosas" dijo el niño de ojos rubí cruzándose de brazos, Yuko se molestó pero no dijo nada y miró a Makoto exigiendo una respuesta, la chica la miró "Yuko, debemos hablar" le dijo seria la joven loba... Muy seria pensó la pelinegra y se asustó, pero también quería saber en qué se estaba metiendo.

 

 

FIN DEL CAP. 13

Notas finales:

Gracias por leer, me hacen muy feliz, nos leemos pronto SHIKI fuera n.n/


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