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Solo una pequeña historia. por SHIKIu

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Notas del capitulo:

Hola, lo sé lo sé tardé mucho, en defensa fue por problemas emocionales y por atrasos en la universidad, pero les traje el cap. Espero lo disfruten, sin más aquí está

  Martes 8:30 AM se encontraban dos chicas en la preparatoria viendo su primera clase del día. La joven loba estaba algo deprimida, ya que había pasado un mes desde que había hablado con Eo en aquel parque. Ellas se habían reunido desde entonces muchas veces, y no dudaba que la pasaba bien pero, extrañaba a la pelinegra y en el transcurso del mismo mes se enteró que la gótica se estuvo viendo con el chico, también notó que Yuko estaba muy distante con ella y que incluso la ignoraba, incluso más que antes… “¿Por qué tiene que pasar esto?” Se preguntó la morena para sí en voz baja, pero lo suficientemente fuerte como para que el vampiro lo escuchara, cosa que le hizo sonreír con malicia y gozo. De la misma forma, Yuko no quería hablar con el castaño, pero cada vez que buscaba a Makoto, siempre estaba ocupada con su *nueva amiga* y parecía que ya no estaba interesada en salir o quedar para hacer la tarea… ¿Se habrá cansado de mí? Pensaba la pelinegra con aquel semblante inexpresivo que muchas veces usaba como máscara para ocultar sus emociones y sentimientos.


    Por esa razón Yuko se estaba refugiando en el ojiazul quien le tendía una mano para ayudarle. Ella hablaba con él de las mismas cosas que con la morena, sin embargo, no era lo mismo que hablar con ella, la pálida chica sólo soltó un suspiro y miró a la peliazul que tanto detestaba, sentía que le estaba robando a su única amiga, puede sonar triste, pero así eran las cosas; “bueno chicos, voy a mandarles un trabajo en pareja, pero como estamos a finales de este año, dejaré que escojan con quién van a trabajar, así que piénsenlo un poco y pasen a retirar el material” dijo en canoso hombre acomodando sus anteojos mientras les mostraba a todos una sonrisa, Makoto escuchó aquello y pensó que podría ser una buena oportunidad con la chica.


    “Oye Yuko… ¿Te gustaría hacer el trabajo conmigo?” Preguntó algo tímida la más alta, Yuko volteó y la observó con una mirada gris y fría, la morena se sintió fatal “oh, vaya, ¿de repente existo?” Dijo algo molesta “¿de qué hablas Yuko?” Preguntó confundida la chica “de nada Makoto, y no, no me gustaría hacer el trabajo contigo, lo aré con Yashida” dijo levantándose de su asiento dejando a la chica en shock mientras ella se dirigía al asiento del muchacho, “levántate, debemos buscar el material para trabajar” le dijo Yuko con una pequeña sonrisa “bien, bien ya voy” dijo él correspondiendo, ambos tomaron lo que necesitaban y salieron del salón sin percatarse que, dejaron atrás a dos chicas con sus corazones rotos… “Mako, ¿quieres que hagamos el trabajo juntas?” Preguntó con una débil sonrisa el hada, “s-sí… Vamos…” Respondió sin ganas la más alta levantándose con esfuerzo, fueron a retirarlo y salieron, “Eo… No quiero seguir en la escuela por hoy…” Dijo la loba con la cabeza gacha deteniendo su paso, la chica la miró y comprendió, de todos modos ella tampoco quería hacerlo, “vayamos a algún lugar entonces ¿sí?” Propuso algo animada la ojiceleste sobando el brazo de la ojiesmeralda “bien” fue la respuesta de ella.


    Ambas estaban en el mismo parque sentadas en el césped, desde que habían estado juntándose ese mes se habían vuelto cercanas, Makoto le contó cosas y ella de igual manera a la loba, y entre esas charlas casuales la ojiesmeralda le confesó que le gustaba la gótica lo cual le sorprendió a Eo, pero ella la apoyó con eso y le daba consejos para que avanzara, ¿estaría traicionando al vampiro? No lo creía así, pues podría estar enamorada de él y podría ayudarlo con lo que hacía, pero Makoto era su amiga y también quería ayudarla en lo que estaba a su alcance “Mako… Lo siento muchísimo, no sabía que ellos se habían unido tanto, Yashida no me lo contó” le dijo a la pelinegra quien lloraba, ya lo llevaba haciendo desde antes de llegar al parque “n-no es tu culpa Eo, has sido buena conmigo desde que nos conocimos… También debe ser duro para ti” dijo limpiándose las lágrimas y soplando su nariz con un pañuelo “¿qué?” Preguntó confundida la ojiceleste “¿crees que no me di cuenta? A ti te gusta mucho ese idiota” dijo la loba bajando la cabeza por enésima vez esa mañana, la peliazul quedó paralizada un momento… ¿Lo sabía?... ¡¡Lo sabía!! “M-Mako… Lo siento por no poder decirte… Pensé que iba a caerte mal por eso…” Admitió con algo de vergüenza la pálida chica “no tienes por qué disculparte, no te voy a dejar de apreciar por algo así, es una lástima que ese estúpido no se dé cuenta, eres una buena chica” dijo ella mirando a los ojos a Eo… La cual se sintió mejor “gracias  Mako… Tú también eres una buena chica… Pero es una pena que las personas que queremos no sientan lo mismo” dijo  desilusionada el hada mirando el cielo azul, Makoto se la quedó mirando y repentinamente, una imagen vino a su mente… Era la imagen de tres niños de unos 8 años de edad aproximadamente, todos sentados en el pasto contemplando el cielo.


    El niño era castaño, llevaba su cabello corto pero liso, era pálido y de ojos azules, sonreía con un pequeño raspón en su mejilla derecha y sus ojos reflejaban esa inocencia característica de un pequeño junto con esas ganas de vivir la vida al máximo… Ese niño era Yashida, al lado derecho de él, se encontraba una niña, su cabello negro le hacía detonar rebeldía y también le daba un aire travieso, le llegaba hasta el cuello, era morena con un pequeño lunar en su mejilla izquierda y de ojos color esmeralda, sonreía mostrando sus blancos dientes mientras que sus ojos podían reflejar calidez y picardía a la vez… Esa niña era ella misma, y la otra persona era una niña… Estaba del lado izquierdo de Yashida, su cabello azul y liso le llegaba hasta el cuello, su flequillo recto tapaba sus ojos, su piel era pálida y un sonrojo típico de una niña tímida quien abrazaba sus piernas mientras sonreía apenas mirando hacia el cielo. Y justo ahí se dio cuenta, abrió los ojos como platos y habló fuerte “¡¿eras tú?” ¡¿Todo este tiempo eras tú?!” Preguntó la loba señalándola mientras no dejaba de verla de ese modo, la chica se sorprendió “¿a qué te refieres Mako?” Preguntaba una confundida peliazul con su cabeza ladida “¡sí! ¡Tú eras esa niña tímida que se la pasaba pegada a Yashida! ¿Me recuerdas? ¡Yo era la niña con el collar de perro!” Le dijo la morena muy emocionada, la ojiceleste indagó en sus recuerdos y luego habló “lo único que recuerdo es a un niño moreno de pelo negro y ojos… E-espera… ¡Espera! Osea que tú” dijo sorprendida “¡así es! ¡Esa era yo! ¡Oye! ¿Cómo que niño?” recién se dio cuenta la más alta “jajajajajaja, perdón, pero siempre pensé que eras un niño, entonces de ahí era que me parecías familiar” dijo sonriendo la más baja “asó es jejejeje vaya que eres totalmente diferente a ese entonces” le dijo a Eo rascándose la mejilla “vaya que sí, pero es sorprendente que seas igual a cuando eras pequeña, excepto por los piercings y las mechas rojas” reía la pálida chica, la morena correspondió esa risa mientras recordaban las cosas que habían hecho los tres de pequeños. Varias horas habían transcurrido en esa plática, pero luego la joven loba tuvo una idea, “hey, tengo una idea” sonrió como una niña pequeña y Eo correspondió, “¿de qué trata?” Preguntó divertida “mira, si Yuko no me hace caso a mí, y Yashida no te hace caso a ti… ¿Qué te parece si tenemos una cita?” Propuso la pelinegra, la peliazul se lo pensó y la chica tenía razón, ¿por qué no? De todas formas la gótica y el vampiro debían estar juntos en este momento, así que sonrió “y… ¿Cuándo sería eso?” Preguntó, la loba se levantó y le ofreció su mano “justo ahora” dijo con una gran sonrisa, la pálida chica tomó su mano y ambas se fueron de aquel parque a disfrutar la tarde.


    Ya eran las 3:52 PM, Yuko estaba en la habitación del castaño haciendo el trabajo de fin de ese año… Pero no podía dejar de pensar a dónde se habían ido Makoto y la babosa, se sentía extraño no verla sentada junto a ella el resto de las clases… Y aunque Yashida estuviera con ella, no era lo mismo… Ya nada era lo mismo, pensó la chica tratando de concentrarse en el trabajo, pero le resultaba imposible, en el resto de las clases se la pasó preguntándose qué estarían haciendo las chicas… Acaso ¿se había propasado al hablarle así a la morena? Le dolió pensar eso… Además ella misma vio como la odiosa peliazul tomaba a la loba de la muñeca llevándola a la salida de la preparatoria, en ese momento sintió una gran punzada en el pecho… Aunque no quisiera admitirlo… Así era “diablos” dijo en voz baja “¿pasa algo Yuko?” Preguntó el muchacho entrando a la habitación con un jugo de naranja en la mano, ella lo miró y volvió la vista a la laptop y los libros “no, todo está bien” dijo ella tratando de que el castaño no siguiera, “bueno, si tú lo dices” se encogió de hombros y le dio el jugo a la pálida chica quien lo tomó y comenzó a beberlo, “¿cómo vas con eso?” Preguntó él “bien, te toca”  respondió ella pasándole las cosas “bueno, a trabajar” se puso a escribir, Yuko lo veía extrañada… ¿No se habrá dado cuenta que su novia se había ido con la loba? Frunció el ceño “Yashida… ¿No has notado que te falta algo?” Preguntó ella “¿eh? ¿Qué quieres decir?” Preguntó sin despegar la vista de la laptop, ella se sorprendió… ¿Qué ya no recordaba que tenía novia?.


     “Pues, me refiero que te hace falta tu *linda hada de agua*, ¿o es que no lo notas?” Le preguntó ella algo molesta, el chico dejó de teclear y la miró con sorpresa “¿cómo sabes que es un hada de agua?” Fue la pregunta del pálido chico, Yuko soltó un suspiro cansado “lo hizo Makoto, ella se tomó el tiempo para explicarme que existen diferentes especies de criaturas, no sólo los vampiros y hombres lobo, cosa que nunca hiciste” le reclamó enfadada, el chico cerró los ojos un momento “¿acaso eso importaba mucho?” Dijo con desinterés volviendo a escribir en su laptop, eso hizo enojar a la gótica aún más, con sus manos cerró la laptop con fuerza pisando los dedos del chico quien apenas hizo una mueca de dolor “¡CLARO QUE IMPORTA IDIOTA! ¡¡IMPORTÓ DESDE QUE COMENCÉ A SALIR CONTIGO Y ME CONTASTE QUE ERAS UN PUTO VAMPIRO, PORQUE EL HUMANO Y EL ANIMAL DEJARON DE SER LOS ÚNICOS SERES EN LA TIERRA!! ¡¡¿NO LO ENTIENDES?!!” gritó la pelinegra ya muy molesta, él sólo la miraba a los ojos y notaba lo cerca que estaba ella de su rostro, por lo que de un rápido movimiento, él unió sus labios en un beso. Yuko no podía reaccionar rápidamente ya que el beso fue sorpresivo para ella, pero cuando pudo reaccionar se separó lo más veloz que pudo del muchacho que sonreía, sonrisa que se borró cuando sintió la mano de ella golpear su mejilla con el puño cerrado haciéndolo sangrar del labio “¡¡¡¿¿¿QUÉ DIABLOS TE PASA IMBÉCIL???!!!”  Preguntó histérica la pelinegra, el chico se limpió la sangre con su lengua y se levantó de la cama “cuándo vas a dejar de fingir Yuko. Sé que aún me amas, no necesitas ocultarlo más, porque yo siento lo mismo por ti” decía acercándose cada vez más a la chica la cual retrocedía sin dejar de mirarlo, ¿era enserio? “¿cuántas malditas veces debo decirte que no te amo? ¿Eh? Dime cuantas y las diré para ver si así me dejas en paz de una vez” le dijo con desprecio, pero Yashida ni se inmuta, seguía con su paso y con una sonrisa enfermiza, “¿por qué sigues negándote? La conseguí, a una chica que fuera mi novia para probarlo, y dio resultado, te ponías tan celosa de ella y aún lo haces Yuko, pero ya te lo dije, te amo” le decía llegando ambos hasta una de las paredes de la habitación, la gótica trató de seguir retrocediendo pero su espalda tocó la fría pared, el chico dio un salto y ya tenía a la joven aprisionada, ella trató de zafarse pero era imposible “tú aún sientes algo por mí, me amas Yuko… De otro modo no te hubieras enfadado cada vez que me veías con ella… ¿o sí?” Inquirió el ojiazul muy cerca de su rostro, la chica se quedó helada… ¿Eso era cierto? Si se sintió de ese modo… ¿Era porque todavía estaba interesada de ese modo en el vampiro? Y nuevamente el chico juntó sus labios en un beso, el movía sus labios mientras Yuko estaba parada sin hacer responder… Después de algunos segundos ella cerró los ojos y correspondió aquel beso que, de ser lento y necesitado pasó a ser uno rápido y apasionado.


    Ambas lenguas peleaban por tener el control quedando en empate por parte de ambos, Yashida bajó sus manos de las mejillas de Yuko a sus hombros, luego a sus brazos y por último a sus manos, y ahí fue que ella lo recordó… Nada… No sentía nada con el toque del castaño, y sus besos no eran diferentes, la cara de la morena apareció en la mente de Yuko. Recordó todo lo vivido esos meses junto a ella,  las risas, los golpes, los abrazos y cuando la loba tocó su mano y sintió esa pequeña corriente… Después de varios minutos ambos se separaron por la falta de aire respirando ambos agitadamente, el chico sonreía victorioso, “te lo dije, todavía me amas preciosa” en eso los labios de Yuko esbozaron una sonrisa burlona “ay Yashida, que idiota eres” dijo ella con los ojos cerrados, el vampiro se confundió ante esas palabras “¿qué? ¿Q-qué dices?” Balbuceó el chico en busca de respuestas “ya me eh dado cuenta, ¿sabes? Eso que yo sentía cuando te veía junto a ella, esos no eran celos… Era decepción e ira, me decepcionó que me juraras tantas veces que me amabas, que tus ojos sólo me miraban a mí, y me enfureció que luego tan rápido te conseguiste una noviecita, pensaba ¿de verdad? ¿Eso era lo mucho que me amaba?, Pero debo decir que yo también pensé que eran celos, gracias por ayudarme a entenderlo” dijo mirándolo a los ojos, el chico se sintió más que confundido “¿eh?” Fue lo único que dijo en ese momento “nada, no sentí nada… Tal vez alguna vez lo hice, pero ahora lo tengo muy claro, ya no siento nada por ti, ni tú por mí” aclaró ella, el chico frunció el ceño “¡¡CLARO QUE SÍ, YO TE AMO, SIEMPRE TE AMÉ!!” Gritó con los ojos de color rojo, pero ahora es la chica quien ni se inmuta, “no Yashida, lo que tú sientes se llama obsesión, cosa que es muy diferente al amor, compréndelo, merezco continuar mi camino… Y tú debes seguir el tuyo… Sin mí a tu lado, debe existir alguien en el mundo para ti, pero esa no soy yo” le dijo al ojiazul con una voz dulce… Y el chico se tranquilizó con cada palabra… Estaba herido, ¿ella no lo amaba? ¿Cómo era eso posible?... ¿De verdad estaba obsesionado? Esas preguntas rondaban su cabeza “Yuko… Yo te…” Pero no terminó ya que se sorprendió, la chica acariciaba su mejilla y le regalaba una mirada comprensiva “no, no te hagas más daño vampiro… Lo siento… Pero sí, es verdad, alguna vez nos quisimos, sin embargo ese tiempo acabó, te aprecio, pero como amigo nada más… Espero que lo entiendas” y tras decir eso ella salió de la habitación con su mochila en el hombro, dejando al pálido chico en la misma posición, se despidió de la madre del joven quien entraba a la mansión y siguió su camino fuera de esa gran estructura.


    Yuko iba a paso veloz por las calles ya que eran las 4:30 PM, debía hablar con Makoto y pedirle perdón, quería tenerla en su vida sin importar el riesgo, sin importar que la chica no la quisiera, sin importar una mierda el mundo; corrió por el centro de la ciudad para llegar al departamento de la joven loba, pero en una esquina se detuvo al ver a dos chicas a lo lejos a lo lejos a las cuales reconoció de inmediato, se escondió y las espió por unos segundos antes de que su corazón fuera atravesado por un puñal… La peliazul estaba besando la comisura de los labios de la morena, luego le sonrió y se fue agitando su mano y la loba también la saludaba, Yuko sintió de todo, dolor, angustia, furia pero sobre todo CELOS… “Soy su amiga… Debo apoyarla aunque duela…” Se decía para sí al borde de las lágrimas con su espalda recostada sobre la pared.


    Makoto la había pasado de maravilla en su cita con Eo, que vista desde el punto de ambas era sólo una salida entre amigas. Fueron a comer helados, a leer mangas, a escuchar música, a sacarse fotografías en la cabina de fotos, fueron por comida rápida al Mcdonals del centro comercial, y por último fueron a una tienda de ropa y allí la peliazul se compró varios atuendos para el frío, ya que hacía mucho en esa época, terminaron comiendo comitas caminando hasta la avenida donde se iban a separar, “wow Mako, me la pasé genial” dijo alegre la ojiceleste con sus bolsas en las manos “no fue nada, jejeje es mejor que quedarse lamentando ¿no?” Dijo la más alta con una sonrisa “claro que sí, mucho mejor, bueno, mañana quedamos para hacer el trabajo de hoy ¿sí?” Habló el hada “sí, iré a tu casa, ¿te parece?” Dijo para despedirse “sí está bien, ah casi lo olvido, toma, es recompensa” Dicho esto tomó la mejilla de la morena y besó la comisura de sus labios, la loba se sonrojó levemente, pero no sintió absolutamente nada, no era como cuando abrazaba a Yuko o la hacía sonreír, no sentía esa emoción y esa calidez que invadía su pecho, “gracias por hacerme olvidar los problemas que tengo, hasta mañana” se despidió con una sonrisa y agitando su mano libre “hasta mañana Eo” respondió también con una sonrisa agitando su brazo, se dio media vuelta y procedió a tomar la ruta para su departamento, pero a mitad del camino sintió un aroma muy familiar, al levantar vista vio a la gótica parada frente a ella, llevaba el ceño levemente fruncido y parecía decidida, a Makoto sólo se le cruzó una palabra en la cabeza *hermosa* pensó sonrojada, Yuko avanzó a paso veloz y sin previo aviso la tomó del antebrazo y la jaló hasta un pequeño callejón que se encontraba ahí cerca, la loba se dejó hacer sin oponer resistencia alguna. Al llegar Yuko la soltó y la miró a los ojos, “¿y bien?” Dijo la pelinegra de brazos cruzados, la morena no sabía que decir “¿perdón?” Preguntó confundida, “¿qué sentiste? Ella es la chica que te gusta” habló la pálida chica con un nudo en su garganta… La más alta estaba cansada, ya no quería seguir mintiéndole a Yuko, pero tampoco podía permitir que ella llegase así como si nada hubiera pasado, fue un mes ¡un puto mes desde que comenzó a distanciarse!, No podía seguir así o moriría de tristeza; Makoto tomó aire “¿por qué haces esto?” Preguntó la loba en forma de súplica, Yuko se descolocó totalmente “¿disculpa?” Dijo en forma de respuesta, la morena tomó aire otra vez “¿por qué torturas así? ¿Hice algo malo? ¿Te gusta verme sufrir? ‘Dime por qué somos tan buenas amigas, tan comprensivas, tan unidas y luego te separas de repente me ignoras por un maldito mes!” Habló fuerte la loba, ya no aguantaba tener esas dudas carcomiéndole las neuronas, o las pocas que le quedaban, la pelinegra se sonrojó y desvió la mirada… ¿Qué debía hacer ella? ¿Debería decir la verdad?, miró de reojo a la chica “y-yo… Estaba asustada… Tenía miedo de que olvidaras tus promesas... Que te olvidaras de mí, que… Que ella fuera más importante para ti…” Admitió la gótica con su mano tapando su boca, estaba roja hasta las orejas, y la morena estaba preocupada… ¿Yuko se sentía así? Ella nunca rompía sus promesas y si se trataba de Yuko mucho menos, Makoto se acercó un poco a ella y acarició su brazo cosa que hizo temblar a la pelinegra “Y-Yuko, yo jamás olvidaría mis promesas, jamás te olvidaré jamás, y… Tú me importas más” la más baja la miró con el ceño fruncido “ella te gusta y yo sólo soy tu amiga, ¡claro que ella te importa más!” Le dijo la pelinegra algo molesta, “¡¡JODER!! ¡¡Ella no me gusta!! ¡¡Nunca me gustó!! ¡Me gusta alguien más!” Gritó con desesperación la loba tomando a Yuko de ambos brazos, esto dejó perdida a la pálida chica.


    “¿Q-qué? P-pero tú…” Balbuceaba la chica y la joven licántropo se sonrojó ferozmente “¡¡lo sé!! Sé que dije eso, pero no era enserio” decía avergonzada la más alta “entonces…Entonces ¿por qué salías tanto con ella?” Decía confundida la pelinegra “es que… Ella es muy agradable, es una buena amiga y excelente persona, además sólo eso me quedaba… Tú no me querías cerca Yuko… Lo siento” confesó la morena triste, Yuko no comprendía… ¿Fue por su culpa que buscó la compañía de la peliazul? Si la morena le mintió sobre quien le gustaba… ¿Entonces quién?, La loba sintió un fuerte golpe en la cara y calló al piso de lo fuerte que fue, “me mentiste, ¡¡¿¿POR QUÉ ME MENTISTE??!! ¡¡SI NO ES ELLA ¿ENTONCES QUIÉN??!!” Gritaba exigiendo una respuesta, la morena se sorprendió y se sonrojó con la pregunta, pero permaneció callada y cabizbaja sentada en el suelo “¡¡¿¿QUÍEN ES??!! ¡¡DIME!! ¡¡MALDICIÓN DIME!!” Gritaba la chica con lágrimas en sus ojos… Makoto no aguantó más, no podía verla llorar por su culpa y… Estaba dispuesta a perder a la chica que amaba… Pero no podía seguir callada, ya no “¡Tú! ¡Eres tú Yuko!” Dijo cerrando los ojos con fuerza, la pelinegra se quedó paralizada analizando la respuesta de la chica en el suelo frente a ella… ¿Escuchó bien? “¿Qué dijiste?” Preguntó la pálida chica “dije que… Eres tú quien  me gusta… Siempre fuiste tú… No quería que te alejaras por eso no lo dije antes, pero ya no soporto no decirlo, me gustas Yuko, siempre me…” Pero no acabó… Yuko la tomó de la camisa y le plantó un beso en los labios… ¡En los labios! ¡Y era real!, Después de algunos segundos Makoto correspondió. Sus labios eran suaves… Carnosos… Dulces…Y ese contraste de sentir el frío del acero del piercing en su labio inferior con lo cálido de sus labios…y ese aroma a vainilla que la volvía loca… ¡Por kami! ¡Eran mejores que en sus sueños!, Sentía tantas mariposas en su estómago… No, ella sentía un zoológico entero haciendo un desfile, sentía que todo a su alrededor se detenía, que sólo existían ellas dos en ese mágico momento, en cada movimiento que sus labios daban sentía pequeñas y placeras descargas que iban a todo su cuerpo… Era un beso tierno y sin prisa, sólo disfrutando la una de la otra, Makoto se animó y puso sus manos en la cintura de la más baja, pero la magia se fue pronto, Yuko terminó aquél beso y corrió de ahí dejando a una Makoto toda pendeja, aun despertando de aquel embriagante beso, posó dos de sus dedos y rozó sus labios sintiendo un pequeño hormigueo y sonrió.


    Una vez despierta se reía como boba “¡¡Sí!! ¡¡woohooo!!” Gritaba mientras corría de un lado a otro en la calle desolada, no sabía cuánto tiempo se quedó en el callejón, sólo analizando si todo eso había sido real, y en efecto así era… Fue uno de los mejores momentos de su vida, “¡lo hizo! ¡Fue real!” No paraba de gritar muy emocionada, parecía un sueño hecho realidad, pero sin previo aviso un puñetazo en su cara la mandó al otro lado de la acera siendo detenida por un árbol, calló al piso algo confusa y dolorida “¿quién…?” Pero no acabó de hablar “¡¡TÚ!! ¡¡TE DIJE QUE ME LAS COBRARÍA ALGÚN DÍA!! ¡¡PUES ESE DÍA ACABA DE LLEGAR!!” Gritaba el vampiro furioso arruinando la hora feliz de la loba “¡¡¿¿QUÉ PASA CONTIGO ESTÚPIDO??!!” Gritaba ahora la morena poniéndose de pie “¡¡TE MATARÉ MALDITA!!” Gritaba con odio mientras sus colmillos crecían y sus ojos parecían dos carbones al rojo vivo, la chica tiró su chaqueta que la abrigaba del frío al suelo y sus colmillos crecieron también al igual que sus garras, su cabello se erizaba y sus ojos se volvían completamente verdes que mostraban su furia, “¡¡ACABEMOS CON ESTO DE UNA VEZ IMBÉCIL!!” Gritó ella con voz gruesa y pose amenazante.


 


Fin del Cap. 16

Notas finales:

Muchas gracias por leer, me hacen feliz, jejeje debo decirles que me iré de vacaciones al pueblo de mis abuelos, por lo que mañana les daré el próx. cap. y lo más tardar es el martes nos leemos SHIKI fuera n.n/


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