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Solo una pequeña historia. por SHIKIu

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Notas del capitulo:

Hola!! Lamento mucho la tardanza, es que estaba hasta el cuello de trabajos en la uni y no tenía tiempo para actualizar, pero bueno, aquí les traigo el cap, espero lo disfruten n///n 

    Martes 12:10 PM, Yuko se encontraba sola en el pequeño parque de la escuela, ese era el lugar donde la morena y ella solían almorzar juntas sólo que esta vez le tocaba hacerlo sola "maldición skater... Cuanta falta me haces..." Decía ella comiendo su almuerzo sin ganas, ya habían pasado dos semanas en las que Makoto no reaccionaba ni se movía, claro, la hinchazón ya había bajado y su rostro ya se podía reconocer fácilmente pero seguía sin reaccionar.

    Y desde entonces, esos días en la escuela eran simplemente vacíos sin la más alta para hacerle compañía y alegrar cada día con sus ocurrencias, pero no sólo Makoto había dejado de asistir a la escuela sino también el vampiro, pero a diferencia de que la madre de la loba notificó a la escuela el estado delicado de su hija el vampiro dejó de ir sin más y nadie conocía su paradero. Eso sin duda le parecía extraño a la pelinegra... ¿Acaso Yashida tuvo algo que ver con el estado de Makoto? Pensaba ella comiendo desganada "te extraño Makoto..." Dijo al borde de las lágrimas "tranquila, yo también" dijo una voz femenina tras ella haciendo que saltara del susto y para su sorpresa se trataba de Eo quien tenía su almuerzo en las manos, Yuko la miró con el ceño fruncido "¿qué haces aquí?" Preguntó la pelinegra no muy amistosa, la peliazul sonrió "pues... Pensé que sería bueno que ambas nos hiciéramos compañía, ya sabes, como ni Yashida ni Mako están aquí..." Habló Eo mirando al piso, y Yuko seguía de igual forma... Pero ya no había motivos para estar celosa ¿no? Makoto aclaró que ambas eran amigas solamente "deacuerdo, pero sólo por esta vez" dijo la gótica dando una mordida a su almuerzo, la chica sonrió de oreja a oreja y se sentó junto a ella, entonces un silencio incómido se formó entre ambas chicas... Hasta que una desidió romperlo "entonces... ¿Sabes algo sobre Mako? No eh sabido nada de ella" preguntó la ojiceleste mirándola, Yuko la vio de reojo y suspiró "¿sabes qué tipo de persona es Makoto?" Le preguntó con tranquilidad y la otra chica entendió a qué se estaba refiriendo la gótica "sí, sé qué tipo de persona es" respondió y la pelinegra asintió, de todas formas la peliazul era amiga de la loba "ella... Ella está muy mal, desde hace semanas la encontré y... Estaba muy herida y no ha reaccionado desde entonces... Estoy preocupada por ella..." Dijo con tristeza la pelinegra y Eo se preocupó "¿de veras está tan mal?" Preguntó muy preocupada la chica, Yuko asintió sin mirarla, en ese momento Eo pensó lo peor.

    Después de haber hablado un rato sobre el estado de la morena Yuko se animó a preguntar sobre el castaño y su misteriosa desaparición "oye, y a todo esto... ¿No sabes dónde está Yashida?" Preguntó algo curiosa y la otra chica frunció el ceño "no eh sabido nada de él y no me interesa dónde esté" dijo sin más el hada tomando de su jugo de uva, Yuko la miró sorprendida "¿acaso se pelearon o algo parecido?" Preguntó curiosa la pelinegra "¡jajajajajajajaja! Podría decirse que es así pero no importa, no somos nada más" dijo riendo sin gracia eso dejó confundida a la gótica "espera, es tu novio ¿no? Eso tengo entendido" Decía ella tratando de aclrarse, Eo la miró pensando si debía decirle o no... De todos modos ya no le importaba "no, él y yo nunca fuimos novios" dijo ella echándose para atrás y la chica de mirada grisácea la miró con los ojos bien abiertos "¿qué?" Dijo algo molesta, la pelizul suspiró y miró a Yuko "escucha Yuko, yo... Yashida y yo somos amigos desde hace tiempo y pues me inscribí aquí porque él me lo pidió personalmente, me lo pidió como favor, me pidió que actuara como su novia para que... Para que tú te pusieras celosa y regresaras con él, es más todo el mes que estuve saliendo con Mako fue para distraerla y que te acercaras más a él... Lo siento Yuko" se disculpó la chica, se notaba que estaba arrepentida y también se notaba que la pelinegra estaba furiosa pero no con ella, sino con el vampiro... ¿Así que todo fue obra suya? "¡Desgraciado!" Gritó con rabia asustando a la chica "tranquila Yuko, ya le dejaste las cosas claras y no creo que intente nada más" trataba de calmarla la ojiceleste.

    "¡NO ME IMPORTA! ¡Es un imbécil! ¡Espero que no vuelva a mostrar su cara o le voy a dar un buena golpiza y no me interesa si es un vampiro!" Decía con las manos empuñadas "comprendo que te sientas así... Pero no puedes hacer nada, además no tenemos idea de dónde se encuentra y la prioridad ahora es Makoto, por ese tonto no te preocupes" dijo con sencillez la pálida chica, Yuko respiró agitadamente tratando de calmarse un poco, era cierto lo que ella decía, en estos momentos lo más importante era la joven loba, "está bien... Él te contó que lo rechazé ¿verdad?" Decía afirmando la gótica sin mirar al hada "sí, fue justo después de salir de la escuela... Se veía enfadado y me reclamaba cosas que no debía y... Y... Luego... Desapareció" dijo pensativa Eo frunciendo el ceño y Yuko hizo lo mismo... ¿Acaso...? "¿Tú crees que él... Haya dejado a Makoto en ese estado?" Preguntó la pelinegra algo alertada y la otra chica tragó grueso "es... Es posible que lo haya hecho... Pero no es seguro..." Dijo mirando hacia el césped la peliazul "no hay que sacar conclusiones tan temprano, mejor vayamos a clases" dijo levantándose Yuko recogiendo las servilletas regadas y caminando hasta la escuela bajo la mirada de la otra chica, la gótica se detuvo y volteó el rostro hacia Eo "acaso no piensas venir o qué" dijo en forma amistosa a lo que la chica rió y se apresuró a recoger todo y seguir a la pelinegra.

    En una mansión lejos de la escuela, se encontraba el joven castaño encerrado en su habitación, llevaba esas dos semanas metido ahí junto a su fiel mascota Miki... TOC TOC TOC se escuchó en la puerta pero el muchacho ni se movía "Yashida, hijo por favor sal de ahí, no te hace bien estar todo el día encerrado" dijo su preocupada madre pero nada de eso sirvió, él seguía tendido en su espaciosa cama como si nada, se podía apreciar ciertas cortadas y rasguños en algunas partes de su cuerpo. La mujer suspiró con cansancio y se marchó dándole espacio a su hijo, Yashida estaba muy confundido y las palabras de Makoto rondaron su mente desde que la dejó en la puerta de Yuko esa tarde tan trágica, luego llegó a su hogar cansado por la batalla, desidió darse un baño y tirar a la basura su ropa sucia y destrozada, preguntó por su padre a los sirvientes y estos le dijeron que se había ido a una reunión importante entre las 4 familias puras y la única presente era su madre, pero el muchacho se negó a hablar con ella y desidió encerrarse en su cuarto, no hablaría con nadie que no fuera su padre "ven pronto... Debo salir de esta duda..." Decía en voz alta poniéndose de lado derecho con la vista perdida en la pared de color vinotinto.

    Mientras tanto en un salón bastante antiguo y bien reservado, se encontraba un pelirrojo de ojos azules y piel pálida sentado en una gran silla de aspecto algo gótica, el hombre revisaba la hora en un reloj que tenía en su muñeca "vaya, se les ha hecho algo tarde" decía con tranquilidad cruzando las piernas en la silla hasta que escuchó unos pasos acercándose al sitio "vaya vaya, Chiga, tan puntual como siempre ¿no?" Dijo un hombre de 1,80 cm de altura, pálido de cabello negro y ojos azul cielo, llegaba con una gran sonrisa y los brazos abiertos para abrazar al pelirrojo, el cual correspondió esa sonrisa "sabes bien que la puntualidad es mi mejor virtud Xian" respondió Chiga abrazando a su amigo "jajajajaja, hombre hace tanto que no nos veíamos, mírate, no has cambiado nada" dijo ya separándose el pelinegro, "Xian, somos vampiros, nunca vamos a cambiar" dijo en tono gracioso el hombre "ah, es cierto, a veces lo olvido ya sabes por estar rodeado de tanto humanos y eso jejejeje" dijo rascándose la nuca divertido "siempre tienes la cabeza llena de aire, menos mal eres un vampiro puro o ya te habrías muerto con el sol" dijo una voz femenina hacercándose, el sonido de los tacones se escuchaba en todo el salón "¡Helga!" Gritó emocionado el pelinegro.

    La mujer era pálida y rubia de ojos color verde olivo, medía 1,78 cm más o menos, se acercaba a los hombres con una sonrisa de lado, el pelinegro corrió hacia ella abrazándola y levantándola en el aire al mismo tiempo, "jajaja, también te extrañé rarito" dijo ella una vez el hombre de mirada azul cielo la soltó "jejeje, sólo falta el que nos convocó a esta reunión" dijo Chiga con una sonrisa abrazando a la mujer "es verdad, no es normal que Malcon se tarde tanto" dijo la mujer de brazos cruzados, "cierto, no entiendo por qué demora tanto" dijo el pelinegro rascándose la cabeza "cuidado Xian, que se te puede fundir un fusible" habló una voz masculina que resonaba en todo el salón, todos voltearon al tiempo mirando a aquel hombre tan familiar entrar y sonreírles a todos "¡Malcon!" Dijeron todos felices, el hombre era de tez oscura, debía medir más o menos 1,94 cm de alto, cabello largo hasta los hombros en rastas de color castaño oscuro y sus ojos de un color ámbar. Xian corrió y se lanzó a abrazar a su viejo amigo "demonios malcon, te extrañé mucho" dijo el vampiro feliz "jajaja, yo igual Xian, sigues siendo igual de inocente aunque tengas una familia y todo un imperio" dijo revolviendo el pelo, se acercó a ellos la rubia y le dio un abrazo al hombre "vaya, cuanta falta hiciste hombre" admitió Helga con cariño "es bueno saber que puedo estar en el corazón de hielo que tienes Helga" rió tras decir eso y ella de igual manera pero todo quedó en total silencio cuando el pelirrojo y último vampiro presente se acercaba, ambos se veían sin decir nada hasta que Chiga abrió los brazos en señal de saludo y el castaño oscuro lo estrechó en un gran abrazo "hace tanto que no nos vemos Malcon, ni una llamada tuya se puede resivir ahora ¿eh?" Habló el ojiazul mirando a su amigo a los ojos "jajajaja, mi vida se ha vuelto muy ajetreada hermano, mira que tú también puedes llamar" se excusó el de tez oscura encogiendo los hombros "siempre sabes que decir para salir de los problemas, no por nada eres mi mejor amigo" dijo el pálido hombre de ojos azules dando un pequeño golpe en el fornido brazo del otro.

    Después de que todos rieran y charlaran recordando sus historias cuando eran jóvenes, por fin se sentaron en sus respectivas sillas con las iniciales de cada uno y a diferencia de hace un rato atrás, ellos se encontraban serios sin mencionar palabra alguna "bien, como se deben estar preguntando justo ahora, los he convocado a esta reunión por un grave problema" dijo Malcon inclinándose hacia adelante "y qué sería tan grave que requiere la presencia de todos nosotros ¿eh Malcon?" Preguntó la ojiolivo de brazos y piernas cruzadas "como ya sabrán, la L.C.H.L. Ha estado ejecutando a hombres lobo masivamente, estos asesinatos cada vez son más horrendos y ferozes, esto está ocurriendo en todo el mundo, y es por eso que los convoqué aquí, debemos intervenir en esto" dijo el castaño oscuro recostándose en su silla mientras que todos quedaron con la boca abierta mirando al hombre con asombro "p-pero Malcon... No podemos intervenir en eso ¿acaso no recuerdas el acuerdo con Abraham Van helsing?" Dijo algo alarmado el pelinegro "Xian tiene razón, no podemos intervenir, el trato consistía en eso y lo sabes, sabes cuales son las consecuencias si llegamos a violar el acuerdo" espetó la mujer y luego otra vez el silencio en la sala, el pelirrojo veía al de tez oscura serio y sin expreción alguna "¿está bien todo en tu vida personal Malcon?" Preguntó Chiga en la misma posición mirando a su amigo, tras la pregunta Xian y Helga miraron interrogantes al hombre de ojos ámbar, éste suspiró y volvió a su antigua pose "Peter se unió a ellos"... Silencio en la sala nuevamente... Y el pelirrojo se levantó de su lugar "así que fue eso... ¿Tienes alguna idea de qué ocurrió para que sucediera?" Preguntó el vampiro a su amigo "él... Él simplemente se alejó por un tiempo de nosotros... Su madre y yo hacíamos todo por acercarnos a él pero... Fue en vano y un día simplemente se marchó sin decir nada" dijo rascándose la nuca "hombre... ¿Cómo sabes que Peter se unió a ellos?" Preguntó Helga, el vampiro de tez oscura suspiró y se levantó "hace dos semanas mientras daba mi caminata matutina, en la playa habían dos personas, una estaba en el suelo ensangrentada y el otro... Era él... Me miró y no dijo nada sólo terminó su trabajo y se marchó sin decir nada..." Dijo cerrando los ojos echando la cabeza hacia atrás.

    Pronto se acercó Xian y le dio un abrazo al fornido hombre "tranquilo Malcon, todo va a salir bien" dijo para luego sonreírle "entonces si Peter se unió a ellos, podemos interferir en los asesinatos que están ocurriendo resientemente, ya que en todo caso, el acuerdo fue violado por ellos" aclaró Chiga mirando a todos "hay que prepararse para esto, debemos tomar en consideración lo que puede pasar si interferimos, pero como dijo Chiga, ellos ya violaron el acuerdo" dijo Helga cruzando sus brazos cerrando los ojos "debemos prepararnos a nosotros y nuetras familias, creo que ya es momento de irnos ¿verdad?" Dijo el pelinegro captando la atención de todos "así es Xian, la reunión llega a su fin, hasta pronto y manténganse en contacto chicos, especialmente ahora" dijo el castaño oscuro "cualquier problema que tengas con Peter me avisas Malcon, somos amigos" habló el vampiro despidiéndose "nos vemos pronto chicos" se despidió Helga dando media vuelta para marcharse "hasta pronto a todos" se despedía ahora Xian, ahora todos los vampiros se marcharon dejando el salón completamente solo una vez más, tal vez pasarán siglos antes de que vuelvan a reunirse o tal vez no debido a la situación actual.

    En un lugar extraño y bastante desolado se encontraba Makoto tirada en el suelo, la chica abrió los ojos de manera abrupta, levantó su torso de la misma forma quedando sentada lanzando golpes a la nada, después de unos segundos se dio cuenta que estaba sola y que ese lugar no era aquel callejón donde lunchó con esos sujetos "¿q-qué lugar es este? ¿D-dónde están todos?" Se preguntaba ella algo asustada, miró a todos lados confundida, se levantó y comenzó a caminar en aquel lugar tan extraño, parecía un mundo diferente al real habían nubes suaves y una luz segadora pero a la vez soportable. Caminó y caminó por un largo rato, pero parecía que no llegaba a ningún lugar "esto es muy extraño... ¡Aaaahhhh! ¡¿Qué rayos pasó?!" Gritó desesperada agarrándose la cabeza con frustración "jajajaja, siempre que haces eso te ves muy tierna Mako" escuchó una voz masculina detrás de ella, pero quedó inmóvil al escucharla... ¿Podría ser? No era posible pero... Esa voz era inconfundible, ella se volteó despacio y cuando vio a la persona que se encontraba detrás suyo sus ojos se llenaron lágrimas, era él, era el hombre que siempre la llevaba en sus hombros, aquel que cuidaba de ella con amor cuando se enfermaba, ese cómplice de travesuras que la consintió en todo momento... Era su padre... Ella corrió y saltó a los brazos del único hombre que amó en toda su vida y este la estrechó fuerte contra su pecho "p-papá e-eres t-tú de verd-dad eres tú" decía entre llantos la pelinegra aferrándose a su padre como si el piso no existiera y éste fuera el único pilar para no caer "sí cachorrita, soy yo, tranquila... Tranquila" calmaba con mucho amor a su pequeña que no dejaba de llorar, tantas emociones salieron a la luz en ese momento, todo eso que sintió cuando se enteró que había muerto, todo eso afloró en ese preciso instante... Tras pasar unos minutos y que la ojiesmeralda se calmara, comenzó a hablar con su padre sobre algunas cosas, especialmente de lo que este se perdió por 6 años después de fallecer "entonces... ¿Te gustan las chicas?  Jum Interesante..." Dijo el pelinegro de brazos cruzados "¿n-no estás molesto?" Preguntó Makoto nerviosa "¿qué? ¿Molesto? Jajajajajaja ¿por qué estaría molesto?" Dijo este sonriendo "mi niña no terminará con un cabrón de esos que hay por ahí, jejeje ella tendrá una princesa a la cual proteger de todo mal" dijo con una mano en su pecho haciendo sonrojar y reír a la joven loba "bueno si lo pones de esa manera es verdad jejeje" se rascó la nuca la pelinegra "es increíble todo lo que ha pasado y lo que te hicieron esos tipos... Rayos, ojalá pudiera partirlos con mis manos" decía el lobo molesto "debo preguntarte algo papá... ¿Y-yo estoy muerta?" Preguntó con algo de temor la chica mirando a su padre a los ojos, el ojiesmeralda miró a su pequeña y sonrió "no, aún no es tu hora Mako, tienes mucho por delante, debes hacer tantas cosas y para que tu vida se acabe debe pasar mucho mucho tiempo" la calmó el pelinegro acaciciando su cabello de igual color "pero... ¿Por qué estoy en este lugar?" Dijo Mako confundida "eso es fácil de contestar, estás en un estado grave, esos tipos casi acaban contigo hija... Menos mal no fue así" se levantó el hombre comenzando su caminata hacia adelante, la chica se levantó rápidamente y siguió al hombre "papá, ¿a dónde vas? Aún no termino de contarte todo" dijo ella al lado del hombre "ahí te equivocas, ya terminaste de contarme las cosas importantes que debías contarme y llegó la hora de que regreses" puso una mano en el hombro de su hija y ella lo miró con tristeza "te voy a extrañar papi" dijo la pelinegra casi llorando "oh cachorrita, yo también te voy a extrañar, pero no estés triste, papá siempre estará ahí para ti pequeña, te amo" la estrechó contra su pecho una vez más y ella lo abrazó lo más fuerte que pudo "también te amo" se despegó de él, y éste le sonrió "jejejeje cuida de tu madre Mako, y también de esa chica llamada Yuko, se ve que tú le importas mucho" dijo el Keitaro guiñando un ojo y ella se sonrojó "e-espera... ¿Cómo es que sabes sobre Yuko si no te había contado sobre ella?" Preguntó sorprendida la menor "basta de preguntas y salúdame a tu madre, adiós hija" y tras decir eso un hoyo se abrió en el piso detrás de Makoto y su padre la empujó, la morena cayó por este asustándose mucho "¡¡¡aaaaaahhhhhhhhh!!!" Todo se puso negro... Makoto no lograba ver nada... Se sentía frío y solitario... Tenía miedo, más que antes, mucho más que antes.

    Y justo cuando creyó que entraría en pánico una voz familiar y dulce se escuchó por todas partes. Yuko estaba sentada al lado de la cama de Makoto, no se movía sólo estaba ahí haciéndole compañía a la joven inconsciente, después de varios minutos la pálida chica tomó la mano de la joven loba entre las suyas "hola skater... ¿Cómo la estás pasando ahí dentro? Debe ser duro estar sola en ese gran mundo que es la mente... ¿Nos has extrañado? Porque aquí afuera hay gente que te extraña un montón, por ejemplo, está tu madre la señora Setsuna que viene todos los días y se ha quedado aveces para cuidarte, mi mamá que te cambia los vendajes siempre, Enzo que atiende todas tus heridas y las limpia incluso cuando regresa exhausto después de toda una noche despierto en el trabajo, Miyu que te deja pequeños obsequios y algunos chocolates para que despiertes pronto, Kohaku que no para de preguntar por ti, Eo me preguntó por ti hoy y te manda saludos, espera que te mejores... Y yo... Porque me dejaste sola... Es difícil sin ti siguiéndome a donde vaya..." Se le salieron algunas lágrimas mientras hablaba "¿por qué tiene que pasar esto Makoto? ¿Por qué tienen que vivir así? ¿Por qué me tuve que acostumbrar a estar cerca de ti? Ahora todo esto... No sé por qué pero de algún modo siento que es mi culpa... L-lo siento mucho... Lo lamento Makoto, por favor, por favor despierta... Despierta" repetía la gótica limpiando su rostro pero de sus ojos no paraban de salir las saladas lágrimas y, de pronto, Yuko sintió que su mano era apretada y enseguida levantó el rostro "¿de verdad me has extrañado tanto Yuko?" dijo sonriendo la morena con los ojos cerrados... Yuko lloró todavía más fuerte "s-sí t-tonta, ¡te he extrañado m-mucho!" Dijo fuerte y abrazó a la joven loba "no fue tu culpa Yuko, tú no tienes la culpa princesa oscura, tranquila" la abrazaba con algo de esfuerzo "n-no me vuelvas a asustar de ese modo Makoto, no lo vuelvas a h-hacer" demandó Yuko aún llorando "es una promesa" le habló suave la ojiesmeralda a la chica.

    Después de ese depertar tan conmovedor, Yuko le avisó a la familia que la morena había despertado y la primera en correr a ver a su hija fue la castaña "¡Mako! Hija ¿estás bien? ¿No te duele mucho?" Preguntaba desesperada Setsuna mientras abrazaba con delicadeza a la menor "no mamá, duele pero puedo soportarlo, oye... Papá te manda saludos" y tras decir eso la mujer se separó de la chica y la miró a los ojos "¿t-tu padre?" Dijo sin creerlo del todo "así es mamá" lo confirmó y la castaña lloró como niña pequeña, estaba feliz de saber que Keitaro cuidaba de su pequeña como cuando lo hacía en vida...

 

Fin del Cap. 19

Notas finales:

Gracias por leer, de verdad, es un gran honor para mí que gasten un minuto de su tiempo leyendo lo que hago muchas gracias!!! Bueno me despido nos leemos n.n/


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