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Solo una pequeña historia. por SHIKIu

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Notas del capitulo:

Hola!! Antes de que me maten les dejaré con el cap. jejejeje que disfruten!! Nos leemos luego!! n.n'

    Lunes 6:30 AM, ya había pasado una semana más desde la lucha de Makoto y los sujetos, esta se encontraba totalmente recuperada, sólo con varias cicatrices por las peleas. Se había ido ya de la casa de Yuko a su departamento con su madre, la cual estaba encantada de poder tener a su hija nuevamente. En cuanto a la *relación* entre la pelinegra y la morena, no tenía avances más allá de compartir algunos besos, así que seguían sin ser más que simples *buenas amigas*, cosa que estaba jodiendo de sobremanera a Yuko.

    Makoto se encontraba colgada de las piernas de una barra que ella misma colocó en su pared, llevaba desde las 4:00 AM entrenando en su habitación. Debía estar en forma para poder tener oportunidad contra aquel brujo, así que desde que regresó a su departamento no paraba de entrenar en sus ratos libres; su madre entró en la zona de confort de Makoto encontrando a su hija de cabeza haciendo abdominales "buenos días Mako" saludó a su hija, esta la miró y paró su entrenamiento, saltó dando una vuelta hacia atrás soltando sus piernas de la barra cayendo al suelo con estilo "buenos días mamá" dijo esta, la mayor llevaba en sus manos una bandeja con comida "te traje el desayuno, necesitas comer bien si entrenas tan duro" colocó la bandeja en su escritorio "muchas gracias mamá, eres la mejor" comenzó a deborar su enorme ración de carnes rojas y arroz, la mujer la veía con mucha ternura, era idéntica a su padre en casi todo, eso la hizo soltar una lágrima que la ojiesmeralda logró observar "mamá, ¿estás bien?" Preguntó algo preocupada la loba "sí Mako estoy bien, es sólo que cuando te veo es como... Como estarlo viendo a él" sonrió melancólicamente logrando que la joven loba sonriera también "me siento honrada cada vez que me lo dices mamá... Él era mi héroe" se arrodilló frente a su progenitora la cual puso sus manos en sus hombros "él era el héroe de ambas" y le dio un beso en la frente a Makoto.

    Luego de ese emotivo momento, la joven loba se dio una ducha y se vistió, tomó su mochila y salió del departamento despidiéndose de su madre. En la calle mientras caminaba, iba recordando todos esos besos que había compartido con la chica de mirada grisácea, sonrió como boba al recordar aquellos besos que la hacían sentir tantas cosas juntas. Pero también se planteó la misma pregunta que se hizo Yuko varios días atrás... ¿Qué se supone que eran ellas?, ¿Sequían siendo simples amigas? O ¿serían algo más que eso? "Estoy confundida..." Se dijo para sí misma Makoto con el ceño fruncido y sus manos en ambos bolsillos.

    Después de esa reflexiva caminata, la ojiesmeralda por fin llegó a su destino, la escuela Kishiyomi. al entrar se dio cuenta que había llegado muy temprano y la mayoría de los estudiantes no llegaban aún "¿pero qué hora es?" Sacó su celular para revisar la hora "son las 7 en punto Makoto" habló una voz a sus espadas, volteó y se trataba de Eo "¡hola Eo! ¿Cómo te encuentras?" Preguntó dándole un abrazo a su amiga, esta correspondió con gusto "¿cómo me encuentro? ¡Cómo te encuentras tú!, Por Kami, la última vez que te vi parecías una momia con todas esas vendas" la peliazul sonrió contagiando a la joven loba "¡jajajajajajaja! Sí, lo sé, aún puedo sentir su sensación en mi piel, pero en lo general estoy muy bien" hizo con sus brazos igual a los físicoculturistas, haciendo reír a carcajadas al hada "bueno, bueno, tranquila, no querrás conquistar a todas aquí ¿o sí?" Dijo con picardía Eo dándole un golpecito con el codo, Makoto se sonrojó a más no poder "¡jajajajajajajajajaja!" Se rió la pálida chica "¡n-no digas esas cosas Eo! Y-yo... Yo sólo tengo ojos para una sola chica" sonrió automáticamente al pensar en la pelinegra "aaawwwww, eso es realmente muy tierno Mako, si no fuera hetero me hubiera fijado en ti desde hace mucho" se sentó en un banco que estaba ahí seguida de la ojiesmeralda "eso es muy dulce Eo, pero tranquila, ya llegará el chico correcto para ti" puso una mano en el hombro de la ojiceleste la cual sonrió algo triste "eso espero Mako... Eso espero" sonrió de manera triste el hada.

    En casa de la pelinegra, se encontraba ésta tomando una ducha con agua tibia. Le encantaba sentir el agua recorrer cada parte de su piel, la reajaba de sobremanera y la ayudaba a pensar con mucha más claridad, cerró la llave y se encaminó hasta su habitación. Una vez ahí, no pudo evitar sentirse... Diferente, ya se había acostumbrado a ver a Makoto todos los días recostada en su cama, regalándole una sonrisa cada vez que la veía, su corazón latió muy rápido al recordarla y sonrió con un leve sonrojo "¿por qué tienes que ponerme así skater?" Sacudió la cabeza y fue a su armario para tomar su ropa. Una vez vestida, bajó las escaleras hasta la cocina, no se sorprendió al no ver a Enzo ahí, según había escuchado tenía guardia en la noche y no llegaría hasta el medio día, se sentó en una de las sillas con su taza de café "hola mamá" saludó a la castaña clara quien no se había percatado de su presencia, esta volteó con una sonrisa en su rostro, "hola Yuko, buenos días, ¿cómo amaneciste?" Preguntó la mayor, la joven se encogió de hombros "como siempre" respondió Yuko mientras su madre le ponía el desayuno a la mesa, comenzando a comerlo "eso es muy bueno hija" estaba feliz, desde que Makoto entró en la vida de su hija, Kikyo podía notar una gran diferencia en la última... Estaba más sonriente, menos agresiva, con más... Con más ganas de vivir... Tenía esperanzas y eso, eso la ponía inmensamente feliz, en ese momento bajó su hija menor muy risueña, le dio un abrazo y un beso en la mejilla "hola mamá, buenos días" se sentó frente a su hermana mayor "buenos días Miyu... Veo que te levantaste de muy buen humor" sonrió la mayor en la cocina, la pequeña sonrió aún más.

    "Sí, es que tuve un bonito sueño" dijo sonrojándose un poco "buenos días Yuko" saludó la pelicobrizo, la pelinegra la miró con picardía, "oohh, ¿y sobre qué era el sueño Miyu?" Preguntó causando un sonrojo algo evidente en la niña "b-bueno, ya sabes, cosas bonitas, personas agradables, lo típico" respondió la ojichocolate, la pálida chica se acercó más hacia su hermana "¿no será sobre cosas bonitas con una sola persona?" La pelicobrizo se encendió como la luz de un semáforo, se tapó la cara con sus manos y esto provocó una carcajada en su hermana, su madre soltó una risita "ya Yuko, deja tranquila a tu hermana, ella también tiene derecho a pensar en ese *alguien especial*" especificó la mujer haciendo sonrojar aún más a su hija "¡m-mamá! ¡Basta!" Tanto Kikyo como Yuko comenzaron a reír por la divertida reacción de la menor. Una vez desayunadas, ambas chicas despidieron de su madre y se encaminaron hasta su escuela, Yuko como siempre, iba caminando seria y pensativa, sin compartirle nada a su pequeña hermana, Miyu siempre se preguntaba qué pasaba en la mente de su hermana mayor. Yuko siempre era un misterio para la menor y también, un simbolo de admiración.

    Nuevamente en la escuela, tanto el hada como la joven loba seguían con su amigable plática, Eo se estaba enterando de los detalles de sus heridas y también sobre su *relación* con la gótica. La peliazul estaba realmente feliz por su amiga, realmente había avanzado con sus sentimientos, tanto así que aunque no estuvieran claras las cosas para ambas, al menos sabían lo que sentían la una por la otra. "Estoy realmente orgullosa de ti Mako, lo hiciste bien" dijo Eo con una sonrisa "¿tú crees? Es que... Yuko y yo no hemos hablado mucho sobre el tema... Y eso me da algo de miedo la verdad" admitió con temor la morena, pero su amiga no borró esa sonrisa "¡vamos! ¡No te desanimes! Tienes todas las oportunidades de tu lado, sólo tienes que saber aprovecharlas" animó la pálida chica devolviendo el optimismo a la ojiesmeralda "¿sabes qué? ¡Tienes mucha razón! Si puedo pasar mi vida luchando contra unos maníacos que me quieren matar, ¡entonces también puedo con esto!" Se levantó de golpe irguiendo su puño hacia el cielo, "jajajajaja, es verdad, ¡nada podrá evitarlo!" Y repentinamente una voz masculina asustó a la ojiceleste haciéndola saltar "¿qué se está celebrando?" Preguntó el castaño, Eo rodó los ojos con fastidio "nada que te importe, ahora si nos disculpas" le dio la espalda al pálido chico, Makoto lo miró con atención, Yashida bajó la mirada triste, le dolía el comportamiento de la peliazul. Dio una media vuelta y se marchó hasta otro lado en la escuela; todo eso había sorprendido a la ojiesmeralda, pues el vampiro era bastante frío y reservado con sus más profundos sentimientos... Eso pasaba desde que lo conoció... Sólo los mostraba cuando algo realmente abrumador lo dañaba por dentro y tal parece, que Eo era una persona importante para él.

    La pelinegra miró al hada, esta tenía el ceño fruncido ligeramente... Pero su mirada indicaba algo más... Así que se aventuró a preguntar, ¿qué perdería de todas formas? "Eo... ¿No crees que fuiste un poco dura con Yashida?" La ojiceleste la miró bastante sorprendida "¿desde cuándo te preocupas por él? Si mal no recuerdo, lo único que ha hecho es hacerte la vida imposible, ¡incluso estuviste a punto de morir por su culpa!" Eo parecía furiosa, ¿pero por qué? "Bueno, es verdad lo admito, pero él es tu amigo, ¿no es verdad?" Trató de arreglar las cosas "no, ya no lo es, es un idiota solamente, lo único que le preocupa es él mismo" entonces, lo que dijo el castaño era verdad, la había cagado por completo con la única amiga que lo quería... Y ahora estaba solo "¿eso crees? ¿Realmente es así? Porque cuando los cuatro estábamos juntos se preocupaba por todos" trató de defenderlo, eso pareció no gustarle mucho a Eo "sí, es verdad Makoto, pero tú misma lo dijiste, cuando estábamos juntos, está en pasado y ya no es así" ok, Eo 1 Mako 0, "es... Un buen punto... ¿Pero no crees que en el fondo siga siendo ese niño de antes?" Dijo poniendo una mano en el hombro de la pálida chica, la cual la quitó de inmediato "¿por qué tienes que defenderlo tanto? ¡Es un idiota! ¡Ese niño que solía ser ya no existe! Y no volverá jamás..." Bajó la cabeza mirando el piso con melancolía... Eso le dolió a Makoto bastante mal, no deseaba que sus amigos se sintieran tristes por nada... De verdad que no, así que la abrazó haciéndole entender que estaba bien todo "lo siento... Es que es difícil de entender para mí este tipo de situaciones... Antes era genial cuando sólo éramos nosotros cuatro..." El hada correspondió el abrazo "lo sé, sólos Yashida, Hotaru, tú y yo... Extraño muchísimo esos momentos que pasábamos juntos haciendo tonterías..." Se separaron de abrazo y la morena le dedicó una sonrisa a su amiga "¿mejor?" Preguntó, la ojiceleste sonrió "mejor, ahora cuéntame, ¿qué tienes planeado para avanzar con Yuko?".

    En una esquina cercana a las chicas, el vampiro estaba oculto escuchando la conversación, estaba herido, realmente herido por las palabras del hada... Se sentía como si le hubieran clavado una estaca en el corazón; pero en cierto modo... Ella tenía razón, él era un idiota, un imbécil egoísta y narcisista que no pensaba en los demás... El rencor y el odio en su corazón a medida que iba creciendo, lo transformaron en algo que nunca habría querido ni deseado... Estaba totalmente agradecido con la morena, pues lo había defendido aunque casi estuviera muerta por su culpa... Ella es una verdadera amiga... Yashida estuvo a punto de dejar caer una lágrima, pero una voz lo interrumpió "wow, ¿qué tienes?" Preguntó Yuko, el muchacho se sorprendió mucho "¿q-qué? N-no, no pasa nada Yuko, está todo bien" dijo fingiendo una sonrisa, que por supuesto, no convenció en nada a la gótica chica "si claro, y yo soy una bruja en este momento, te conozco genio, ¿qué te pasa?" Habló la pelinegra de brazos cruzados, el castaño suspiró pero era cierto, ella lo conocía lo suficiente como para saber qué le pasaba "yo... Es que... Estoy algo deprimido, estoy tratando de arreglar las cosas con Eo" respondió preocupado cayendo sentado en el suelo, la pálida chica se agachó quedando a su altura "y las cosas no te están saliendo para nada bien, ¿me equivoco?" El chico negó con la cabeza "comprendo... ¿Piensas rendirte con ella?" Le preguntó la ojigrisácea, Yashida se encogió de hombros y con voz apagada respondió "eso creo... Ella me detesta y no la culpo... Es mejor apartarme..." Y no estuvo preparado para lo que vino luego, de la nada, un gran golpe en su cabeza le hizo tomarla y soltar un pequeño quejido de dolor "¡¿qué demo-?! ¡¿Yuko?! ¡¿Qué diablos pasa contigo?!" Se quejó con el ceño fruncido, debía admitir que Yuko tenía la mano pesada "no me grites" dijo sin expresión alguna "¡¿eh?! ¡Pero tú me golpea-!" Nuevamente otro golpe, en el mismo lugar, lo tomó por sorpresa "¡¡maldita sea Inatsuka!!" Se quejó otra vez "¿qué piensas hacer? ¿Me dejarás ir tranquila por haberte golpeado y causado dolor? O ¿piensas hacer algo al respecto?" Preguntó una vez más al joven vampiro, este frunció aún más el ceño y la miró directamente a los ojos "¡claro que pienso hacer algo! ¡Me dolió bastante!" Dijo con una sonrisa molesta "¿y entonces? ¿si piensas hacer algo al respecto contra lo que te hice? ¿Por qué no harías nada para acercarte a Eo que también te lastimó?" El castaño la miró con sorpresa y confusión... "¿Por qué recurres a los golpes para explicar estas cosas Yuko?" Dijo el chico mirándola con una sonrisa "cállate y responde" frunció el ceño la pelinegra, el chico suspiró resignado "supongo que tal vez tienes un buen punto... No me voy a rendir tan fácilmente... No perderé nada con intentar, de todas formas ella ya me odia" sonrió con una sonrisa ladida "entonces levántate, no pareces un vampiro noble" y el chico se levantó de inmediato, "¿sabes dónde está Makoto?" El chico señaló la dirección y ella fue es su búsqueda.

    "¡Yuko! ¡Hola!" Sonrió de oreja a oreja la joven loba, Eo hubiese jurado que la veía mover una cola estilo perrito, "hola skater, ¿cómo te ha ido?" preguntó Yuko correspondiendo la sonrisa "mucho mejor ahora que puedo verte" la pelinegra se puso tan roja como un tomate, y bajó la mirada "¡n-no seas tan cursi! ¡Estamos en la escuela!" Trató de desviar su sonrojo "¡wow! ¡Ok! Mejor me voy hacia allá para..." Dejó de hablar el hada "¿y esos quienes son?" Preguntó confundida Eo... Llamando la atención de Yuko y Makoto "¿quienes?" Preguntó la pelinegra "esos, miren" a mirar en aquella dirección, se encontraban tres chicos, el primero llevaba una camisa de color negro cuyas mangas estaban rotas, unos jeans azules bastante descoloridos y rotos por ambas rodillas, tenía una gran cicatriz en su brazo derecho y muchas pulceras de cuero con pinchos, anillos en ambas manos y piercings en orejas y rostro. Su cabello estaba parado y de un color rojo escarlata, era moreno y de ojos color naranja claros, lo que más llamó la atención era que al igual que Makoto y Kohaku, tenía un collar de perro en su cuello; el segundo era de estatura más pequeña que el anterior y más delgado, su cabello era castaño claro y lo llevaba corto, su piel era blanca pero algo tostada, y sus ojos eran de color naranja claros como el primer chico, tenía piercings y unas gafas de pasta, se vestía de manera similar al otro chico y también llevaba un collar de perro en el cuello, mientras que el otro chico era distinto a esos dos, su cabello era largo, más abajo de los hombros de color rubio, era un poco más alto que el pelirrojo, llevaba una camisa color celeste abierta y bajo esta una camiseta de color gris claro, un collar con el dije de un caballo, unos jeans blancos y zapatos negros, tenía un arete en su oreja derecha, su piel era blanca y sus ojos de un color negro. Todas las chicas se sorprendieron "es la primera vez que los veo... Pero... Tienen esos... Makoto, ¿crees que sean...?" Preguntó mirando a la joven loba "hombres lobo... O al menos dos de ellos... El tercero es un centauro" Yuko se sorprendió "¿un centauro? O por kami..." se los quedaron viendo hasta que desaparecieron de su vista "ese chico pelorrojo era lindo" dijo de la nada Eo haciendo que las otras dos la miraran con una ceja levantada.

    Ya en clases, Makoto, Yuko y Eo, no podían dejar de pensar en esos chicos extraños que vieron en el patio de la institución. Incluso Yashida pudo verlos pero no tenía idea de quienes podían ser, ¿acaso serían nuevos alumnos? Era ya un poco tarde para eso... Pero estos meses se habían vuelto bastante interesantes e impredecibles, así que cualquier cosa podía pasar, la profesora ingresó en el aula de clases. Como siempre se posicionó frente su escritorio para comenzar la clase, pero esta vez lo hizo de manera diferente "buenos días chicos, espero que hayan descansado lo suficiente hoy, especialmente usted señorita Konohana, es un placer que nos acompañe nuevamente y que se sienta bien nuevamente" Todos miraron en direncción a la morena haciéndola sonrojar, esta sólo asintió y todos volvieron la vista al frente, "bueno, sabemos que ya estamos a punto de acabar la primera etapa de clases... Pero al parecer tenemos nuevos alumnos que se nos unirán a partir de ahora" miró en dirección a la puerta e hizo una seña para que ingresaran los chicos nuevos, en lo que pisaron el suelo del aula, todos los demás comenzaron a murmurar cosas, exepto Makoto, Yuko, Eo y Yashida quienes los veían de manera seria.

    "Bueno muchachos, ¿serían tan amables de decirnos sus nombres?" Propuso la profesora, dio un paso al frente el pelirrojo son ambas manos en los bolsillos, "¿que hay? Me llamo Fujuiki Ren, un gusto a todos" y se devolvió donde los otros dos, ahora dio un paso al frente el castaño claro "hola, mi nombre es Fujuiki Hato, espero que nos llevemos bien" y se devolvió, llegó el turno del último de ellos "hola a todos, soy Turnner Ginkaku, un placer conocerlos a todos" este dio una sonrisa ladida al final, haciendo suspirar a más de una en aquel salón de clases. La profesora sonrió amablemente "muchas gracias, siéntense en esos tres asientos libres, por favor" el trío obedeció y fue directo a sus asientos, Ren se sentó detrás de Yashida, Hato al otro lado de Yuko y Ginkaku al final del salón, junto a unas chicas que no dejaban de mirarlo. Makoto miró a Yuko y esta a ella, luego ambas observaron al pelirrojo y al castaño claro, para terminar viendo de reojo al rubio. Después de eso las clases transcurrieron normalmente, pero la nariz de la morena estaba como loca por los aromas de los chicos nuevos y se notaba que estaba ansiosa.

    "Skater, ¿te pasa algo?" Preguntó la pelinegra tomando su jugo de naranja, la ojiesmeralda se tomó la cabeza con ambas manos y soltó un gruñido frustrado "woow, cálmate un poco, ¿estás bien?" Preguntó nuevamente la pelinegra con algo de preocupación, Eo, quien estaba junto a ellas, también se preocupó por Makoto, pero ella sabía bien qué le pasaba "no te preocupes Yuko, estará bien, recuerda que su nariz es muy sencible y que hay tres chicos nuevos, especialmente que dos de ellos son... Ya sabes" le respondió el hada, Yuko frunció el ceño "¿y qué tiene que ver que sean... Ya sabes? ¿No todos los olores son normales?" Preguntó confundida, antes de que la peliazul pudiera responder, se adelantó una voz "fácil, los olores de los *ya sabes* son totalmente diferentes y más fuertes que el resto de humanos o criaturas" todas voltearon y su sorpresa fue enorme, Yuko casi escupe su jugo, se trataba nada más y nada menos que del chico nuevo "hola, perdonen, es que no lo pude resistir" dijo rascándose la nuca, estaba junto al chico rubio que no dejaba de sonreír "hola" saludó, las chicas levantaron las manos devolviendo el saludo algo confundidas, "veo que también eres una *ya sabes*, ¿cuál es tu nombre? Recuerdo que la profesora Tamatsu, mencionó tu apellido, es Konohana, ¿cierto?" Preguntó el chico sentándose en el césped del parque, Yuko y Eo quedaron con la boca abierta, el castaño claro ralmente era muy inteligente "es verdad, soy Konohana Makoto, mucho gusto aamm... Hato, ¿no?" El ojinaranjo sonrió "así es, Fujuiki Hato, un gusto Makoto, ¿y ustedes son...?" Preguntó el castaño claro "oh, cierto, soy Inatsuka Yuko, mucho gusto" se presentó inclinando su cabeza un poco, "soy Hamemiya Eo, un placer conocerlos" sonrió Eo "hola a todas, mi nombre es Turnner Ginkaku, gusto en conocerlas" después de presentarse, el rubio rodeó con su brazo la cintura Hato sentándose a su lado, por su puesto, esto no pasó desapercibido por el trío de chicas, especialmente Makoto, esta no sabía disimular muy bien, "por si se lo preguntan, sí, Hato es mi novio" dijo Ginkaku dándole un beso en su cabello, sonrojando al chico "oohh, jejeje, ¡genial! Desearía poder tener una novia y demostrarle amor así como ustedes lo hacen" fantaseó la ojiesmeralda sonrojándose, pensndo en estar abrazada con Yuko, y de la nada, resivió un sólido golpe en la cabeza "¡aaaauuuuchh!" Se quejó la joven loba, "¡Yuko! ¿Por qué?" Se sobaba el gran golpe en su cráneo "¿de qué hablas? Yo no he hecho nada" siguió tomando su jugo con expresión indiferente "¿dije algo malo?" Puso cara confusa, y Yuko se enfadó más "no, nada, ¿por qué mejor no vas a buscarte una novia que te consuele? Llorica" Se cruzó de brazos y se dio media vuelta dándole la espalda a la morena "¿por qué siempre me pasa esto a mí?" Esto le sacó una carcajada a todos los presentes incluyendo a la pelinegra, quien al sonreír hizo que el corazón de Makoto bombeara sangre a toda velocidad, riéndo ella también.

    En una parte bastante oscura de la escuela, se encontraba el castaño comiendo su almuerzo, era una bolda de transfusiones llena de sangre humana recién extraída, pero cuando el vampiro estuvo a punto de encajarle el diente, se precató que no estaba solo, así que de un rápido movimiento, llegó hasta una pared colocando su antebrazo en la nuca del invitado, y con su otra mano tomó la del otro chico y la inmovilizó en su espalda, "¿quién eres?" preguntó Yashida con sus ojos de color rojo escarlata "jajaja, sabía que no habías cambiado nada" reconoció esa voz, soltó al muchacho y entonces fue cuando lo recordó "eres tú..." Dijo el ojiazul mirando al chico "por supuesto que sí, ¿quién más sería? Esta cicatriz habla por sí sola" Yashida miró el brazo del muchacho, "has cambiado mucho, cabeza de llama" sonrió de manera confiada "¡ja! Lo mismo digo, colmilludo" ambos se quedaron viendo fijamente y de manera desafiante, recordando los tiempos pasados y su pasada rivalidad.

 

Fin del Cap. 22

Notas finales:

gracias por leer, se los agradezco un montón, hasta pronto n.n/


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