Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Solo una pequeña historia. por SHIKIu

[Reviews - 24]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bien, como dije, aquí está el capítulo prometido X3 así que ahora sí, espero que disfruten.

Sábado 9:30 AM, Makoto se encontraba en la mansión del castaño vampiro, específicamente en el patio de aquella enorme estructura victoriana.


La chica llevaba algunos minutos con su viejo amigo, ambos conversando sobre las cosas más tranquilas de la vida, videojuegos, películas, series de TV, entre otras cosas más, pero una pregunta no tardó en saltar por lo obvia que era la situación "¿cuándo te compraste ese nuevo collar?" Preguntó Yashida notando el accesorio de plata con el colgante negro, la chica se sonrojó por la pregunta "bueno... Es un regalo de Yuko" el pálido chico sonrió por ello, "¿entonces? ¿Cómo te fueron las cosas con ella?" Makoto se rascó la nuca un poco nerviosa y sonrojada "digamos que... Me fue increíble..." El chico la miró fijamente por un momento, momento que puso a la pelinegra algo incómoda, entonces, el muchacho se sorprendió.


"¡No me digas que ella y tú...!" Entonces, la morena asintió con la cabeza confirmando las sospechas de su amigo "¡esto es asombroso! ¡Te felicito Makoto!" Le dio un abrazo a su amiga, la cual se confundió por ello "¿no que no estabas acostumbrado a los abrazos?" El chico se cruzó de brazos con una sonrisa ladida "no cuando me los dan sorpresivamente, pero te lo mereces, bien hecho" la ojiesmeralda sonrió a más no poder, se sentía tan feliz en aquel momento, tan llena de vida, con más ganas de luchar por su libertad que antes; ahí recordó lo que sucedió en medio de la cita con Yuko, aquel vampiro de la familia Marikawa que los ayudó.


No se pudo resistir a la curiosidad, así que optó por preguntarle directamente a su amigo sobre aquello "por cierto... ¿Sabes sobre el tratado de los vampiros con la liga?" El castaño la miró confuso "pues sí... Es nuestro deber saber sobre ello, ¿por qué lo preguntas?" La chica miró hacia el suelo y nuevamente al joven vampiro "cuando Yuko y yo estábamos en el parque al oscurecer... De la nada ella... A-apareció un chico, nos ocultamos, entonces, un sujeto de la liga iba a matarlo, era un hombre lobo..." El muchacho trataba de comprender bien "yo fui a ayudarlo... Pero, alguien salió de entre los árboles, esa persona nos ayudó" el chico se rascó la nuca "no comprendo lo que intentas decir" ella suspiró y lo miró "Yashida... Ese hombre era un vampiro" el muchacho se tensó un poco "¿qué? Pero eso es imposible... El tratado..." La chica asintió "no sólo eso, él nos dijo que su nombre era Gazu Hamatsu, miembro de tu familia" el ojiazul la miraba sorprendido, puesto que él no tenía idea de absolutamente nada de eso "nos dijo también que el tratado se rompió" el chico pasó una mano por su liso cabello tratando de asimilar todo.


"No tenía ni la más mínima idea que esto estuviera pasando... Mis padres no me han notificado nada... ¿Por qué no lo han hecho? ¿Acaso no merezco saberlo también?" Se levantó disgustado el chico, a la par, también se levantó su amiga "tranquilo, no tenía idea que no lo sabías... Tal vez ellos quieren protegerte" quizo razonar con él "¿y eso qué? ¡Puedo luchar, me sé defender solo! ¿Por qué no confían en mí?" Empuñó sus manos, se sentía mal por todo eso, Makoto lo miraba con cierta preocupación, entonces Yashida la miró a los ojos "¿Gazu Hamatsu dijiste que se llamaba?" Makoto asintió "sí... Eso nos dijo" el chico se sentó nuevamente meditando sobre lo que había escuchado, la ojiesmeralda se sentó a su lado para tratar de calmarlo un poco.


Mientras tanto, en casa de Yuko, se encontraba esta dormida plácidamente en su cama, Desde que Makoto y ella tuvieron esa cita, y ocurrió aquella pelea entre el sujeto y el vampiro, había podido dormir con tranquilidad, todo parecía haber vuelto a la normalidad.


Sin embargo, los exámenes siguieron hasta el día anterior, por lo que ahora se podía dar el lujo de descansar hasta la hora que ella quisiera... Lo cual no ocurriría "¡Yuko! ¡Yuko, abre por favor!" Escuchó del otro lado de la puerta, pero ignoró esa voz "¡Yuko!" Seguía, pero ella ni se inmuta "¡Yuko, Yuko, Yuko, Yuko, YUKO!" Esta se levantó hecha una furia de su cama para seguidamente abrir la puerta de una vez "¡¿QUÉ DIABLOS QUIERES AHORA MIYU?!" Gritó súmamente fuerte, tanto que hasta su madre lo escuchó en la cocina, "por Kami..." Dijo la mujer, la niña le sonrió a su hermana mayor "en la sala está Hato" la pelinegra levantó una ceja ¿qué querrá su amigo? "... Dile que espere un momento" y cerró la puerta en la cara de su hermana menor, la niña bajó las escaleras para encontrarse con el castaño claro.


"Yuko dice que esperes un momento" el chico parecía estar algo sorprendido "¿qué te pasa Hato?" La niña no lograba comprender por qué él estaba así "b-bueno... Es que, ese grito que se escuchó... ¿Estás bien?" La niña se rió de él "no te preocupes, estoy bien, ella suele ponerse de mal humor cuando la despiertan" Hato se rascó la nuca un poco incómodo "lo siento por eso" estaba apenado por el gran grito que le dio la chica a la menor "está bien, estoy acostumbrada, es divertido" eso hizo reír al muchacho, pues recordaba cuando de pequeños, él y su mellizo despertaban a su tío por diversión, para luego terminar corriendo de su furia en toda la casa.


Unos minutos más, bajó Yuko con cara de pocos amigos, el chico se levantó "buenos días Yuko... Disculpa por venir sin avisar..." La chica negó con la cabeza "no importa, ¿se te ofrece algo?" El chico sonrió nervioso y se sentó en el sofá, la chica hizo lo mismo y la menor los dejó solos "bueno... Quería hablar sobre lo que pasó el jueves" la chica se tensó un poco y lo miro desentendida "¿a qué te refieres?" El chico la miró muy seriamente acomodando sus anteojos con sus dedos "Yuko... Tú y yo sabemos a qué me refiero" la gótica lo miró con algo de miedo... Pero sin mostrarlo por completo "trata de explicarte mejor Hato" el castaño claro sonrió por aquello "¿qué te pasó? ¿Por qué actuabas de ese modo tan extraño?" Yuko no quería revelarle la verdad al chico, puesto que se sentía muy extraña al hablar de ello, ella deseaba olvidarlo por completo... Y la única persona que lo sabía era Makoto... "Ya te lo dije, era el cansancio, nada más" Hato la miraba de forma intensa, eso la ponía muy nerviosa "sigue diciendo eso a ver si lo terminas creyendo Yuko" ¿será que no podía ocultarle nada? Su amigo era muy detallista en cada aspecto, ¿podía contarle también? Yuko se miraba las manos que estaban inquietas, y tras un largo y resignado suspiro, decidió que sería mejor contárselo al moreno.


"¿Por qué mejor no vamos a un lugar más tranquilo?" Se levantó incitando al moreno a hacer lo mismo "¿el parque te parece bien?" La gótica asintió "mamá, voy a salir" avisó para luego cerrar la puerta principal, la mujer se asomó por la cocina "pero si no ha desayunado nada".


De vuelta en la mansión del castaño, éste se encontraba en el salón caminando de un lado a otro, mientras que la morena se encontraba sentada mirándolo con pereza "ya para de dar vueltas Yashida, me estoy mareando" se estrujó los ojos un poco, sin embargo el chico no paró "sólo hay que esperar que terminen de hablar con ese abogado, y les preguntaremos" Makoto bufó algo estresada "podríamos volver luego, se supone que íbamos a conversar sobre tonterías... No sobre ésto" se sentía culpable de ello "no, si nos vamos ahora podrían estancarse de trabajo nuevamente" Makoto se levantó y detuvo sus vueltas tomándolo de los hombros "amigo, tranquilo, no hay que desesperarse por eso" el chico suspiró un poco "gracias por haber venido Sr. Kawamura, estaremos listos para proceder luego" hablaba el pelirrojo llamando la atención de los adolescentes "por supuesto Sr. Marikawa, no me agradezca, ahora podrán sentirse tranquilos" dijo el joven con una sonrisa "fue una buena idea contratarlo" Ahora era la mujer "me alaga Sra. Marikawa" se inclinó un poco "bueno, no le quitamos más tiempo, lo llamaremos por cualquier detalle, gracias" ambos se inclinaron respetuosamente "por supuesto, con su permiso, me retiro" comenzó a bajar las escaleras "Satoshi, acompaña al Sr. Kawamura a la salida por favor" y un mayordomo fue de inmediato, este era el momento perfecto que esperaba el castaño.


"Madre, padre, ¿podemos hablar?" Pidió desde la planta baja "puede ser luego hijo, tu madre y yo debemos encargarnos de unos asuntos" habló el jefe de familia dirigiéndose al lado de su esposa "¡necesito que sea ahora!" Exigió este... Haciendo que luego de aquel grito se formara un ambiente tenso en el salón... Makoto en ese momento deseaba no haber abierto la boca momentos antes; tanto Chiga como Agura miraron serios a su hijo, el cual los veía de la misma forma a ellos "muy bien, hablemos" cedió la castaña bajando las escaleras, a la mitad se dio cuenta que su esposo no la acompañaba y paró, lo miró curiosa "¿no vienes cariño?" El pelirrojo se quedó un momento más así hasta que fue junto a su esposa bajando las escaleras por fin.


El chico los observaba de la misma forma "sentémonos entonces" pidió el hombre y así lo hicieron, excepto la pelinegra "yo... Creo que será mejor que me vaya..." la detuvo su amigo "no, quédate, no necesitas hacerlo" ésta suspiró y se sentó al lado de Yashida "¿qué es lo que deseas saber Yashida?" El pálido hombre seguía con su semblante de antes, el chico asintió y comenzó a hablar "¿por qué no me dijeron que el tratado con la Liga se rompió?" Los adultos se sorprendieron un poco al escuchar aquello "¿quién te lo dijo Yashi?" El chico se cruzó de brazos "entonces es cierto... Y no me dijeron nada" miró a sus padres con el ceño fruncido.


"Hijo, eso es un tema delicado, no podíamos decirte así como así, queríamos esperar un poco más para-" no acabó la mujer, el chico se levantó de golpe "¡¿esperar un poco más?! ¡No soy un niño! ¡¿Les cuesta mucho confiar en mí?!" El ambiente se volvió mucho más tenso que antes, y la incomodidad que sentía la joven loba ahí era insufrible, el pelirrojo se levantó también "¡no vuelvas a levantar así la voz! ¡Respeta a tu madre Yashida!" El menor, lejos de calmarse se enfadó más "¡¿por qué les cuesta tanto confiar en mí?! ¡¿Por qué no me tratan como un chico de mi edad?!" Makoto se sentía tan mal por todo eso... "¡Ese justo es el problema! ¡Para la edad vampírica aún eres un niño! Sabes perfectamente que la edad para tomarte enserio es a partir de los 118 años, todavía sigues siendo un niño y lo demuestras con esa actitud tan infantil" el pálido chico se calló a las duras palabras de su padre... Se sentía tan impotente... Pero sabía que el mayor tenía razón en ello.


Makoto, para no seguir callada y no dejar que toda la culpa cayera sobre su amigo, decidió decir las cosas "no sean tan duros con él por favor" el par de vampiros mayores la miraron espectantes "él... Él no se habría enterado de no ser por mí..." Bajó la cabeza un poco triste "lo siento mucho... No sabía que él no estaba enterado, no debí haber dicho nada... Debí acudir a ustedes" la mujer puso una mano en el hombro de la menor reconfortándola "no te preocupes, no fue tu culpa Makoto, está bien" ella le sonrió a la madre de su amigo "ya está todo aclarado, ahora vayamos a la oficina cariño, el trabajo no puede esperar" y ambos se fueron hacia su destino, quedando una vez más los chicos solos en el salón... Yashida seguía igual que antes, cabizbaja sin decir una palabra, Makoto puso su mano en la espalda del chico y éste simplemente se desplomó cayendo sentado en el mueble de antes, ella se sentó a su lado.


"Yashida... Lo lamento tanto... No quise... No quise que nada de ésto pasara..." El muchacho soltó un suspiro cansado "no te preocupes... Gracias por defenderme y también por contarme, de no ser por ti seguiría creyendo que todo sigue igual" sonrió un poco la pelinegra "eso es algo bueno..." Él se levantó y fue camino hacia la salida de la mansión, ella se apresuró a su lado "hey, ¿a dónde vas?" El chico no se detenía "a cualquier lado lejos de aquí" y como una buena amiga, Makoto fue junto a él hacia donde deseara ir.


De vuelta con Yuko, ésta y el castaño claro se encontraban en el parque antiguo de la ciudad, sentados en el césped bajo la sombra de un árbol; llevaban muy poco tiempo de haber llegado al sitio, pero desde su llegada, ninguno había dicho palabra alguna.


La pelinegra miraba al chico y éste a ella, hasta que uno de ellos rompió el silencio que se había formado desde hace momentos atrás "¿y bien? Puedes comenzar a contarme Yuko" la mencionada suspiró resignada, "muy bien Hato... Pero prométeme que ésto se quedará entre nosotros nada más" el chico asintió muy seguro y ella comenzó con su historia...


Pasaron varios minutos desde que la gótica comenzó a relatar sus experiencias, y el joven lobo sabio la escuchaba muy atento, sólo la interrumpía para hacer una pregunta ocasional, así hasta que Yuko terminó de hablar, un pequeño silencio se formó nuevamente entre ellos y la chica pensaba que su amigo creería que estaba mal de la cabeza "ya veo..." Dijo mientras pensaba el moreno "¿crees que perdí la cabeza Hato?" Éste pudo notar la evidente preocupación en la voz y mirada de su reciente amiga.


Con una sonrisa sincera, quizo transmitirle confianza y seguridad "hey, no pienso tal cosa, no soy de andar pensando cosas sin sentido, yo siempre trato de buscarle una explicación a todo, así que no te preocupes" ella le sonrió también y luego, al poco tiempo, se le vino una idea a la cabeza "tú... ¿Crees que puedes ayudarme con ésto Hato?" El chico ladeó la cabeza interesado y curioso "es decir, ¿me ayudarías a saber por qué demonios tuve esas alucinaciones?" Éste sonrió de oreja a oreja "¡claro que sí Yuko! ¡Por supuesto que sí amiga!" Él parecía realmente feliz con la idea.


"Pero te aviso" dijo de repente "¿avisar?" Estaba algo confundida ella "no fueron alucinaciones, más bien son 'predicciones' lo que se define como Acción de anunciar un hecho futuro, muy diferente a la 'alucinación' que es una percepción que no corresponde a ningún estímulo físico externo, sin embargo, la persona siente esa percepción como real, por ello, la alucinación es considerada como una pseudo-percepción dada la ausencia de un estímulo externo" terminó de explicar éste acomodando sus anteojos "¿eh?" Fue lo único que pudo decir, el muchacho miró la cara confundida de la pálida chica "es decir, cosa que se percibe como real siendo imaginaria" por fin pudo comprender lo que había dicho Hato "ah, gracias por explicarte" ambos soltaron una risa.


"¡Oh! Otra cosa" pidió éste "¿qué sucede Hato?" Preguntó confundida la chica "te saqué de tu casa a rastras, así que yo te invito el desayuno" eso tomó por sorpresa a la pálida gótica, la cual trató de negarse a aquello "h-hey, no es necesario" el castaño claro negó con la cabeza "de ninguna manera Yuko, ven, sígueme, conozco un buen restaurant" y resignada, la pelinegra se levantó comenzando a seguir al joven lobo sabio.


Las horas pasaron, y los jóvenes vampiro y loba se encontraban lejos de la mansión del primero, estaban sentados en un muro construido justo frente a la azul verdosa playa... El chico respiraba tranquilo, con la vista fija hacia el horizonte, en cambio, la morena lo veía a él, no sabía cómo se encontraba, si estaba bien o quería llorar.


"Siempre me ha tranquilizado..." Dijo de la nada confundiendo un poco a Makoto "el mar... Siempre me ha calmado..." Continuó hablando, la chica sonrió "¿enserio? ¿Tiene que ver con el movimiento?" El muchacho asintió "así es... Pero no es lo único, el sonido de las olas chocar en la orilla, las gaviotas, el aroma del océano... Todo eso me encanta" la joven loba miró hacia el frente, el chico tenía razón "y también... No se puede negar la vista" éste sonrió "es cierto... Es una de las mejores cosas".


La sonrisa de la joven loba se desvaneció al percatarse... El castaño se encontraba llorando... Las saladas lágrimas resbalaban de sus mejillas como si de una fuente se tratasen, ésta se preocupó por él de inmediato... Y con razón, esas palabras que el muchacho recibió horas antes, eran bastante duras para él.


"Y-yo solía ir con Hotaru en nuestra antigua ciudad... ¿Lo recuerdas? Tu madre nos llevaba a veces cada que podía" ella comenzó a acariciar la espalda del chico "sí... Ella también ama el mar" luego de esas palabras abrazó sus piernas, se sentía muy triste, herido y devastado "es raro ¿sabes?" Éste la miró "nunca te había visto llorar antes... Antes de lo de Hotaru... Sigue siendo muy raro" Yashida hundió su rostro entre sus piernas "l-lo sé" su voz estaba entre cortada por el llanto, entonces, ella pasó un brazo por su hombro, dejando que el chico se desahogara, que soltara todo ese dolor contenido en su interior.


Mientras tanto, en casa de los mellizos, se encontraba el lobo mayor en la cocina.


Pues cocinaba uno de sus platillos favoritos, sushi de atún; pero a parte de estar preparando la comida, llevaba unos manos libres hablando por teléfono con otra persona "no digo eso Hana, es que deseo divertirme un rato, no seas amargada" decía con una sonrisa el hombre "deja de estar diciendo esas cosas, no soy una amargada"  era una voz femenina del otro lado del aparato "¿segura? Porque te comportas como una" la mujer bufó "¡aish! ¡Está bien! ¿Quieres divertirte? ¡Bien, voy en una hora!"  Ranmaru sonrió victorioso "¡esa es la actitud Hana! Te estaré esperando" y cortó la llamada "¿Buscando una cita viejo?" El pelirrojo dio un salto al escuchar esa voz a su espalda.


"No fue gracioso mocoso, ¡casi me da un infarto! Se nota que quieres matar a tu tío" el joven lobo cálido se rió del mayor y se sentó en la silla "como sea, ¿estás buscando novia o algo?" El hombre lo miró de reojo "ese no es tu problema Ren, cierra la boca" el ojinaranjo rodó los ojos y recostó su cabeza sobre la mesa "huele a sushi de atún... Sueles hacer eso cuando hay algún evento especial" Ranmaru soltó una risa "¿y si lo hay qué?" El menor sonrió por ello "puede que necesite un pequeño soborno para que no haya un pequeño... Inconveniente" y enseguida recibió un paño de cocina justo en la cara "no me vas a chantajear pequeño demonio, tus notas se van a ir al diablo si continúas con esa actitud", Ren se cruzó de brazos "y luego preguntas de dónde saco esa actitud".


Una llamada comenzó a sonar, el hombre la recibió "hola, aquí Ranmaru ¿qué informas?" Habló muy contento "alquimista informando" entonces su sonrisa se esfumó, y su semblante se puso serio "informa alquimista" dijo éste, entonces el menor sentado ahí, se dio cuenta de lo que pasaba, "he de informar que en Tanzania sus agentes rescataron a una docena de hombres lobo comunes, en Vietnam dos docenas incluidos un hombre lobo topo y uno gigante, y en Brasil una decena con cuatro más, entre ellos dos cálidos, uno gélido y uno musculoso"  Ranmaru sonrió aliviado al escuchar eso "perfecto alquimista, mantenme informado, si hay otro ataque, por favor, infórmame" dijo enrrollando la tira de sushi "por supuesto que sí señor, con su permiso, me retiro"  éste negó con la cabeza "sabes que me puedes tratar con confianza alquimista" del otro lado se escuchó una risa "por respeto prefiero que siga así señor, me retiro, alquimista fuera"  y se cortó la llamada.


"¿Qué se puede hacer? Preferiría que me trataran más informal, ¿no crees mocoso?" El chico lo veía serio... De verdad que muchas veces su tío podía cambiar en tan sólo unos segundos "sí... Eso creo" el mayor asintió "¿y qué hay de ti? ¿Aún sin novio?" Ren se sonrojó violentamente frunciendo el ceño "¡claro que no! No soy un urgido como Hato, yo prefiero tomarme las cosas con más calma" Ranmaru soltó un silbido "ese es mi sobrino, esa es la actitud" sin decir nada, se acercó hasta el mayor parándose justo a su lado "¿cuándo va a estar lista la comida? Tengo hambre" recibió un golpe en el hombro.


"Podrías aprender a cocinar de una vez, no te voy a alimentar toda tu vida como si fueras un cachorrito" Ren sonrió y metió sus manos en sus bolsillos "¡bah! No necesito eso, Hato me dará de comer" Ranmaru bufó "no siempre vas a vivir con él, son mellizos pero deben ser independientes cada uno, además, Hato vivirá con Ginkaku" el pelirrojo menor hizo una mueca de desagrado "ya se me quitan las ganas si tengo que lidiar también con ese tonto caballo" entonces, el pelirrojo mayor señaló el microondas "ahí, tu desayuno está ahí" así que el menor fue hacia allí y sacó la comida sentándose nuevamente "por cierto, ¿dónde está Hato?" Preguntó notando la ausencia de su mellizo "dijo que iba a visitar a una amiga" éste se quedó pensando un poco, ¿amiga? ¿Será Makoto, Eo o Yuko? Se encogió de brazos y siguió devorando su comida.


El tiempo pasó muy lento ese día, especialmente para nuestra joven loba y su amigo vampiro.


Iban caminando de regreso, sin embargo, el muchacho no deseaba volver a su mansión aún, así que decidieron pasar por un lugar al que el muchacho sólo había ido una vez. Junto a la morena, ambos pasaron a la cafetería más frecuentada por ésta, el Hoshi Coffee.


Los olores de las recetas y cafés de aquel pequeño sitio, invadieron los sentidos del muchacho, el cual quiso probar lo que allí servían. Pronto, llegó un mesero a atenderlos, "buenas tardes, bienvenidos al Hoshi Coffee, ¿qué desean ordenar?" ambos se miraron algo indecisos, entonces, la primera en pedir fue Makoto.


"Yo quiero unos brownies esponjosos y un café mocca" el muchacho anotó en su libreta "¿y usted joven?" Yashida miró el menú buscando una receta que llamara su atención, "yo... Quiero unos canolis rellenos con crema pastelera y un café frío" el muchacho escribió y se retiró a buscar sus pedidos, dejando solos una vez más a los jóvenes.


"Entonces, dices que no conoces al vampiro que mencioné..." el castaño negó con la cabeza "pero es parte de tu familia, ¿cómo no vas a saber?" Yashida levantó una ceja "no lo sé y ya, no conozco a todos los sirvientes que mis padres transformaron, ya los escuchaste, como soy un niño para ellos... No me cuentan ese tipo de cosas" la morena inmediatamente se arrepintió de haber dicho lo que dijo "lo siento" el muchacho negó "no es tu culpa, no te disculpes" y el mesero llegó con los pedidos de ambos.


Makoto se encontraba curiosa, ¿un vampiro puede comer comida humana? Se preguntó, entonces, el chico como si leyera su mente contestó "sí podemos, sólo que ésto no nos llena, pero lo hacemos para sentir el sabor, nos gusta... Aunque no tanto como ya sabes" la ojiesmeralda lo miró asombrada "¿osea que comen por placer y no por necesidad?" éste asintió "vaya... Es genial" y ambos comenzaron a engullir su comida.


Mientras tanto, Yuko se encontraba en el centro comercial con el castaño claro, pues se dio cuenta que salir con él era muy entretenido, pues sabía muchas cosas y le gustaba comprar ropa, cosa que ella disfrutaba también, así que pasaron todo el día revisando meticulosamente cada tienda de ropa, observando y admirando las prendas y accesorios nuevos, hasta que terminaron sentados en uno de los restaurants más caros del mismo; Yuko estaba sorprendida y algo apenada, pues nunca había estado en un lugar tan fino como ese, excepto en uno distinto donde la había llevado Yashida antes.


"¿No te pareció divertido el día de hoy?" ella sonrió por eso "por supuesto, nunca pensé que fueras tan divertido" el chico sonrió también "sí, muchos piensan eso, pero bueno, no me importa lo que puedan pensar de mí" ella se sintió algo apenada por aquello "sí... Lo siento, no debí juzgarte sin conocerte mejor" Hato se rió de eso "no te preocupes, somos amigos, cada uno juzgamos a las personas siempre, así que no hay problema" ella estuvo de acuerdo, entonces, el castaño claro llamó su atención "pude notar que... Llevas un accesorio nuevo, que no habíamos visto antes Yuko" ella se sonrojó un poco "y a juzgar por el color de tus mejillas y tu reacción... Fue un regalo de alguien especial" los ojos de la gótica se abrieron de par en par, de verdad que el chico podía llegar a dar mucho miedo.


"B-bueno... Sí... Así es" desvió la mirada algo apenada "es de Makoto, ¿verdad?" la chica lo miró directo a los ojos muy sorprendida, entonces, el joven lobo sabio soltó una carcajada "¡felicitaciones! Ya es oficial, Gin y yo no somos la única pareja estable" Yuko cerró los ojos avergonzada, sus mejillas ardían y soltaban un color carmesí, su corazón latía muy rápido, pero a la vez, se sentía feliz, es que le encantaba la idea y poder decir que Makoto era su novia, así que sin darse cuenta, sus labios formaron una sonrisa, contagiando al joven moreno también, quien no dijo nada, contemplando con alegría el momento que Yuko estaba experimentando, cosa que él mismo hizo en su momento.


En un lugar bastante alejado, en algún lugar del bosque de Budapest, se entontraba protegida por un manto invisible, un castillo antiguo, colmado de pasillos largos, con temática rústica, decorada con piedras grandes, estatuas del mismo material, con cuadros de la época victoriana, que reflejaban las míticas criaturas que caminaban entre los humanos.


Habían salones interminables, cada uno con una función diferente; un salón enorme de entrenamiento, uno de educación, experimentos, herrería, sastrería y muchos más, a parte de las catorce habitaciones destinadas para aquellos miembros con rangos superiores que desearan quedarse.


Una enorme sala de banquete, una de descanso, diferentes salones de reuniones, pero no tan grandes como el de rangos superiores, los mejores guerreros de toda la liga, que entre ellos, incluía al descendiente actual de su fundador, el cual se encontraba paseando por los pasillos del lugar, admirando una vez más, el gran éxito que su tatara abuelo consiguió, pasaba las manos en las paredes, justo como cuando era un niño, justo cuando su padre lo llevó a aquel lugar, estaba muy emocionado, la alegría que ese pequeño niño desprendía... Ya no significaba nada más para él, nada más que recuerdos lejanos y distantes, se detuvo al entrar al balcón del quinto piso, escorándose del barandar de mármol, observando indiferente a los jóvenes que recibían su primer entrenamiento en el exterior, hasta que unas manos lo cegaron de momento.


"A ver, ¿quién soy?" el hombre soltó una risa "vamos Maya, sé que eres tú" entonces, la chica lo dejó mirar posándose a su lado, "jo, no es divertido así" dijo con sus mejillas infladas cual pequeña "es que tienes una voz tan característica que es imposible no descubrirte" acarició la cabeza de la chica haciéndola reír "bien, bien, te perdono ésta vez" Persival levantó una ceja "¿tú me perdonas?" Peguntó incrédulo el peliblanco, y la chica soltó una carcajada para luego calmarse, quedando ambos en silencio mirando con tranquilidad el frondoso bosque, el viento silvaba a través de los árboles, refrescando todo lo que tocaba, Persival cerró sus ojos sintiendo esa suave brisa de verano.


"¿En qué piensas?" preguntó algo curiosa la joven mujer, mirando fijamente al hombre, éste sonrió "no quiero aburrirte Maya" la mencionada le dio un golpecito en el hombro, "¡oh, vamos! Nunca me aburro contigo Persi" el pálido hombre sonrió y la miró a los ojos "estaba pensando en todo lo que hemos logrado... Todo desde hace muchos años... Es tan nuevo, tan real... Nuestra meta se va realizando, aquel sueño que teníamos, poco a poco se va cumpliendo... Casi puedo sentir la mano de mi padre en mi hombro, sonriéndome y estando orgulloso de mí..." hablaba con tanta sinceridad, que la chica sentía su corazón latir muy rápido, entonces tomó la mano del más alto quien la miró inmediatamente.


"Espero que podamos contribuir muy bien con ese sueño Persi..." una vez más, él le sonrió "créeme que así es Maya..." y sin previo aviso, beso los labios de la más baja, provocando el sonrojo de ella, pocos segundos después, ella se dejó llevar y abrazó del cuello al peliblanco desahiéndose del espacio que había entre sus cuerpos.


En la ciudad de nuestros protagonistas, ya había pasado el fin de semana, por lo que todos se encontraban de regreso a la escuela, pero lejos de estar viendo clases normales, éstos estaban ahí para enterarse de los resultados de sus exámenes y saber si habían conseguido pasar de grado; por lo que el grupo de amigos estaban ansiosos, especialmente Makoto y Ren.


"¿Pueden parar de dar tantas vueltas? ¡me estoy mareando por su culpa!" se quejó harta la peliazul con el ceño fruncido, entonces, ambos jóvenes fueron detenidos por Ginkaku "¡por Kami, gracias!" entonces una voz les llamó la atención, se trataba del director de la institución, que estaba acompañado por la sub directora de la misma, la secretaria y algunos profesores, pues estaban a punto de mostrar las notas.


"Hey, buenos días chicos, como ya sabrán, hoy sería el último día que estén aquí en el Instituto para recibir sus notas, por lo que es mi deber agradecerles por haberse esforzado tanto éstos últimos meses, pero ya lo saben muy bien, a partir de mañana, legalmente estaremos en vacaciones de verano, por lo que les deseo unas muy excelentes vacaciones, y que se diviertan lo más que puedan para así poder entrar con una sonrisa al iniciar de nuevo las clases, sin distraerlos más, la Srta. Hana estará colgando los afiches con las notas de cada sección y grado, espero estén conformes con todo su esfuerzo, se merecen éste descanso" y tras dar ese pequeño discurso, Ranmaru junto al resto de docentes, volvieron a entrar al aula de profesores dejando solos a los menores, que sin perder el tiempo, corrieron a mirar los afiches pegados en las paredes, esperando haber pasado de grado.


Makoto y sus amigos se acercaron a las mismas, buscándose rápidamente para así poder corroborar que su esfuerzo rindió sus frutos, y en efecto, al mirar sus calificaciones finales, sus sonrisas no podían ser más grandes. Luego de aquello, los chicos salieron de la escuela sonriendo y bromeando, sin embargo, los mellizos y el rubio llamaron la atención del resto, "¿qué pasa chicos?" preguntó una Makoto curiosa, los hermanos sonrieron "¿qué les parece si celebramos este día en nuestra casa?" propuso el pelirrojo, los chicos lo miraron sorprendidos "e-espera... ¿quieres decir... Pasar el día celebrando en casa de tu tío? ¿El señor Fujuiki?" preguntó incrédulo el lobo más joven, los mellizos asintieron sin más "¿qué nos dicen? ¿Se apuntan?" y todos se miraron, cuando Makoto saltó feliz "¡por supuesto que sí cuenta conmigo!" así, terminaron de aceptar todos.


Y en ese mismo momento, detrás de los hermanos apareció el pelirrojo mayor "¿entonces listos para irnos todos?" los chicos hicieron una reverencia como saludo y muestra de respeto, "¡claro que sí señor Fujuiki!" dijeron en unísono haciendo carcajear al trío y avergonzar al mayor " oigan chicos, no me traten de ese modo, no estamos técnicamente en clases, así que no soy su director, pueden llamarme Ranmaru" les dijo el pelirrojo mayor, así que al lado del mismo, apareció una mujer que los chicos conocían muy bien, pues se trataba de la secretaria de la institución, "ya está todo listo Ran, podemos... Oh" se percató que estaban todos esos estudiantes allí y les sonrió, "bueno Hana, ellos son los amigos de mis sobrinos, ya estamos todos, podemos irnos ahora" y así, fue que llegó la Hummer limusina para poder irse a la casa todos juntos, definitivamente, ese día, sería muy interesante para todos los chicos.


Fin del cap 28.

Notas finales:

Bien, les diré que no falta mucho para subir el siguiente cap, así que un poco de paciencia, se les quiere y nos leemos luego!! SHIKI fuera n.n/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).