Ya ha trascurrido una semana desde que el modelo Kise Ryouta, aspirante a titular de la escuela media Teiko, participo en uno de los partidos de baloncesto en contra de la escuela privada Komagi. Pero la mente del rubio de orbes dorados no se encuentra precisamente concentrada en el baloncesto.
-Aghhh!-grito el rubio para enseguida revolver sus cabellos, llamando la atencin de sus dems compaeros.
-Kise?-cuestiono un chico de piel morena, cabellos azules y ojos del mismo color, al ver la extraa actitud de su compaero.
El rubio al verse descubierto, coloco su mano detrs de su nuca en seal de que estaba avergonzado.
-No es nada, Aominicchi-contesto tratando de sonrer con naturalidad.
-Ya veo-volvi a hablar el peli azul, no muy convencido-Por cierto, Quieres ir a comer helado con nosotros?-cuestiono levantndose del lugar donde se encontraba sentado.
-Claro, pero Quines son nosotros?-cuestiono un tanto curioso.
-Tetsu, Murasakibara y yo-contesto dirigindose a los vestidores.
Y en cuestin de minutos el rubio se encontraba solo en la cancha de baloncesto. Kise suspiro, para enseguida comenzar a caminar a los vestidores, an estaba avergonzado por aquel grito, pero es que estaba harto de pensar en cierto chico de cabellos celestes y ojos del mismo color, en lo increbles que eran sus pases y sobre todo en el hermoso color de sus orbes color cielo…. -Arghhhh!-Ah iba otra vez con lo mismo.
El rubio nuevamente pensaba en Kuroko Tetsuya, el chico que Momoi haba dejado como su instructor, as que sin dudarlo se desvestido, para enseguida meterse bajo la ducha de agua helada, quizs as dejara de estar pensando en l.
Luego de aproximadamente 30 minutos, Aomine, Murasakibara y Kuroko esperaban al rubio en la entrada para as dirigirse, como todos los das despus de la prctica, al minimarket donde compraban helados.
-Kisechin~ te estabas demorando mucho~-hablo el chico de cabellos morados y ojos del mismo color al ver que el rubio se acercaba hacia ellos.
-Lo siento-se disculp con una sonrisa.
-Bueno no importa, ahora si estamos listos-intervino Aomine al ver que Kise ya se encontraba frente a ellos.
-Hai-respondieron a coro Murasakibara, Kuroko y Kise, para enseguida comenzar a caminar en direccin a la tienda.
Cuando llevaban algunos minutos caminando, Kise disminuyo la velocidad de su caminata, quedando junto a Kuroko, aspiro para armarse de valor.
-Ne Kurokocchi-llamo la atencin del peli celeste luego de estar seguro que podra continuar.
-Que sucede Kise-kun?-cuestiono Kuroko levantando la vista para observar los orbes contrarios.
-Bueno… Yo… yo-volvi a suspirar no podra decirlo sabiendo que Aomine y Murasakibara se encontraba frente a ellos-quera saber si luego de que comamos helados, puedo acompaarte a tu casa.
-He?-aquello lo haba tomado desprevenido-Esta bien-y en el siempre serio rostro de Kuroko afloro una pequea sonrisa.
Kise al ver esto no dudo en sonrerle tambin, no poda creerlo Kuroko le estaba sonriendo… pero aquello no duro demasiado ya que Aomine hiso su aparicin.
-Kise invita los helados, Cierto?-cuestiono colocando su brazo por alrededor del cuello del rubio.
-Claro-contesto sin siquiera procesar la pregunta, su mente se encontraba aun congelada por la sonrisa que le haba dedicado Kuroko.
-Bien!-exclamo el peli azul con cierto tono de emocin.
-Eh!-exclamo al entender lo que haba ocurrido.
El rubio volvera a decir algo pero ya era tarde, el y los dems ya se encontraban en la entrada del minimarket, Aomine al ver que Kise se haba detenido en la entrada, no dudo en empujarlo dentro.
-Y as es como se vaca mi cartera-pens para s mismo luego de salir de la tienda acompaado de los otros tres chicos que saboreaban con gusto del helado de vainilla-Bueno por lo menos puedo ver que Kurokocchi tambin disfruta del pequeo regalo-pens observado de reojo al menor mientras que en su rostro se formaba una amplia sonrisa.
Kise, Kuroko, Aomine y Murasakibara estuvieron fuera de la tienda por varios minutos ms, mientras terminaban sus helados y las otros dulces cortesa de Murasakibara, mientras conversaban de trivialidades y obviamente de baloncesto.
Unas horas ms tarde, luego de despedirse de Murasakibara y Aomine, Kise y Kuroko caminaban por la acera en direccin a la casa del peli celeste, como haban acordado con anterioridad.
-Kise-kun, Qu queras decirme?-cuestiono Kuroko interrumpiendo el silencio que haba entre ellos, ya que para ser sincero estaba completamente curioso y tambin tena una mescla de ansiedad y nervios.
El rubio que hace unos momentos se encontraba tranquilo al escuchar la pregunta de Kuroko comenz a tartamudear, hacindole imposible al peli celeste entenderlo.
-Lo siento, no comprend-hablo luego de tratar de analizar los balbuceos del rubio y no lograr entenderlos.
Kise suspiro, aquello sera ms difcil de lo que haba imaginado, ahora comprenda a la perfeccin por que las chicas que se le declaraban se ponan rojas como tomates maduros.
-Lo siento-se disculp apartando la mirada de los orbes celeste-esto es ms difcil de lo que crea, puedes darme algunos minutos ms para ordenar lo que tengo que decirte-pidi esta vez observando los orbes contrarios que tambin lo observaban.
Kuroko asinti.
Y as ambos chicos siguieron caminando en silencio. Luego de algunos minutos, Kuroko se detuvo frente al portn de su vivienda.
-Kise-kun-llamo la atencin de su acompaante al ver que este haba seguido su camino.
El rubio se detuvo y volteo mirando confundido al peli celeste.
-Esta es mi casa-aviso al ver el rostro del rubio-si gustas puedes pasar-lo invito con una sonrisa.
-Eh… Tus padres no dirn nada?-cuestiono observando la vivienda-ya es tarde-le record ahora mostrndole el reloj de su celular.
-No te preocupes, mam y pap estn en un viaje de negocios no llegaran hasta dentro de una semana-aviso con naturalidad sorprendiendo a Kise.
-Entonces est bien-acepto siguiendo al peli celeste dentro de la vivienda, aquello de los padres le haba preocupado, Cmo era posible que Kuroko se quedara solo en esa enorme casa?, Quin cocinaba?, si el chico pareca tan indefenso.
-Quieres algo de comer?-cuestiono Kuroko apartando de sus pensamientos al mayor.
-Eh… claro-trato de sonrer-Por cierto Kurokocchi, Quin te prepara la comida?-cuestiono al ver que el menor entraba a la cocina.
-Yo mismo preparo mi alimento-contesto desde la cocina.
-Y No tienen a nadie que te cuide mientras tus padres estn de viaje?-volvi a cuestionar esta vez preocupado.
-Mis padres dicen que tengo la edad suficiente para cuidarme solo-contesto entrando nuevamente a la sala con dos tazones de cereal y yogurt-pero tambin le dijeron a mi ta que vive a dos casas de aqu, que viniera de vez en cuando para cerciorarse de que todo est bien y en orden-finalizo sentndose en uno de los sillones, luego de dejar los tazones sobre la mesa de centro-Bueno ahora que ya sabes todo eso, yo tambin quiero decirte algo-agrego mirando los orbes dorados.
Kise al escuchar aquello lo miro sorprendido, pero antes de que pudiera decir algo, Kuroko se le adelanto.
-Kise-kun, t me gusta-confeso tan directo como siempre, pero esta vez haba algo distinto, el peli celeste haba bajado la vista y tena el rostro teido de un notorio rojo.
-Qu?!-exclamo con un tono de sorpresa.
Kuroko esta vez levanto la vista.
-Me gustas, Kise-kun-volvi a repetir ganndose que su rostro se volviera an ms rojo-Te molesta?-cuestiono esta vez con un poco de tristeza en la voz.
Kise esta vez analizo con mayor atencin lo dicho por Kuroko, como aquel chico poda ser tan directo!.
-No, no me refera a eso-se apresur a decir al escuchar las ltimas palabras del peli celeste.
-Entonces?-cuestiono esta vez confundido.
Kise solt una pequea risita.
-Lo que me ocurre es que todo este tiempo estuve tratando de decirte aquello, por lo tanto me sorprendi de sobre manera que t lo pudieras decir de manera tan natural y directa-aclaro mirando con un leve sonrojo el de orbes celestes.
El peli celeste suspiro con alivio.
-Eso quiere decir que yo tambin te gusto?!-cuestiono esta vez con cierto tono de emocin en la voz.
-S Kurokocchi, t me gustas desde que jugamos juntos contra Komagi-se sincer con una amplia sonrisa-bueno puede que suene tonto y algo cursi-mientras deca aquello Kise se rasco la nuca con nerviosismo mientras trataba de observar cualquier punto del piso-pero no poda dejar de pensar en ti desde entonces…-continuara pero unos suaves labios lo silenciaron sin previo aviso.
Kise abri sus ojos a ms no poder por la sorpresa que le haba proporcionado los labios del menor, sonri internamente al sentir como Kuroko mova su boca torpemente sobre la suya, as que sin querer perder ms tiempo tomo el control del beso para as saborear con mayor claridad aquel exquisito sabor que tenan aquellos provocadores labios.
Cuando llevaban algunos segundos, el aire le hiso falta a ambos, se separaron lentamente llevndose una grata sorpresa por parte de Kise y una muy vergonzosa para Kuroko, ya que durante el beso ninguno de los dos se haba dado cuenta de que al tratar de acomodarse, el peli celeste haba terminado sentado sobre el regazo del rubio.
-L…Lo siento, N…No qui…-pero no pudo terminar de hablar ya que sus labios fueron aprisionados nuevamente por los de Kise, el cual esta vez tena las intenciones de que el beso fuera ms apasionado.
El rubio mordi con suavidad el labio inferior de Kuroko, haciendo que este soltara un jadeo, lo cual aprovecho para introducir su lengua y as saborear cada rincn de la cavidad contraria, extasindose con el sabor contrario. Jams haba tenido aquella necesidad de poseer con tanta urgencia algo, hasta esos momentos, quera hacer suyo a Tetsuya, marcar cada centmetro de aquella piel para que todos supieran que tena dueo y deleitarse con cada gemido en el proceso.
El aire les hiso falta a ambos por segunda vez, ambos se separaron despacio, pero Kise no quiso detenerse ah, y aun jadeante por la falta de oxgeno, descendi repartiendo besos y una que otra lamida, desde la comisura de los labios contrarios hasta el cuello y los hombros, donde esta vez mordi suavemente la miel, saba muy bien que aquello dejara una marca ms tarde.
Sonri ampliamente al ver que sus estimulaciones comenzaban a hacer efecto, ya que el peli celeste con cada toque de su lengua comenzaba a lanzar pequeos suspiros y jadeos, bastante excitantes a criterio de Kise.
-Kuro… E…En qu direccin s…se encuentra tu h…habitacin?-cuestiono entre cortado, ya que los jadeos de Tetsuya comenzaban a hacer estragos en su cuerpo.
-L…La puerta q…que este frente a l…la escalera-contesto entre cortada por los jadeos.
-Bien-y sin decir ms, se levant del silln, tomando a Kuroko estilo nupcial.
Kise no dudo en comenzar a caminar hacia la habitacin sealada por Kuroko, y en cuestin de minutos se encontraba entrando al cuarto, el recorrido le haba resultado fcil, ya que el peli celeste era bastante ligero. El rubio camino hacia la cama y deposito suavemente a Tetsuya sobre esta, para enseguida y sin perder tiempo acomodarse sobre este.
-K…Kise-kun-jadeo el peli celestes al verse recostado sobre su cama, pero antes de que pudiera decir algo ms, sus labios volvieron a ser atrapados por la boca contraria, pero esta vez no era solo un beso, ya que las manos del rubio comenzaron a colarse por entre la camisa contraria delineando el suave y levemente marcado abdomen de Kuroko.
Kuroko se tens, aquello era nuevo para l, pero a pesar de tener temor, no quera que el rubio se detuviera, as que decidio dejar de pensar y entregarse a las exquisitas sensaciones que comenzaba a sentir. Solt un jadeo ms audible al sentir que los labios de Kise, se apoderaban de una de sus botones rosados… En qu momento haba desabrochado su camisa?... sus pensamientos se quedaron en el aire al sentir como Ryouta lamia y pellizcaba suavemente aquellos botoncitos de carne, utilizando la boca en uno y la mano en el otro.
Luego de algunos segundos estimulando los botoncitos rosados de Kuroko, Kise decidio dejarlos a un lado y comenzar a descender hasta llegar al pantaln, donde pudo apreciar una clara ereccin. El rubio sonri, para levantar la vista y encontrarse con los orbes celestes, en los cuales se reflejaba temor.
-Kurokocchi, no tengas miedo-Kise sonri clidamente para tranquilizarlo-no are nada que tu no quieres-agrego inclinndose para esta vez besar tiernamente los labios contrarios.
El peli celeste suspiro, para luego asentir en consentimiento para que Kise continuar. El rubio al ver esto sonri y volvi a descender repartiendo besos y lamidas por el abdomen. Cuando llego al pantaln, enseguida desabotono y bajo con cuidado la prenda junto a la ropa interior dejndola caer al suelo.
-No te muevas-le recomend para tomar con cuidado el erecto miembro de Kuroko, lo cual hiso que el peli celeste se tensara-reljate-y enseguida escucho un suspiro proveniente del cuerpo bajo suyo.
Kise sonri y sin perder ms tiempo, introdujo el miembro contrario dentro de su boca, para enseguida comenzar a saborearlo como si de un dulce se tratara. Los gemidos de Kuroko no se hicieron esperar, excitando de sobre manera al rubio, el cual aumento los movimientos de su boca y lengua.
-K…Kise-kun!, Voy a…!-exclamo, pero no pudo terminar la frase ya que llego al orgasmo entre un sonoro gemido, expulsando su semilla en el interior de la boca del rubio-L…Lo lo siento-se disculp al ver como el de orbes dorados se incorporaba.
El rubio sonri para enseguida tragarse el lquido que tena en el interior de su boca.
-No te preocupes, eres dulce-Kise sonri ampliamente, sonrojando hasta las orejas a Kuroko-ahora Kurokocchi, podemos continuar?-cuestiono inclinndose para besarlo, ganndose un asentimiento con la cabeza por parte del peli celeste.
Kise acorto la distancia entre ellos con un beso igual de apasionado que los anteriores. Cuando terminaron el beso por falta de oxgeno el rubio se levant del lecho, se despoj de sus pantalones y su ropa interior bajo la atenta mirada del peli celeste, el cual al observar la vista frente a l se sonrojo a ms no poder.
El rubio al ver esto sonri ampliamente, volvi a subirse a la cama y as acomodarse entre las piernas de este. Introdujo tres de sus dedos dentro de su boca para lubricarlos.
-Kurokocchi, no te muevas-pidi luego de retirar sus dedos, se inclin para besar los labios contrarios y procedi a llevar uno de los dgitos a la entrada del peli celeste.
El de orbes celestes al sentir como aquel dedo se introduca en su interior se tens de inmediato, jadeando con algo de dolor.
-Kise… duele-jadeo.
-Relaje Kurokocchi-pidi besando nuevamente los labios contrarios para calmarlo.
El peli celeste correspondi el beso y decidio hacerle caso al rubio. Y as, entre besos y carias por parte de Kise, en su interior ya se encontraban tres dedos, los cuales se deslizaban perfectamente dentro y fuera.
-K…Kise-kun-jadeo-quiero sentirte dentro de m-dijo entre gemidos de placer por los movimientos en su entrada.
-Hai-respondi el rubio para enseguida incorporarse, retirar los dedos con cuidado del interior del peli celeste, y posicionar su miembro bastante erecto en la entrada contraria-No te mueves-le pidi para comenzar a deslizarse poco a poco y con dificultad dentro del interior de Kuroko.
El peli celeste se tens de dolor e incomodidad al sentir la intromisin en su entrada.
-K…Kise… d…duele-aviso con la respiracin entre cortada.
-K…Kuroko…cchi, reljate-pidi al ver que cada movimiento era dificultoso-o te doler ms-le aviso para enseguida inclinarse y besar los labios contrarios para relajarlo.
Poco a poco sinti como el peli celeste se relajaba, y as finalmente logro entrar por completo en el interior de este, con un gemido ronco, pero con lo que no contaba era que de los orbes celestes comenzaran a salir lgrimas de dolor.
-K…Kurokocchi, reljate-pidi nuevamente para besarlo tiernamente-pronto comenzaras a disfrutar-le hiso saber sonrojando de sobre manera al peli celeste.
Kuroko se dej llevar por los tiernos besos que Kise le regalaba, ya que con aquellos besos y lamidas que reparta ahora por su cuello, lograba olvidarse poco a poco del dolor que senta, y en pocos minutos se encontraba moviendo las caderas para sentir placer.
El rubio al ver esto sonri ampliamente, tomo las caderas del menor y comenz un suave vaivn, logrando que de la garganta del peli celeste salieran varios gemidos que dejaban en claro el placer que comenzaba a sentir.
-R…Ryouta… mas ahhh, rpido…-pidi entre gemidos, luego de algunos minutos, ya que deseaba sentir ms de las estocadas que comenzaban a volverlo loco.
-Sera un placer-respondi el rubio, para afirmar con un poco ms de fuerza las caderas contrarias y comenzar un vaivn un poco ms fuerte.
Y as continuaron aumentando la velocidad del vaivn de caderas, hasta convertirlas en estocadas que cada vez llegaban ms profundo dentro de Kuroko.
El peli celeste comenz a sentir un calor en su bajo vientre, el cual le avisaba que pronto llegara a su clmax, Kise se dio cuenta de esto y con una de sus manos comenz a masturbar el miembro contrario, ya que l tambin estaba al borde del orgasmo.
-V…Voy a correrme…-exclamaron a coro Kuroko y Kise, el peli celeste solt su semilla en su vientre y camisa del mayor y el rubio se vino en el interior del de orbes celeste.
Al terminar Kise, sali con cuidado del interior de Kuroko y se dej caer a su lado, para as regular su respiracin.
-Kurokocchi, te quiero-confeso con una amplia sonrisa.
-Y yo a ti, Kise-kun-respondi el peli celeste tambin sonriendo, para enseguida sentir como sus labios eran aprisionados suavemente por los del rubio en un tierno y dulce beso.
Cuando terminaron de besarse, el rubio corri las cobijas y se recost acomodando el cuerpo de Kuroko junto al de l.
-Buenas noches Kurokocchi-se despidi al ver que los ojos de Kuroko se comenzaban a cerrar lentamente por el sueo que comenzaba a apoderarse de l.
-Buenas noches-logro articular antes de caer rendido.
Kise sonri ampliamente y decidio dejarse llevar por el sueo.
---A la maana siguiente---
El sol ilumino por completo la habitacin del Kuroko, dejando ver la cabellera de color celeste y dorados entre las cobijas del lecho. Tetsuya se removi incmodo y al recordar que era da de escuela se incorpor sintiendo un agudo dolor en la espalda baja.
-Kurokocchi, Qu tu sucede?-cuestiono preocupado incorporndose igual que el peli celeste.
-Llagaremos tarde a clases-respondi con una mueca de dolor.
-Porque no faltamos por hoy-le propuso ya que saba muy bien que Kuroko y l era buenos alumnos, por lo tanto faltar solo un da no les perjudicara en nada-adems con lo que ocurri anoche ser difcil que camines con normalidad.
En el rostro de Kuroko se form un notorio sonrojo al recordar lo que haba ocurrido la noche anterior, y al intentar escapar de la mirada dorada, se cubri nuevamente con las cobijas, aunque en su rostro se haba formado una amplia sonrisa al saber que el rubio lo quera tanto como l.
-Vamos Kurokocchi, no te escondas-le pidi tratando de quitarle las cobijas.
-Bien, pero volvamos a dormir y ms tarde…
-Salimos a nuestra primera cita-lo interrumpi con una amplia sonrisa, el peli celeste al escucharlo volteo encontrndose con la mirada del rubio-Bueno, puede que suene tonto decirlo ahora, que ya ocurri lo de anoche, pero… Kurokocchi, Quieres ser mi novio?-cuestiono observando los orbes celestes.
-Hai-respondi con una amplia sonrisa, ganndose as un beso y un clido abrazo por parte de Kise, el cual fue correspondido con gusto por Kuroko.