One-shot`s: Todos x Kuroko. por Natsuki Miu

Declaración: -“Los personajes no me pertenecen son propiedad de Tadatoshi Fujimaki”-.

One-shot nº15: -Algo más que primos-. Para: Elineko Chibi No Kokoro.

Pareja: Mayuzumi Chihiro x Kuroko Tetsuya.

Géneros: Romántico, AU.

Advertencias: Incesto, Lemon.

El cielo nocturno estaba repleto de nubarrones que pronto dejarían caer una tormenta en la ciudad de Tokio y en la mansión Mayuzumi esto poco le importaba al más pequeño de la familia, ya que este se encontraba corriendo de aquí para haya sosteniendo entre sus manos una pequeña avión de madera.

-Ten cuidado, no vayas a tropezar-  exclamo la señora Mayuzumi con una cálida sonrisa mientras que observaba a su pequeño correr de aquí para haya en la sala.

-No te preocupes mamá, tendré cuidado-  la tranquilizo el pequeño Mayuzumi Chihiro, un niño de 7 años, cabellos plateados como los de su padre y orbes plateados que había heredado de su madre.

Y así, Chihiro volvió a concentrarse en manejar la pequeña avión y su madre nuevamente se centró en la televisión que se encontraba enfrente.

-Buenas noches-  saludo el señor Mayuzumi entrando a la habitación.

-Buenas noches querido-  saludo la rubia de orbes plateados observando a su marido con una sonrisa.

-¡Papá!-  grito el menor para enseguida correr para lanzarse a los brazos de su progenitor, siendo recibido con mucho gusto por este  -¡juega conmigo!-  exclamo con emoción para enseguida tirar de la camisa de su padre para que este se moviera hacia la alfombra donde tenía esparcido todos sus juguetes.

-Claro, Claro-  respondió el mayor disponiéndose a caminar hacia el lugar indicado, pero el sonido del teléfono fijo hiso que el señor Mayuzumi tuviera que bajar al niño  -contestare y vendré enseguida-  le hiso saber a su pequeño retoño al ver el tierno mohín que realizaba el menor.

-Bien-  respondió cruzándose de brazos en señal de clara molestia.

-Chihiro, juega conmigo-  le ofreció su madre.

-¡No!, yo quiero jugar con papá-  respondió saliendo de la habitación para seguir a su padre, quien ya conversaba por el aparato.

-¿En serio?-  cuestiono con cierto tono de emoción el mayor  -Es un pequeño niño… claro Naori* y yo salimos enseguida en dirección al hospital, a Chihiro le dará mucho gusto conocer a su primito… ¿En qué hospital me dijiste que te encontrabas?... bien vamos enseguida…-  y luego de aquello el contrario corto la llama.

-¿Qué ocurrió con mi primito?-  cuestiono con una extraña mescla de curiosidad y preocupación, después de todo solo había logrado escuchar la palabra primo.

-No ocurrió nada malo-  lo tranquilizo el mayor para enseguida alzarlo  -es todo lo contrario, hoy al fin lo conoceremos, por lo tanto hay que salir rumbo al hospital Shiroyama-  respondió con una cálida sonrisa.

-¡Hai!-  respondió con una amplia sonrisa el menor, al fin podría conocer al bebe que se escondía detrás de la enorme barriga que hasta ayer cargaba su querida tía Rin*.

Y así, luego de abrigarse con unas chaquetas, gorros y bufandas-dado el clima-, toda la familia subió al vehículo del señor Mayuzumi y partieron rumbo al hospital donde conocerían al nuevo integrante de la familia.

>>> *** <<<

El viaje transcurrió en completo silencio, ya que Chihiro se encontraba ansioso y no se había movido ni siquiera un centímetro del lugar donde se encontraba sentado imaginándose como seria su pequeño primo, ¿qué color de ojos tendría?, ¿se parecería a la tía Rin o al tío Kuroko?, ¿Seria niño o niña? (N/A: No escucho a su padre decir el sexo del recién nacido), esas y muchas preguntas más se encontraban revoloteando en su mente, hasta que su madre le indico que descendiera del vehículo.

Las gotas de lluvia se habían dejado caer hace tan solo unos segundos atrás, por lo tanto el señor Mayuzumi no perdió tiempo y abrió una sombrilla para colocarla sobre su esposa e hijo.

-¿En qué habitación se encuentran?-  cuestiono la señora Mayuzumi tomando la mano de su pequeño retoño para enseguida comenzar a caminar hacia el interior de la institución.

-No lo sé-  respondió el peli-plateado mayor  -debemos preguntarle a la recepcionista-.

Chihiro por su parte observaba en todas las direcciones, jamás había estado en aquel hospital o por lo menos no que recordara, siempre se había caracterizado por ser saludable y si tenía algún problema era atendido en casa o en otro centro médico, por lo tanto no dudo en tomar con un poco más de fuerza la mano de su madre y la siguió en silencio.

-Buenas noches-  saludo el señor Mayuzumi una vez que se encontraba enfrente del mesón donde se encontraba una enfermera revisando varios documentos.

-Buenas noches-  respondió la recepcionista de cabellos negros  -¿en que los puedo ayudar?-  cuestiono amablemente.

-¿Quisiera saber en qué habitación se encuentra Kuroko Rin?-  cuestiono el peli-plateado observando al mujer frente a él.

-Enseguida-  sin demora la recepcionista introdujo el nombre de la paciente en la computadora  -Maternidad, piso 3, habitación 201-  respondió dedicándole una cálida sonrisa al señor.

-Gracias-  respondió el señor Mayuzumi para enseguida comenzar a caminar junto a su señora y Chihiro en dirección al ascensor.

-¿Papá, Mamá, falto mucho para llegar?-  cuestiono luego de todo el viaje, su pequeño corazoncito latía descontrolado en el interior de su pecho, no podía esperar para ver a aquel pequeño niño o niña que cada vez que le hablaba se removía en el interior del vientre de su tía y que debes en cuando le golpeaba la mano o el rostro al acercarse mucho.

-No, ya estamos cerca-  le respondió su madre con una cálida sonrisa  -al fin conoceremos al nuevo integrante de la familia-.

-¡Hai!-  respondió con una enorme sonrisa para enseguida ver como las puertas del ascensor se abrían avisando de que se encontraban en el piso adecuado.

Y así, Mayuzumi y sus padres se dirigieron a la habitación que la enfermera les había indicado.

Entraron a la habitación y la señora Mayuzumi no pudo evitar soltar la pequeña mano de Chihiro para de una vez, saludar a su hermana que por primera vez era madre. El señor Mayuzumi no se quedó atrás y saludo a su cuñada y a su amigo. El único que se había quedo estático en aquella habitación era el pequeño peli-plateado, el cual no apartaba la vista del pequeño que se encontraba entre los brazos de su madre, cubierto por una manta color celeste pastel.

-Acércate-  lo animo su madre sacándolo de su transe, mientras que le acariciaba el cabello suavemente.

-Ven a saludar a tu pequeño primo-  le animo esta vez la señora Kuroko con una cálida sonrisa.

-¿Primo?-  cuestiono Chihiro acercándose con paso lento hacia la cama.

-Así es-  respondió esta vez el señor Kuroko con una sonrisa  -es un pequeño varoncito-  agrego sin dejar su sonrisa de felicidad.

Al fin había llegado junto a la cama, pero había un problema, la camilla era demasiado alta para él, por lo tanto el padre de Chihiro no dudo en levantarlo para dejarlo sentado al borde del lecho.

-¿Puedo… verlo?-  cuestiono tímidamente acercándose un poco más hacia su tía.

-Claro-  respondió sin dejar su sonrisa cálida.

Mayuzumi al escuchar aquello no dudo en sonreír ampliamente y ahora con un poco más de confianza se acercó al pequeño bebe, el cual se encontraba con sus orbes cerrados, pero su color de cabello se podía apreciar claramente, eran idénticos a los de su padre.

-¿Cómo se llamara?-  cuestiono con una amplia sonrisa acariciando suavemente la mejilla del recién nacido.

-Tetsuya-  respondió la madre  -Kuroko Tetsuya…

-Tetsu-chan-  exclamo Chihiro con una sonrisa y en ese preciso momento él bebe abrió sus orbes, dejando que el peli-plateado pudiera apreciar aquel hermosos color.

-“Celestes como el cielo”-  aquel pensamiento surco su menta enseguida.

-Vez, Tetsuya también quería concerté-  le hiso saber la señora Kuroko sacando a su sobrino de sus pensamientos.

Mayuzumi no demoro en darse cuenta de lo que quería decir su tía, ya que el pequeño Tetsu-chan había levantado una de sus diminutas manitos, como si esperara a que el contrario lo saludara.

El peli-plateado no demoro en observar a su tía.

-Adelante, salúdalo-  le ánimo Rin.

Mayuzumi aun temeroso decidio estirar su mano mientras que el pequeño Tetsuya lo observaba curioso entre los brazos de su madre.

Solo vasto un pequeño rose para que el pequeño peli-celestes atrapara uno de los deditos de Chihiro, mientras que hacia una pequeña mueca, la cual Mayuzumi interpreto como una sonrisa, su corazón se aceleró a mas no poder en el interior de su pecho y un pronunciado sonrojo se apodero de sus mejillas.

-“Desde hoy en adelante, Tetsu-chan…”-  sonrió ampliamente al sentir como el menor apretaba un poco más su dedo  -“Siempre te protegeré…”

>>> *** <<<

Y de eso, ya han trascurrido exactamente 18 años, por lo tanto ahora… Chihiro con 25 años de edad ya había terminado la universidad y se encargaba de administrar la empresa de su padre, mientras que Tetsuya se había graduado de la secundaria y comenzaba su primer año de universidad…

Por lo tanto aquellos 18 años que habían pasado juntos -al ser primos- logro que Mayuzumi y Kuroko se volvieran inseparables, se protegieran el uno al otro y que debes en cuando se celaran, ya sea porque una niña jugaba mucho tiempo con Tetsuya o porque el menor de ambos encontraba chocolates caseros en el bolso de Chihiro… pero aquello simplemente era porque se querían, sus familias eran unidad y ambos pasaban casi todo el día juntos o eso era lo que el peli-plateado pensaba que sentía el peli-celeste.

Ya que Chihiro por su parte y después de mucho pensarlo, cuando cumplió sus 22 años comenzó a darse cuenta de que ya no miraba a su pequeño primo como tal, sino de una forma completamente distinta, en ocasiones se descubría pensando todo el día en el menor, en lo tierno y guapo que se había vuelto con el tiempo y algunas cosas de las cuales se avergonzaba profundamente… y aquello le molestaba, ¿Cómo era posible que pudiera sentía amor  -en el sentido romántico de la palabra-  por un familiar y peor aún, por su primo?, ¿por el chico que había visto crecer a su lado?...

Y pues ya habían pasado 3 años desde que había descubierto sus verdaderos sentimientos hacia Kuroko, ya no quería al chico como su primo, sino como pareja, quería tenerlo, recorrer cada centímetro de aquella piel blanquecina, que este g… y ahí estaban de nuevo aquellos deseos que con un Tetsuya, ya de 18 años viviendo con él  -¡sí! con él-  no se le hacía fácil controlar.

Pues Tetsuya había decidido mudarse con él, poniendo como excusa  -“que la universidad a la que asistía quedaba cerca”-  lo cual era cierto, pero aunque el peli-plateado había decidido colocar un poco de distancia mudándose a un departamento, de igual forma Kuroko se las había ingeniado para convencer a sus padres para que lo dejar mudarse con su primo…

-Bien, este ya está listo-  informo Mayuzumi cerrando el libro de contabilidad y enseguida estiro su cuerpo adolorido por estar sentado todo aquel largo y agotador día.

-Entonces ya no hay nada más que revisar-  le informo la secretaria del peli-plateado tomando el libro mientras que le sonreía ampliamente a su jefe.

-¿En serio?-  cuestiono sin creérselo.

-Así es-  respondió la rubia de orbes celestes  -Por cierto, Mayuzumi-sama…

-Solo dime Mayuzumi, te lo he dicho un millón de veces-  la interrumpió dedicándole una cálida sonrisa.

-L-Lo siento-  se disculpó sonrojándose ampliamente.-

El peli-plateado volvió a sonreír.

-Y bien, ¿Qué querías decirme?-  cuestiono ahora curioso.

-Bueno, Yo…-  dudo un poco, suspiro y decidio continuar  -yo me estaba preguntando si podríamos salir un día de estos, digo, no como jefe y empleada, sino como amigos, o tal vez…

Una suave toz no demoro en llamar la atención de los únicos ocupantes de la oficina.

-¿Kuroko?-  cuestiono algo sorprendido el peli-plateado al divisar al peli-celeste apoyado contra el marco de la puerta.

-…-  el menor no respondió y solo observo a los ocupantes de la habitación con el ceño fruncido.

-Bueno, creo que yo me retirare, buen trabajo Mayuzumi-san, nos vemos mañana-  y con aquello dicho decidio salir de la habitación.

-Nos vemos-  se despidió Mayuzumi.

La secretaria paso junto a Kuroko con la cabeza gacha y apretando el libro contra su pecho.

-Ni lo sueñes, Mayuzumi es mío-  susurro el menor al ver como la chica pasaba a su lado.

Aquella frase, mejor dicho la voz gélida con la que el peli-celeste le había dicho aquello, hicieron que la rubia se detuviera unos segundos para enseguida retomar su camino con algo de miedo.

-Otra secretaria que se te insinúa-  exclamo el menor entrando de una vez por todas a la habitación.

-No es así-  respondió Mayuzumi  -solo quería salir como amigos…

-Ja-  Kuroko no demoro en soltar una risita irónica  -y crees que yo nací ayer-  agrego observando con el ceño fruncido al contrario.

Una sonrisa rápidamente afloro en los labios de Mayuzumi.

-Realmente no comprendo a que se debe esta actitud repentina-  exclamo divertido.

-Actitud, ¿Qué actitud?-  cuestiono asiéndose el desentendido y levantándose del lugar donde había decidido sentarse mientras que veía como su primo arreglaba los últimos papeles sobre su escritorio  -además… apresúrate, tengo hambre-  exclamo para enseguida salir de la habitación.

El peli-plateado ensancho su sonrisa y decidio seguir al peli-celeste rumbo al ascensor.

>>> *** <<<

El trayecto a casa transcurrió en un tranquilo silencio, que en cierto modo molestaba al menor.

-¿Me dirás que fue lo que te molesto tanto?-  cuestiono Mayuzumi una vez que había aparcado el automóvil en el estacionamiento del edificio donde se ubicaba el departamento.

-No estoy molesto-  respondió tajante el menor para enseguida disponerse a bajar del vehículo, pero fue sujetado por la muñeca.

-Mientes, te conozco mejor que nadie-  respondió repentinamente serio el peli-plateado logrando que el rostro de Kuroko se tiñera de un leve sonrojo.

Y ahí estaba, al límite de su autocontrol, solo aquel color en las mejillas contrarias podían despertar todos y cada uno de los sentimientos que había reprimido por todos aquello años junto a Kuroko, ahora realmente se encontraba en su límite, por lo tanto y sin medir consecuencias, Chihiro acorto la distancia entre ellos con un beso…

Mientras que Kuroko no podía creer aquello, ¿realmente su primo lo estaba besando?, su rostro se tiño de un rojo aún más pronunciado, ¿Cuántas veces había imaginado besar aquello labios?, ¿Cuántas veces había imaginado sentir aquella calidez? Por lo tanto y sin querer esperar más, cerró sus orbes y se dispuso a corresponder el beso…

¿Realmente soportaría que Tetsuya lo odiara?... al pensar aquello Mayuzumi no dudo en separarse del peli-celestes…

-Por favor no me odies-  y sin decir más el peli-plateado salió del auto lo más rápido que podía, dejando a un choqueado Kuroko atrás.

-¿Odiar?, ¿Por qué?-  se cuestionó y aun sin creerse del todo lo que había ocurrido, el  peli-celeste se dispuso a seguir al mayor dentro del edificio.

Gracias a la velocidad con la que había salido del auto, Mayuzumi fue el primero en entrar al ascensor, por lo tanto también fue el primero en llegar al piso donde se encontraba el departamento.

Abrió la puerta y sin siquiera prender alguna luz, se dirigió a su habitación,  -¿Qué era lo que acababa de hacer?-  suspiro con pesar para enseguida escuchar como la puerta del departamento volvía a abrirse.

-¡Mayuzumi!-  grito el menor, el departamento era bastante amplio y quería encontrar a su primo lo antes posible  -“En su habitación”-  se dijo así mismo y sin dudarlo comenzó a caminar hacia la última puerta al final del pasillo.

No estaba con seguro, encendió la luz y encontró al peli-plateado sentado en el lecho abrazando sus piernas y con su rostro oculto entre las rodillas y el pecho.

-¿Por qué el beso?-  cuestiono esperanzado.

-Realmente lo siento-  respondió el peli-plateado  -no quiero que me odies por todos y cada uno de los sentimientos que tengo por ti-  agrego sin salir de aquella posición.

-¿Sentimientos?-  cuestiono  -porque te odiaría, si sé que me quieres como tu primito-  aquello le dolía, le dolía mucho, él quería a Mayuzumi como su pareja no como un familiar…

Mayuzumi levanto el rostro, el peli-celeste se encontraba a solo unos pasos delante de él, por lo tanto y casi por instinto se levantó del lecho y lo estrecho contra su pecho.

-Tetsuya-  aquello sorprendió al menor, Mayuzumi desde hace mucho que lo había dejado de llamar de esa forma  -por favor deja que diga todo lo que tengo que decirte, si después no quieres hablarme o verme, lo entenderé… pero por ahora, deja que me desahogue-  pidió aun sin soltar al menor.

-Mayuzumi, me estas asustando-  exclamo el menor abrazando como podía al peli-plateado dado la presión que el mayor ejercía  -eso sí-  sin lastimarlo.

Su corazón latía desenfrenado en el interior de su pecho, por lo tanto decidio suspirara, llenarse de valor y de una vez por todas soltar aquellos sentimientos, los cuales cada vez que tenía a Kuroko a centímetros de él se desbordaban y que con el tiempo se habían vuelto más difíciles de controlar, hasta esa noche, en la cual no podría volver a atrás.

-Kuroko, yo te quiero…

-Yo también te quiero-  respondió el menor interrumpiendo al contrario.

-No… yo no te quiero en el sentido que tú crees, yo te quiero de una forma distinta, yo te quiero en el sentido romántico de la palabra, me gustaría convertirte en mi pareja, me encantaría besar todos los días aquello labios que probé por primera vez hoy, ya que tu realmente me gustas, me gustas desde hace mucho tiempo, siempre has sido tú el único que ha logrado hacer que mi corazón lata descontrolado y que mi estómago se llene de una extraña sensación-  suspiro  -no sabes lo feliz que me hacías cada vez que me reclamabas por los chocolates en mi bolso el día de san Valentín o cada vez que una chica se acercaba a mí, más de la cuenta… pero pese a todo, sé que estoy mal, eres mi primo, el hijo de la hermana de mi madre, parte de mi familia, no debería sentir esto que siento por ti, pero creo que uno no elije de quien se enamora, uno no manda en el corazón y mi corazón decidio fijarse en ti, en una persona amable, cariñosa, con más virtudes que defectos…

Y no término de hablar, ya que una repentina humedad en su hombro hiso que se separar de Kuroko, dándose cuenta de que el menor tenía los orbes celestes inundados en lágrimas.

-Yo… Yo…-  ni siquiera podía hablar, escuchar todo aquello de la persona que él también amaba, lo había sobrepasado, haciéndolo llorar de felicidad su corazón se sentía dichoso  -M…Mayuzumi…

-Lo siento, si no quieres volver a verme lo entiendo-  con delicadeza seco las lágrimas del rostro de Kuroko, la cuales aún seguían cayendo y se dispuso alejarse, pero este vez Kuroko fue el que lo detuvo.

-N…No te soltare… hasta que me… e…escuches-  logro decir aun entre llantos, por lo tanto decidio tomar con un poco más de fuerza la muñeca de Mayuzumi para que este no escapara, mientras que el trataba de controlar su llanto que aunque el otro no lo supiera, era de felicidad.

Estuvieron varios minutos ahí de pie, mientras que el llanto de Kuroko se detenía, por lo tanto una vez que el peli-celeste logro controlarse, decidio hablar.

-¿P…Por qué piensas que te odiaría?-  cuestiono aun hipando el menor mientras que se acercaba lentamente al mayor que observaba el piso  -yo jamás podría odiarte, ni siquiera he pensado en hacerlo, me da exactamente lo mismo si somos familia o no-  al escuchar aquello Mayuzumi levanto el rostro sorprendido  -ya que yo también siento que te quiero más que un simple primo, eres y serás una persona especial para mí, mis celos siempre fueron por esa razón, los de cuando era niño y los de hoy en la oficina, realmente estaba aterrado de que un día llegaras con alguna chica al departamento y me la presentaras como tu novia… por eso hoy cuando me besaste, me sentí realmente feliz y por eso mi llanto, jamás me imagine ser correspondido y ahora que lo soy, siento una calidez en el pecho que nunca antes había sentido y realmente me…-  de sus orbes celeste comenzaron a caer nuevamente lagrimas  -me gusta sentirme de esta forma…

Y el mayor no dudo en estrechar a Kuroko nuevamente entre sus brazos, Mayuzumi se sentía igual o más dichoso que la persona que tenía entre sus brazos, mojando su pecho con aquellas lágrimas de felicidad.

-Tatsu-chan-  Kuroko no pudo evitar a levantar su rostro  -te amo-  agrego el mayor con una sonrisa amplia y sincera, para enseguida y con cuidado tomar el mentón del contrario y acortar la distancia entre ellos con un beso, casto, dulce y repleto de amor.

>>> *** <<<

Aunque en un principio el beso era casto y dulce, en cuestiono de algunos minutos, Mayuzumi no dudo en comenzar a lamer y morder suavemente los labios de Kuroko y así poder abrirse paso al interior del menor, el cual dado los pequeño gemidos que comenzaban a escaparse de su garganta al sentir las caricias sobre su boca, no dudo en abrirla, para de una vez por todas dejar que la lengua de Chihiro recorriera toda la cavidad.

Sus lenguas no dudaron en comenzar a rozarse, comenzando a subir la temperatura de ambos cuerpos, con aquel beso húmedo… pero lamentablemente el aire les hiso falta a ambos, decidiendo separarse del contrario para recuperar el aliento, dejando que unos pequeños hilillos de saliva escurrieran por la comisura de sus labios.

-¿Deseas continuar?-  cuestiono Mayuzumi observando los orbes celestes de Kuroko, después de todo jamás dejaría de preocuparse por su Tetsuya.

-…-  el rostro de Kuroko no demoro en tornarse completamente rojo, sabía muy bien a lo que se refería el mayor y realmente se avergonzaba… pero realmente quería continuar, por lo tanto decidio responder asintiendo con la cabeza.

Una sonrisa afloro en el rostro de Mayuzumi al ver tal gesto.

-Eres realmente adorable cuando te avergüenzas-  susurro sensualmente en el oído contrario y sin ningún pudor lamio el lóbulo de la oreja del peli-celestes y la mordió suavemente, logrando que un pequeño jadeo se escapara de la boca de Kuroko.

El peli-celeste decidio no decir nada a aquello, no quería discutir con Mayuzumi por lo tanto decidio solo dejarse guiar.

Y así entre más besos y carisias por sobre la ropa, el peli-plateado recostó suavemente sobre la cama al peli-celeste posicionándose sobre este, volvió a acortar la distancia entre ellos con un beso demandante mientras que sus manos comenzaban a deslizarse por entre la polera, comenzando a delinear el semi-marcado abdomen del menor, hasta detenerse en uno de los botoncitos rosados.

-Mm~-  Kuroko gimió bajito entre el beso que aún mantenía con Mayuzumi.

-Veo que eres bastante sensible aquí…-  exclamo el mayor separándose solo un poco de los labios contrarios para enseguida acariciara, pellizcar y estrujar una de los botones rosados del menor.

-Ahh~-  fue la única respuesta del menor, el cual no pudo evitar estremecerse al sentir las caricias, ya que Mayuzumi había decidido introducir ambas manos bajo su polera, ocupándose de ambos botones a la vez.

Una sonrisa devoradora afloro en los labios de Mayuzumi, quería poseer aquel cuerpo, marcar cada rincón de aquella blanquecina piel como suya, por lo tanto y sin dudarlo beso nuevamente los labios introduciendo su lengua, saboreo un poco más aquella adictiva cavidad y decidio descender, marcando a su paso aquel cuello con mordidas y besos, las cuales no hacían más que arrancar de la boca de Kuroko suaves gemidos y jadeos.

Una vez que logro su cometido en el cuello del menor, no dudo en descender hasta el pecho de Kuroko, atrapando con sus labios uno de aquello botoncitos rozados, entreteniéndose con ellos hasta colocarlos duros y rojos.

-Mm~-  protesto el menor al ya no sentir las caricias sobre su pecho.

-Veo que esto te está gustando-  comento pícaro al sentir como una erección comenzaba a rozar su pierna.

-N…No digas, c…cosas como e…esa-  exclamo entre cortado mientras que hacia un tierno mohín y su rostro de teñía de un aún más pronunciado sonrojo.

Mayuzumi solo sonrió y decidio dejar de lado los botoncitos rosados para comenzar a descender aún más, hasta que finalmente llego al broche del pantalón, ensancho su sonrisa y sin dudarlo o esperar, desabotono la prenda y la bajo con todo y ropa interior, dejando al descubierto aquella creciente erección.

El peli-celeste que no había perdido detalle de lo que hacía su acompañante, al ver que Mayuzumi lo despojaba de sus pantalones, no dudo en cubrirse con sus manos y polera.

Chihiro al ver esta reacción no dudo en levantar la vista, encontrándose con que en los orbes celestes de Kuroko se apreciaba un claro sentimiento de temor, suspiro, pues ahora estaba más que claro que esa era la primera vez del menor.

-Tranquilo, no are nada que tu no quieras hacer-  no dudo en acercar su rostro al del menor  -ya que solo quiero hacerte sentir bien-  y dicho esto, deposito un tierno beso en la frente de este.

-Yo… Yo…-  su rostro no demoro en teñirse de un intenso rojo  -yo nunca he estado con un chico, es mi primera vez, y estoy asustado…-  se confesó con la voz temblorosa, mientras que algunas lágrimas resbalaban de sus orbes.

Mayuzumi sonrió enternecido.

-Tetsuya…-  junto su frente con la del nombrado  -yo realmente te amo, jamás te forzaría a hacer algo que no quisieras hacer, por lo tanto esperare hasta que estés preparado…

El menor que no había dejado de observar los orbes contrarios al escuchar aquello se tranquilizó, pero un dolor en su parte íntima no demoro en hacerlo soltar un pequeño jadeo.

-Veo que aun estas excitado-  volvió a comentar el mayor, después de todo podía sentir claramente la erección del menor chocar contra su muslo  -será mejor que me dejes ayudarte con eso o comenzara a hacer doloroso y si luego de aquello no quieres seguir, lo entender-  sonrió cálidamente.

Otro punzada de dolor hiso que Kuroko realizar una mueca.

-¿Confías en mí?-  cuestiono repentinamente el mayor, haciendo que Kuroko lo observara.

-Si confió-  respondió sin siquiera dudarlo.

-Entonces deja que me encargue, te prometo que solo te are sentir bien-  sonrió nuevamente para enseguida volver a besar los labios del menor.

Se entretuvo nuevamente saboreando aquella cavidad y luego de algunos segundos comenzó a descender por el abdomen del contrario, con lamidas, besos y mordidas que volvieron a encender al menor que solo soltaba gemidos y jadeos por las carisias.

-Ahhh~-  gimió esta vez más alto que todas las otras veces, se había sorprendido y también había sentido una exquisita corriente eléctrica recorrer la totalidad de su cuerpo, al sentir como la boca de Mayuzumi devoraba de una sola vez su miembro ya bastante despierto.

El peli-plateado al llegar de una vez por todas al bajo vientre de Kuroko, no dudo en introducir por completo aquel miembro ya bastante erecto del menor, logrando que este gimiera alto. Por lo tanto y motivado por lo constante jadeos que le indicaban que lo estaba haciendo bien, comenzó un suave vaivén con su cabeza.

Mayuzumi cada vez lamia y succionaba más rápido aquel miembro, logrando que la habitación se llenara de gemidos mucho más altos de parte del menor, que se sentía en el cielo, ya que las caricias lograban que su cuerpo se llenara de ligeros espasmos que le indicaban que pronto se correría.

-Mayu… voy a…ahh~…-  no termino de decir la frase ya que el orgasmo más exquisito que había tenido en su corta vida (masturbación ¬w¬) llego, corriéndose de una vez por todas dentro de la boca del mayor  -l…lo si…siento-  se disculpó rápidamente al darse cuenta de que no había logrado avisarle a Chihiro.

El peli-plateado no dudo en separarse del miembro contrario y sin ninguna pena trago el líquido que se encontraba dentro de su boca.

-No te preocupes-  el peli-plateado no demoro en responder mientras que limpiaba el resto de sustancia que había escapado por la comisura de su labio  -es una exquisita combinaciones agridulce-  comento con una amplia sonrisa al ver que el menor se había sonrojado de sobre manera.

-¡N…No digas cosas tan v…vergonzosas!-  exclamo para enseguida tirar un almohadón, al rostro de Mayuzumi.

-Solo estoy dando mi opinión-  se defendió el peli-plateado esquivando sin problemas el objeto volador  -y bien, creo que es momento de dormir, debes estar cansando considerando tu primera experiencia sexual-  agrego esquivando otro almohadón.

-No estoy cansado-  se defendió el peli-celestes  -además ya me he mastu…-  no pudo evitar tapar su rostro con sus manos  -eso y creo que no es justo que yo sea el único que se sintió bien…-  señalo el claro bulto en los pantalones del mayor.

-No te preocupes por eso… ya pasara, además no eres el único que soluciona sus pequeños problemas encerrado en el cuarto de baño-  respondió disponiéndose a levantar del lecho.

-Pero…-  no dudo en sujetar al mayor  -yo también quiero hacer sentir bien a Mayuzumi-  el peli-celeste no dudo en observar con un tierno puchero al peli-plateado  -y si para eso tengo que perder mi virginidad, no me importaría hacerlo si es contigo, ya que yo también te amo, Chihiro-  finalizo.

Y nuevamente Mayuzumi se encontraba sobre Kuroko.

-Realmente sabes cómo convencerme, no es así Kuroko-  exclamo el mayor con un pequeño sonrojo en las mejillas y su corazón latiendo a mil por hora al escuchar y ver lo tierno que se veía el menor.

Kuroko sonrió ampliamente y sin dudarlo beso tiernamente los labios del mayor.

-Lo que dije es verdad, por lo tanto se amable conmigo, es mi primera vez-  no demoro en sonrojarse  -así que dime todo lo que tengo que hacer, yo también quiero hacerte sentir bien…-  y aquello fue lo último que pudo decir antes de taparse el rostro con sus manos.

Pese a la excitación que estaba sintiendo, no pudo evitar sonreír enternecido antes las reacciones del menor.

-Primero que nada, no cubras tu rostro, quiero ver todas tus expresiones…-  con cuidado tomo una de las manos del menor para retirarlas del rostro contrario  -segundo debo prepárate, por lo tanto deberás voltearte, así será más fácil y menos doloroso-  respondió con una cálida sonrisa.

-Hai-  decidio decir el menor y con su rostro aun rojo como tomate maduro, decidio acatar las órdenes del mayor.

En cuestión de segundos, Kuroko se encontraba con el rostro apoyado en el cobertor y sus caderas alzadas.

Mayuzumi trago grueso, como se podría controlar al ver tan excitante escenas frente a sus ojos, suspiro para llenarse de todo el autocontrol que sabía que aun tenia y decidio proseguir con la preparación, realmente agradecía tener en su mesita de noche un pequeño bote de lubricante, deposito una gran cantidad del líquido transparente sobre tres de sus dedos y con cuidad comenzó a rosar la entrada del menor, el cual se estremeció enseguida con el extraño tacto.

-Jamás te lastimaría, por lo tanto no tienes nada de que temer-  susurro inclinándose para quedar cerca del rostro del contrario.

Y así, con un poco más de caricias, decidio comenzar abrirse paso en el interior del menor, siendo recibido por un lugar estrecho y extremadamente cálido.

-Mm~-  suspiro el menor al sentir la intromisión, aunque no era doloroso gracias al lubricante se sentía extraño.

Mayuzumi al predecir esto comenzó a repartir besos, lamidas y uno que otro mordisco en la espalda de Kuroko y con su mano desocupada comenzó a acariciar el miembro del peli-celeste para comenzar a distraerlo.

Y así entre caricias y besos, el peli-plateado logro que tres de sus dedos se deslizaran con bastante libertar dentro y fuera de la entrada de Kuroko, por lo tanto y con cada estocada con su mano, lograba que de los labios del menor se escaparan suspiros y gemidos de placer.

El peli-plateado estuvo así unos minutos más, ya que realmente no quería lastimar a su peli-celeste, aunque su erección le dolía demasiado al ver como Kuroko gemía estando bajo de él.

-N..No es s…suficiente, quiero~ sentir m…más~-  pidió entre gemidos Kuroko, el cual no dejaba de mover sus caderas al ritmo de lo mano de Mayuzumi.

Y aquello fue suficiente, quería estar dentro de Kuroko, envestirlo, que este gimiera su nombre una y otra vez.

-Voy a entrar-  le aviso al menor, retiro su mano y rápidamente desabotono su pantalón, lo dejo caer al suelo junto a su ropa interior y volvió a subirse al lecho para posicionar su prominente erección en la entrada del menor  -seré cuidadoso.

Y así, con paso lento pero firme se fue abriendo paso en el interior de Kuroko, gracias a la lubricación no le resultaba tan difícil,  pero de igual forma el lugar era exquisitamente estrecho.

-Mmm~-  ambos gimieron, Mayuzumi al estar por completo en aquel exquisito lugar y Kuroko al sentirse completamente penetrado.

-C…Cuando estés listo, avísame-  pidió con un hilo de voz, le resultaba difícil no comenzar a moverse de inmediato, después de todo había deseado un sinfín de veces estar haciendo aquello con su peli-celeste.

Y luego de una espera que a Mayuzumi le resulto eterna, Kuroko comenzó a mover tímidamente sus caderas, dándole el permiso al peli-plateado para que comenzara el vaivén.

El peli-plateado no lo pensó y tratando de tener la máxima delicadeza posible comenzó a moverse, dentro y fuera del menor, logrando que de ambas gargantas se escaparan gemidos y suspiros de placer.

Al fin lograba tener aquel cuerpo, al fin Kuroko le pertenecía tanto en cuerpo y alma, ya no lo dejaría ir y tampoco dejaría que se interpusieran entre ellos.

-Tan estrecho y caliente-  gimió ronco al volver a penetrar ahora ya con un poco más de fuerza a Kuroko, el cual lo único que hacía era gemir y aferrar sus manos al cobertor.

Se sentía en el cielo y saber que aquel acto tan placentero lo estaba haciendo con la persona que realmente amaba, lo hacía sentir extasiado.

-Mayu~… más rápido~-  pidió entre cortado  -Mm~-  volvió a gemir al sentir como el mayor volvía a penetrarlo con mayor velocidad y fuerza, logrando alcanzar un punto que lo hiso correrse de inmediato.

Aunque Mayuzumi lo siguió de cerca corriéndose en el interior del peli-celestes, al sentir la exquisita contracción de las paredes internar de Kuroko sobre su miembro.

Una sonrisa amplia y sincera surco los labios del peli-plateado al culminar el acto, por lo tanto y con cuidado se deslizo fuera del peli-celeste.

-E…Eso fue grandioso-  exclamo el menor con la respiración agitada dejándose caer sobre el lecho al sentir que el miembro del peli-plateado ya no se encontraba en su interior  -a…aunque estoy completamente exhausto-  y sin siquiera querer, bostezo.

-No me sorprende-  comento el mayor  -después de todo es tu primera vez…

-¡Cállate!-  exclamo Kuroko sonrojado más que antes.

-Pero sabes una cosa…

-¿Qué?-  cuestiono un tanto molesto y aun recostado boca abajo.

-Nada me alegra más, que ser yo, tu primera vez-  sonrió al ver el sonrojo aún más pronunciado del menor y rápidamente beso la frente de Kuroko tiernamente  -ahora iré por una toalla para limpiarnos y a dormir-  se levantó del lecho y entro al cuarto de baño.

-Yo también me alegro de eso-  susurro acomodándose un poco mejor, después de todo sus caderas ya comenzaban a doler.

Y así luego de limpiarse, ambos chicos se acomodaron bajo las mantas y en cuestión de minutos, el peli-celeste se encontraba profundamente dormido, con una sonrisa en el rostro y sujetando firmemente la mano de Mayuzumi, el cual se encontraba recostado a su lado.

-Te amo, mi Tetsuya-  susurro el mayor, beso nuevamente la frente del peli-celeste y se dispuso a dormir.

Ahora ya no volvería a dormir solo en aquella habitación, ni mucho menor volvería a sentir miedo por poder perder a su amado Kuroko Tetsuya.

Aclaraciones:

Como sabrán, no tengo ni idea como se llaman las mamas de Tetsu-chan y Chihiro-chan por lo tanto decidí nombrarlas de esta formas (>w<).