El timbre para finalizar la jornada escolar pronto sonara, por lo tanto la mayora de los alumnos comenzaban a guardar sus cosas para salir del saln lo ms pronto posible.
-Bien, pueden retirarse-hablo el sensei, luego de que el timbre sonara.
Casi todos los estudiantes comenzaron a vaciar el saln de inmediato.
-Atsushi, es hora de ir a entrenar-le hablo Akashi Seijuro, un chico de cabellos rojos y ojos bicolor, al chico de cabellos y ojos morados que an se encontraba sentado en su pupitre.
-Hai~-respondi Murasakibara Atsushi con su tono despreocupado de siempre.
El peli morado se levant del asiento y sigui a su capitn, el cual sali del aula en direccin a los gimnasios.
Luego de unos cortos minutos en silencio, el peli morado decidio hablar.
-Akachin~-llamo la atencin del ms bajo y al ver que este lo miraba, decidio proseguir-Puedo mentir? ~-cuestiono observando los orbes bicolor.
-A qu viene esa pregunta, Atsushi?-cuestiono extraado el pelirrojo.
-Es que~…-Murasakibara dudo uno momentos, para luego contestar-Me gusta Kurochin~-respondi con un casi imperceptible rosa en sus mejillas-y quera inventar alguna excusa para invitarlo a mi hogar y as confesarme~.
Akashi al escuchar aquello ahogo una risa por la forma infantil con la que se confesara Atsushi.
-Y cul es esa escusa?-decidio preguntar el pelirrojo.
-Que tu Akachin~, quieres verlo en mi casa~-respondi con una sonrisa.
Akashi al escuchar aquello no pudo contener su risa, soltando una carcajada suave.
-De qu te res, Akachin? ~-cuestiono extraado el ms alto.
-Es una excusa bastante sencilla, pero est bien, puedes mentir-respondi con una sonrisa-pero solo por esta vez.
-Hai~-respondi Murasakibara ensanchando su sonrisa.
Y en ese preciso momento se encontraban frente al gimnasio, Akashi entro siendo seguido por Murasakibara.
-Ya estn todos-le hiso saber la manager del equipo, Momoi Satsuki.
-Bien, entonces comencemos-hablo el pelirrojo observando al resto del equipo que se encontraba en el interior del gimnasio.
-Hai-respondieron los chicos a coro para enseguida comenzar con el entrenamiento y los juegos de prctica.
Varios minutos ms tarde, el marcador del juego iba, 30-29, el equipo ganador estaba conformado por Aomine Daiki, Kuroko Tetsuya, Kise Ryouta, Yamoto Kai y Hotomi Ryunosuke, mientras que el otro equipo se encontraba conformado por Midorima Shintarou, Murasakibara Atsushi, Adachi Akira, Asahi Kazuki y Hiyama Kaoru. Y solo faltaban un minuto para que el juego de baloncesto terminara.
El chico que Akashi haba dejado como rbitro, toco el silbato, dando como terminado el juego de prctica, el cual haba resultado con un marcador, 31-29.
-Bien, ahora que ya terminamos, pueden dirigirse a las duchas-ordeno Akashi observando a los chicos que acababan de terminar el juego.
-Hai-respondieron los dems a coro.
Y en cuestin de minutos, el gimnasio se encontraba completamente vaco, ya que todos los integrantes del club, se haban dirigido a las duchas, para as asearse y luego dirigirse a sus respectivos hogares.
-Kurochin~-el de cabellos morados llamo la atencin del peli celeste que comenzaba a vestirse ya que hace algunos segundos se haba terminado de duchar.
-Qu sucede, Murasakibara-kun?-cuestiono con sus orbes celestes fijos en el ms alto.
Murasakibara guardo silencio por unos minutos, comenzaba a dudar de lo que dira a continuacin, suspiro para tranquilizarse.
-Qu sucede, Murasakibara-kun?-volvi a cuestionar Kuroko, esta vez curioso observando al mayor.
-Solo te quera informar que Akachin~, quiere verte en mi casa esta misma tarde~-respondi un tanto dudoso, esperaba que el peli celeste le creyera.
Y en ese preciso momento a los vestidores entre Akashi.
-Akashi-kun-llamo Kuroko al verlo entrar.
-Atsushi ya te informo, que quiero hablar contigo esta tarde-dijo el pelirrojo acercndose a los chicos.
-Hai-respondi el peli celeste.
-Bien, ahora me ir a duchar, nos vemos esta tarde-y sonrindole al peli morado, Akashi se alej de ambos chicos.
-Kurochin~, te espero en mi casa a las 20:00 pm~-le informo Murasakibara esta vez mirando al peli celeste con una sonrisa.
-Hai-respondi Kuroko devolvindole la sonrisa al mayor.
-Tetsu-esta vez un chico moreno de cabellos y ojos azules, llamo la atencin de ambos chicos-Estas lito para irnos?-cuestiono observando al peli celeste.
-Si-respondi el aludido sonriendo.
-Entonces vmonos-volvi a decir Aomine Daiki.
-Claro-respondi para enseguida ver como el moreno sala de los vestidores-Nos vemos esta tarde Murasakibara-kun-se despidi tomando sus cosas.
-Nos vemos~-se despidi el de cabellos morados para enseguida ver al peli celeste salir de los vestidores.
Murasakibara termino de vestirse y se sent en una de las bancas del lugar, tena que esperar a Akashi, como todos los das.
-Vmonos-ordeno el pelirrojo al ver a su amigo esperndolo.
-Hai~-respondi levantndose.
Ambos chicos tomaron sus cosas y salieron de los vestidores.
-Akachin~, gracias por decir aquello-dijo Murasakibara sonrindole al ms bajo.
-No te preocupes, somos amigos despus de todo-respondi el de orbes bicolor sonriendo.
El peli morado y el pelirrojo siguieron su camino hacia la salida de la escuela Teiko, donde los esperaba la limosina que los llevara a sus respectivos hogares.
El reloj marcaba exactamente las 19:45 pm y el peli morado se encontraba en la sala de su casa observando la televisin, pareca tranquilo pero en su interior estaba completamente nervioso y su corazn lata a mil en el interior de su pecho, al saber lo cerca que estaba de confesar los sentimientos que tena por la sombra de Teiko.
El timbre son y el peli morado di un respingo por la sorpresa que este le haba provocado.
-Jove amo, el joven Kuroko-kun ya est aqu-le informo uno de los mayordomos.
-Buenas noches-saludo el peli celeste entrando a la sala despus del hombre.
-Gracias Hiro~-respondi el peli morado mirando al mayordomo de cabellos plateados.
-Ahora si me disculpan-y al recibir una afirmacin por parte de Murasakibara, sali de la sala.
-Buenas noches Kurochin~-saludo el peli morado con una sonrisa-Quieres algo de tomar?-cuestiono el de orbes morados levantndose de su asiento.
-Claro, gracias-respondi el peli celeste con una sonrisa, el mayor al escuchar aquello se levant de su asiento y sin dudarlo se dirigi a la cocina, donde luego de unos minutos volvi con dos vasos de refresco de frutillas.
-Ten~-Murasakibara le entrego uno de los vasos al peli celeste, para enseguida volver a sentarse junto a este.
-Gracias-respondi Kuroko dndole un sorbo al lquido de color rojo-Por cierto-el peli celeste observo al de cabellos morados-Akashi-kun, tardara mucho tiempo en llegar?-cuestiono con curiosidad y nerviosismo.
El peli morado dudo, ahora que estaban solos poda decirle la verdad a Kurochin~, decirle sus verdaderos sentimientos por l.
-En realidad lo de que Akachin quera verte, era solo una excusa-respondi sorprendiendo claramente a Kuroko, el cual tambin lo observo un tanto extraado al escuchar el tono de seriedad poco comn en el peli morado.
-Por qu es una excusa?, A qu te refieres?-cuestiono el peli celeste sin despegar la vista del de orbes morados.
Murasakibara dudo, nunca antes haba pensado en confesrsele a alguien, por lo tanto aquello era nuevo para l, ni siquiera saba cmo comenzar.
-“Cuando quieres algo o alguien, solo tienes que ser directo y decirlo”-record aquella palabras provenientes de Akashi, suspiro y decidio seguir, ya que hace varias semanas atrs quera algo del peli celeste-Las golosinas son dulces~-Kuroko lo observo ahora confundido-algunos chocolates saben amargo~, y las paletas tienen sabores frutales~, pero…-los orbes morados se posaron el los celestes-yo quiero saber cul es el sabor de Kurochin~-agrego para sin dudarlo tomar al menor de los hombros, inclinarse y besar aquellos apetecibles labios, los cuales haba querido besar hace mucho tiempo.
El peli celeste abri sus orbes a mas no poder, por la sorpresa y como no, si jams se le haba pasado por la mente, que Murasakibara inventara aquello solo para tener la oportunidad de confesrsele, sonri para sus adentros, ya que el nombrar aquellas golosinas eran una confeccin esperable de Atsushi… el peli morado que solo haba posado sus labios sobres los contarios, decidio comenzar a moverlos un poco, sintindose enormemente feliz al ver que el de orbes celestes lo corresponda.
Kuroko separo un poco sus labios para as moverse mejor, pero aquello le dio la oportunidad a Atsushi para proclamar aquella cavidad aun no descubierta, saboreando as cada rincn y comenzando una lucha y varios roses con la lengua contraria.
El aire les hiso falta a ambos, luego de unos minutos. Murasakibara se separ lentamente del menor y al ver el hermoso sonrojo que adornaba las mejillas contrarias, no dudo en levantarse de su asiento, tomar a Kuroko entre sus brazos (lo cual le resulto bastante fcil), para as dirigirse a su habitacin la cual se encontraba en la segunda planta.
Murasakibara deposito suavemente a Kuroko sobre el lecho y sin esperar que el menor dijera algo, devoro nuevamente los labios contrarios, pero esta vez sus manos no se quedaron tranquilas, ya que sin dudarlo comenz a desabotonar la camisa a cuadros que llevaba el contario, dejando as el torso sin ninguna estorbosa tela.
Atsushi separo su boca de la contraria y al ver que Kuroko haba cerrado sus ojos, como entregndose a las sensaciones, relami sus labios, habida soado con probar aquella piel por varios das y ahora que estaba a un paso de al fin probar aquel dulce cuerpo , no dudara, as que sin querer perder ms tiempo, reparti besos, lamidas y suaves mordidas de propiedad por el cuello y hombros del menor, bajo hasta los botoncitos de carne que se erguan por la excitacin, devorando uno con su boca y atendiendo el otro con su mano… los gemidos del peli celeste no se hicieron esperar, haciendo que una corriente elctrica recorriera en la totalidad el cuerpo del mayor, por la excitacin que estos le proporcionaban.
El peli morado sonri, aquellos dulces sonidos provenientes del menor lo estaban excitando en demasa, por lo tanto quera escuchar ms, as que sin dudarlo continuo lamiendo, mordiendo y succionando aquello pequeos botones de carne, ahora bastante erectos y rojos por las atenciones con su boca… poco tiempo despus decidio apartarse de ellos, descendiendo por el abdomen levemente marcado de Kuroko, delineando su paso con un hmedo caminos que creaba con su lengua, el cual hiso que el de orbes celeste jadeara con mayor fuerza. Murasakibara estaba tan concentrado en escuchar aquello sonidos que no se dio cuenta que ya haba llegado al pantaln, donde pudo apreciar claramente el miembro ya bastante erecto del cuerpo bajo suyo.
-Al fin sabr, el sabor que tiene Kurochin~-aquello hiso que el rostro de Kuroko se encendiera por completo… Murasakibara al ver que el de orbes celestes lo observaban y que no deca o hacia nada para detenerlo, decidio proseguir, desabotonando el pantaln y bajndolo con todo y ropa interior, dejando libre el miembro contrario el cual peda atencin desesperada.
El de orbes morados sonri, aspiro el aroma ntimo de Kuroko y decidio lamer aquella piel, comenzando en la base y ascendiendo hasta la punta… el cuerpo del peli celeste se tens, aquello era nuevo pero no poda negar que tambin era placentero, de su garganta escapo otro gemido al sentir como Murasakibara lamia su intimidad como si de una palera se tratara, succionando la punta de vez en cuando, logrando as que en su cuerpo se crearan excitantes corrientes elctricas.
-Murasaki… Aaaahh, me voy aa…-y sin lograr decir ms, se libero, llenando por completo la boca del ms alto con su esencia-l…lo siento-articulo con la respiracin entre cortada por llegar al clmax tan placenteramente.
Atsushi sonri ampliamente, aquello era lo que buscaba, probar la esencia de Kuroko, as que sin dudarlo se trag el lquido que tena en su boca.
-Kurochin~, tu sabor es ms existo que cualquier caramelo~-solt sin previo aviso con una radiante sonrisa.
El corazn de Tetsuya comenz a latir descontrolado en el interior de su pecho, su rostro se tio de un intenso rojo y en sus labios afloro una sonrisa, aquella confesin proveniente de Murasakibara era bastante especial, considerando lo mucho que a este le gustaban los dulces. El peli celeste an son su rostro teido y su sonrisa en el rostro, atrajo a Murasakibara hacia l, tomando el cuello de la playera que este llevaba, para en el momento de que sus rostros estuvieron cerca, besarlo apasionadamente, ya no tena dudas, el albergaba los mismos sentimientos por su compaero de equipo.
El peli morado por su parte correspondi el beso casi de inmediato.
-Yo tambin quiero saber algo-dijo Kuroko una vez que rompieron el beso por la falta de oxgeno.
-Qu cosa, Kurochin~?-cuestiono Murasakibara con la respiracin entre cortada.
-Qu tan lejos quiere llegar Murasakibara-kun?-cuestiono el peli celeste mirando los orbes contrarios con un notorio sonrojo en sus mejillas.
En el rostro del peli morado afloro una media sonrisa.
-Qu tan lejos quiero llegar?-se cuestion en voz alta y sin dudarlo y aprovechando que an se encontraba sobre Kuroko, se acerc a su odo-quiero poseerte, quiero que seas solo mo, que no compartas con nadie ms tu esencia o gemidos, Kurochin~~-le hiso saber con un tono sensual, para enseguida lamer el lbulo de este haciendo estremecer al peli celeste, que no pudo evitar jadear por la sorpresa.
-Entones no opondr resistencia-le hiso saber Kuroko con una sonrisa cuando el peli morado se haba vuelto a incorporar.
Murasakibara ensancho su sonrisa.
-Si ese es el caso, lmelos~-pidi ensendole tres de sus dedos al de cabellos celeste.
Kuroko lo observo confundido por unos momentos, pero decidio acatar la orden, introduciendo los dgitos en su boca, los cuales comenz a lamer de una forma bastante provocativa.
El peli morado sonri al ver las intenciones de Kuroko, las cuales lograron excitarlo an ms de lo que ya estaba, suspiro para tranquilizarse, ya que deba preparar correctamente al menor, para as no lastimarlo… luego de unos minutos Murasakibara retiro sus dedos de la boca contraria, y sin dudarlo acorto la distancia entre ellos, devorando los labios contrario, esta vez en un beso ms demandante y apasionado, mientras que la mano, con los dgitos correctamente lubricados descendi hasta estar a solo centmetros de la entrada del de cabellos celestes.
-Reljate Kurochin~-pidi apenas separndose de los labios contrarios, al recibir solo un movimiento con la cabeza por parte de Kuroko, decidio comenzar a acariciar la entrada del menor, para as estimularlo un poco.
El peli celeste mientras besaba los labios contrarios, hago un gemido la sensacin era extraa pero soportable e incluso comenzaba a ser excitante. Sus pensamientos y movimiento labiales se detuvieron de inmediato al sentir como uno de los dedos de Murasakibara se abra paso hacia su interior, causndole un extraa mescla de dolor y placer, aunque lo segundo era menos perceptible.
-Mmm-jadeo con la respiracin entre cortada, mientras que incrementaba un poco ms de fuerza el agarre de sus manos alrededor del cuello de Murasakibara, al sentir como el digito se encontraba completamente en su interior.
-Reljate, pronto ser placentero-le informo el peli morado al sentir como el cuerpo de Kuroko se tensaba, si segua as seria extremadamente difcil seguir preparndolo sin lastimarlo.
-E…Esta bien, t…tratare de relajarme-respondi el menor, volviendo a recostarse en el lecho y soltando el cuello del mayor, suspiro para enseguida sentir como Murasakibara volva a besarlo con deseo, mientras que el intruso en su entrada comenzaba a moverse lentamente simulando estocadas, las cuales poco a poco comenzaban a provocarle placer.
Y as, entre besos cargados de deseo y amor, el peli morado logro introducir los tres dgitos anteriormente lubricados en la entrada de Kuroko, los cuales ahora mova con facilidad dentro y fuera de esta, simulando estocadas que hacan gemir con fuerza al de orbes celestes.
-Kurochin~, ya ests listo, puedo entrar? ~-pidi entre jadeos, ya que los gemidos que Kuroko lanzaba al aire lo haban hecho pasar su lmite hace mucho.
-Hai-respondi el peli celeste en un suspiro, estaba deseoso por sentir el miembro de Murasakibara en su interior.
Y con aquella respuesta, el peli morado se levant de la cama, se despoj rpidamente de sus ropas, separo las piernas de Kuroko y se posiciono rpidamente entre estas, para enseguida tomar su prominente ereccin y posicionarla en la entrada del menor.
-Listo?-cuestiono ansioso por entrar, y al recibir una afirmacin con la cabeza por parte de Kuroko, comenz a penetrar al menor, de forma lenta pero firme, para as lastimar lo menos posible al contrario.
Kuroko al sentir aquella enorme ereccin abrindose paso en su interior, apret las sabanas con fuerza, aquello estaba resultando realmente doloroso.
-D…Duele-jadeo mientras que de sus orbes comenzaban a salir varias lgrimas.
-Entonces no continuare-le informo Murasakibara deteniendo sus movimientos, pero cuando se dispona a salir del interior del menor, fue detenido.
-No-dijo casi por instinto el menor, observando al peli morado-me acostumbrare, puedes continuar-realmente quera continuar, as que aguantara lo que fuera necesario, ya que Murasakibara estaba siendo realmente dulce con l.
-Bien-el peli morado le sonri clidamente y se acerc a los labios del menor, donde deposito un tierno beso, el cual tambin estaba repleto de amor.
Kuroko sonri y sin dudarlo entrelazo sus piernas alrededor de las caderas del mayor, para enseguida acercar el cuerpo contrario terminando de penetrarse el mismo.
-Kurochin-exclamo el peli morado en un gemido ronco, al sentirse de golpe en el interior estrecho y caliente del peli celeste.
De la garganta de Kuroko se escap un extrao gemido al sentirse penetrado completamente, ya que aquello le haba resultado increblemente doloroso, pero de la misma forma una corriente elctrica recorri la totalidad de su cuerpo, indicndole que aquello tambin le haba resultado increblemente placentero.
Al peli celeste le tomo uno minutos recuperarse de la mescla de sensaciones, en los cuales Murasakibara no intento ningn tipo de movimiento por miedo a lastimar a SU Kurochin~.
-M…Murasaki… p…puedes moverte-le informo Kuroko con la respiracin entre cortada por el placer que comenzaba a sentir al tener el miembro del peli morado en su interior.
El de orbes morados sonri, apoyo ambas manos sobre el colchn y comenzando un suave vaivn de caderas, logrando que Kuroko se abrazara a su cuello, mientras gema cerca de su odo.
-No hagas eso… Kurochin~-pidi con su autocontrol al lmite, no quera implementar demasiada fuerza en sus envestidas para no lastimarlo, pero si Kuroko segua gimiendo sensualmente cerca de su odo no resistira.
-Murasaki… por favor m…ms rpido-pidi el peli celeste entre gemidos, se estaba excitando de sobre manera y lo nico que quera era sentir ms de aquellas exquisitas sensaciones que le estaba proporcionando Murasakibara con las envestidas.
El peli morado sonri y sin dudarlo comenz a envestir con mayor fuerza contra Kuroko, para as lograr complacerlo y lograr llegar ms profundo dentro de l.
-Mmm-gimi el menor luego de unos minutos, al sentir como el mimbro de Murasakibara golpeaba un punto en su interior que lo haba hecho llegar al cielo-M…Mas-pidi al sentir como un escalofri recorra su cuerpo indicndole que llegara al orgasmo dentro de poco.
Murasakibara sonri y asindole caso al peli celeste, sigui golpeando aquel punto. Y as entre unas cuantas estocadas ms, Kuroko logro correrse entre ambos vientres, mientras que de sus labios escapaba un sonoro gemido y sus paredes internas se contraan aprisionando exquisitamente el miembro del mayor, lo cual ayudo a que Atsushi tambin se corriera en el interior del Tetsuya, mientras que de su garganta se escapaba un gemido ronco.
Al sentir la semilla de Murasakibara llenar por completo su interior, Kuroko sonri y observo al chico frente a l, para casi enseguida sentir como sus labios eran atrapados nuevamente por los del peli morado, en un beso lleno de amor y ternura, que fue correspondido de inmediato por el menor.
Luego de romper el beso, Murasakibara decidio salir del interior de Kuroko con cuidado para no lastimarlo, y as recostarse junto al cuerpo del menor.
Ambos chicos se quedaron recostados boca arriba mientras que regulaban su respiracin agitada.
-Tienes una forma bastante extraa de decir, me gustas-Kuroko ladeo el rostro para as encontrarse con los orbes morados, que tambin lo observaban-pero de todos modos acepto tus sentimientos, porque yo tambin tengo los mismos-hablo Kuroko cuando logro calmar su respiracin agitada por lo anteriormente ocurrido.
En el rostro de Murasakibara se form una amplia sonrisa, al escuchar aquello, estaba realmente feliz de ser correspondido.
-Te quiero Kurochin~-confeso aun sonriendo.
-Y yo te quiero a ti-respondi el peli celeste para enseguida bostezar, tapando su boca por educacin.
El peli morado al ver esto sonri esta vez con ternura, corri las cobijas, para enseguida cubrir el cuerpo de Tetsuya y el sueo.
-Buenas noches Murasakibara-kun-se despidi acurrucndose entre los brazos del de cabellos morados, mientras cerraba los ojos y se dispona a entregarse al sueo.
Murasakibara al ver como Kuroko se acurrucaba entre sus brazos, sonri y sin dudarlo apego un poco ms el cuerpo del peli celeste al suyo, quera estar los ms cerca posible su ahora novio.
-Buenas noches, te quiero mucho Kurochin~-respondi aun sabiendo que el menor ya no lo estaba escuchando, as que aun con una sonrisa en sus labios decidio cerrar sus ojos y quedarse profundamente dormido.