Luhan había entrado a la cafetería, que, según el folder azul, en cualquier momento llegaría Baekhyun. Los documentos decían específicamente que Baekhyun siempre desayunaba a las 10 antes de irse a su trabajo. Aun eran las 9:45, así que no tardaría en llegar.
Luhan decidió entrar a la cafetería, se sentó en la silla que daba a la ventana, de frente a la puerta, de esa manera podría ver quien entraba y salía. También tenía una buena vista a la calle. Podría ver quien andaba cerca.
Cuando la mesera se acercó Luhan pidió un capuchino con mucha leche y galletas de miel y avena, sus favoritas. Contrario a su humor Luhan disfrutaba mucho de las cosas dulces. Cosa que era muy raro pues la mayoría de los estudiantes de costa luna las detestaban. Por ende no había nada de cosas dulces en esa escuela. Cuando tenía las salidas aprovechaba para comer sus postres favoritos.
-Aquí tiene-Dijo una joven poniendo en su mesa las galletas y el capuchino.
-Gracias- la muchacha lo miró un poco nerviosa. Nunca había llegado un niño de esa edad solo. Además era muy lindo, le preocupaba que algo le pasara. Luhan captó rápidamente la mirada de la joven dándole una mirada fría. La muchacha se retiró rápidamente.
Después de eso no tuvo que esperar mucho tiempo. Puntualmente entro un chico demasiado bajo para su edad de 23 años y delgado, con cabello castaño, ojos almendra y Labios rosados. Su apariencia era de un muchacho débil. Luhan le miraba de reojo un tanto confundido pues el chico había ordenado exactamente lo mismo que él y aparte le había puesto tres cucharadas al capuchino. Las mismas que Luhan le había puesto al suyo. Eso era raro, pero Luhan se obligó a pasarlo por alto. El pelirrojo se apresuró a terminar su café y galletas, para después soltar unos cuantos billetes a la mesa y salir sin esperar el cambio.
Al lado de la cafetería había un callejón. Donde Baekhyun siempre pasaba para acortar camino y tomar el metro que estaba a unas calles de ahí. Luhan quería apresurarse, quería volver rápido y terminar el proyecto de filosofía e historia. Así que ahí pasaría todo. Ahí mataría a Baekhyun. Rápidamente Luhan subió hasta el techo del edificio contrario, sacó a Luzbell y la colocó en su posición para que cuando su víctima saliera le matara con un tiro limpio. Colocó el silenciador a Luzbell y apunto a un lugar en específico. A la mitad del callejón. Era pura intuición de Luhan que Baekhyun se pusiera en ese lugar, pero curiosamente siempre los instintos de Luhan eran más acertados que los cálculos.
Después de unos minutos Luhan ya había terminado de montar todo. Entonces Baekhyun salió de la cafetería y caminó por el callejón. Luhan esperó que su víctima estuviera lo suficientemente cerca para disparar. Notó que Baekhyun estaba temblando y que sus pasos titubeaban. El chico sabía que algo pasaba. Pero solo pudo hacer una cosa, sacó su celular y tecleó furiosamente en el aparato. Un mensaje, había mandado un mensaje a una persona en específico. Despidiéndose. Luego cerró su celular y miró hacia el techo. Directamente a los ojos de Luhan, quién se estremeció al ver aquellos ojos almendra. Disparó. Un tiro completamente limpio que dio justo entre los ojos de Baekhyun, que cayó muerto.
Luhan guardó a Luzbell en su estuche, después se la colgó en la espalda. Bajó del techo. Caminó hasta el cuerpo ya inerte del rubio. Sus ojos estaban abiertos aun. E hizo lo que siempre hacía una vez terminado su trabajo. Se arrodillo y cerró sus ojos. Era lo menos que podía hacer, sus órdenes eran absolutas. No podía y no quería dejar de hacer eso solo porque se sentía culpable. Pero esa era una palabra demasiado grande para nuestro pequeño Luhan. Él jamás se sentiría así. Pero esa vez… esa vez lo que sintió en su pecho después de ver el cadáver de Baekhyun… no sabría darle nombre a ese sentimiento. Solo sabía identificarlo como extraño y anormal. Al menos para él. Le hacía recordad aquellos días en los que hacía travesuras y su madre le descubría. Esto, sin embargo, era distinto. Él vivía para hacer eso. Decidió solo sacudirse esas tontas ideas. No se dejaría sentir esas cosas raras.
Se puso sus guantes, aún seguía arrodillado. Solo estiró su mano hasta la frente del rubio y pasó sus dedos por la herida que él mismo infligió. Sacó a Call e hizo un corte pequeño y extrajo la bala. Escuchó como la sangre gorgoteaba y vio atentamente como salía. Luhan se levantó limpiando a Call con un pañuelo que después dejó caer en el rostro de Baekhyun. A pesar de que tenía un cierto respeto por las personas que había matado, no podía evitar burlarse de los policías que creían que podían arrestarlo. Le encantaba dejarles pistas que después la ponía como juego en sus propios ojos. Era simplemente inevitable, después de todo seguía siendo un niño.
Luhan pasó el siguiente día comprando dulces de reserva. Muchos choco-menta, que amaba, lunetas, gomitas, chocolates, toda clase de dulces. Prácticamente Luhan estaba en el paraíso. Pero por supuesto nunca lo mostraba en su rostro. Se limitaba a simplemente sentirlo. Llevaba unos extras para su amigo Kyungsoo. Bueno, en realidad no eran solo unos extras, eran mucho más de los que llevaba para sí mismo.
Sin más regresó a costa luna.
Kyungsoo le esperaba emocionado y le recibió con un fuerte abrazo, que obviamente no correspondió.
El día pasó rápidamente, sus trabajos fueron mucho más fáciles de lo que había pensado y los pudo terminar ese mismo día. Pero eran para dentro de dos semanas. Había pensado que estos le mantendrían ocupado. Pero no fue así. Los siguientes días pasaron sin nada emocionante para el pelirrojo. Se encontraba tumbado en su cama trazando mapas de la región de Seúl, que por supuesto solo había visto una vez en helicóptero. Pero los podía recordad a la perfección.
Primero probó en 2D, después los gráficos los comenzó a hacer más elaborados y pasó a ser en 3D. Luego comenzó a darles color. No había notado que había coloreado primero la cafetería y luego el callejón donde había matado a Baekhyun. No era que se sintiera culpable. Seguía negándose a sentir esa asquerosa sensación. Lo que pasaba era que nunca lo habían descubierto. Ni mucho menos le habían visto a los ojos de esa manera. Esa mirada… esa mirada, no era de alguien que suplicaba por su vida. Era algo más. Algo que perturbaba a Luhan.
Una fuerte explosión sacó a Luhan de su trance. Vio el mapa. Había trazado rayones en la pantalla, que deformaron el mapa tan elaborado que había hecho. Cerró el programa de edición y tecleo un código el cual le permitió ver, a través de las cámaras de seguridad, lo que pasaba. Vio a unos hombres de casco que entraban a costa luna, disparaban a los maestros y a los guardias. El colegio contaba con un sistema de seguridad que acababa con todo intruso y ya había sido activado. Pero unos cuantos se habían colado al edifico Meddield que era en donde estaba Luhan y Kyungsoo. Aventó la consola al armario, que se camufló como si fuera pared, y salió. No sin antes ponerse a Lucy y a Call en sus piernas, así como colgarse el estuche de Luzbell y Remell.
Corría automáticamente al cuarto de Kyungsoo, desde el pasillo vio a un hombre entrar al cuarto del pelinegro. Se apresuró a llegar. Una vez ahí vio al hombre apuntándole a Kyungsoo que estaba al borde de las lágrimas. El hombre no había visto a Luhan, quién aprovecho esto y de una patada exacta en el centro de la columna, la partió en dos y el hombre cayó muerto. Kyungsoo corrió hasta su amigo, abrazándolo y este por primera vez en mucho tiempo, correspondió el abrazo.
-Luhan- chilló Kyungsoo derramando unas cuantas lágrimas en el hombro del pelirrojo.
-D.o, ¿estás bien?- Luhan inspeccionó al menor asegurándose que estuviera bien, físicamente.
-Si
Luhan asintió. No perdió más tiempo, tomo a Kyungsoo de la muñeca y lo arrastró fuera de la habitación. Sacó a Lucy y a Call, ambas con la mano libre, pero después decidió solo tener a Lucy. De lo contrario podría estorbarle Call. Con una mano libre y la boca cargaba a Lucy de balas. Quitó el seguro ágilmente.
Kyungsoo miraba a su amigo con los ojos más abiertos que de lo normal. No podía creer que su amigo tuviera un arma. Ni mucho menos que la supiera cargar así de fácil.
Ambos llegaron al pasillo que Luhan buscaba. Pero había 4 hombres armados, que en cuanto miraron a Luhan y a Kyungsoo abrieron fuego contra ellos. Luhan guardo rápidamente a Lucy y sacó a Call. Como si estuviera cortando el aire desvió todas las balas. Ninguna llegó hasta Kyungsoo. Caminó abriéndose paso entre la lluvia de balas, sin soltar la mano de su amigo, hasta que llegó a la puerta de un aula, se aseguró de que estuviera vacía y empujó ahí a Kyungsoo, después sacó a Lucy y de 3 balazos mató a 3 hombres. El cuarto dejó de disparar contra Luhan. Era realmente increíble la forma de manejar armas que Luhan poseía. El hombre se resguardo detrás de la pared del pasillo continuo. Luhan de inmediato se dio cuenta de lo que planeaba hacer el hombre. Lanzó una cuarta bala, dando un tirón con el brazo, de tal manera que la bala dio una curva y acabó en la frente del hombre. Pero era tarde. El hombre había lanzado ya la granada. Corrió dentro de la habitación donde Kyungsoo estaba mirando cómo Luhan disparaba. Sin embargo no vio a los hombres morir. Kyungsoo miraba el rostro de si amigo, su semblante era más fría que de costumbre e incluso pudo ver una media sonrisa con cada detonación. Se estremeció al verlo correr hacia él. Algo malo pasaba.
Luhan empujó a Kyungsoo dentro y lo tiró cubriendo todo el cuerpo ajeno con el propio. Le tapó los oídos con sus manos y él se cubrió con la funda de Luzbell. Era lo suficientemente fuerte como para detener el fuego producido por la explosión sin hacer detonar las balas. Un estruendo aturdió a Luhan, que quedó desorientado por el fuerte ruido. Sus ojos y oídos palpitaban. Quitó las manos de los oídos de Kyungsoo, el cual no había sufrido los efectos de la explosión. Se masajeo las cienes para intentar apaciguar el dolor. Pudo volver a escuchar pero a cambio una fuerte migraña le golpeaba en la cabeza. No era tiempo para pensar en el dolor. Se levantó sosteniéndose de un estante. Se sentía sumamente mareado. Pero ignoró la sensación y continúo. Miró la funda de Luzbell, estaba bien, solo tenía unos cuantos rasguños.
Tenía que sacar a Kyungsoo de ahí a toda costa.