Pensó en lo fastidioso que se comenzaba a volver el chiquillo, lo único que debía hacer era dejarlo que durmiese esa noche y mañana se consiguiese un sitio donde quedarse, y el mismo se aseguraría de que se fuese lejos de él.
Gruño para sus adentros, nunca había dejado entrar a nadie a su mansión, excepto a los sirvientes, pero eso era muy limitado, y ahora dejaba entrar a ese chiquillo extraño dormir bajo el mismo techo.
Unos recuerdos perturbaron su cabeza, gritos y vidrios rotos.
Una sensación de tristeza y rabia le invadía, esos malditos habían perturbado su tranquilidad mental permanentemente.
-Esto, Hyung, no hace falta que haga esto, yo puedo cuidarme solo- Donghae le miraba con comprensión frente a él, sus puños estaba cerrado con tanta fuerza que se había clavado sus propias uñas sobre su palma que comenzó a sangrar.
Claro que debe cuidarse solo, el en primera estancia no debía dejarlo entrar a su hogar, ¿Que tenia de especial ese niño para que entrara? Nada en lo absoluto.
En seguida escondió su mano y fingió que no pasaba nada, esquivo a Donghae y enjuago su mano en el lavabo, ¿Era necesario que estuviese esa persona ahí? Si deseaba dormir con la consciencia limpia, sí.
El joven saco unas cuantas latas de comida, unos sartenes y Kyu enseguida se dio la vuelta, el pelinegro estaba invadiendo su cocina.
-No se preocupe, yo cocinare a modo de agradecimiento Hyung- le mostró una sonrisa amplia, Kyu entonces deseaba tomar el primer objeto que tuviese cerca y lanzárselo directo a la cara, por su descaradez y atrevimiento, pero se sentía débil, justo como cuando recordaba su turbio pasado, por lo que necesitaba un poco de café, relajarse y leer un poco.
Si permanecía de pie allí, juraría que sin pensárselo dos veces lo llevaría a la calle para que se las apañe solo.
Pero subió los hombros, restándose importancia, el pelinegro tomo otro par de cosas y emocionado comenzó a prepararle algo a Kyu.
Donghae deseaba saber que lo había puesto furioso, ¿Había algo malo en Donghae? ¿Algo que no le gustaba de Donghae a KyuHyun-Hyung?
Mientras más lo pensaba más le desagradaba la idea de que lo odiase, por lo que trataría con mucho esfuerzo hacer que Hyung lo aprecie, hacer que Hyung no piense más en que las personas solo se acercan a él por su fama o interés financiero, que algunos se acercan para ganarse su cariño.
Su atención, en el menor caso.
Recordó la cara que puso hacia unos instantes, Donghae había visto lo que se hizo en la palma de su mano, y la expresión de odio puro y coraje en sus ojos negros, había recordado algo, algo malo, se mantuvo de pie unos instantes ¿Dónde estaría la sal? Busco por los cajones, por la cocina y no la encontró, resignado decidió no agregar sal al platillo.
Entonces a la distancia vislumbro un cajón que no había revisado, forcejeo un poco y lo abrió, cajas y polvo, bajo una caja se asomaba un papel, que le llamo la atención, al verlo supo que era una fotografía.
Un pequeño de 5 años y sus padres, con ambos rostros destrozados y borrados con toda la intensión por medio de una navaja/cuchillo, el pequeño le resulto conocido, era él.
KyuHyun-Hyung.
Lucia sonriente y se notaba en sus mejillas que estaba realmente feliz, se preguntó porque Hyun si lucia feliz en ese entonces actualmente solo reflejaba furia e indiferencia, supuso que las personas por un tiempo cambian y las circunstancias los llevaban a ser de cierto modo.
Se preguntó que sería aquello que perturbaba su cabeza y lo mantenia con una linea furiosa en sus labios o le evitaba tener confianza con las personas, no lo sabía pero él se encargaría de alejar su tristeza y frustración y haría sonreír a KyuHyun Hyung.
Se sonrió a sí mismo y continuo cocinando, algo con la intensión de impresionar y consentir un poco a su Hyung.
A KyuHyun le había fascinado la comida que Donghae había preparado, aunque decidió no expresarlo, el jovencito había estado observándolo con atención desde que dio la primera probada y Kyu se esforzó por no demostrar que le gusto, pues solo haría más que emocionarlo, él sabía que debía actuar neutral ya que era un fanático que había conseguido filtrarse a su casa por lo que en algún blog publicaría absolutamente todo lo que pasaba esa noche.
Deseaba tirar la mesa de un golpe y sacarlo de su mansión, pero entonces recordó aquellas mejillas sonrosadas que expresaban nerviosismo y torpeza, la ligera voz con la que había aceptado que no tenía lugar donde quedarse y entonces su rabia fue bajando, lo vio entonces.
Y supo que una persona como él podría no merecerse tanto odio de su parte, comía como bebe manchándose un poco la camisa, sonrió a lo bajo. Donghae se dio cuenta de que lo observaba y levanto la vista, KyuHyun desvió su mirada hacia su comida.
-¿De dónde vienes?-le pregunto Kyu procurando no sonar tan interesado en la respuesta, solo concentrándose en entablar una conversación común en la cena, Donghae sonrió y se sonrojo un poco, se había interesado en él y eso le ponía sumamente feliz.
-Nací aquí en Corea pero me crie en Londres- respondió, recordó entonces lo molestos que podrían estar sus tíos al saber que Donghae había abandonado su hogar, solo que para él era difícil pasar por todo ello y seguir de pie. –Mis padres…-deseaba hacerle saber lo que había sucedido, pero Kyu se levantó de la mesa y se fue ignorándolo por completo, le invadió un sentimiento de tristeza pero se alegró al momento de ver que Kyu se había acabado toda su comida aun y a pesar de no elogiarla.
Para KyuHyun fue innecesario que alargara la charla, por dos simples razones, solo había preguntado de donde venia, no quería saber nada mas lo único que se preguntaba era si era extranjero después de ahí prefería ignorar detalles y segundo, había terminado de comer por lo tanto no era necesario seguir hablando.
Donghae sabía que no iba a ser fácil, por lo que le daría tiempo, necesitaba pensar en algo para hacerle saber que no tenía un hogar definido donde estar y de no contar con un céntimo, tal vez si le ofrecía trabajar en algo y ganara algo de dinero por lo menos lo suficiente para comida le sería suficiente, levanto la mesa y camino con la intensión de hacerle saber la situación.
Donghae podía trabajar en lo que KyuHyun le dijera, pues en el tiempo que estuvo con sus tíos aprendió a realizar trabajos tan duros y exigentes que ya nada sería imposible de realizar, sonrió pues nada mejor que estar un poquito más de tiempo junto a Kyu.
Se acercó a una de las habitaciones del segundo piso, toco en el cuarto del medio, y Kyu abrió con una expresión de molestia, Donghae se sonrojo avergonzado.
-Esto, Hyung desearía hablar con usted-Cho bufo molesto y abrió por completo la puerta dejándolo pasar, no se pensó que dejaría pasar a Donghae en su habitación de relajación, pero era en lo que menos se preocupaba, el pelinegro se impresiono al ver lo espacioso y confortable que lucía esa habitación.
-Habla- musito apresurándolo, ambos se sentaron el uno frente al otro, el pelinegro se armó de valor esperando lo peor de parte de su Hyung.
-Esto, Hyung no tengo donde quedarme y carezco de medios para pagar un departamento, por lo que deseaba saber si me permitiría trabajar para usted- se pauso, asustado pues Cho lo miraba con coraje o sorpresa muy a su modo.-Puedo hacer todo, solo dígame que hacer y lo haré- bajo un poco la cabeza, Para Kyu eso era precisamente lo que deseaba evitar un inquilino en su mansión, suficiente tenía con los sirvientes que aun así tenían que hacer su trabajo eficiente y con suma rapidez pues KyuHyun salía por unas horas a ensayar con la banda y al volver ningún sirviente debía estar en su mansión, todo debía estar listo y justo como él quería.
No deseaba alguien en su mansión junto a él, estaba feliz con su soledad, en su propia burbuja de pensamientos aleatorios.
-¿Y si quiero que viajes a Canada y traigas a alguien en estos instantes? ¿Lo haras? No digas que haras lo que yo quiera con tanta ligereza.- fruncio el entrecejo con indiferencia.-¿Qué te hace pensar que aceptare que trabajes para mí? ¿Qué habría de especial en ti para que, sin realizar el complejo test que mis sirvientes certificados realizaron, puedas trabajar para mí?-tal vez Donghae hubiese estado más seguro de la respuesta de no ser por la mirada fulminante de Kyu, trato de concentrar toda su seguridad y de pensar que aquello no era un reto pues había pasado por cosas peores.
-Hay algo-susurro un poco asustado pero seguro de que tal vez podría dar aquel paso, y así formar parte de Hyeong aunque fuese como un sirviente.-Me dejo entrar cuando es notorio que nadie a entrado- levanto la vista y vio la incredibilidad en los ojos de Kyu, este se levantó y camino alrededor de la habitación, analizando la situación.
Para KyuHyun había sido un día lleno de respuestas sorprendentes, se propuso analizar la forma en la que el joven trabajaría, si bien le pareció extraño aceptar a un sirviente sin realizar las medidas que le parecían correctas, entonces pensó que haría una pequeña excepción con Donghae, pues muy en el fondo, no deseaba dejarlo en la intemperie, sin dinero, sin comida y sin un techo.
Le ofrecería todo eso, a cambio de que hiciese lo que él deseaba, pensó en un par de trabajos duros, pero se arrepintió pues no deseaba lastimar a Donghae, tal vez un par de trabajos ligeros, no le daría un límite para quedarse, los sirvientes podían irse, pero Donghae se quedaría, el horario de trabajo seria el mismo y solo quedaría que firmase el acuerdo de confidencialidad, para evitar problemas futuros.
Lo analizo con los ojos. Desprecio ¿Tal vez? lo importante para Donghae era que lo estaba considerando.
-Duerme, mañana empiezas a las 10 de la mañana, te daré tu horario y un par de documentos que debes firmar, ahora tu cuarto es que está a un lado, solo mueve las cajas y…-camino hacia un cajón, saco un par de sabanas y una almohada y se las entrego.-toma, te prestare un pijama, espera.-salió de la habitación y minutos después entro y le entrego un pijama azul.
-Gracias por la oportunidad Hyung, prometo no decepcionarle- sonreía, pues no cabía de la felicidad, KyuHyun simplemente lo ignoro y tomo un cuaderno donde empezó a escribir, el pelinegro se quedó de pie un momento y después salió, una vez se instaló y se cambió la ropa, se preparó para dormir.
Pero no podía, su cabeza lo único que podía pensar era en el rostro de KyuHyun, su hermoso rostro, su cuerpo, sus mejillas, sus ojos, todo en él, era perfecto.
Sonreía y no podía esperar para que fuese la mañana siguiente para verlo de nuevo.