Finalmente ya pasaría otro día más de solo ensayar y volvería a recostarse con el mayor que probablemente estaría triste por alguna pelea con Ho Seok. ¿Qué otra cosa podría hacer Kook si sabía que el otro muchacho se hallaba completamente enamorado del tercer mayor del grupo.
Salió con un paso apresurado del salón de prácticas y fue directo a las duchas de la empresa para poder quitarse de encima el sudor pegajoso que conservaba en su cuerpo gracias al esfuerzo físico que había hecho por las prácticas. Tomó su ropa de cambio y la metió en aquel sitio antes de cerrar la puerta con seguro para asegurarse de que nadie le pudiera interrumpir; solamente quería poder llorar a solas y con la fuerza que el dolor de su corazón sentía cada que recordaba a Taehyung siendo abrazado por Ho Seok… Y es que… ¿no podía siquiera mirarle y observar cómo le miraba completamente estúpido por cada pequeña cosa que este hacía? ¿no se podía dar cuenta de todo ese cariño sobre protector hacía él y las veces en que estuvo a punto de comerle los labios por completo?
El tener esta clase de sentimientos hacía que algunos estremecimientos bajaran por su espalda entre cada lagrima que recorría sus mejillas. ¿En qué momento se había convertido en alguien tan importante Taehyung en su vida?
Porque, realmente Taehyung le estaba gustando más de lo que debía. Le estaba deseando más que bastante y sobre todo, le quisiera a su lado para hacerle sentir bien todo lo que Ho Seok no hacía y que solo le lograra lastimar. En el grupo ese tipo de dramas eran bien conocidos y sin duda alguna, sabía que el mayor de ambos la estaba pasando realmente mal gracias a que este cada que se molestaba o se ponía celoso no podía evitar ignorar por varios días a Taehyung o en ocasiones, hablarle con el tono más frío que encontraba, no le abrazaba o daba besos, siendo llamado un prepotente por el menor de todos en su interior que de vez en cuando, maldecía que actuara tan bien el ser una persona agradable cuando en ocasiones ni su propia familia le quería cerca… y eso que Kook era quién sufría cambios hormonales por la etapa en que se encontraba.
Y es que, aunque en muchas ocasiones Kook fuera un chico completamente pedante; también era un niño y con esa palabra, se podía decir que no pensaba realmente mal de las cosas o momentos cuando recién pasaban. Era una persona dulce y bastante amable cuando sentía que era el momento correcto o simplemente, cuando le convenía el resultado de aquel comportamiento. Aunque… ahora que lo pensaba bien… solo Jimin y Taehyung le conocían sin juzgar o sin regañarle.
Claro que Taehyung era algo diferente, no solo por su forma de actuar. Realmente era la persona más dulce e importante que había conocido en su vida, era el hyung más comprensivo y tierno, y dulce, y amable, y educado, y cariñoso y juguetón como un pequeño cachorrito que se le podría llenar la nariz de besos mientras este se empieza a quedar dormido, y… nuevamente estaba pensando en el chico mayor que él por un año… debía de controlarse mejor o la próxima vez, podría arruinar su amistad pensando en él como algo más, aunque agradecía el hecho de que Tae y Hobi no fuesen nada en aquel momento.
Por desgracia el móvil le avisó acerca de mensajes que llegaban continuamente a su buzón de entrada. Soltando un suspiro cansado mientras rodaba los ojos a modo de cansancio. Sin embargo el ver el remitente solo le hizo soltar una risa suave y luego un par de lágrimas que fueron inevitables de contener en aquel momento.
Realmente era injusto que Taehyung le hubiese mandado cuatro fotos de él con “lágrimas” de papel en las mejillas mientras le decía que esperaba se cuidara en la práctica y que se abrigara bien al salir; que cuando llegara a casa le esperaría para darse un baño juntos y luego le daría del chocolate caliente que había preparado con ayuda de una llamada a su madre (Aunque sabía que este sería completamente insípido por que Taehyung era muy malo para el tema de la cocina) Pero, aún así, era imposible pensar en lo tierno que era ese tipo de gestos hacia su persona. Finalmente; tendría que salir en ese momento del salón de prácticas o sería inevitable el quedarse dormido ante el cansancio que estaba teniendo.
Al llegar a la casa se encontró con un Taehyung que le miraba con los labios formando un puchero a modo de reproche mientras se acercaba a este y se le apoyaba en la espalda. Haciendo que JungKook le tuviera que llevar cargando sobre la espalda, manteniendo el agarre para que el mayor no se cayera antes de que este pudiera volver a hablar.
—Al fin llegas, Kookie… —Habló un Taehyung cansado y con la voz aguda al mismo tiempo que se cercioraba de decir aquellas palabras directamente en el oído del menor. Provocando de inmediato que este se encogiera y que sus mejillas ardieran. –Aunque lo último no lo alcanzó a ver el mayor de ambos.-
—Estuve practicando, sabes que pronto será el comeback, hyung… —Contestó este mordiéndose el labio inferior conforme escuchaba al mayor hacer algunos ronroneos como respuesta antes de soltar pequeños gemiditos a modo de reclamo por tocar el tema que tanto sueño le estaba ocasionando en dicho momento.
—No, no quiero que sea el comeback… quiero que puedas estar conmigo como lo hemos estado estos últimos días… —Comentó apoyando el mentón sobre el hombro contrario. Buscando acurrucarse gracias al menor que era “muy suavecito” o al menos eso murmuró en un tono de voz casi imperceptible.
—Sabes que siempre regreso para estar con mi hyung favorito, no seas tan dramático, hyung… —Añadió infantilmente Jungkook mientras le volteaba a mirar a modo de reproche antes de dejar un suave y delicado beso a la mejilla contraria que se mantenía descansando cerca de la mejilla propia gracias a la posición del mentón.
—Nuevamente Hobi se molestó conmigo… —Dijo esto en su oído de nueva cuenta mientras le observaba de reojo bajo sus largas pestañas.
—Realmente no sé porque le sigues insistiendo Tae… no me gusta que te trate así… —Comenté dejando un par de besos más a su mejilla, llegando finalmente a la habitación que ambos compartíamos. Optando por dejarle primero en la cama al ver que tenía la ropa de dormir ya puesta. —Debo ir a darme una ducha, hyung… ya regreso ¿si? —Dije complemente agotado pero sabiendo que no sería agradable el quedarme en la noche completamente pegajoso y con el olor al piso de madera del salón de prácticas.
—Espero no quedarme dormido mientras vienes… —Comentó antes de tomar mi rostro entre sus largas y grandes manos para poder depositar un beso a mi frente antes de dejarse caer en la cama y cerrar los ojos a modo de relajación al abrazar mi almohada.
Le miró por unos momentos más ante lo gloriosamente hermoso que se veía, sonriendo para mi mismo por lo perfecto que se podía llegar a ver cuando estaba descansando o cuando, no hacía ningún esfuerzo por que las personas le miraran al actuar extraño. Simplemente era perfecto.