Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Fruto del amor -Kaisoo. por Exoshipper

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola de nuevo!! He regresado, hace 23 dias no actualizo y espero que no se hayan enojado! Led traigo el seguimiento de este fic Kaisoo, si prefieren adaptacion Hunhan, busquenla en mi cuenta n.n 

(Kyungsoo)

 

– Sí, el plan salió perfecto.

– ¿Qué hizo cuando vio que ganaste tú?

– Mire, yo hago el trabajo y usted me paga, sin preguntas ni acercamientos. ¿Queda claro? 

– Yo estoy pagando.

– Nadie más le hará este tipo de trabajo.

– Bue...

 

Ya le había colgado a mi jefe. Ya me había hartado. Ese viejo debía entender que no debe cruzar la línea confidencial conmigo. Porque después de destruir a Jongin, lo destruyo a él también. 

 

Me encontraba en un motel, con una... ¿Cómo se le podría llamar? Mujer servicial las 24 horas del día. ¡Qué flojera estar pensando en un apodo decente para una perra! Es lo que es, una PERRA con cuatro patas. Las dos de ella, y las otras dos de el hombre número 26384 de ese día; que la esté follando por atrás sin piedad. Y se forman las cuatro patas. ¡Y felices para siempre! Perra completada √

 

Estaba agitado, unas cuantas gotas de sudor cayendo de mi frente y resbalando por mi abdomen estaban presentes, mientras penetraba por milésima vez a la perrita.

 

– ¿Te encanta esto verdad? – Gruñí mientras me adentraba a ella sin piedad, sintiendo como todos sus fluidos lubricaban mi completa pija en ella. 

 

– ¡AH KYUNGSOO! Estás riquísimo – Gritó alocada, sonreí maliciosamente. 

Hice mi cabeza hacia atrás, excitado.

– Las cosas baratas hacen feliz – Gemí al sentir que mi pija iba a explotar. 

– Y lo que hace feliz... – Paré de decir para salir de ella rápidamente. Tomé su mano y la puse sobre mi pija. Empezó a masturbarme mientras yo esta ba arrodillado frente a ella. Se me fueron los ojos.

Abrí los ojos y la miré. 

– Abre tu sucia boca, puta, y chupamela. – Hablé jalando de su cabello hacia atrás y metiendo mi pija a su boca por completo. 

 

No se me daba complacer tanto a una perra de $1,000 pesos. No me gustaba ser especial con esas. 

Me gustaba que me complacieran a mí. Aunque, son mejor pagadas teniéndome a mí, que sus miserables mil pesos. 

 

Sólo veía la bola que se le marcaba dentro de su mejilla a esa perra. La empuje hacia atrás bruscamente, haciéndola caer a la cama.

Me empece a masturbar delante de ella, con los ojos cerrados, concentrado en lo que estaba.

- Oh - Jadee. 

Llegué a un punto en el que no se veía el deslice de mi mano sobre mi pene, por tanta velocidad con la que me masturbaba. 

 

Suspire al dejar de masturbarme y miré a esa perra.

Su cara estaba llena de semen.

 

 

Me encontraba poniéndome mi ropa, la de la madrugada anterior en la carrera de motos con Jongin. 

Estaba abrochando mi pantalón.

 

– Adiós, si el próximo te toca panzón con chichis de grasa, entonces, mi más sentido pésame. – Dije aproximandome a la puerta de salida de esa habitación. 

 

– ¡No puedes irte! ¿Y mi dinero? ¡Págame! ¡Mil pesos! – Decía fuerte.

Puse los ojos en blanco. 

 

– Aquí el que debe cobrar por mis servicios soy yo, tú ni excitas tanto. Ya estás bien pagada, aparte, ya viene en camino un panzón chichis de grasa. Ese sí te necesita, le urge y hasta te dará $3,000 pesos. 

 

Me miró furiosa. Según.

 

– Relájate, ahorita te saco de esta. – Volví a hablar, sonriendo y saliendo de ahí. 

Vi a un panzón chichis de grasa caminar por ahí.

 

– ¡HEY! – Le grité. 

Este se volteó a mí y vino.

 

– ¿Qué?

– ¿Quieres tener sexo ahorita?

– ¡SÍ! – Gritó y se quitó desesperadamente su camisa. 

 

Quedé ciego.

 

– Jaja, no, no men... No soy de esos, cámbiate, ¿si? – Dije asqueado. 

 

Me miró enojado.

 

– ¿A qué te referías entonces?

– Ahí adentro hay una perra coja, le faltan dos patas en la parte trasera. – Dije serio. 

 

– Prefiero hacerlo contigo, no con una perra. – Dijo acercándose a mí. Abrí los ojos como platos.

– Ve adentro, hay una vieja buenísima que hace el sexo oral exquisitamente, men. – Guiñe el ojo. 

 

Este rió, formulando un plan. 

Y de un momento a otro ya no estaba ahí.

Me giré y él estaba caminando hacia la habitación de donde yo había salido. 

 

– COBRA $500 Y LE GUSTA QUE SE PONGAN ENCIMA DE ELLA. – Grité. 

Pobre perra, iba a tener que aguantar el peso de 

las chichis de grasa y lonjas sobre ella. 

Salí por completo de allí, montándome en mi moto. Me coloqué mi casco y empezaba a acelerar. 

 

Iba por la carretera a 120 km/h. 

Necesitaba formular un plan para joder a Jongin. Me dirigía a las carreteras de carreras de motos. 

 

Una vez llegando ahí, frené fuertemente logrando alzar un poco la moto, y como yo era el rey de las carreras, me abrieron paso. Me quité el casco y bajé. 

 

– Tú. – Le grité al jefe, Roman. – ¿Dónde se encuentra Jongin en estos momentos? – Lo miré serio.

– Debe estar en el antro gay Erotic.

– No jaja, nunca más se volverá a parar ahí, ¿otra opción?

– En las bancas del parque. 

 

¿Era en serio? Ese imbécil muy rudo, muy hombre y ahí estaba en el parque. Comprando su helado de vainilla con chocolate y algodones azules. O rosas porque es bien marica el hijo de puta.

 

– Ok. – Dije y me monté en la moto, me coloqué mi casco y, ¡vámonos!

 

Llegué al parque, con un montón de callejones en él. Empecé a buscar al hijo de puta Jongin.

Lo encontré ahí, recostado en una banca arrinconada, durmiendo. 

 

Pobre vagabundo. ¿No tenía hogar o qué madre? 

 

Me acerqué a él sin piedad. Le di una gran patada en su vértebra, pues ya que me daba la espalda. 

 

Pobre Jongin.

 

 

 

(Jongin)

 

Después de dejar a ese niñato ahí tumbado fuera del antro, iba por las calles más peligrosas de Seúl. 

Paré para descansar solamente un poco, ya eran aproximadamente las 7:00 de la mañana y en toda esa madrugada me habían pasado demasiadas cosas malas.

Kyungsoo me ganó en la carrera.

Kyungsoo me quitó mi preciado lugar en las carreras, el "rey".

Kyungsoo me humilló en el antro.

Kyungsoo me hizo sentir una perra sucia que se deja cojer por hombres.

Kyungsoo había logrado hacerme dudar de mis preferencias sexuales.

Kyungsoo sabe defenderse perfectamente.

Kyungsoo se había convertido en mi enemigo.

Kyungsoo, mi enemigo favorito.

 

Del odio nace el amor querido amigo.

 

Ahí vas maldito interior, ¡ya cállate de una buena vez! ¿¡acaso no ves que me está llevando la fregada!? ¿¡qué puto amor va a nacer al sentir yo esto!? Además, me gustan las nenas, no los niñatos.

 

Yo solo digo.

 

Bufé. 

 

Llegaron unos rateros, secuestradores y demás, todos del mismo bando, llegaron para joderme. 

 

Y sí, me jodieron bien bonito. 

 

Yo no tenía ganas de pelear, de defender ni de imponer mi... ¿Mi qué? ya no tenía nada. Yo me sentía como uno de ellos ya; persona sin valor. 

Dejé que me robaran, me golpearan, me rasgaran y todas esas mierdas. 

 

Se llevaron mi motocicleta, mi chamarra, mis botas, me dejaron con mi playera blanca y mi pantalón, nada más. Y en la chamarra iba mi cartera, así que, mi dinero también. 

Solo eso porque mis cosas personales, (tarjetas y eso) los tenía en mi casa. 

Minutos después de que se fueran esos rateros, me levanté con dolor en todo el cuerpo, y con mi nariz y boca sangrando. 

¡Qué putada me dieron! 

 

Lloraba del dolor, y como siempre, no tenía a nadie a mi lado. 

 

Fui al parque, ese lugar donde siempre iba cada tarde para recordar a mis padres, que alguna vez, algún día, algunas horas al menos, llegaron a llamarme "hijo" y a amarme, o tan siquiera apreciarme. 

 

Sí, en serio. Eso pasó, sólo un día, pero pasó. Y yo había titulado ese día como "Mi verano". Dicen que los veranos son perfectos, son como estrellas fugases y como ángeles. Perfectos. 

Yo no había vivido ningún verano perfecto, pero en toda mi miserable vida había vivido un día perfecto.

Ahí, en el parque, con tan sólo 10 años de edad, y con mis padres.

Un día para recordar.

 

*

– ¡Mami quiero un globo!

– Sí hijo, escoge el que quieras. 

 

Escogí un globo de corazón, enorme. 

– Toma mami, te amo. – Se lo regalé y la abracé. Y ella a mí. 

Me separé de ella y me acerqué a mi padre.

– Papi, ahorita busco algo para ti, no te desesperes, ¿si?, será algo grandioso. – Le decía a mi papá y él sólo asentía. 

 

Me compraron un helado, un esquite, un algodón de azúcar azul, burbujas, y muchas cosas que podían hacer feliz a un niño inocente de tan sólo 10 años. Un niño que no llevaba maldad en sus venas, que no sabía del rencor ni del desamor. Un niño. 

 

Y fui feliz ese día, desde ahí, ya nunca más. 

 

No se me dio la oportunidad de vivir otro día así.

*

 

De un momento a otro, me quedé dormido en una banca. 

 

– ¡AH! – Grité al sentir un golpe en mi columna vertebral. Me giré y caí al suelo. Apreté los dientes del dolor. 

Miré al que me había pateado.

 

Maldito niñato Kyungsoo.

 

– ¿Qué quieres imbécil? – Hablé fuerte.

– Golpearte ya no, ya te golpearon mucho. – Sonrió macabramente.

 

Entre cerré los ojos.

 

– Solo vine para ver qué hacías e invitarte a mi casa a tomar una tasita de café. 

– Hijo de tu perra madre. – Dije mirándolo, aún tumbado en el suelo. 

– Al menos tengo una perra madre, sólo que la abandoné, todo lo contrario de ti. Tu perros padres, te abandonaron a ti. – Dijo prendiendo un cigarrillo. 

– ¿Tu qué sabes de eso? – Exclamé levantandome fuertemente, adolorido.

– Mejor dicho, qué no sé.

– Largo.

– Estás en un parque no en tu casa.

– Estás en frente de mí, no te quiero aquí.

– Deberías dejar de provocarme, no te caería bien otro golpe más.

– Deberías dejar de creer que te haré caso.

– Lo harás a final de cuentas.

– ¿Te gusto o qué? 

– Sí.

 

Abrí los ojos. 

 

– ¿¡QUÉ!? ERES UN PIJA SUELTA – Grité.

– Me gustas, pero eso no tiene nada que ver, mañana me dejas de gustar.

– No soy homosexual, niñato.

– No te estoy pidiendo que lo seas.

– Deja de joder la madre.

– Eso lo decido yo.

– De lo contrario te arrepentirás.

– Que miedo, en serio, siento miedo muy dentro de mí, mira mi cara, es en serio. – Miré su cara, maldito imbécil, se estaba acomodando sus cabellos negros con rayitos rubios. 

– Idiota.

– Deberías darte un baño, hueles mal.

– ¿QUIÉN VA A OLER BIEN DESPUÉS DE UNA GOLPIZA MARICA, DIME QUIÉN? – Grité. Me miró riendo.

 

– Yo, porque yo no sería el lastimado, sino ellos.

– Sé defenderme.

– Uh, sí, se nota. – Asentía con la cabeza.

– Ahora no, porque no se me dio la puta gana.

– Patético.

– ¿Y qué ganas con eso?

– ¿Con qué?

– Con joderme.

– Ah, pues, joderte.

– ¿En serio? – Dije sarcásticamente.

– Es lógico, ¿no? te creí más despierto.

– Sólo estoy perdiendo mi tiempo con un hijo de puta.

– Pues vete.

– ¿Perdon? el que se debería ir eres tú.

– Los humanos nunca vamos a joder a alguien haciendo lo correcto. Porque, los humanos nunca optamos por lo correcto. 

– Piensas que todo lo que dices es lo cierto, ¿verdad?, pero no. 

– Lo único que sé, es que lo que digo, te lastima. Y eso me satisface.

 

Lo hice a un lado, al caminar por delante de él.

 

– ¿Y cómo pretendes irte? – Dijo.

 

Lo ignoré. 

 

– Hasta al rato. – Dijo fuerte.

– Lo creo. – Murmuré. 

 

Lo dejé atrás, caminando hacia su moto. Llegué a ella y le di una patada, tumbándola. Tal vez se rayó con el suelo.

 

Inmediatamente vi como Kyungsoo corría hacia su moto, sonreí maliciosamente. 

 

– Hasta al rato. – Le guiñe un ojo.

 

--

Kyungsoo sabía de la vida de Jongin, pero no de cómo era él. Debía afrontarse a las consecuencias. 

Tanto Kyungsoo como Jongin, se harían daño mutuamente. 

Pero siempre hay un fin, que indica un nuevo comienzo.

Nuevo comienzo...

 

¿Compartido con quién? 

--

Notas finales:

Espero les haya gustado! Dejen reviews, se los agradeceria mucho n.n ¿qué le hara ahora Kyungsoo a Jongin? 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).