Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Someday... por Kimi Chan

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Éste es un pequeño one shot banghim, espero que la historia les guste :)

Nos leemos en los comentarios :)

Sé que algún día volverá a ser el mismo. Sé que pronto regresará el Yong Guk que conocí hace poco más de tres años, ese Yong Guk del que me enamoré perdidamente. El hombre tierno, cursi y protector que llegó a mi vida un 23 de junio. 

Las cosas entre él y yo siempre fueron lindas, románticas, como las de una pareja normal. Él siempre me regalaba flores, tanto que había ramos de ellas por casi cualquier parte de mi casa. Adoraba escuchar su voz por el teléfono a las 2 de la mañana cantándome lo que se le acababa de ocurrir. 

La última vez que lo vi fue hace dos días. Yo solo deseaba que me tocara como lo hacía en el pasado, que me besara con amor, que acariciara mi cuerpo con la misma suavidad que antes... a cambio de eso solo gané ser humillado y golpeado.

— ¿En verdad tienes que irte a trabajar? –cuestionó el menor de los dos y abrazó al pelinegro por la espalda, pasando sus brazos por el cuello del mismo.

—Ya sabes que no puedo faltar. –Respondió el otro de manera fría, incluso ignoró el agarre del castaño.

—Regresa pronto esta noche ¿sí? Quiero que esta noche sea solo de nosotros dos. –Le dijo el joven castaño de forma cariñosa, acurrucando su rostro cual minino con su amo.

— ¿Otra vez con esas tonterías HimChan? –Cuestionó el mayor deshaciendo el agarre del más joven. Él ya estaba vestido, listo para irse al trabajo. El otro solo le miró con reproche. 

Siempre era lo mismo, cada vez que le pedía estar una noche juntos su esposo se negaba, ponía su trabajo de pretexto, una junta, una cena de negocios, cualquier cosa que le hiciera llegar en la madrugada. El día de su aniversario preparó toda una cena, compró lencería e incluso algunos juguetes para "jugar" toda la noche con su pareja; pero eso jamás pasó, pues el pelinegro llegó a las 4 am.

—No son tonterías... hace mucho que no me tocas, ni siquiera me acaricias o me besas. –Bajó la mirada conforme hablaba. No podía evitar que los ojos se le aguaran. –¿Es que ya no te importo, Bang? ¿Por eso ni siquiera me miras? Preparé sorpresas para ti, compré lencería de la que siempre admiras en esos canales para mayores, también compré toda clase de objetos, todo para que me hicieras el amor... pero nada, no recibo ni un alago de tu parte... –estaba siendo fuerte, estaba reteniendo el llanto.

Por su parte, Yong Guk estaba cansado de escucharlo quejarse, casi todos los días escuchaba la misma frase: llega temprano esta noche, quiero estar contigo. Le estaba quitando su valioso tiempo matutino con otro de sus discursos. Él solo deseaba salir de una vez. La voz grave y dolida del castaño lo tenía irritado.

Yong Guk tomó a HimChan por los brazos y lo acostó en la cama. Ahora agradecía que el joven estuviera en bóxer, pues al joven pelinegro se le hizo fácil sacarle la prenda a HimChan. Bajó la bragueta de su pantalón y sacó su gran miembro, que comenzó a rozar con el ajeno para hacerlo despertar.

HimChan estaba asustado, pues el agarre de Bang era fuerte, le lastimaba. Intentaba liberarse. Su miedo creció cuando el otro, sin cuidado alguno, le sacó el bóxer y se acostó sobre él.

—Yong Guk, suéltame –murmuró el castaño. Aunque su petición fue ignorada. –Bang... ¡Bang, me lastimas! –Nuevamente le ignoró.

Cuando sintió su sexo estar semi erecto, Yong Guk elevó la cadera de HimChan y, tomando su miembro con una mano y guiándolo hasta el ano del mismo, lo penetró de una sola estocada. Un sonoro grito salió del joven castaño, un gemido de dolor que resonó por toda la habitación.

— ¡AHHHH! ¡Ya suéltame! ¡Bang! ¡BANG, ME DUELE! –HimChan no dejaba de gritar, y el volumen crecía de la misma manera que las embestidas recibidas: cada vez que entraba era más cruel, más duro, no tenía piedad. 

El mayor lo golpeó. Estampó su diestra sobre la mejilla del ulzzang.

—Esto es lo que querías ¿no? Que te follara duro. Siempre lo pides, así que aguántate. –Escupió cada palabra en el rostro del castaño. Lo hizo con rabia, como sus movimientos. Podía sentir su desprecio con cada palabra, cada vez que entraba.

El castaño intentaba defenderse, intentaba golpearlo, zafar sus manos. Pero todo era vano, Yong Guk era más fuerte y la posición que tenía era de mayor ventaja. Bang tenía el control del cuerpo ajeno, lo sabía perfectamente. 

Las lágrimas ya tenían empapado todo el rostro del más joven. Saladas gotas salían de sus ojos y resbalaban por su blanca piel. Sentía que el moreno lo partía en dos. Estaba siendo una bestia, un animal. Le estaba hiriendo, pero no solo físicamente, también estaba lastimando su corazón. ¡Lo estaba violando su propia pareja! 

Pronto se corrió dentro de él; y apenas se vació por completo salió de su cuerpo sin cuidado alguno, tomó un poco de papel de baño que estaba en su mesa de noche, y limpió su miembro de los líquidos que estaban ahora dentro del ano del chico. Acomodó sus ropas y se marchó, dejando al joven castaño dolido, lastimado, ultrajado y llorando.

¿Cuándo cambió tanto? ¿Cuándo dejó de ser atento conmigo? Pero, la pregunta más importante es ¿por qué? ¿Acaso yo hice mal? ¿Ha sido mi error?

Su indiferencia duele. Tantos aniversarios y fechas importantes que ha olvidado, ¡yo he dejado pasar sus ausencias! ¿Y me trata así? …

Después de ese día no lo he vuelto a ver, por las noches recibo un mensaje de texto de él diciéndome que debe quedarse por el trabajo.

 

Hace cinco años iniciamos nuestra relación, ambos teníamos 20 años y acabábamos de terminar con nuestras parejas. Nos conocimos gracias  a un amigo en común: DaeHyun, un donsaeng que trabajaba con nosotros en la empresa TS, trabajaba a un lado de mi oficina, pero compartía descanso con Yong Guk. Entonces DaeHyun sabía que ambos teníamos el corazón roto, y aprovechó  un día de descanso para presentarnos, y así iniciamos nuestro noviazgo, el cual duró un año. Y después me pidió matrimonio. Claramente acepté, yo estaba enamorado, él era atento conmigo, me trataba como si fuera único. Pero de hace unos meses que cambió, ahora me siento como un estorbo a su lado, como un objeto. No me deja salir de casa, no lo hago desde nos casamos, cuando me hizo renunciar a mi trabajo. Al principio era feliz así, porque lo tenía a él, juntos hacíamos todo, salíamos a citas, la cine, al parque, una vez me llevó de viaje a Japón… pero todo eso fue en un pasado, cuando me amaba…

Tengo la esperanza de que un día todo volverá a ser igual, de que me amará como al principio. Y entonces seremos felices.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).