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La Tempestad en un Aullido por harulovesringos

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Notas del capitulo:

Hola personitas de mi kokoro!!! el día de hoy, finalmente!!!! les traigo el nuevo capítulo de este fanfic tras un año de bloqueo mental severo! afortunadamente ya terminé la escuela y tengo seis meses libres en lo que entro a la Universidad para estudiar Biología!

Haru: eso a nadie le interesa...

Bueno lectores! espero que disfruten el capítulo y me disculpo por haber tardado tanto en actualizar, sin embargo me esforcé para escribir un capítulo aunque sea un poco más largo!

 

este fanfiction es una serie original y es publicada sin fines de lucro!!

sin más que decir, los dejo con el capítulo!

-¿Puedo besarte?- Dijo sutilmente en un intento de llamar su atención. El otro, con sus mejillas teñidas en carmín, volteó a verlo y confundido observó al interrogante. Aún avergonzado, el rubio de ojos crepusculares simplemente dio la vuelt sobre sus talones y se dirigió en la dirección opuesta para salir de la habitación. Syke, el Alpha del clan Deathhawk, corrió tratando de alcanzarlo y lo detuvo agarrando la muñeca del rubio entre sus zarpas. El cabello azabache del Alpha cubría su rostro al haberse desordenado en su carrera. Uno de sus ojos azules se coló a través de sus hebras color de ébano y miró desafiante a Gamateru, lo atrajo a sí y lo abrazó tiernamente. -Entiéndeme… no hago esto por interés ni nada por el estilo...ya no más… yo realmente llegué a quererte, yo… realmente te quiero…- Syke deshizo el abrazo y observó cómo el rostro de Gamateru se pintaba de un rojo cada vez más intenso. El de ojos ambarinos sentía la vergüenza recorrer su sistema y la adrenalina correr por su sistema cada vez más rápido con el incremento de su ritmo cardiaco. Él sí quería al hombre de ojos de mar, pero como un soldado que era, su orgullo no le permitía aceptar sus sentimientos.

-Ya sabes que no puedo...Alpha…- respondió Gamateru, haciéndo especial énfasis en esa palabra. -Sólo soy un soldado de mi clan…- nuevamente, se giró para retirarse. Sentía que si permanecía un minuto más dentro de esa habitación terminaría quebrándose y corriendo a los brazos del hombre que amaba. En el momento en que estuvo a punto de cruzar la puerta, la voz de Syke llamó su atención nuevamente.

-¡Aún así eres el hijo del Alpha de los Moonlight!- Gamateru se detuvo precipitadamente y cerró sus ojos fuertemente. Una pequeña lágrima corrió por su mejilla.

- “Estás comprometido…”- pensó para sí mismo.- Permiso…- fue lo que finalmente dijo, continuando su camino.

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A la mañana siguiente, Kuro despertó un poco adolorido, no sabiendo nada de lo que había pasado aquella noche, ni de las convulsiones que habían lastimado su cuerpo. Sintió en esa mañana de invierno un calor muy reconfortante en su pecho y quiso quedarse así un poco más de tiempo. Repentinamente, kuro sintió algo peludo y suave revolverse por sus piernas, se asustó un poco y dió un salto cuando sintió algo suave y esponjoso acercarse a cierta zona de su cuerpo, tomó las cobijas y las levantó para encontrar un enorme bulto. Logró divisar unas orejas y la cola plateada que lo habían sobresaltado hacía unos momentos, y sonrió enternecido al ver a Jared hecho un ovillo cerca de él.

-“Estar en una forma que no es su estado natural debe ser agotador…”- Pensó Kuro. Salió de la cama sigilosamente, tratando de no hacer que la cama se moviera y despertara a Jared. Se dirigió al baño y tomó una ducha, cuando salió, removió su flequillo y pudo observar sus ojos...aquellos ojos que tanto odiaba… no sabía que lo causaba, pero sabía lo que podían causar un par de ojos como los suyos. Desde que era un niño, siempre había sido molestado y abusado físicamente debido a ellos. Uno de sus ojos era color ámbar, sin embargo, aquel que estaba siempre oculto bajo su flequillo, a pesar de tener siempre puestas sus lentillas, era de un penetrante azul. Decían que era un monstruo o que hacía brujería o que un demonio lo poseía. Los mayores de su clase siempre lo golpeaban casi al punto de tener que ser llevado al hospital. Dio un suspiro y sacó el paquete de lentillas color ámbar, sacó la del ojo derecho y cubrió su ojo azul con esta. Tras haberse vestido, se dirigió a la cocina para cocinar su desayuno.

La luz de la cocina que lo iluminaba comenzó a ensombrecer de un momento a otro. El azabache estaba tan ensimismado en su tarea que sólo hasta que sintió como algún liquido extraño goteo sobre su frente y el hecho de que Jared posara su barbilla sobre su cabeza, pudo notar que él estaba ahí. En sus mejillas pudo sentir la suavidad de los cabellos del lobo que caían como cascadas a los lados de su cabeza. Miró hacia arriba y notó el rostro embelesado y la barbilla llena de saliva que tenía el humanoide al mirar el sartén que Kuro usaba. Al parecer tenía hambre, un sonido fué desde el estómago del peliblanco hasta los oídos del azabache. De pronto recordó que Jared había tenido su barbilla sobre su cabeza y llevó su mano a su coronilla. Pudo sentir la viscosidad de aquel líquido transparente en su cabello y le dió un escalofrío. En su rostro se podía ver una mueca de desagrado y procedió a terminar el desayuno. Dejó dos platos servidos y le indicó a Jared que comiera. Kuro se dirigió al baño para lavar su cabeza nuevamente y unos minutos después, al haber terminado, el teléfono comenzó a sonar y de dirigió a la cocina, encontrándose con un muy confundido y asustado Jared que se había metido debajo de la mesa, gruñendo.

Kuro no pudo evitar reír, tomó el teléfono y contestó la llamada. volteó a ver a Jared, le indicó que saliera de su escondite y notó que el plato que tenía servido el lobo seguía lleno. Terminó la llamada y se sentó en su asiento a desayunar. Jared lo imitó y se quedó observando la comida con duda.

-¿Qué pasa?- preguntó Kuro. -¿No te apetece?-

-No es eso...es solo que…- seguía mirando con confusión- no estoy acostumbrado a esto… ¿cómo se supone que lo coma? todo lo que solía comer había estado vivo por lo menos unos momentos antes y no se que es esto…- el azabache tomó la cuchara de otro y tomó un poco de la comida, el de cabello largo parecía resistirse a los intentos del azabache por darle de comer. -¡Abre la boca!- el mayor le hizo caso al fin y Kuro llevó la cuchara a la boca de él, alimentándolo como si fuera un bebé. -Anda, ahora cierra la boca- el mayor mordió la cuchara, lastimándose. -¡Sin dientes! ¡Sólo los labios! Vaya, si que pareces un bebé…- le dijo entre risas. Jared sonrió al probar el alimento y quiso comer más, abriendo la boca como para que Kuro le diera más. -Ahora inténtalo tú.- le entregó la cuchara y, al igual que cuando Jared intentó caminar en dos piernas, se veía muy divertido. tras varios intentos fallidos, y mucha frustración, Jared logró llevarse un pequeño bocado a la boca. En un susurro y, haciendo un puchero, después de un rato, Jared musitó algo apenas entendible. -Deberías darme tú de comer...soy tu Alpha…-

 

Ese día era un día de escuela. Kuro se preparó para irse y encaminarse al colegio. Apenas puso un pie fuera del apartamento, sintió una fuerza que lo jalaba dentro nuevamente.

-¡¿A dónde crees que vas?!- cuestionó Jared con fuerza en sus palabras.

-A la escuela…- fue lo único que pudo contestar el azabache. Estaba sorprendido de la fuerza que podía tener el más alto.

-¿Escuela?¿qué es eso?- musitó el de ojos oscuros.

-Un lugar...donde te enseñan cosas de la vida… creo… pero ese no es el punto ¿porqué hiciste eso?- se quejó Kuro, sobándose la cadera.

-¿Y me vas a dejar aquí sólo?-

- Ya estás grande, te puedes quedar sólo unas horas... - en ese momento Kuro entró en razón, Jared no era humano y nunca había utilizado una televisión, o la estufa, o un baño... - pensándolo bien… ¿qué te parece si te quedas en el cuarto...encerrado…?- fue lo último que pudo decir antes de levantarse y empujarlo hacia el cuarto, encerrandolo.

-¡Oye! ¡No me dejes aquí¡- Kuro cerró la puerta del departamento y tomó su auto para dirigirse a la escuela.

 

Cuando Kuro llegó a su salón, pudo ver que, aunque aún era temprano, Kaleb ya había llegado y se sentaba en el lugar junto al suyo en el pupitre. Suspiró y se dirigió a sentarse.

-Ahora sí me vas a explicar qué está pasando en tu casa…- lo afrontó. Kuro no pudo evitar sentir nerviosismo recorriendo su sistema.

-Ah…¿a qué te refieres?- respondió. Sabía claramente a lo que su mejor amigo se refería, pero quería hacerse el tonto y fingir no saber nada.

-¿Quién es esa persona que estaba en tu casa...desnudo…?- Kaleb estaba serio. Se giró para mirar directamente a kuro a lo ojos, no tendría escapatoria.

-Ah...eso…- dijo kuro en un murmullo apenas audible. -Bueno…¿recuerdas el perro de la vez pasada?- dijo rascándose la nuca. -Bueno lo llevé al veterinario y descubrieron que tenía un microchip…- al decir esto Kaleb pudo notar que la pierna del azabache temblaba sin parar, lo conocía demasiado bien, sabía que estaba mintiendo.- Y llamaron a su dueño, y pedí que recogiera al perro en mi casa… pero cuando llegó y le ofrecí café, me tropecé y lo mojé todo… le presté ropa para que se cambiara pero creo que no se dio cuenta de que había alguien en la puerta… jeje...je…- Kuro se reía nerviosamente mientras un tic se apoderaba de su ceja derecha. Kaleb sólamente lo miró con sospecha. Todo el día pasó con un silencio incómodo entre ambos.

 

Al finalizar el día de clases, salió de la escuela con un semblante deprimido debido a que no había interactuado con Kaleb en todo el día después de lo que sucedió esa mañana. Pareció ignorarlo todo el día, durante los recesos entre clases, el salía corriendo justo tras el toque de la campana. En el receso para comer el almuerzo, le propuso ir a la cafetería juntos, pero éste respondió con un frío “tengo algo mejor que hacer…”. Obviamente estaba triste de que la persona a la que más quería lo tratara de esa manera. Quería preguntarle si algo malo le estaba pasando, sin embargo no el valor de hablar y no pudo hacer más que guardar sus cosas al final de la clase.

-¿Te llevaré a tu casa hoy?- dijo Kuro. Siempre lo llevaba a su casa en su auto, pero ahora él ya no estaba en el aula. -¿Kaleb?- se dio la vuelta y se dio cuenta que sus palabras se habían disipado en el aire.

Al fin, después de un largo y triste día, algo que ya no era extraño para él, llegó a su casa y aparcó en el estacionamiento frente a su departamento. Subió las escaleras hasta llegar al penthouse, que era donde sus padres, antes de morir, le habían dejado para vivir. A decir verdad, estuvo poco tiempo con ellos, murieron 10 años atrás cuando él solamente tenía siete años. Hasta que cumplió los catorce, su nana lo acompañó, sin embargo tuvo que ir con sus nietos a vivir por cuestiones médicas. No se podía quejar… estaba solo, sí...pero tras morir sus padres, él heredó una gran suma de dinero y la empresa de su familia. Al ser el único hijo, se preparaba para poder tomar completa dirección de ésta.

Cuando se dio cuenta, ya estaba frente a la puerta de su apartamento, se había perdido pensando en sus padres y en cosas del pasado. Pudo escuchar un fuerte ruido que provenía de dentro de su casa. No pudo evitar pensar que Jared había salido de la habitación y roto algo por un descuido. Sacó sus llaves del bolsillo e introdujo una en el picaporte. Kuro pudo divisar en primera instancia un gran lobo, uno más grande que incluso Jared, de un precioso pelo lacio con algunas motas de rojo, unos ojos color verde esmeralda y una mirada que denotaba enojo y rabia. Escuchó un gruñido proveniente de aquel animal y el susodicho mostró las fauces de manera amenazadora.

-¡¿Dónde está el Alpha?!- Kuro abrió los ojos como platos por la sorpresa. ¿Por qué en el exterior podía escuchar gruñidos, pero en su mente resonaba aquella frase?

-¿Quién eres tú?- el lobo se puso aún más a la defensiva.

-Mi nombre es Tala…-

Notas finales:

Bueno gente! espero que les haya gustado este capítulo y nuevamente les ofrezco una gran gran gran disculpa por no haber mostrado señales de vida en más de un año! pero saben que los quiero y que nunca dejo de pensar en ustedes! si les gustó el capitulo dejen reviews y de igual manera los invito a que pasen a leer el contenido que he publicado! los quiero y los veré en el siguiente capítulo!!!

p.d : estaré tratando de actualizar cada dos semanas o incluso una vez al mes durante este tiempo en el que no estudiaré!


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