Abrí los ojos aturdido y llamé a la única persona que deseaba ver en esos momentos.
- ¿Asahi...? - tan solo fue un susurro pero se oyó por toda la sala. Miré a mi alrededor y noté que esa no era mi habitación. Estaba en un lugar de paredes blancas, en una cama con sábanas suaves blancas y un televisor que iba a monedas.
Sentí un *Bip-bip*, giré la cabeza y vi que estaba enchufado a una máquina gigante. Traté de incorporarme pero mi estómago dolió cómo si lo partieran en dos.
- ¡AAAAAAAAAAAAAAAH! - solté un alarido y volví a dejar hacerme en la cama, lágrimas asomaron por mis ojos.
¿Qué estaba ocurriendo?
Quité las sábanas y vi que llevaba puesto un sobrio pijama blanco de hospital. Me levanté la camiseta y vi que tenía una gran venda alrededor de mi estómago... me toqué el cuello y sentí otra venda...
Recordé todo lo ocurrido con Usagi-san y apreté las manos en puños.
No debo llorar, no debo llorar, no debo llorar, no deb...
- Veo que ya has despertado, Misaki-san - un hombre de ojos azules y pelo negro que había entrado sin que me diera cuenta se acercó a mí.
- ¿Quién eres? - dije asustado.
- El médico que ha llevado a cabo tu operación.
- ¿Qué día es hoy?
- Tranquilo, tan sólo has dormido medio día... ha sido una operación de urgencias... - dijo encogiéndose de hombros ante mi mirada desconcertada. - ¿Cómo te encuentras?
- Me duele mucho el estómago al moverme. - Él me miró con pena y enseguida lo sentí, no había noticias buenas.
- ¿De qué me han operado? - me temblaba la voz y ambos lo notamos, él sabía que estaba demasiado nervioso.
- Creo que antes deberías descansar... - él hizo ademán de levantarse e irse pero le retuve por la manga y le lancé una mirada exigente y confusa a la que no se pudo resistir - Yo... no sé cómo decirle esto Misaki-san... Has perdido a tu bebé...
Esas palabras dejaron mi cabeza cómo una maraca. Pero el hombre aún no había terminado.
- Lo más probable es que no puedas tener más hijos, Misaki-san.
Dejé caer la mano que sujetaba su manga, devastado, de nuevo Usagi-san se las arreglaba para destrozar mi corazón.
- Yo...estaba...¿e-embarazado...? - el hombre me miró con sorpresa.
- ¿No lo sabía? - negué con la cabeza mientras sentía cómo me faltaba el aire. - ¿Misaki-san? ¡OI! ¡¡¡Tranquilízate!!! Respira, toma aire, - seguí sus indicaciones tratando de parar un ataque de pánico - suéltalo, eso es... tranquilo... bien...
- ¿Llamada...?
- Claro, - me alcanzó un teléfono y dijo - pero procura que sea una persona que no te altere demasiado, estás en un estado bastante... delicado Misaki-san...
- Si, gracias...
Enseguida marqué el número de teléfono de Asahi que me hizo memorizar para emergencias.
- ¿Diga? ¿Misaki?
- Asahi... - dije tratando que no me salieran las lágrimas.
- ¡Misaki! ¿Dónde estás? Llevo esper...
- En el hospital - le interrumpió. Se escuchó silencio por el otro lado de la línea. - ¿Dónde estás?
Le dí la dirección y me dijo que en menos que decía "Asahi" estaría allí.
Esperé pacientemente tratando de controlar las emociones que salían de onda.
- ¡Espere no puede entrar ahí! - gritó una enfermera mientras la puerta de mi habitación se abría bruscamente dando paso al hombre que más había querido ver.
- ¡Misaki!
- ¡Asahi! - enseguida sentí cómo me abrazaba fuertemente presionando la herida de mi estómago... no sé que me dolió más si el tener que decirle que ya no podría tener a sus hijos o la herida en mi estómago.
Me eché a llorar en su hombro mientras él se separaba para mirarme a los ojos sujetando mi rostro con sus dos manos.
Su mirada escrutaba todo mi cuerpo comprobando que estuviera bien y se llevó más de una sorpresa... sobre todo cuando deshizo la venda de mi cuello y vio las marcas de dedos en forma de morado.
- ¿Qué ha ocurrido...? - su rostro no expresaba emoción pero sabía que lo que guardaba no era algo manejable ni pacífico.
- Asahi... yo... - me eché a llorar y él enseguida me tomó de la mano y tumbó a mi lado, apoyé la cabeza en mi hombro mientras me desahogaba libremente. Se lo tenía que contar, si no era ahora nunca lo haría... - Lo...s-siento! Asahi... Yo... estaba emb-barazado... pero con los golpes... yo...
- Shhhh... - me besó rápidamente y estuvimos abrazados por largo rato hasta que conseguí calmarme. - Ahora cuéntame.
- Lo siento, yo estaba embarazado... - él me miró sorprendido - me lo dijo el médico... pero por culpa de los golpes en el estómago... yo... lo perdí... lo siento tanto... Asahi... perdóname... por favor...
Él me besó por largo rato y me abrazó, le partía el corazón ver a Misaki de esa manera... tan frágil... tan roto...
- Misaki, no pasa nada... podemos tener más...
- ¡NO! - le interrumpió el pequeño - yo... ya no puedo tener más... él me jodió Asahi...
Volvió a llorar desconsoladamente en el hombro de su novio mientras este trataba de contener sus ansias asesinas y el médico escuchaba des de detrás de la puerta mientras llamaba a una enfermera:
- Sara, llama a la policía... a este chico le han agredido y creo que deberían poner una denuncia antes que el novio se cargue al responsable...
La chica asintió y cumplió las órdenes de su jefe que volvió a escuchar aquella maravillosa pareja des de detrás de la puerta... Ojalá algún día Hiro-san se apoyara en él cómo hacía ese chico con su novio...
Había tanto amor y confianza entre ellos... les envidiaba.