Misaki estaba sentado en su habitación en la casa de Usagi-san. Hacía mucho que no estaba en esa cama... Miró al reloj y vio que ya era tarde, ya había anochecido e iba a ser la hora de la cena.
Quitó el cerrojo de la habitación y salió por primera vez des de que se había encerrado en su habitación, enfadado, decepcionado, deprimido y asustado para llorar y sacarlo todo. Usagi-san había insistido en entrar al principio pero al final desistió. Y eso le dolió aún más.
- ¿Usagi-san? - dijo con voz ronca de tanto llorar.
Nadie le respondió.
Fue habitación por habitación en busca de Usagi-san pero... ¿él no estaba?
Volvió a su habitación, dispuesto a encerrarse cuando en la puerta vio un papel pegado con celo y una nota de la última persona que quería ver en esos momentos.
La tomó inseguro y leyó algo que terminó de romperle el corazón:
Misaki,
He ido a ver cómo está Sumi, no me puedo creer que esté embarazado. Lo arreglaremos te lo prometo, no quiero dejarte y, siendo sincero, tampoco dejaré a mi hijo de lado.
Por la noche vendrá Aikawa y te llevará con el sastre para el traje de la boda.
Volveré tarde seguramente.
P.S: Te amo, Misaki.
U.
El castaño arrugó el papel muy enfadado.
- ¡Eres un imbécil! - más lágrimas corrieron por sus ojos - ¡Usagi-san... TE ODIO!
No se podía creer que le hubiera dejado solo para ir a ver al padre del hijo que había tenido con su amante.
Hasta aquí había llegado todo. No iba a sufrir más por él.
Decidido a rehacer su vida cogió sus cosas junto con todos sus ahorros y las puso en una bolsa de mano, se la colgó al hombro y fue hasta el salón. Por el camino cogió papel y boli:
Usagi-san,
Ya que veo que tu hijo es más importante que yo, no pienso vivir una vida a tu lado... joder, si ni tan siquiera te has disculpado por acostarte con Sumi cuando estábamos saliendo!
¿Pretendías seguir con la boda? Bien pues ya te lo aclaro: Queda suspendida, cancelada, anulada, extinguida.
Ni se te ocurra buscarme y decirme que lo sientes.
P.S: Muérete.
M.
Dejó la nota pegada con celo en la puerta de la habitación de Usagi-san con el corazón devastado, bajó al salón, cogió sus cosas y se fue para no volver.
POV. USAMI
- ¡Misaki, ya estoy en casa! - no recibí respuesta, miré en la cocina y no había nadie. Registré la casa frustrado hasta pararme delante de su habitación, si no estaba ahí...
Abrí la puerta. Vacío. Total y completamente vacío.
- Misaki...- susurré mientras me apoyaba en la pared de al lado y me dejaba caer. - ¿Dónde estás?
De repente me acordé que había un lugar que aún no había mirado. Dirigí mi mirada hacia la puerta de mi habitación y me encontré una nota pegada con celo al igual que la que yo le había dejado a mi Misaki.
Me levanté tropezando de la emoción, esperando una carta de amor o una confesión por su parte pero lo que leí fue todo lo contrario.
Usagi-san,
Ya que veo que tu hijo es más importante que yo, no pienso vivir una vida a tu lado... joder, si ni tan siquiera te has disculpado por acostarte con Sumi cuando estábamos saliendo!
¿Pretendías seguir con la boda? Bien pues ya te lo aclaro: Queda suspendida, cancelada, anulada, extinguida.
Ni se te ocurra buscarme y decirme que lo sientes.
P.S: Muérete.
M.
La ira se infiltró por mis venas... ¿Que me muriera? ¿Que me disculpara por haberlo hecho con Sumi en año nuevo? ¿Y por qué debía hacerlo? Él era el gran Akihiko Usami, no iba a disculparse ante nadie y menos aún morirse por capricho de un niño.
¿Que ya no había boda? Pues bien por él.
Pero Misaki no se iba a ir de rositas, si bien no le buscaría pero si algún día se lo encontraba... Fúria, la ira se transformó en fúria por que Misaki le hubiera dejado y, el simple hecho de imaginarlo con otro hombre le llenaba de odio, enfado y algo muy peligroso que no podía identificar... ¿Celos? ¿Envidia? ¿Soledad? Por él todo se podía ir a la mierda. Ya no le importaba Misaki, él se lo había dado todo...¿ y así se lo pagaba?
Adiós, Misaki... pero si algún día vuelvo a verte no podrás escapar de mi. Pensó Usagi-san con una mirada sombría que haría estremecer hasta al mismo demonio.