-----------------------------UN MES DESPUÉS-----------------------------
No dejé a Misaki ni un segundo solo después que saliera del hospital, estaba alerta a que volviera a aparecer aquél cabrón...
Mi sangre hervía cada vez que pensaba en Usami, si algún día me lo encontraba pagaría por lo que le había hecho a Misaki, pero parece ser que no volvió.
Con el tiempo me fui relajando y le dejaba a Misaki ir a hacer la compra solo y ahora ya iba a la universidad normalmente.
Los primeros días fueron horribles, oía a Misaki llorar en sueños... él me decía que eran imaginaciones mías pero a la noche siguiente fui a verle y yo tenía razón, él estaba llorando. Me tumbé a su lado y des de entonces dormimos juntos.
Ahora la habitación de Misaki tan solo servía de armario.
POV. MISAKI
Abrí los ojos antes que sonara el depsertador, des de que había salido del hospital no dormía tan profundamente como antes, era más un sueño ligero.
Miré el rostro de Asahi durmiendo, eso me calmaba más que un sedante para caballos.
Me fijé en su rostro, sus ojos cerrados con unas ojeras poco visibles... se estaba esforzando mucho por mí. el cabello le caía sobre la cara dándole un aire maduro que normalmente solo mostraba cuando estaba deprimido y trataba de animarme.
Me gustaba Asahi... mis ojos no podían dejar de mirarle, siempre que estaba a mi alcance mi mirada le buscaba y seguía hasta que él me sonreía y tranquilizaba. No podía dejar de pensar en él y cuandome besaba me hacía tocar el cielo.
Amaba a Asahi.
- Buenos días Misaki... - dijo aún con los ojos cerrados. Me sonrojé al darme cuenta que él sabía que le estaba mirando.
- Bu-uenas... - contesté acurrucándome contra él. - Asahi...
- ¿Hmmm...?
- Tenemos que hablar... - él abrió los ojos y me miró fijamente intentando averiguar qué pasaba por mi cabeza para hablarle con un tono serio. Sonreí por su cara confusa que enseguida se relajó al orme reír y le dije de buen humor.
- ¿Quieres salir conmigo? - su expresión era de foto, abrió la boca un par de veces para contestar pero no le salían las palabras. Esperé, divertido por su reacción hasta que él volvió a recuperar la capacidad de pensar racionalmente.
- ¿Es un sueño? Misaki... ¿sigo dormido? - me dijo asustado. Mi ataque de risa casi me hace caerme de la cama.
- ¡¡Claro que no!! - me tranquilicé y tomé aire - ¡Tonto!
Él me miró con una ceja levantada y se lnzó encima de mí.
- Si quiero, por el amor de Dios... - empezó a besarme por el cuello jueguetonamente - ...claro que quiero... - coló sus manos por mi camiseta y empezó a tocar mis pezones sacándome pequeños gemidos - ...pensaba que no lo dirías nunca...
Siguió excitándome y desnudándome sin que yo fuera consciente de lo que ocurría. Él tocaba mi cuerpo de arriba abajo, nublando mi mente... tan sólo sentía oleadas de placer.
Y entonces sentí un dedo entrar en mí.
- ¡Aaaah! - grité de placer y dolor por la intromisión. Él empezó a moverlo y añadió otro empezando a hacer movimientos circulares que me volvían loco mientras cambiaba a otros de tijera o los metía y sacaba.
Los sacó bruscamente arrancándome un gemido. Sentí cómo su miembro erecto presionaba mi entrada.
- Espera... - gemí mientras él se detenía. Le besé de una manera dulce y posesiva mientras él aprofundizaba el beso hacia algo más salvaje y atormentador que no excitaba a mabos aún más.
- No aguanto más... Misaki... - dijo contra mi boca mientras le tumbaba en la cama cambiando las posiciones. Coloqué una mano en su erección y la conduje hacia mi entrada observando su mirada sorprendida que enseguida pasó a ser una que parecía querer tragarse todo mi ser.
Tomé mi miembro y mientras lo masturbaba me senté de golpe. Él soltó un grito ronco por la brusquedad y yo otro de dolor. Seguí masturbándome hasta que tan sólo sentía placer y empecé a subir y bajar mis caderas aumentando el ritmo a cada embestida.
- AAAAaaah!!!! - él había dado en mi punto, y lo supo enseguida así que empezó a acompañar mis movimientos dándo en ese punto una y otra vez... ya no estaba seguro si estaba tocando el cielo o hundiéndome en un infierno de placer... En esos momentos no me importaría mucho que me lo hiciera hasta la tarde, el suyo era tan grande y llegaba tan profundo que me volvía loco.
- Misaki... para me vengo.... - dijo entre jadeos mientras aminoraba el ritmo y empezaba a hacer movimientos circulares con la cadera.
- No quiero parar...Asahi.... - él gruñó en respuesta y se incorporó, pasé mis piernas alrededor de su cintura mientras él se ponía de pié y anadaba hasta que mi espalda tocó la pared y él siguió con las embestidas.
- aaah! más! Asahi... Más!!! - grité entre jadeos, el placer me estaba consumiendo. Jamás hubiera adivinado que el sexo podía ser tan... intenso.
ÉL dejó de moverse y salió de mí dejando un vacío que me hizo jadear al momento.
Me dejó en el suelo y giró, apoyé las manos en la pared e instintivamente separé las piernas. Él volvió a entrar en mí de una sola vez tocando mi punto haciendo que ambos gimiéramos de placer.
Lo sacó hasta la punta y volvió a entrar, repitió el mismo movimiento cada vez más rápido... me estaba volviendo loco...
Sentí cómo oleadas de electricidad viajaban por la columna y llegaban hasta mis extremidades haciendo arquear mi espalda y que me retorciera de placer bajo Asahi que me tenía aplastado contra la pared mientras esta se llenaba de mi semen.
Asahi se vino con un par de estocadas más y me susurró al oído:
- Te amo, Misaki... - después bajó hasta mi expuesto cuello y dejó su marca de manera brusca y con marcas de dientes. Todo el mundo sabría que tenía novio ahora.
Ambos tranquilizamos nuestra respiración, nos duchamos y vestimos para ir a la universidad.
Llegamos a tiempo gracias a que nos habíamos levantado más temprano.
En la entrada me encontré a Sumi-sempai. Le ignoré totalmente.
- ¡Misaki espera! - me agarró del brazo y cuando me giró le di una bofetada. El restallido sonó de tal manera que todos los estydiantes alrededor nos miraron confusos y extrañados pero nadie dijo nada o se acercó a ver qué pasaba.
- No me vuelvas a hablar... tú y yo ya no somo amigos, és más, no te quiero volver a ver en la vida... para mí tú y Usami-san habéis muerto. - en mis palabras había más que rencor, enseguida sentí cómo él apartaba la vista y miraba al suelo mientras unos brazos que conocía más que bien rodearon mi cintura. Me giré para darle un beso a Asahi ante la mirada sorprendida de Sumi-sempai.
- ¿Qué ocurre Misaki? ¿Quién es él? - Asahi miró a Sumi-sempai de arriba abajo y se paró en su tripa - No puede ser... ¿Él es el chico con quién ese te engañó?
Misaki asintió.
- ¿A qué has venido? - Asahi le miró cómo si fuera un monstruo.
- A disculparme...
La pareja se sorprendió y miró con resentimiento al chico.
- No quiero tus disculpas - dijo Misaki con voz tan fría que parecía cortar la tensión formada en aquél momento - tan sólo quiero que desaparezcáis de mí vida... tú y Usami-san.
- pero Misaki...
- Ya le has oído... -dijo Asahi interrumpiéndole.
- No estoy hablando contigo.
- Ya, pero soy su novio y no voy a permitir que le hagáis más daño... - la mirada asesina que desprendía aquél chico hizo a Sumi estremecerse y retroceder algunos pasos.
- Pero tan solo has sido una pelea... pueden arreglarlo...
- ¡No voy a permitirlo! ¡¡¡POR CULPA DE ESE MONSTRUO MISAKI YA NO PUEDE TENER HIJOS!!! ¿¡Y QUIERES QUE LO ARREGLEN!?
Sumi le miró en estado de shock y después pasó la mirada a Misaki quién estaba tratando de calmar a su novio.
- Adiós.
Dijo con voz aún más fría que antes, tomó la mano de Asahi y se fueron.
Sumi-sempai se quedó allí parado sin saber qué hacer... una cosa tenía muy clara y era que Misaki ahora había conseguido ser feliz de nuevo... no iba adestrozarle esa felicidad.
Un deportivo rojo aparcó en frente de la universidad. Sumi se subió en el asiento del copiloto y saludó a un peli plata que le miró y sonrió. No le dijo nada sobre Misaki... iban a casarse pronto y no quería arruinar las cosas, tanto a Misaki cómo a él.
Y así pasaron los días, mese y años... la boda fue algo íntimo a petición de Sumi y Usami le hizo caso. Tan solo asistieron un par de amigos de cada uno i Aikawa.
Misaki y Asahi se mudaron a Estados Unidos dónde encontraron trabajo: Asahi de sub-director en una famosa compañía y Misaki en una editorial, traduciendo libros. Vivían en una casa con dinero más que suficiente para los dos... Y el destino fue muy bueno con ellos ya que un día de verano Misaki empezó a tener náuseas y cambios de humor bastante repentinos.....