Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ojos de sangre pura por Alice Miu

[Reviews - 24]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

— ¿Acaso estas tonto? — Pregunto enfadada Hikari

—Necesitaba un cigarro—Contesto con simpleza

— ¿Acaso me tomas de imbécil cariño? Más vale que vuelvas al comedor o si no— Cayó abruptamente al ver unas lagrimas caer del rostro de Misaki, suspiro quitándole delicadamente el cigarro para después apagarlo—Deja las lagrimas, en este momento no puedes llorar

—En un momento vuelvo—Contesto en un hilo de voz, la mujer asintió y le dejo solo, sin darse cuenta que otra persona se acercaba hacia su hijo

—Deberías de volver— Comento, sus ojos se abrieron al ver de qué se trataba de la persona que le hizo sentir vergüenza de sí mismo, Misaki sonrió un poco

—Oh no, no intentes hacerte el preocupado— Su sonrisa se volvió seria, agachando un poco la cabeza

— ¿Quién dijo que me estaba haciendo el preocupado? Cualquiera se preocuparía por ver a alguien fruncir el ceño y salir llorando— Contesto seriamente, Takahashi sintió como en el poco tacto con el cual se expresaba existía un tono de reprimenda muy pequeño, Misaki saco de su bota izquierda unos cerillos, después de su bolsillo derecho unos cigarrillos

—Akihiko-san ¿Usted fuma? — El de ojos violetas asintió y acepto el cigarrillo, Misaki encendió el suyo, seguido del mayor.

—Takahashi-kun es un poco rebelde— Comento Kyo, Takahiro rio y exclamo

—Es la edad supongo, creo que cualquiera a esa edad…— Sonrió al recordar sus múltiples escapadas para ir a ver a sus amigos, los cuales para Hikari no eran nada más que un grupo de ladrones

—Ni me lo recuerdes— Comento haciendo una mueca— Takahiro siempre te escapabas— Todos en la sala rieron

 Misaki sentía gran satisfacción al sentir el tabaco impregnarse en la mayoría de sus sentidos, dio una gran calada eh hizo una mueca rara, para después sacar pequeños círculos que desaparecían, Akihiko le observo en silencio y apago su cigarrillo, sintió unas finas gotas al igual que Misaki

—Tenemos que volver—Exclamo Misaki y apago rápidamente su cigarrillo, sintió las gotas mucho más fuertes, por lo que salió corriendo hacia la entrada del jardín junto Akihiko

— ¡Misaki! — Exclamo preocupado Takahiro al ver a su joven hermano empapado y temblando, observó a Akihiko, el cual se encontraba en el mismo estado que su hermano; las sirvientas, las cuales adivinando las peticiones de sus amos corrieron por algo con que se secaran los invitados

— ¿Mi madre? — Pregunto Misaki mientras que se secaba el cabello con una toalla

—En su habitación, van a pasar la noche aquí por esta tormenta— Comento Kyo, acercándose a Misaki, el menor observo la tranquila mirada café de su prometido— Déjeme guiarlo hacia su habitación para que se quite su ropa mojada, Takahashi-kun— El llamado anarco una ceja y asintió ¿Por qué tanta amabilidad?

Al llegar a la habitación simplemente le dio unas ropas y se retiro, Takahashi observo los miles de libros que se encontraban en el piso, algunos eran exageradamente grandes, mientras que otros todo lo contrario. Con un suspiro se dispuso a cambiarse de ropas, sonrió al verse con ropas más masculinas, aunque le molestaba un poco la camisa de tallas más largas, le extraño en cierto grado el hecho de que el pantalón fuera de una talla muy exacta a la suya; cuando se encontró listo salió de la gran habitación y miro el gran pasillo iluminado tenuemente por velas, miro nueve puertas aparte de la suya y se sintió demasiado confundido por lo que decidió bajar las escaleras; antes de cumplir su cometido se sintió jalado por una mano, asustado miro quien era

—Tengo que mostrarte algo— Susurro Kyo intentando tranquilizar a  Misaki, el cual tenía sus ojos un poco abiertos, el de ojos cafés guio un poco a su prometido, pasando por una habitación oscura; Takahashi observo la luz de la luna en ciertas partes de la habitación. Llegaron hasta una cortina, la cual fue abierta por el mayor; sus ojos miraron asombrados los miles de colores que se visualizaban de lejos; una montaña se veía de lejos mostrando colores brillantes. Alguna vez en su vida le habían contado sobre ese fenómeno, pero nunca había creído poder verlo con sus ojos

—Es increíble…— Susurro

— ¿Verdad? Dicen que por esas tierras existen maravillosas criaturas con…

— ¡Con grandes colmillos y hermosos corazones! — Termino la frase Misaki, se sabía de memoria las características de la montaña, escritas, obviamente

Kyo rio— Eres muy tierno— Agito un poco los cabellos del menor, asiéndole sentir nervioso por la suave caricia que le daba, con sus verdosos ojos observo una vez más la montaña, visualizo pequeños puntos blancos cayendo con suavidad—Está nevando por allá— Exclamo el mayor sonriendo, Misaki bostezo un poco, por lo que Kyo dijo— Deberías ir a dormir, no te hará bien quedarte aquí, te enfermaras

—Pero yo no tengo su…— Un segundo bostezo escapo de su boca, por lo que rendido se dejo llevar por los largos pasillos hasta su habitación; una vez ahí, se acomodo en la suave y grande cama, dejándose llevar por los sueños en pocos minutos.

—Misaki, Misaki…— Una gran bestia se le acercaba, su corazón latía con miedo y no podía moverse, miraba hacia alguna salida y solo encontraba muros de flores carmín con espinas de espadas, la bestia volvió a hablar

— ¿Por qué el miedo, Misaki? — Observo los ojos de cerca, tenían una mezcla rara y podía jurar que brillaban como una gema preciosa, eran rojos pero transmitían una extraña tranquilidad, la cual le fue calmando como regazo de madre

— ¿Por qué me quieres hacer daño? — Sintió como podía moverse por fin, cayendo en el piso sin fuerzas para huir, sentía sus ojos arder; al tocarse por la zona sintió un espeso liquido de color carmín, era sangre

— ¿Quién dijo que te quiero hacer daño? Cualquiera se preocuparía por ver a alguien correr en tales condiciones— Sintió el saber de donde provenían esas palabras, teniendo una imagen borrosa de la persona— Toma mi mano

— ¿Eh? — El joven no entendió aquella petición, se fue parando lentamente y sin prisa, miro la pata de la bestia y se le fue acercando, sintiendo como esta correspondía…

—Sabes yo…

Despertó abruptamente sin poder escuchar el término de la frase, observo hacia sus lados, encontrándose con una bandeja con comida, recordó que había pasado la noche en aquel lugar. Suspiro sin ganas y se levanto, tenía el presentimiento de que algo andaba mal


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).