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Tentando al lobo por Yuki fresita-chan

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Notas del capitulo:

Hola! Que sepais que me ha emocionado mucho leer vuestros comentarios, la verdad que estaba bastante dudosa de si subir el fic o no, pero gracias a vuestras buenas criticas la subiré jajaj y ahora a disfrutar de la lectura (;

El sonido de la alarma de mi movil me aviso de que debía levantarme, mas no lo hice, llevaba toda la noche sin pegar ojo pensando en todo lo que paso anoche. Resople molesto y me pase las manos por la cara.

¡Jude, levántate o si no llegaras tarde! - me aviso mi padre desde abajo.

¡Ya voy! - le dije y me levante de la cama.

Me adentre en el baño y me di una ducha de diez minutos, salí con la toalla enrollada en mi cadera y abrí las puertas de mi armario. Me puse unos pantalones de chandal de pella, unas Nike janoski negras y una básica blanca acompañada de mi chaqueta de chandal negra. Baje las escaleras hasta la cocina y me serví una taza de café.

Hoy tengo el turno entero, no volveré hasta mañana a las nueve - me informó mi padre dejando su taza en el fregadero - adiós hijo, ten cuidado te he dejado dinero en la entrada - se despidió dándome una cariñosa palmada en el hombro a lo que yo le dedique una suave sonrisa. Me terminé el café y me colgué la mochila de una de las asas, salí de la casa y me puse los auriculares de mi iPhone y me puse la canción "lollipop" de Lil Wayne. Me solía gustar toda clase de música así que no discutía los gustos de la gente, no era mucho de bandas simplemente si me gustaba una canción la escuchaba y punto.


Nada más cruce las puertas del instituto todas las miradas se posaron en mi, algunas chicas me miraban con curiosidad otras con lascivia, mientras que los chicos me miraban con desprecio. Sonreí ante eso dejando ver mis perfectos dientes y sacándole unos cuantos suspiros a las chicas.

Hola, eres Jude Ross ¿verdad? - se acercó a mi una bonita chica de pelo rojo y ojos verdes, tenía buen tipo aunque parecía demasiado prepotente y pija para mi gusto.

Sí, ¿y tú como lo sabes? -

¿Quién no sabe que eres el hijo del sheriff? - me respondió.

Vale, ¿y quien eres tú y que quieres? -

Soy Elisa Martin, la hija del director y tu compañera de clase, me ofrecí a pasar el día contigo y ser tu guía. - me miro con picardía y me agarro la mano, la seguí sonriendo de lado. - apuesto que eres un mal chico, con tatuajes en los brazos, en el costado y con piercings en los pezones que le encanta follar con zorras - me reí al escuchar eso y la mire.

¿Y tú como sabes eso? - la interrogué divertido, ella se volvió hacia mi y me sonrió coqueta.
Mire tu "instagram", y yo soy una zorra - me respondió. Me volví a reír ante su reconocimiento y negué divertido.

Cuando llegamos a la clase el profesor me saludo y me hizo presentarme, fue el clásico momento que la gente describiría como "incómodo", y más teniendo en cuenta mi aspecto, soy el tipo de chico que los padres no quieren ver cerca de sus hijas. Lastima porque sus hijas siempre me buscan como perras en celo, pero en fin. Me presente y me senté en mi respectivo asiento.

Sr. Méndez, ¿puedo ir al baño? - me gire al escuchar a Elisa y verla con la mano alzada.

Claro, señorita Martin - ella sonrió y al pasar por mi lado dejo caer una bolita de papel, me dedico una mirada y salió de clase. Abrí el papelito y leí lo que ponía: "ven conmigo, tengo un regalo de bienvenida para ti", sonreí y levante la mano.

¿Sí, señor Ross? -

Señor Méndez acabo de recordar que el director me ha dicho que me pasara por su despacho, ¿puedo ir? - mentí.

Mm..de acuerdo - acepto con recelo, cogí mi mochila y salí de clase me adentre hacia el baño de chicas y me encontré a Elisa apoyada en la pared sosteniendo un preservativo entre el dedo corazón y el índice.

Cierra la puerta - cerré la puerta y me acerque con decisión hacia ella, la cual se quitó el tanga que llevaba y se levantó la falda a la vez que se subía al lavabo - vamos chico malo, enséñame esos tatuajes y piercings que tanto te caracterizan - susurro con voz melosa.
Le sonreí con superioridad y tire mi mochila a un lado seguida de mi chaqueta y mi camiseta, recibiendo un jadeo de sorpresa cuando deje mi torso desnudo. Con un ágil movimiento me situé entre sus piernas y adentre mis manos entre su falda para estrujarle el culo sacándole un gemido de satisfacción a la vez que desataba mis pantalones y sacaba mi semi erecto miembro de mis bóxer para ponerme el preservativo a la vez que empezaba un subí y bajá con su mano para terminar de endurecerme. Esto iba a ser interesante.


***


Cuando al fin sonó el timbre que daba por finalizadas las clases, me levante de mi asiento y salí entre la multitud a la calle, iba absorto en mi movil hasta que sentí como alguien me abrazaba por la cintura. Me gire y me encontré a Elisa.

¿Te lo has pasado bien tu primer día de clase, machote? - me preguntó en un tono divertido picándome el brazo con su dedo, le sonreí y asentí.

No podría quejarme del regalo de bienvenida que me han dado - le respondí y me dio un rapido beso en los labios.

Cuando volví mi mirada al frente me encontré con la imagen que menos me esperaba encontrar. Dirk estaba apoyado en su coche con los brazos cruzados y mirando hacia la derecha, llevaba puestas unas gafas de aviador con un camiseta negra con el cuello en pico, la cual se adhería a su musculoso torso con posesividad, acompañada de unos vaqueros ajustados negros y unas vans bicolor. Un parsimonioso suspiro salió de mis labios cuando poso su mirada en mi. Y fui hasta él cuando me di cuenta de que era el centro de todas las miradas.

Oh, dios... - lo miro Elisa con la boca abierta. - ¿será el novio de alguna? - hice caso omiso de su pregunta y me dirigí hacia él.

¿Qué haces aquí? - pregunté molesto.

Te dije que me pasaría a por ti, ahora sube al coche te llevare a comer - manifestó mientras se encendía un cigarrillo.

No tengo hambre - le dije cortante.

En ese caso te llevare a mi casa - declaró.

¿Planeas matarme? - ante mi pregunta exhaló el humo por la nariz y me mire fijamente a través de las gafas y arqueó una ceja serio.

No me des ideas, y sube al coche de una put-..vez - lo mire divertido al observar como contuvo el insulto.

Subí al coche sin hacerme derogar y él hizo lo propio. Pude ver la mirada de asombro de todos lo alumnos hay presentes incluso la de Elisa, lo mire a él una vez que estábamos lo suficiente alejados del instituto, parecía haber vuelto a su tranquila serenidad de siempre, no despegaba la vista de la carretera, sus rasgos eran tan...¿perfectos? No tenía ni idea de porque él resultaba tan magnético para mí, pero era algo que me molestaba de sobremanera.

¿Por qué estamos saliendo del pueblo? - cuestioné con firmeza.

Porque donde vamos esta en el centro del bosque - respondió a la vez que giraba y se metía en un camino de tierra.

Acaso eres como Edward Cullen - bromeé, a lo que él de rió.

No, soy más bien como el lobo de caperucita - me reí ante su comentario y me acomode en el asiento sin dejar de mirarlo.

Y si..no me vas a matar, ¿qué es lo que planeas hacer? - me miró de reojo y volvió su mirada a la carretera.

Ya hemos llegado - señalo cambiando de tema y saliendo del coche sin si quiera mirarme, gruñí enfadado y salí siguiéndolo.

No evadas mi pregunta - le advertí molesto, mas hizo caso omiso de mi y entro a la antigua mansión dejando la puerta abierta para que pasara. Pasé y nada más entrar escuche unos fuertes gritos de dolor que provenían - al parecer - del sótano. Levante la mirada y me encontré con sus turquesas ojos, mirándome divertido.

¿Tienes miedo? - me interrogó acercándose a mi.

Lo lamento pero los perros no me dan miedo, lo único que pueden acerté es morderte y pegarte sus pulgas - apenas acabe la oración vi un extraño brillo en sus ojos, ya que se había quitado las gafas y en menos de un pestañeo me había empotrado contra la pared, sacándome un jadeo de dolor.

Mide tus palabras, niñato. Puede que este perrito te pegué la rabia - amenazó entre dientes.

Ten cuidado tú, ya sabes como acabo el lobo feroz - lo reté, y note como apretó los dientes y se le comenzaban a marcar las venas del cuello, su mirada centelleaba peligro y rabia, mas no me amedrente por eso.

¿Qué, no piensas darme una lección? - me burle y el apretó más su agarre en mi cuello, mas sin llegar a cortarme la respiración - alfa - agregué haciendo énfasis en la palabras, y pude ver como se dibujaba una siniestra sonrisa desformando su rostro y su iris comenzó a cambiar transformándose en un fuerte dorado.

Claro que mereces un escarmiento por esa osadía tuya, Jude -

Notas finales:

Gracias por leer y espero leer vuestros comentarios ansiosa. Por cierto intentate actualizar todos los lunes, para que empeceis con ganas la semana! xD besitos y abrazos nos leemos amores!!!!


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