Lo mire desafiante esperando el golpe, más bajo el puño y a los pocos segundos una mujer sumamente hermosa bajo las escaleras. La observe, tenía el pelo liso y de color chocolate y este le cubría los hombros, llevaba una fina capa de maquillaje y los labios pintados con brillo, mas lo que más me llamo la atención de ese atractivo rostro eran sus ojos, eran oscuros y se podía ver claramente que tenían más vivido de lo que su físico aparentaba, sin lugar a dudas era una mujer de unos cuarenta años o así. Su cuerpo estaba bien cuidado y en si no aparentaba la edad que escondían esos ojos.
No le hagas nada al niño, Dirk - pude ver como enseguida la mirada del lobo se amedrentaba y al percatarse de que me di cuenta le dio un fuerte puñetazo a la pared, a escasos centímetros de mi cara. Escuche como los trozos de la pared caían al suelo, lo mire con rencor a lo que él se dio media vuelta y la encaró.
Sabes que no me gusta que me digan que tengo que hacer - le dijo molesto - y por cierto, ¿qué haces tú aquí? - le preguntó.
Marcus me ha dicho lo que pasó y he venido aquí para conocer al chiquillo - le contesto con su suave voz.
¿Y por qué quieres verlo? - interrogó con la voz impregnada de celos. Y fui hay que me di cuenta de quien era ella, su...¿novia, amante?
Sabes a la perfección la respuesta, querido - hizo una pausa y se acercó a mi para sostenerme la barbilla y mirarme fijamente como si de una madre se tratara - Marcus tenía razón, es bastante guapo. Bueno - suspiró - ahora déjame un momento para que yo le resuelva las dudas al niño, tú ve a calmarte dandole una paliza a cualquier pobre alma o lo que sea, yo me encargare del muchacho - tras decir esto se volvió hacia él y le dedico una picara sonrisa, a lo que él gruño y salió de la enorme mansión dando un fuerte portazo.
Ven vamos a sentarnos - la mire sorprendido y la seguí hasta el enorme salón, nos sentamos en un enorme sofá con forma de "L". Una vez que estábamos sentados me ofreció algo, pero yo negué, lo ultimo que tenía en este momento era hambre.
¿No me vas a decir tu nombre? - la miré.
Sí...lo lamento, me llamo Jude ¿y usted? - le pregunté un poco incomodo.
Soy María, encantada. Ahora dime Jude, ¿quieres que te lo explique yo o prefieres que lo haga él? - me preguntó con la mirada intensa que me dedico de un principio.
Prefiero que me lo expliques tú, al menos no parece que me vas a arrancar la garganta - le respondí a lo que ella se rió, la mire sorprendido era una risa bastante bonita.
Es algo normal en Dirk, desde adolescente siempre a tenido un carácter bastante fuerte -
¿Desde adolescente? - le pregunté desconcertado.
Sí... Y se como me has mirado antes y como lo has mirado a él. Y sí, no te has equivocado somos amantes pero no creas que me he aprovechado de él, yo era una mujer de la vida y él tan solo tenía 16 años, me acuerdo a la perfección de su traviesa sonrisa y de esos ojos suyos tan desafiantes. Él me encontró en un bar y empezó a coquetear conmigo, yo no paraba de rechazarlo a pesar que su insistencia me divertía, desde ese día él iba todas las noches a ese bar y no dejaba de intentar engatusarme, mas fue en una noche en que uno de mis clientes intento meterme a la fuerza dentro de un coche con el y otros dos hombres que me di cuenta que ese niñato me había enamorado desde que nuestras miradas se cruzaron. Él apareció hecho una furia y sin amedrentarse porque fueran tres hombres contra un niño como él se tiro contra ellos iniciando la pelea como todo un hombre adulto hubiera hecho y efectivamente gano contra ellos, no sin acabar con un labio roto y un que otro morado, y mira que intente detenerlo pero no lo conseguí. Después lo llevé a mi piso y le cure las heridas, y él con su chulesca sonrisa me dijo "¿qué? Nena, ya me crees cuando te dije que te protegería de cualquiera" - hizo una pausa y sonrío como toda una mujer sumamente enamorada - esa noche fue la primera que hice él amor con un hombre, y me sentí realmente como lo narran en la más bonitas historias de amor, a pesar de que él era virgen fue la primera vez que había disfrutado tanto del sexo. Yo siempre le he dicho que no me importaba acostarme con él siempre que quisiera pero que él debería de buscar alguien que verdaderamente se lo merezca y que pueda amarlo por completo.., como sabrás él es el alfa y la pareja de un alfa tiene que ser menor que él y virgen si no se consideraría un insulto y una deshonra, y aunque no lo aparente soy casi veinte años mayor que él, lo nuestro no podía ser otra perfecta historia de amor, y yo solo quiero que él sea feliz y que no se meta en problemas por mi, si ya no he muerto a manos de algún cliente loco es porque él siempre a estado encima, pero siempre no va a estar y tarde o temprano moriré y lo que no quiero es que sufra por alguien como yo, simplemente quiero su felicidad y mira que es el primer y único hombre que he amado y que amo en toda mi vida, pero yo no le puedo dar lo que se merece. - Acabó y pude ver las lagrimas bañar su bello rostro, mas yo sentí un punzante dolor en el pecho con cada palabra que había dicho y en vez de sentir compasión o lastima sentía celos..pero ¿por qué?
Yo... -
Oh dios que tonta soy, lo siento no tenía que haber llorado - se disculpó a lo que yo negué.
No pasa nada, esta bien - la tranquilicé dedicándole una suave sonrisa.
Gracias, pero no finjas conmigo por favor llevo demasiado tiempo en la calle, se como lo has mirado y al contrario de estar enfadada estoy bastante feliz...porque eres lo que siempre he buscado para él - la mire con los ojos como platos ante sus palabras.
Pero si soy un hombre...además él no me gusta - le conteste molesto.
No me mientas, y no importa que seas un hombre los hombres lobo no necesitan fijarse en el sexo de una persona, simplemente se enamoran no importa de quien - me contesto y entonces algo hizo "click" en mi cerebro.
Oh de acuerdo, pero ahora te digo yo lo que opino de este bonito papel tuyo de que "solo quieres que sea feliz" y de tu bonita historia. Lo primero creo tu historia porque lo he visto en tus ojos pero esto no. Todas las personas nos hemos enamorado y nos ha gustado alguien y por eso mismo te digo que somos tan egoístas que lo ultimo que deseamos es compartirlo o cederlo, tú puedes querer su felicidad pero, aunque sea una hipótesis, si saliese conmigo estarías celosa y lo tendrías de vuelta en tu cama en segundos y yo no voy a llorar por nadie así que por eso mismo, en vez de llorar por tu "buena fe" y ponerme a cuatro patas delante de Dirk para que me follara y después fuera a tu cama con la persona que verdaderamente ama, te digo que no ante tu oferta. Lo siento María pero es el egoísmo del ser humano, y no puedes negarlo, ahora si me disculpas me voy a casa puedes quedarte con él, de todas maneras no me interesan las pollas - declare con descaro y me levante sin si quiera mirarla y salí por la puerta de la mansión.
Una vez fuera me encontré frente a esta una vez más a Dirk apoyado en su cochazo, sonreí con malicia y me acerque hasta él.
Lobito llévame a casa no me se él camino de vuelta, no te importa ¿verdad? - le pregunté haciendo un falso puchero a lo que él arqueo una ceja.
¿Quien te crees que eres para pedirme cosas? - interrogó molesto.
Desde luego que María no - pude observar como se tensaba gradualmente y mi sonrisa se ensanchó, me acerqué hasta él y situé mis labios a escasos centímetros de su oreja - y sabes que me llevaras después de todo lo que me ha contado ella que seguramente tu has escuchado con esas súper habilidades de alfa, ¿verdad? - le pregunté con sorna. A lo que él en menos de un parpadeo intercambio nuestras posiciones y me estampo contra el coche.
¿¡Te atreves a amenazarme!? - bramó.
¿Y tú piensas que me intimidas? - contrarresté y él me miro iracundo - me he criado en un barrio bastante chungo y muchos chulazos como tú han intentado, o bien matarme o intimidarme mas me puedes ver aquí ¿no? - gruñó molesto y se separó de mi. Sonreí triunfante mas no me duró mucho la sonrisa ya que una maquiavélica sonrisa se expandió sobre su rostro.
Entonces tu sabrás que ninguno de ellos era un licántropo y mucho menos un alfa, a un alfa NUNCA pero que NUNCA se le osa desafiar y mucho menos amenazar así que ahora que no esta nadie para evitar que te de una memorable lección prepárate Jude, porque tu solo te has atrevido a buscarme y - hizo una pausa para acercarse a mi oído - me has encontrado - sus labios se rozaron contra mi oreja con cada palabra que decía provocando que me estremeciera.