Tras decir eso me miro con severidad y en un veloz movimiento me agarro fuerte del pelo y me llevo a rastras al interior del bosque. No me queje ya que quería probar si era tan "macho" como quería aparentar ser, lo que yo no me esperaba es que me arrojará como si se tratara de un muñeco trapo contra la hierva, la caída provocó que me doblase la muñeca izquierda, la cual no dude en sobarme. Puto bestia.
¿Soy demasiado duro para ti, princesita? - se burló como si me hubiese leído la mente, a lo que yo me levante de la hierva muy cabreado y le aseste un fuerte puñetazo mas en vez de dañarlo a él, me dañe a mi mismo. Apenas mi puño impactó contra su pómulo un agudo dolor me recorrió todo el brazo, era como si hubiese golpeado un bloque de hormigón y él ni se había inmutado.
Me cago en la puta - mascullé agarrando mi muñeca. A lo que él sonrió con superioridad.
¿Crees que puedes dañarme, Jude? - me cuestionó divertido.
Que te jodan puto friki de mierda - le grite aun agarrando mi muñeca.
Dios como dolía, lo que no vi venir fue cuando volvió a agarrarme del pelo y estrelló mi cara contra su rodilla. Gemí de dolor ante el impacto y en cuestión de segundos sentí el molesto y sordo dolor inundar mi nariz. Me separe en un rápido movimiento de él y me lleve dos de mis dedos a la nariz para comprobar si sangraba, y evidentemente sangraba.
Cuida esos modales tuyos, no olvides ante quien estas - advirtió con esa dura y fría mirada que tanto lo caracterizaba. Lo mire con rencor y me apoyé contra uno de los árboles. - y ahora..empecemos con tu merecido castigo - expresó con una sonrisa, yo ante eso abrí los ojos como platos.
Acabas de pegarme, ¿es que ese no era el castigo? - bramé colérico.
No, no soy tan suave y mira que pensaba serlo contigo ya que eres humano pero al agredirme he cambiado de parecer. - tras decir esto rodeo con una velocidad sobre humana el tronco donde estaba apoyado y junto mis muñecas quedando mi pecho pegado al tronco y mis brazos rodeándolo, y antes de que pudiera hacer algún movimiento o intentar impedirlo me esposo las muñecas.
¿¡Pero que coño..!? - antes de que pudiera terminar el se situó detrás de mi y arranco mi camiseta, y yo de espaldas a él no pude hacer nada aparte de gritar con impotencia. - ¡suéltame! - exclamé, a lo que escuche su risa.
¿No eres un chico rebelde e indomable? - me preguntó y yo me tense al escuchar como desarbolaba su cinturón de cuero negro, se acercó hasta mi posando sus manos en mi cintura provocando que me tensara - pues yo te voy a quitar las ganas - el sádico tono de voz con el que me susurro esas palabras me helaron la sangre.
Se volvió a separar de mi y yo cerré los ojos con fuerza al escuchar el espeluznante silbido que produjo su cinturón al cortar el aire para después impactar de lleno contra mi espalda.
¡Ahg! - exclamé de puro dolor, el golpe fue tan duro que inclusive sentí como las lágrimas comenzaban a escocer en mis ojos, mas ese detalle quedo en el olvido tras el nuevo azotamiento pero este fue mucho más fuerte, me crispé de pies a cabeza y me negué a gritar, me limité a morder con fuerza mi labio inferior y a arquear la espalda ante el lacerante e intrínseco dolor. Clavé mis uñas en el tronco del árbol al sentirlo nuevamente. Y ya después de seis golpes más mis dedos sangraban al igual que mi espalda, y mi rostro estaba ligeramente húmedo de las lágrimas que no pude contener.
Espero que ya comprendas donde esta tu lugar - dijo con un aparente tono de voz repleto de...¿excitación? Gire mi cabeza y pude ver como sus ojos centelleaban lascivia, ahora yo me sentía más cohibido e intimidado que nunca, bajé la mirada y vi un enorme bulto en sus pantalones los cuales no parecerían poder aguantar su colosal polla mucho más... Con que el perrito era un puto sádico me preguntó si María lo sabría. Un nuevo movimiento de su parte me sacó nuevamente de mis pensamientos, me estaba desatando. Tiro las esposas a u lado y volvió a su antigua posición detrás de mi para después hincarse de rodillas, agarrar con fuerza mis caderas y bajándolas para que quedara arrodillado al igual que él. Cosa que me desconcertó bastante hasta que sentí una húmeda lengua pasar por mis ardientes heridas, jadeé tanto de sorpresa como de dolor y arqueé nuevamente la espalda mas el impidió que me separara ya que tenía sus dedos fuertemente hundidos en los huesos de mi cadera. Él no dejo de lamer mi lastimada espalda hasta que limpió por completo la sangre y juró que pude sentir como el dolor aminoró en demasía después de ese gesto suyo.
¿A-Acaso ahora tienes consciencia, Dirk? - le pregunte entre dientes debido al dolor al que había sometido a mi cuerpo. A lo que él se puso de pie y me volvió a agarrar con fuerza del pelo e hizo que me me volteara quedando yo frente a su entrepierna. Levante mi mirada hacia él, el cual se mantenía completamente inexpresivo.
Chúpamela - ordenó a lo que yo me limité a mirarlo.., no seria capaz de humillarme así, ¿no? - ¿acaso no me has escuchado? - gruñó y endureció su agarre provocando que lo mirara fijamente. Y hay es cuando no había rastro de broma o nerviosismo en su mirada si no que era una mirada diligente y extremamente demandante. Me estremecí y dirigí mis manos a su pantalón mas el me detuvo y simplemente se desabrocho el botón del pantalón. - con la boca - señalo la cremallera a lo que yo desvíe la vista claramente humillado.
Suspiré.
Atrape la cremallera entre mis dientes y la baje dejando libre su gran miembro atrapado todavía en la elástica tela de sus "Calvin Klein". Pase la lengua por el glande por encima de la tela, y note como contuvo un jadeo de sorpresa y agarro con más fuerza mi pobre cabello, después lo cubrí con mi boca y lo mordisqueé suavemente, deslice mi boca hacia arriba a la tirilla de los bóxer y fuí tirando hacia abajo de ellos hasta dejar a la vista ese monstruo.
Tragué saliva.
Ante mi gesto lo escuche reírse entre dientes para después presionar mis labios contra su glande y así conseguir que me lo metiera en la boca sintiendo el amargo y salado sabor del líquido preseminal en mi lengua. Profundizó más hasta que tenía cerca de la mitad de su polla en mi boca , comenzó a mover mi cabeza marcando el ritmo, el cual yo acate, y lo seguí para después lamer en círculos su glande y comenzar a engullirlo nuevamente abriendo por completo mi boca. Tenía la sensación de que después me iba a doler la mandíbula mas deseché ese pensamiento de inmediato al sentir como lo metía más hasta que sentí la punta tocar mi campañilla, tuve que ignorar el reflejo de las arcadas que me provoco y con lágrimas en las esquinas de mis ojos, intente apartarme. Joder me iba a atragantar. Él siguió follandose mi boca por unos minutos más dejando escuchar sus roncos jadeos para después correrse con fuerza en mi boca, sentí como el salado y cálido liquido inundo mi boca y bajó por mi garganta.
-Trágatelo - ordenó con la respiración agitada.
Me zafé de su agarre con violencia y lo escupí para después empezar a toser, me sentía terriblemente ultrajado. Jadeé e intente calmar mi respiración, a penas lo conseguí alcé la mirada hacia él, el cual estaba muy enfadado. Temblé ante esa mirada y me quedé expectante. Hasta que en un abrir y cerrar de ojos me encontraba de bruces en la hierva y con el labio roto, me quedé inmóvil e intente contener mis lágrimas de rabia e impotencia a no poder hacer nada contra él. Me levanto del pelo y se agacho hasta mi altura, ya con los pantalones bien puestos. Y sin que me lo pudiese esperar mordió mi labio inferior - el cual se encontraba sangrante y partido - y lo pellizco con sus dientes tirando de el con parsimonia, cerré los ojos horrorizado y gemí de dolor.
- Ni se te ocurra volver a desobedecerme - me advirtió mirándome fijamente haciendo que me perdiese en esos duros pozos turquesas. Se levanto de la hierva y me levanto para cagarme en su hombro como si fuese un costal.