Naruto se sentía desbordado de emoción. En unas horas iba a poder ver a su Sasuke. Le iba a abrazar y podría oler su suave y sedoso cabello. Lo tenía decidido le invitaría a quedarse a dormir y verían las películas de acción que tanto les gustaban. Lo pasarían como en los viejos tiempos.Hablarían y se reirían. Le echaba tanto de menos. Hacía año y medio que el moreno se había ido a Londres a finalizar su carrera de literatura inglesa. Año y medio en que cada día le había extrañado. Año y medio en el que había sentido que se había distanciado de su mejor amigo y eso le dolía. No había pronunciado nunca esas palabras en alto por temor a que se hiciesen realidad. Sasuke desde el momento que llegó a la vida de naruto fue una persona muy importante para el blondo. Se conocían desde los cinco años y siempre habían hecho todo juntos. A ninguno de los dos les había importado que corriesen habladurías por ser Naruto un varón y Sasuke un doncel. A pesar de todo eran amigos y lo que pensara o dijera el resto del mundo les traía sin cuidado.
A veces el rubiecito se sentía un poco culpable. Quizá ese distanciamiento se debía a él. A que le apartó para dedicarse a su pareja y no le dió el lugar que se merecía a su amigo. Naruto salía con el hermano mayor y dondel de Sasuke, Itachi. Itachi era dos años mayor que ellos dos y por ello, cuando comenzaron a salir Naruto sintió que debía dedicarle mucho tiempo y esfuerzo para que su maduro novio no se cansase de él al verle como un crío. En ese entonces dejó de ir con Sasuke a todos los sitios. Dejo que quedar con él, de mandarle constantes mensajes y de dormir juntos todos los sábados para dedicarse en exclusiva a su adoración azabache, el genial y maravilloso Itachi Uchiha. Su comadrejita. Naruto creía que Sasuke se sintió abandonado. Sasuke y Gaara, que era otro varón amigo de infancia del rubio, empezaron a tratarse y verse más. Por una parte el zorrito se sintió aliviado de que sasuke no estuviera solo pero por otro lado dolía verlos pasar tanto tiempo juntos y que nunca pensaron en él para quedar. Algo ocurrió, Naruto, no supo muy bien que fue, intuyó que entre Gaara y sasuke pasó algo más que amistad. Sasuke nunca le quiso contar nada y cuando le preguntó fue muy cortante. Con Gaara hubo otro tanto de lo mismo. Además el pelirrojo era muy parco en palabras y cuando quería no hacerse entender lo conseguía. Gaara y Sasuke pelearon y el moreno tomó la decisión de irse a Londres. Según palabras de Sasuke, quería despejarse y en Londres podía tener más éxito y prestigio en su carrera universitaria. Lo que pasó siempre sería un dilema para Naruto, ya que, el tema estaba pasado para Gaara, que desde hacía casi ocho meses comenzó a salir con el enérgico doncel Lee. Un chico lindo y bondadoso que tenía muy contento y encantado al pelirrojo. Eran almas gemelas, eso nadie lo podía negar. Naruto se sentía muy feliz por ellos.
Ya casi- dijo saltando muy emocionado al ver entrar a Itachi a la sala con un té.
Yo también le he echado mucho en falta.-Itachi se sentó en uno de los sillones del sofá y Naruto se sentó a su lado. Itachi suspiró- Sabes que no va a quedarse ¿verdad?- no quería desilusionar al blondo pero esa era la realidad.
Sasuke venía a pasar unos días. Tenía que dejárselo claro porque conocía a Naruto desde que era un niño y se ilusionaba muy rápido con las cosas.
Itachi, Sasuke va a volver a casa cuando se dé cuenta lo mucho que lo echamos de menos. Tú eres su hermano y yo soy su mejor amigo. Somos importantes en su vida y aunque él es un poco frío. Yo se que también nos extraña y que no puede encontrar a nadie allá afuera que nos sustituya por muy maravilloso que sea Londres.
Itachi suspiró. Sasuke era muy importante para ellos. Naruto y él eran muy diferentes. A veces pensaba que lo único que tenían en común era su amor a Sasuke. ambos le adoraban y se pasaban horas hablando de las virtudes del pequeño doncel. Pero,¿ellos eran importantes para Sasuke? Itachi a veces se lo planteaba. El mayor quería mucho a su hermanito pero para él era un misterio. No era tan fácil de leer como el resto de las personas que conocía. Itachi sonrió, una sonrisa un tanto efímera pero sincera. Si alguien podía convencer a Sasuke de volver a casa ese era Naruto. El rubio era muy testarudo, diría que incluso más que su propio hermano. Itachi se acercó lentamente a Naruto. Sus rostros se rozaron y el moreno le dio un casto beso en los labios. Era un beso más cargado de cariño que de amor.
Gracias por intentar traer a Sasuke de vuelta.
- Itachi, yo no lo intento. Yo haré que Sasuke de vuelta a casa, dattebayo.