- Mi sueño… ¿eh? – un lindo doncel de pelo rubio mecido por la brisa marina estaba en uno de los balcones del increíble Kaleido Stage, perdido en sus pensamientos.
Deidara-sama lo sabía… Estaba perdiendo su sueño de vista… Cuando llegó y se unió al Kaleido Stage admiraba a Deidara-sama, entonces su sueño fue convertirse en una estrella como él… lo único que debía hacer era seguir sus pasos… por esa razón soportó de todo… hasta el inicio con mal pie con sus compañeros hasta el quedar en la calle y empezar des de cero… no importaba lo duro que fuese… pero…
Ahora no sé qué hacer.
No tengo… ningún sueño…
Sus ojos se humedecieron mientras expresaba una profunda tristeza, había perdido su objetivo de vista y… ¿tenía que darse por vencido? ¿Continuar? ¿Continuar el qué? ¿Qué debía hacer?
- Naru! – se giró restregándose los ojos con la mano para encontrarse con Tenten.
- ¿Qué ocurre?
- Tsunade-sama te llama a su despacho que vayas inmediatamente – le di una palmaditas cariñosas en la cabeza a la niña y salí corriendo a ver qué ocurría.
En la entrada me encontré con Sakura. Nos miramos y peleamos para entrar primero.
Cuando por fin lo conseguimos, Deidara-sama estaba allí de pie, enfrente del escritorio… Ambas gritamos de emoción e ignoramos total y completamente a Sasuke-sama que estaba leyendo un libro en una butaca.
- ¡Deidara-s…! – empecé pero Sakura me interrumpió como de costumbre.
- ¡Deidara-sama! – me volví a poner delante suyo.
- ¿Qué haces en el Kaleido Stage?
Él, sin girarse, rebuscó algo dentro de su bolsa mientras Sakura volvía a ponerse delante de mí. Tan solo lo dejé pasar… ya no tenía ánimos para discutir más…
- Mientras Salomé está cancelada por qué Kakashi está discutiendo con el director, he venido a traeros esto. – Sakura enseguida tomó entre sus manos el sobre como si estuviera hecho de oro. – Es una invitación para aparecer en el Festival del Circo. También os he concedido la entrada Fénix.
- ¿Entrada Fénix? – dijimos a la vez.
- Cuando Deidara ganó el concurso arrasando hace tres años, se ganó un puesto para el próximo festival, recomendará a una de vosotras dos para que compita en su lugar.
- Te refieres a… - dije algo inseguro pero Sakura volvió a cortarme.
- ¿Podremos entrar en el festival?
- Solo si tenéis la determinación para hacerlo.
- ¡Sí! – dijimos a la vez, emocionados.
- Me esforzaré mucho así que por favor, elíjame. – se me adelantó Sakura… esto ya empezaba a ser molesto pero no me iba a quedar atrás.
- Trabajaré hasta el límite, así que por favor, elíjame a mí también.
Él se giró por primera vez hacia nosotros con un rostro tan serio…
- ¡El Festival del Circo no es un simple carnaval! Ganar o perder. Vivir o morir. ¡Requiere algo más que absurdo esfuerzo! ¡Necesitáis resolución para ganar!
- Vosotros tan solo queréis participar con la recomendación de Deidara y ya está, - empezó Tsunade-sama – pero para el Kaleido Stage si hacéis una actuación mala quedará grabado en la mente de los invitados y anfitriones para siempre.
Ambos nos quedamos helados y en shock por la responsabilidad que ponían sobre nuestros hombros aquellas palabras.
- Sasuke – dijo Deidara – Quiero que elijas a uno de los dos.
- ¿uh? – dijimos Sakura y yo a la vez.
- El trapecio requiere una pareja – explicó Deidara-sama – tienes el derecho de elegir con quién quieres participar.
- ¿Quién ha dicho que quiera participar?
- Si quieres ganar o no me da igual, ¿quieres que sea yo el que no te deje entrar? Ahí dentro abundan enemigos tuyos… Puede que no tengas la suficiente confianza como para ganar.
- ¿Qué?- dijo abriendo los ojos, sorprendido.
- Entre los miembros del comité de selección hay más de uno que te guarda rencor. La razón por la que aún no te han nominado es por qué todas tus parejas has sido despedidas por ser incompetentes.
- ¿incompetentes? –dijimos Sakura y yo a la vez.
- Hay muchas oportunidades para que ganes, ¿cierto? Enfréntate a tú destino… ¿o vas a huir? Elige, Sasuke.
El mencionado frunció el ceño mirando al doncel y Sakura.
- Para conseguir la victoria no importa quién sea mi compañer@, ambos deben entrenar más.
- Tienes razón. –afirmó Deidara mientras el peli azabache se giraba hacia Naruto y Sakura:
- Me da igual si os herís, si no sois capaces de satisfacerme de seguro terminaréis heridos y no derramaré una sola lágrima por ello.
- Les estás llamando incompetentes, ¿no?
- Muy bien. – dijo Sasuke respondiendo a Deidara-sama mientras se iba, Sakura le siguió pero Naruto se quedó, quería hablar con Deidara y contarle miles de cosas además de sus inseguridades. Se acercó al rubio mayor y dijo:
- Umm..
- ¿Qué haces? – le dijo este con voz más fría que el hielo. – El escenario te espera. Vete.
Naruto retrocedió, dolido… ¿por qué le rechazaba? Bajó la mirada y dijo con voz firme para desesperadamente ocultar el tapujo de inseguridad, miedo, tristeza, soledad, dolor y agonía que sufría por dentro.
- Sí.
Salió del lugar y quedaba poco para que su corazón se hundiera del todo… lo único que le quedaba era el escenario.
EN LA REPRESENTACIÓN DE ESA TARDE….
Naruto recordó mientras actuaba cómo León había dicho que favorecería a Sakura… y no esperaba otra cosa, después de todo, el peli negro nunca le había apoyado a él.
Estaba dando giros en la pista a la vez que su menta también daba vueltas.
¿Qué significaría que todas las parejas de Sasuke-sama habían resultado heridas…?
Y eso lo descubrió pronto ya que durante la acrobacia del clímax de la obra Sasuke dejó ir a Sakura en el trapecio causando un gran shock tanto en el público cómo entre los artistas.
Naruto vio con horror como Sasuke levantaba a Sakura por el brazo derecho desgarrándole el hombro.
Se oyó su alarido por toda la sala pero el público lo confundió con uno de alegría por qué Sasuke-sama la había salvado.
EN LOS VESTUARIOS….
- ¡Sakura! – Gritó Naru seguido de Gaara - ¿estás bien?
- No sé de qué me hablas dijo esta seria mirando el espejo mientras se limpiaba el sudor. - ¿Me estás diciendo que he cometido un error o algo por el estilo?
Parecía enfadada pero enseguida se encogió de dolor.
- ¡Sakura! – gritó Naruto preocupado mientras que oían a Sasuke pasar y decir:
- No ser capaz de improvisar en algo tan simple…
Todos se giraron al hombre parado en la puerta.
- ¿Qué quieres decir? – exigió Naruto enfadado mientras Sakura realizaba que Sasuke la había dejado caer a posta.
- ¡Es horrible! ¿Por qué has hecho algo cómo eso?
- Si no llegáis al nivel que pido acabaréis heridos… - Sasuke miró a Naruto a los ojos – Os lo advertí.
- Justo lo que esperaba del hombre llamado “la muerte” – se giró a Sakura y le dijo – Estás descalificada, olvídate del festival y concéntrate en recuperarte.
La chica se tocó el hombro, herida y susurró para sí misma:
- Es por qué soy una inútil…. ¿¡Es por qué soy una inútil?! – repitió en voz más alta y dolida. Repitió las palabras de Sasuke-sama con dolor en su voz - ¿Te has herido por qué estabas descuidada?
- Sakura… - dijo Gaara por primera vez simpatizando con la plasta. Naruto no podía creer lo que oía, ¿un escenario así realmente existía?
- Si vas a echarle la culpa a algo que sea a tu falta de fuerza. – a Sakura se le humedecieron los ojos y salió corriendo de la sala. Naruto la siguió pero fue parado por Deidara-sama:
- No tienes tiempo para preocuparte por los demás.
- Deidara-sama… - susurró Naruto, estaba llegando a su límite…
- Si no quieres que Sasuke te aplaste trabaja como nunca en tu vida.
¿Por qué es tan frío conmigo?
¿He hecho algo mal?
¿Por qué me duele tanto el corazón al oír estas palabras?
¿Quiero actuar con Sasuke-sama?
He de hacerlo por el sueño de Deidara-sama.
- Naruto, mañana empezaremos tu entrenamiento especial. Prepárate.
- Sí. – Es lo único que salió de los labios de Naruto que seguía mirando el camino por donde Deidara-sama se había ido… Y su corazón no podía estar más roto.
A LA MAÑANA SIGUIENTE EN LA SALA DE ENTRENAMIENTOS….
Me enteré que Sakura que había roto el ligamento del hombro y tardaría demasiado en recuperarse. Suspenderían “Drácula” por un tiempo.
- El entrenamiento que harás a partir de ahora será duro para ti.
- Lo soportaré. – dijo Naru con tristeza y decisión en su voz.
- Bien, aguanta ahí hasta que yo te diga que pares.
- ¿Qué? –dijo sorprendido.
- Sin embargo, sólo debes usar tu pierna derecha.
- ¿Eso es el entrenamiento? – dijo incrédulo.
- Sí. – Se giró hacia Naruto para mirarle con desinterés y burlarse de él – No sé cómo era el “gran” entrenamiento para la Actuación Mística… pero pronto te darás cuenta de lo fácil que era… puedes rendirte cuando quieras…
- ¡No lo haré! – dijo con convicción.
Y así pasaron las horas hasta que llegó el atardecer y Naruto seguía ahí dónde Sasuke le había encontrado, parado sobre su pierna derecha.
- ¡Vuelve a empezar!
- ¿Q-qué he hecho mal? – dijo Naruto, agotado pero energético des del suelo.
- No me discutas. Mi respuesta son dos preguntas: ¿Lo harás? ¿O pararás?
- Lo haré. – dijo Naruto sin dudar, sus amigos contemplaron su rostro des de la entrada y vieron, con tristeza, como el antiguo Naruto que amaba el escenario se iba para dar paso a un nuevo Naruto melancólico… una sombra de lo que era…
- No cambies de pierna.
Así pasó el tiempo hasta que la mañana siguiente Naruto seguía en el mismo sitio y tan solo había cambiado de pierna. Sus amigos fueron a verle y trataron de convencerle que era una tontería seguir con ese entrenamiento con el que León pretendía herir a Naru pero este enseguida vio las intenciones y convenció al cabezota de Naruto para que siguiera.
Des de lejos Deidara-sama observaba todo lo que pasaba des de un rincón, claramente insatisfecho porque Sasuke trataba de dañar a quién cumpliría su sueño pero de momento, no quería intervenir.
Sasuke hizo pasar a Naruto más de dos horas sobre un pie en un autobús, después en el metro, en la barra de equilibrios, en el parque imitando la estatua de un pájaro, en la barandilla de un puente…
Había estado mirando a Naruto en todo momento y este tan siquiera había vacilado, estaba poniendo mucho esfuerzo pero esto no era normal…
¿Quién demonios es? Pensó confundido. Es la primera vez que veo a alguien llegar tan lejos.
Dejó a Naru libre para que fuera a actuar en el Kids Stage y aun estando en un estado límite sonreía.
Sus piernas deberían dolerle sólo por el mero hecho de estar de pie… ¿Cómo puede estar sonriendo? Pensó Sasuke aún más aturdido mientras le observaba dar el espectáculo cayendo y recuperándose de cada golpe mientras los niños reían creyendo que era parte del espectáculo.
Decidió poner a Naru al límite, encendieron la cascada de agua que usaron para “La Sirenita” y Naru se puso debajo sobre un pie. Mientras todos sus amigos le veían temblar bajo la presión del agua… Su límite ya había llegado y todos lo sabían…
Naruto se iba a romper si no paraba pero tampoco iba a rendirse.
Deidara-sama tuvo que intervenir, se acercó a Sasuke-sama en las gradas.
- Sasuke, ¿durante cuánto tiempo vas a prolongar esto?
- Es algo necesario, y él lo está haciendo.
- yo no creo lo mismo… - miró a los amigos de Naru hablar entre ellos más que enfadados y mandando miradas asesinas a Sasuke – y parece que no soy el único... Parece como si tuvieras miedo de Naru… ¿En qué estás pensando?
Sasuke se giró hacia el doncel, sorprendido pero sin decir palabra, le dejó continuar:
- Elegiste a Sakura a pesar de no reconocer su talento… ¿Por qué estás en el Kaleido Stage? ¿Qué buscas en Naru? Él es mi sueño y no voy a permitir que lo destruyas con tu estúpido entrenamiento especial.
Sasuke bajó las gradas hacia los amigos del rubio menor que seguía bajo la cascada.
- El entrenamiento ha terminado.
- Entonces… ¿Ha aprobado? – preguntó Gaara ansioso.
- Así es… - dijo Sasuke.
Todos fueron corriendo a ayudarle mientras Sasuke se iba inmerso en sus pensamientos negando una realidad que se le presentaba en las narices, Naruto se iba a descansar y Sakura, que había estado escuchando se fue llorando, destrozada, al saber que Naruto había aprobado.