Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

PINK por Kirinatha Kou

[Reviews - 31]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡Hola! Antes que nada, quiero agradecerles infinitamente por que ya llevamos 19 reviews y eso me ha hecho casi llorar de felicidad ToT A todos y cada uno de los que leen esta historia quiero que sepan que lo hago por ustedes n.n y que los amo <3 :v

La canciones que utilice son de esas viejitas pero buenas B) Don't stop Believing de Journey y Don't close your eyes tonight de John Denver. La primera les recomiendo oirla mientras leen el fic n.n

Sin más, los dejo con el capi de hoy. Recuerden que los personajes pertencen a Oda-sama

Besotes Valee .w.

Marco observaba con tranquilidad las luces de la ciudad, le gustaba perderse entre los enormes rascacielos y las personas que iban y venían. Dio un rápido vistazo  y en la parte trasera del auto Ace yacía durmiendo a pierna suelta; soltó una leve risilla y se sintió estúpido pero de una manera agradable.

-Voy a poner algo más movido ¿quieres?- el automóvil era de Marco, por ello la emisora que se iba escuchando era la que Marco frecuentaba. Con Ace dormido y su hermano poniéndose bohemio por el viaje, las cosas no iban a darse así que Thatch (que iba conduciendo) iba a animar un poco el momento.

-¿Por qué? ¿Creí que te gustaba el Jazz?- el rubio casi siempre escuchaba música instrumental, jazz, blues. De alguna manera se sentía identificado con ese estilo de música, quizá por eso tendían a llamarlo aburrido o simplemente era un incomprendido amante de la paz y la serenidad.

-Claro que me gusta, pero creo que es una noche perfecta para que nos pongamos divertidos- Thatch acerco su mano hasta la radio y comenzó a pasar la emisoras, Marco se limitó a observar al frente.

-¡Woahhh esa canción me encanta!- Ace se asomó  de improviso dándole un susto de infarto a los ocupantes de la parte delantera del auto. Marco se llevó una mano hasta el pecho, como si quisiera asegurarse que su corazón aun seguía donde debía ¿Cómo demonios había despertado tan rápido? Y aun más extraño ¿Cómo había escuchado la música? Se suponía que dormía como roca, más no sabía que el hecho que Ace se despertara en el momento exacto había sido una simple casualidad.

-¿T-te gusta también?- Thatch aun tenia la respiración entrecortada, pues la sensación de vértigo no lo había abandonado del todo.

-¡Claro!  Took the midnight train goin’ anywhere…- Ace siguió al cantante y Thatch se le unió. Al principio sus voces eran poco audibles para luego volverse gritos.

La música era perfecta. A pesar que con Ace eran relativamente desconocidos, se sentían en lo alto del mundo, un instante interminable en que la adrenalina invade tu cuerpo y una inexplicable felicidad ataca todos tus nervios desde la medula espinal hasta la punta de los dedos de tus pies.

Strangers waiting,

Up and down the boulevard

Their shadows searching in the night

Streetlight people,

Living just to find emotion

Hiding, somewhere in the night

El rubio los miro divertido y siguió el compás con sus manos mientras tarareaba la melodía.

Some will win, some will lose

Some were born to sing the blues

Oh, the movie never end

It goes on and, on and, on and, on

“Y sigue…” la portentosa letra le hizo pensar si encontrarse con Ace había sido una mera casualidad, si la historia aun no contada iba a terminar antes de comenzar o si aun era demasiado pronto para creer que realmente el pecoso estaba ahí por algún motivo desconocido para sí, pero no para el destino.

Se giró para encarar Ace quien al encontrarse con los ojos oscuros de Marco  sintió como una desenfrenada sensación de alegría lo invadía por completo y simplemente la dejo aflorar frente al rubio con una sonrisa vivaracha y una mirada cargada de…fuego.

Don’t stop believin’

Hold on to the feelin’

Streetlight, people…

Cuando buscas y buscas sin saber que, las cosas nunca aparecen y cuando te das por vencido lo que nunca apareció se vuelve evidente. Cuando menos lo  esperas, cuando menos lo quieres emerge una nueva oportunidad para seguir creyendo.

Thatch detuvo el automóvil frente a un enorme edificio de color negro brillante, era bastante alto pero más que nada se extendía a lo ancho como un almacén, no tenía ninguna ventana pero en la parte más alta, con muchas luces de Neón de color amarillo y rosa con bordes azul oscuro, se podía leer perfectamente “Pirate Ship”

-Chicos, ya llegamos- anunció el castaño al tiempo que apagaba el motor, más un chico vestido con un traje rojo y con corbata negra se acercó, al parecer era un ballet parking. Thatch le dio las llaves y mientras el joven le explicaba donde estaba el estacionamiento Marco y Ace se había quedados parados en la orilla esperando al castaño.

-Se ve que es un lugar bastante exuberante- dijo el pecoso al tiempo que observaba como la gente se conglomeraba frente a la entrada.

-Eso parece- le respondió el rubio al tiempo que se rascaba la nuca. El ambiente entre ambos aun era un poco incomodo sin embargo no había tensión.

-ehmmm Marco ¿puedo pedirte un favor?- el nombrado se sorprendió pero no lo demostró

-Adelante-

-Si ves que estoy bebiendo demasiado, avísame porque a veces no puedo controlarlo…ya sabes- Ace desvió la mirada, no estaba seguro de porque se lo pedía a Marco y no a Thatch pero se lo atribuyo a que Marco parecía más centrado además de alguien que no se dejaría llevar por el alcohol, más Ace no se imaginaba que a veces las apariencias engañan enormemente

-Cl-claro- Marco sopeso su respuesta, antes de salir de casa le había pedido exactamente el mismo favor a su hermano. Mientras Thatch estuviera cerca, no iba a haber ningún tipo de inconveniente.

------------------------------------------------------------------------------------------------

Detuvo el auto en el semáforo tal y como indicaba la luz roja, miro con el rabillo de su ojo a su acompañante y sintió la necesidad de estirar la mano y tocar su hombro para asegurarse que realmente estaba ahí, junto a él y no era otro sueño más. Al ver como aquellos penetrantes ojos dorados se entornaban hacia él prefirió no hacerlo

-¿A dónde…?- pero el señor Dracule no pudo terminar de formular su pregunta, un auto de color celeste metálico se detuvo junto a ellos. Sus ocupantes llevaban la música muy alta y cantaban de manera desafinada, el pelinegro los miró con furia mal contenida pero los tres chicos ni se fijaron, estaban demasiado ocupados riendo y cantando como para darse cuenta que sus ensordecedoras voces molestaban a un ya tenso Mihawk.

Shanks se fijo un poco más en ellos y sintió una melancolía muy rara, como un vacio que trae consigo un viento que hela el alma. Esos tres parecían alegres, como si el mundo les perteneciera…El semáforo volvió a cambiar y todos reanudaron su marcha.

-Esa canción es muy buena- resoplo el pelirrojo.

-Supongo- le respondió sin mucho ánimo -¿A dónde vamos?

-Es un secreto ¿recuerdas?- Shanks puso una sonrisa triste que no paso desapercibida por Mihawk

-¿Por qué no me quieres decir? ¿Acaso tienes planeado hacer una locura?- el de ojos dorados hizo todo el esfuerzo posible para que su tono fuera el de una broma.

-¿Locuras? Dajajaja sabes que esa palabra no va conmigo- dijo al tiempo que prendía la radio.

-¿Qué no va contigo? La mitad de tu vida está constituida a base de locuras- “supongo que eso es lo que me gustaba de ti”

-Si eso es lo que piensas, deberías saber entonces que tú has sido mi locura más grande- Shanks lo dijo sin pensarlo mucho, había encontrado una canción que le gustaba mucho y le subió un poco el volumen.

-Creí que todos estos años te habían hecho madurar, pero veo que eres el mismo- Mihawk se recostó en el asiento y cerró los ojos un momento- ¿Cómo se llama esa canción?- era una melodía suave que iba perfecta con la noche.

-Dajajaja ¿eso debería ser un cumplido?- Shanks frunció un poco los labios, pero de nuevo volvió a sonreír- Se llama Don’t close your eyes tonight- llevo su mano hasta la palanca que se encontraba a un costado del volante, encendió la direccional derecha y viro en esa dirección. Avanzó unos metros más y se detuvo frente a un local que parecía un restaurante de comida italiana. Tenía dos ventanales enormes en los que había varias masetas con unas hermosas pascuas y orquídeas, por sobre la puerta de madera colgaba un pequeño letrero del mismo material en donde se podía leer en letras rojas “Mama mía”  

-¿Es aquí?- Mihawk escruto con la mirada cada centímetro de la fachada. Al parecer no había nada raro ni fuera de lo común. Incluso a simple vista, podía respirarse un ambiente familiar.

-¿Qué te parece?- Shanks miró con mucha ilusión la puerta e hizo todo el esfuerzo posible para disimular una perversa sonrisa mal contenida. Mihawk arqueó una ceja y claro, el pelirrojo nunca había sido bueno para disimular.

-Akagami. No me voy a bajar de este vehículo mientras no me digas cual es la fullería detrás de todo esto- se cruzó de brazos y uso la mirada más acusadora de su repertorio. Y es que por algún motivo muy, muy en el fondo su desconfianza era miedo.  Miedo al rechazo, a la humillación porque si, se lo merecía con todas y las de honor merecía cualquier represaría que el pelirrojo quisiera tomar en su contra pero tenía pánico que todo fuera una vil fachada para cubrir motivos como lo era una venganza.

-¿Por que desconfías tanto de mi? Anda y ven- Shanks coló su  mano hasta la rodilla de su acompañante e hizo una leve presión para luego abrir, bajar del auto, deslizarse de un salto por el capo y abrir la puerta para que Mihawk bajase también.

-No es desconfianza, de ti hay que esperar lo inesperado Akagami- avanzo hasta la entrada y se paso una mano por ese sedoso cabello negro que se manejaba, mientras que Shanks envidió la suerte que tenían esos dedos de poder pasearse lujuriosos por aquella melena oscura.-¿Qué esperas? Date prisa- Shanks regreso al mundo real al escuchar aquel tono demandante y no pudo evitar abrir mucho los ojos y formar una O con sus labios al ver, incrédulo, como Mihawk había extendido una de sus manos… ¿De verdad quería que la tomara?

---------------------------------------------------------------------------------------------  

Era difícil explicar el atractivo de aquella mujer.  Su composición estrecha, de pechos pequeños mínimamente notorios, piernas largas y estilizadas pero delgadas, pantorrillas bien definidas en las que los calentadores púrpura le iban demasiado grandes. Sus pies no tan pequeños, exactamente acordes a su tamaño, calzaba unos botines de taco alto de color negro que combinaban con las medias negras.

El vestido era lo más llamativo, su color rosa suave y su carencia de detalles a excepción de un pequeño moño a la altura de la cintura le daba un aspecto tan simple pero al mismo tiempo tan dulce y natural que era imposible no mirarla. De media manga, con un escote de media luna, pegado al torso y a partir de la cintura caía suelto hasta la altura de las rodillas.

 Se levantó del banquillo y ante la mirada atenta  comenzó a avanzar un paso tras otro, se removió un rebelde mechón rubio que amenazaba con cubrirle el otro ojo ya que el derecho iba oculto por una pequeña porción de cabello, frunció sus rojos labios para finalmente resoplar con resignación quería terminar con esa humillación lo antes posible.

El vaivén de sus caderas tomaba una forma bastante simulada y la rigidez de sus hombros demostraban lo tensa que se encontraba, pero no podía dudarse de su determinación por la manera en que el piso de madera retumbaba bajo sus pasos firmes.

 El murmullo de sus pasos resonaban en ese sepulcral silencio, la brillante luz resaltaba sus finas facciones, y aunque el maquillaje en los labios y las pestañas era abundante su faz se veía muy natural. Nadie siquiera respiraba por prestarle atención a esa extravagante mujer que de manera casi provocadora avanzaba por la escalerilla.  Al llegar al centro del escenario, el hombre lanza cuchillos hizo una reverencia al tiempo que besaba el dorso de la delicada mano de la mujer.

-Deja ya el cuento, idiota- le dijo entre dientes y con la mirada filosa. Casi podía asegurar que el desgraciado de Killer se estaba partiendo de la risa.

-Iva-san hizo un trabajo increíble. Si las otras veces has parecido mujer, esta vez pareces un ángel- Killer se alejó bajo la mirada asesina de su “compañera“ y se giró hacia el público, seguido de una seña con su mano izquierda el DJ continuo con la presentación.

-Damas y caballeros nuestro asombroso hombre lanza cuchillos Killer el amo del silencio y su hermosa ayudanteeeee ¡Gi!-  el rubio de nuevo se reverencio, mientras que Gi estaba muy ocupada prendiendo un cigarrillo. No era que no le gustase ser ovacionada y aclamada, sentirse alguien importante le gustaba y mucho, el problema radicaba en que no puedes vivir siendo dos personas por que al final una iba a terminar odiando a la otra.

Killer tomo varios cuchillos de una pequeña mesa en un costado del escenario y le paso varios abanicos a la mujer. Cuando Gi colocó un abanico en alto fue la señal y la música comenzó a sonar.

Notas finales:

¡Gracias por leer! y tambien ¡Gracias por vuestros comentarios! 

Les prometo que en el otro capi Zoro y Sanji al fin se conocen xDD

 Y pos ya saben, si tienen alguna crítica, sugerencia, comentario, petición son bienvenidas y yo con gusto las tomare en cuenta n.n

K. Kou~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).