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Time boils the rain. por WolfA

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Notas del fanfic:

Todo esto ha salido de mi cabecita, no soy gran fan de EXO pero después de la salida de los chicos les tomé un gran aprecio. Sé que hay una historia detrás y que cada miembro sabe una parte, yo solo usé algunos hechos y me basé en ellos para escribir esto.

Y la canción de Wu me inspiró de sobremanera, así que dije ¿por qué no? Y esto ha salido.  

Notas del capitulo:

Hola~ 

Mi primer shot de EXO, con esta pareja que me ha empezado a encantar... Eva  algún día me las pagarás e.e

Debo decir que no conozco en totalidad a los chicos así que puede que sus personalidades no sean las correctas y me disculpo de antemano. 

Lo escribí al ver que muchas personas dieron su odio irrefutable a YiFan después de su partida, lo cual no es justo. Ya pasó un tiempo de ello y muchos se rectificaron, yo solo quise dar mi opinión de ello y de lo que quizás pasó pero bueno c: 

Espero sea de su agrado ^^ 


Capítulo único. Nos dejamos ir.

El viento no puede atrapar los cuentos de hadas de la juventud.

Esos sueños hablan en la palma de tu juventud.

¿Sigues sosteniéndolos fuertemente?

 

  El frío se cuela por la sala de ensayos, mantiene su mirada en aquella nueva coreografía de sus mayores. Todos a su alrededor están concentrados, YiFan repasa en su mente el tiempo que podría hacer para llegar a su cita próxima. No presta demasiada atención como los demás…  realmente quiere dejarlo.

  Tantos años han pasado ya; que quiere huir, ve a los demás trainners dando todo de sí para debutar pero él quiere huir. El sueño por el que decía lucharía se ve tan lejano. Entonces ocurre, por aquella puerta entra aquel chico. Alto, cabello negro y con rasgos que conocería fácilmente. Todos le ignoran, menos él. Por lo tanto es el único que se da cuenta de aquellos rastros de lágrimas sobre las mejillas ajenas. Se acerca sigiloso, el chico le mira asustado.

-¿Estás bien? –Le pregunta en chino, sabía tan bien hablar con alguien más en su propio idioma.

  El otro abre sus ojos como platos e incluso salta hacia atrás, estaba más que sorprendido. Pero al final solo asiente, teme que si habla las lágrimas vuelvan a salir.

-Wu YiFan.

-Huang  ZiTao. –Pero aun así no es maleducado, la voz se le quiebra y una lágrima cae al verse al fin con alguien que sepa su idioma.

  YiFan le ve frágil a pesar de su aspecto rudo, le parece adorable y un sentimiento de sobreprotección se instala en él en aquel momento. Y la idea de abandonar de pronto se esfuma, quería estar a su lado. Proteger a ese chico que parecía un panda, dejarle en claro que ya no estaba solo y con una sonrisa que muy pocas veces salía lo dejó claro.

.-.-

-¡Gege! –Aquel grito se escucha por todo el lugar, Wu mira a todas partes buscando al responsable.

-Panda, ¿qué sucede?

-Lo hicimos, lo hicimos. –Le miró sin entender.-Ha valido todo… ¡debutaremos!

  Y con aquellas simples palabras el mundo comenzó a verse de un color rosa. Sus sueños comenzaban a materializarse…

  Años pasaron juntos, años de amistad, de risas y aventuras. Pero todo comenzó a decaer. De pronto aquella sensación volvió a él. Ya no podía más, aquel sueño comenzaba a volverse una pesadilla. Su cuerpo dolía, su mente estaba hecha un caos. Deseaba abandonar, deseaba volver a su país y no voltear. Ni siquiera ver a Tao le era suficiente, aunque se quisiera convencer de lo contrario. Era demasiado sacrificio, demasiado para una persona.

  A lo largo de su trayectoria todo se había vuelto más duro, nada era fácil ni siquiera el dormir era una tarea sencilla cuando se tenía que hacer, incluso de pie, en cualquier oportunidad que se le presentara. 

  Ve a Tao luchar, aquellas ojeras pronunciadas ahora eran más notables que el día en que lo conoció. Lo ve debilitarse y recaer en el hospital una y otra vez… Los demás miembros no son la excepción cada uno cae pero se levanta. Sangran, sudan, lloran, se enojan pero al final de cuenta vuelven a luchar por sus sueños, vuelven a dar lo mejor de sí mismos para salir adelante, para enseñarle a sus fans que son los mejores, que pueden hacer lo que sea los 365 días del año…Sin descanso.

  Siempre se consideró fuera de lo normal, Kris –como ahora era apodado- nunca se sintió totalmente bien rodeado de todos aquellos chicos. Eran sus hermanos, pero de igual forma no podía terminar de entender sus razones para estar allí sin quejarse. Seguir con una sonrisa en su rostro a pesar de la sobreexplotación tan evidente de parte de la empresa.

-Es nuestro sueño, gege. Tenemos que luchar por ello, nada en esta vida es fácil.

  Ni siquiera podía comprender ya a Tao. Y eso lo hacía sentirse peor, ahora solo uno seguía luchando y dando lo mejor por aquella meta en común por aquello por lo que soñaron juntos desde que se conocieron.

  Su amistad se volvió amor con el tiempo, ambos lo sabían. Por ello Kris renovó fuerzas, con su relación consumada siguió luchando a su lado.

  ¿Entonces por qué sentía que Tao avanzaba cada vez más rápido dejándolo atrás? Todos los chicos lo hicieron, su panda no volteó. Lo dejó, nunca comprendió su sentir. No le apoyó en el momento en que soltó aquellas palabras, le dio la espalda al igual que todos los demás miembros.

-¡No te entiendo YiFan! ¡Enserio no logro comprender lo que intentas decirme! –Estaba enfadado y con cada grito el corazón del mayor disminuía, se destrozaba.

-Demandé a la empresa, necesitamos hacerlo juntos. Ya no podemos seguir con esto.

-Estás loco.

  Y aquella fue su última respuesta ante su petición, sus últimas palabras hacia él. Ni siquiera volteó en el momento en que le dijo Te amo, no. Solo salió sin mirar atrás una última vez.  Decir que lloró es quedarse cortó, su alma se destrozó. Y cuando se lo dijo a los demás miembros no fue mejor, nadie lo comprendió. Todos le dejaron, le dieron la espalda.

-We are one. –Susurró frente al edificio que se cernía ante él.

  Ese día volvió a China, sin una palabra de aliento, sin el apoyo de aquello once chicos que se dijeron sus hermanos. Sin un beso de despedida de su amado niño. Simplemente partió dejando todo atrás.

 

Las lágrimas se evaporan con el tiempo.

En este camino estamos tú, ella y yo.

¿Alguien ha perdido su camino?

 

  El tiempo es el mejor amigo pero a su vez el peor enemigo, han pasado tantos años que la cuenta se ha perdido. YiFan logró hacer su carrera como solista, todos aquellos obstáculos por los que pasó los superó a su manera. Dejó ir a EXO, los dejó sabiendo que era mejor. Al tiempo LuHan se le unió y se sintió feliz de que él también comprendiera su sentir. Pero su Tao siguió, avanzó y aunque a Wu le hubiese gustado tenerlo a su lado, comprendió que al final de cuentas él no era nadie para arrebatarle sus sueños. Quizás sus caminos no eran compatibles a partir de un punto y ellos no lo vieron.

  Por ello en ese momento todos aquellos buenos recuerdos vuelven a su mente mientras logra anudar perfectamente su corbata, siente que lo que está a punto de hacer es la peor decisión de su vida pero es necesario. Necesita verlo con sus propios ojos, necesita quitar aquella venda que le impide seguir con su vida.

  Llega tarde, su indecisión lo hace desistir algunas veces durante el camino. Pero al final llega, llega solo a escuchar aquellas palabras necesarias.

-Acepto a Huang  ZiTao.

  Y su, aún, destrozado corazón deja de latir. Pero se siente feliz, ver aquella sonrisa sobre aquellos labios rosados le hace sentir bien. Se da cuenta que todo resultó bien para su pequeño, ahora estaba casado y tenía una buena mujer a su lado. Se da cuenta que el panda le dejó ir años atrás para ser feliz, lástima que YiFan seguía siendo un masoquista esperando su regreso.

  Pero solo Wu es el único que ha quedado atrás, el único que no ha podido avanzar con su corazón. Pero que al final de cuentas ahora comprende que es hora de empezar a hacerlo.

 

Dijimos que nunca nos separaríamos

Que estaríamos juntos por siempre y para siempre

Incluso si tenemos que pelear en contra del tiempo

Incluso si tenemos que estar en contra del mundo

 

  Aquellos ojos le miran con sorpresa, como la primera vez que lo vio en la sala de ensayos años atrás. Se acerca hacia su mayor con decisión, era la primera vez que se veían desde aquella pelea en su habitación antes de abandonar EXO.

  Es por eso que las gotas saladas comienzan a acumularse en el rubio, mientras fragmentos del pasado a su lado comienzan a agolparse en su memoria. Palabras lanzadas al aire que se convirtieron en promesas que ahora estaban pisoteadas.

-Hola, Panda. –Saludó suavizando su voz, extendió su brazo hasta tocar el rostro ajeno, era necesario ver si era realmente él.

-Kris. –Y él solo se dejó hacer, le había extrañado tanto en aquellos años.

  El menor fue el primero en soltar las lágrimas, era su boda pero eso no disminuía la felicidad que le inundó al solo ver la cara de su Kris. Porque ahora no estaba feliz por haberse casado, la felicidad que sentía se debía a ese chico que estaba parado frente a si, aquel por el que tanto luchó tiempo atrás pero que al final de cuentas dejó ir.

  Porque jamás imaginaron que se verían de nuevo, mucho menos en una situación así. En un momento en que las palabras que conformaban sus promesas se volvían vacías y sin sentido, un momento en que sabían que hicieran lo que hicieran era imposible cumplirlas.

 

El viento sopla, ilumina los copos de nieve

Haciendo que nuestras cabezas parezcan color blanco

Una vez dijimos que exploraríamos el mundo juntos

¿Aún lo recuerdas?

 

-Te extrañé. –Confiesa el mayor.

  Ambos están en su mundo, solo ellos dos. Solos. Lo demás no importa, ni siquiera el hecho de estar en la boda del menor. Aquella chica ha pasado a segundo plano, aquella chica no existe ni para Wu YiFan ni para Huang ZiTao.

-¿Dónde has estado todo este tiempo? –Exige respuesta, Wu solo le mira.

  No quiere decir nada, recuerda aquella última vez que le vio. Repasa su cuerpo, su cara con  solo su mirada; ve cada cambio en su panda. Ve aquellos cabellos negros mecerse con el viento, ve aquellos ojos oscuros inundados en lágrimas y lo único que hace es atraerlo a sus brazos. Un abrazo necesitado por ambas partes, un abrazo lleno de sentimientos que ambos creían haber superado.

-Pensé que me odiabas. –Confiesa al fin sin soltarle, atrayéndolo más fuerte al decir aquellas palabras.

-Jamás lo hice, en el momento en que cruzaste aquella puerta me arrepentí y me odié a mí mismo tanto… -Y su voz se quebró.

-Lamento llegar tarde.

-Lamento no haberte esperado.

  Se separaron, las lágrimas recorrían ambos pares oculares pero esta vez una sonrisa posaba en sus labios. Se miraban, tratando de recuperar todo aquel tiempo, se sonreían y deseaban que el tiempo se parara en aquel  mismo instante. Que todo se detuviera para poder estar juntos por siempre. E incluso deseaban regresar el tiempo para poder disfrutar debidamente  su tiempo juntos, pero nada de eso pasa. A lo lejos una voz femenina empieza a vociferar el nombre del menor.

  Tao se tensa, sabe quién es y no le hace sentir bien. Ve a YiFan, él sigue con su sonrisa solo que esta vez se puede notar la tristeza impregnada en ella.

-Lo siento.

-No te preocupes, sé que tienes que ir. Pero…-Busca algo en su saco, un sobre blanco con el nombre del novio es extendido.-Es mi regalo de bodas, espero que lo disfruten.

-No tenías que… -Lo abre, sus manos tiemblan y aquellas lágrimas que había logrado detener vuelven a correr libremente sobre su rostro, voltea al rubio sin poder entender nada. -¿Por qué?

-Quizás no juntos, pero cumple el sueño de ir a Praga en tu luna de miel…Viaja junto a ella, haz lo que soñamos sin importar que yo no esté allí. Hazlo y termina con ello.

-No puedo.

-Claro que sí, tienes que hacerlo.

-¡Tao! –El menor brinca, había olvidado el llamado.

  Se limpia las lágrimas, traga saliva difícilmente y asiente. Murmura un gracias y da la vuelta. Pero Wu le detiene, nadie les ve, nadie los juzga, nadie sabe dónde están. Por lo tanto no lo piensa, solo lo hace. Le jala y sabe que está mal pero la sensación nadie se la quitará. Aquella hermosa sensación al sentir aquellos labios sobre los suyos una vez más, aquellos hermosos labios que se amoldan perfectamente a los suyos. Se separan,  los sentimientos salen en aquel beso corto, se ven una última vez y ZiTao se aleja.

-Te amo. –Susurra una vez más a la espalda del panda, como aquella vez en su habitación.

 

En pleno verano de ese año

Deseamos esos infinitos y largos deseos

Mano a mano, nos convertimos en esas canoas

Que reman a través del triste rio

Tú dijiste que nunca nos separaríamos

Que estaríamos juntos por siempre y para siempre

 

  La fiesta sigue su curso, no se va como debió haber hecho sino que sigue presenciando todo. Sus antiguos compañeros de grupo se acercan, había mantenido contactos con algunos -después de limpiar asperezas- y por ello no es tan incómodo como pensó que sería.  Mantiene largas conversaciones con algunos, con otros simples frases cotidianas. Todo ello sin quitar la vista de su razón de ir.

  Recuerdos se apoderan de su mente, fragmentos del pasado comienzan a inundarle los ojos en lágrimas nuevamente. Se regaña mentalmente, ¿Por qué todas las lágrimas que no derramó los años anteriores parecieran querer salir ese mismo día? Suspiró mientras escuchaba como ChanYeol le molestaba con aquel pedazo de carne olvidado en su plato, le mira indignado y se lo lleva a la boca ante la mirada de decepción del otro. Sonríe satisfecho, olvidando tan solo por unos momentos la cara con hermosas ojeras en ella, olvidando por un momento el dolor que los recuerdos conllevan.

“-¡Yaih! Gege, deja de hacerlo. –Su vocecilla se volvía chillona cuando hacía su berrinche pero no por ello dejaba de ser adorable, las manos de Kris recorren el rostro ajeno intentando grabarlo en su memoria.

  Sonríe ante el puchero de su panda y vuelve a su manía de colocar sus manos frías debajo de su playera. Dándole escalofríos al menor ante el contacto con su cálida piel, vuelve a chillar al sentirlo y le da un manotazo a las manos ajenas.

-¡Deja!

-Te amo. –Lo suelta sin pensarlo, Tao abre  los ojos sorprendido mientras sus labios se encorvan hacia arriba y sus mejillas se vuelven rojas.

-Yo te amo más. –Le saca la lengua pero de igual forma se acerca a enrollar sus largos brazos alrededor de la cintura del mayor, la diferencia de alturas –aunque mínima- es excelente para que logre acomodar su rostro entre el cuello del rubio colocando un beso tímido allí.

-No seas mentiroso, panda, yo te amo más y siempre lo haré sin importar que me dejes por alguna chica que ni me llegará a los talones. –Responde seguro de sí mismo, estrechándole más contra su cuerpo.

-Jamás lo haría.

-Más te vale, te quiero para siempre.

-Luchando contra todos y todo, juntos sin nadie más en el medio, viajando a través del mundo cumpliendo nuestros sueños.

-Me saldrás caro, amor. –Y el chico avaro apareció haciendo reír al más bajo.

-Si quieres a Huang ZiTao, más vale que vayas ahorrando.

  Siguen sin despegarse, pero no es necesario mirarse para saber las caras que colocan con cada una de sus frases, y Tao puede imaginar perfectamente la sonrisa de autosuficiencia de su novio al escuchar aquellas palabras.

-Wu YiFan tiene más que suficiente para satisfacer a su hermoso panda de wushu.”  

 

Ahora quiero preguntarte algo

¿Fueron solo palabras vacías de ingenuidad?

                             Los años de inocencia                                 No pueden ser traicionados

 

  ¿A dónde fueron a parar todas aquellas promesas que algún día se hicieron? YiFan mira sus manos, ahora solitarias, sin poder encontrar aquel otro par que lograba entrelazarse perfectamente a ellas. Las siente incompletas y frías sin ningún abdomen que sufra su repentina manía que colocarlas debajo de una camiseta ajena. Las mueve ante sus ojos, parecen tan diferentes ahora, ya no hay un entrelazamiento debajo de la mesa, ya no hay manotazos ni regaños por usarlas en la piel cálida del otro, ya no hay rostro que acariciar por las noches. Ya no hay ZiTao para estrechar contra sí mismo solo porque sí.

  Mira de nuevo a los recién casados, aquella chica sonriente saluda a los invitados. Es el día más feliz de su vida pero a su lado Tao no lo pareciera, ella sin saber que este le oculta su estado de ánimo detrás de aquella fingida sonrisa que a cualquiera engañaría, menos a él. Menos a la persona que le enseñó a sonreír de aquella manera, la persona que le enseñó que solo era necesario sonreír para que todos dejaran de preguntar, la que le enseñó que con solo aquel gesto era probable que todo mejorara si se lo creía.

  Lástima que ni con todas las sonrisas del mundo podría mejorar aquello, lástima que ni con todas estas podía atrasar el tiempo y volver a los brazos de su primer amor. Lástima que los poderes que les inculcó alguna vez la empresa solo eran parte de su imagen de idol, porque Tao hubiese dado todo solo para atrasar el tiempo y volver al momento en que aceptó a aquella chica a su lado.

  Y Kris lo sabe, pero también toma en cuenta el cariño especial que debe tenerle para pedirle ser su esposa. Porque no cualquiera da aquel paso, no cualquiera decide unir su vida a otra con esas palabras y no cualquiera acepta a su lado a alguien frente a tantas personas solo porque sí.

  Sabe de sobremanera que aquellos años que pasaron juntos y todas las palabras que se dijeron eran solo dichas por el momento en el que vivían, no eran capaces de ver más allá en el futuro. No eran capaces de ver que el mundo les pondría tantas pruebas que era posible que se separaran y, por desgracia, así fue. Ambos tomaron rumbos diferentes en el momento en que el mayor decidió irse y en el que Tao decidió quedarse, caminos que ya no volverían a encontrarse a penas que alguno se pasara al del otro. Exactamente como él lo estaba haciendo al invadir el camino de su panda.

  Pero aún no se arrepiente, ha valido la pena. La venda de los ojos ha sido retira y ahora lleva sobre sus labios el recuerdo de aquel último beso robado, puede dejarle ir porque sabe que de esa manera es feliz. Sabe que su niño ha crecido para bien y que sus sueños se han cumplido sin necesidad de tenerle a su lado.

  Lo observa ir de un lado a otro junto a su ahora esposa, y aunque no esté consciente de lo que hace, sabe que es su decisión el estar allí y muy dentro de sí sabe que es lo más correcto.

 

A pesar de la juventud salvaje

Nunca te dejé

Tormentas de nieve no podrán borrar los recuerdos

Los hemos plasmado en cada uno de nosotros

 

  Se lleva la mano a sus labios recordando sus besos, le recorre por completo tomando de su mente aquellas noches en que lo tomó. Recuerda cada detalle de su cuerpo, su voz rogando por él y se pregunta que habrá cambiado en él. Si seguirá teniendo aquella manía de enrollarse con las sábanas en medio de la noche dejando a su acompañante sin un pedazo de tela que le cubra. Si aún sigue durmiendo en cualquier lugar que le sea posible. ¿Aún mantendrá a Baby, aquel peluche en forma de huskie que compraron en medio de las grabaciones de uno de sus primeros programas?

  Tantos recuerdos y tantas dudas que le recorren, tantas preguntas que están en la punta de la lengua pero que saben jamás podrán ser respondidas porque jamás serán hechas. Sonríe porque es lo único que sabe hacer en aquellos momentos, es lo único que evita que las lágrimas salgan de nuevo. Porque está dejando ir a su verdadero amor, porque lo está alejando de si y está desistiendo el hecho de luchar por Tao porque sabe que su tiempo se terminó y que él solo está estorbando en su felicidad, que solo volvió para confundirlo y hacerle sufrir.

  Ve a sus ex compañeros y ve la felicidad rebosando en cada uno de sus rostros, todos triunfaron a su manera. Unos dejaron la compañía al igual que él, otros siguen allí y unos pocos desistieron de sus sueños para estar al lado de la persona amada. Por ello YiFan ve con celos las manos entrelazadas de aquellos dos chicos sentados a su lado, ve a SeHun sonriendo con superioridad al verse de la mano de su hyung, de su Lulu, porque ambos mantuvieron el contacto, ambos se apoyaron a pesar de la distancia y de los múltiples obstáculos y ambos lo lograron.

   Lástima que él no luchó por mantener el contacto,  por haber asumido aquel odio inexistente durante todo ese tiempo. Pero que ahora entiende que aquello que vio en los ojos oscuros de su panda no era odio hacia él, sino temor de equivocarse, temor de perder todo por lo que había estado luchado y al fin lo comprende.

  Por ello se levanta, se disculpa con sus amigos. Les desea una buena vida y que espera contactarlos después, se detiene en Sehun y le susurra unas cuantas palabras al oído.

-“Jamás dudes de él, confía en sus acciones y si huye de ti…síguelo, con el tiempo odiará el hecho de haber huido y haberte dejado atrás.”-El menor le mira con sorpresa pero sabiendo lo que se esconde entre líneas, asiente con aquella cara de seriedad que le caracteriza y hace aún más fuerte el agarre de su mano con la de su pareja quien solo le sonríe sin entender nada.

 

Que noche es esta, acostado en el pasto verde

Bajo la luna brillante me despido de ti

 

  Camina fuera de la recepción, voltea una vez más encontrándose con la mirada confusa de su niño. Sonríe, “se feliz” es lo único que sus labios dicen antes de dar media vuelta y salir.

  Un oscuro camino a mitad de la noche, porque no pudo quedarse hasta el final. No pudo ver como aquella feliz pareja de recién casados se marchaba a su luna de miel, decidió irse primero, decidió acabar con todo de una vez.

  Porque ahora era su turno de dar la espalda, de acabar con aquel dolor que le tomó años para ponerle un fin. Porque aunque no está completamente satisfecho con los resultados sabe que hizo lo correcto. Al fin Wu YiFan dejó ir a su amado niño, su panda, su Huang ZiTao…

  O al menos hasta que el destino los juntara nuevamente, quizás no en esta vida pero tal vez en la siguiente. Y él se encargaría de luchar por él aunque el mundo se le eche encima y aunque el mismísimo Tao le odie.

  Por ello en ese mismo instante el anuncio de la salida a Canadá le resulta exquisito, volviendo a caminar por aquellas calles que les vio en sus peores y mejores momentos. Llega a aquella casa que compró el mismo día en que se le declaró a Tao, voltea a su alrededor y se da cuenta de sus errores y de la manera en que trató de enmendarlos… entonces por qué se siente tan vacío.

  Dice haberlo dejado pero sabe que no es del todo cierto, sabe que lo esperará. Esperará el momento en que su amor cruce por aquella puerta y vuelva a sus brazos. Aunque pasen años y siga sin volver, él esperará incluso después de la muerte…  

 Hasta que el viento de otoño sople de nuevo…

Notas finales:

¿Y bien?

¿Me quedo mejor con el 2min? 

¿Ustedes también opinan que la canción de YiFan va dedicada no solo a Tao sino también a exo? ¿O soy la única loquita :c? 

Ojála haya sido de su agrado y que no se hayan enredado xD 

Espero sus comentarios y sus críticas, nos vemos C:!

-Huye- 


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