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Stiil Dreaming por yane

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaaa

 

 

Lamento la demora pero he estado resfriada u.u

 

mil disculpas .... 

 

Gracias por sus rw y darle oportunidad al fic T^T 

soy feliz 

 

 

disfruten el primer capi... a leer

 

 

Seis años después.

 

Sonrió al reconocer a su buen amigo Choi Minho, impresionante empresario y abogado. Minho era un Hombre alto, de cabello negro, cutis bronceado y unos grandes ojos claros. A sus treinta y un años poseía una envergadura musculosa e impresionante, gracias al entrenamiento diario.  

Junto a Minho iba  su hermano Jonghyun, un joven de carácter distinto. Mientras que el primero era serio y reservado, el segundo frecuentaba la broma y lucía una perpetua sonrisa en la boca. Kai, amigo de la infancia de Minho y Jonghyun, era un hombre agradable y conciliador, y, al igual que el resto, era un hombre de aspecto imponente, poseedor de unos ojos negros tan intensos que las mujeres caían rendidas a sus pies.

—¿Quiénes son? —preguntó Key, un joven rubio de facciones delicadas, mientras fruncía los ojos para distinguirlos.

 —Choi Minho, Jonghyun y Kai y sus guarda espaldas. Los invité a mi boda — respondió Siwon mirando con adoración a su cuñado.

 —Oh... Jonghyun —suspiró Key mirando hacia los autos.  Deberías haberme avisado de que tendríamos invitados.

 —Tranquilo, Key—sonrió al escucharlo.

Key estaba encantado de ver a Siwon feliz. Atrás quedaron los días en los que temía que  a su hermano Heechul le diera un ataque por no saber de Siwon cuando estaba en Irak dirigiendo una misión. 

—Siwon, ¿crees que me veo lo suficientemente bien, para causar una buena impresión a los invitados? —preguntó girando ante la mirada divertida de él.

—Siempre estás bien vestido, Key. Creo que conseguirás que alguien se desplome a tu paso; por lo tanto, ten cuidado, no quiero tener problemas con tu hermano.

 Desde que había cumplido veinte años, Key era consciente de la reacción que despertaba en todos y eso le producía un enorme placer.

—Voy a recibir a mis invitados. Avisa a Hee, le gustará saludarlos —dijo Siwon bajando al recibidor.

 

 

En pocos instantes llegó hasta sus invitados. Al ver a su amigo Siwon, Minho levantó la mano a modo de saludo  y estrechó a su amigo en un fuerte y emotivo abrazo.

—¡Siwonl! —dijo Kai con una amplia sonrisa—. Esto es un caos, todos corren.

 —En cuanto termine la boda—respondió Siwon. Todo acabara.

—Aquí nos tienes. Dispuestos a asistir a tu boda —sonrió Minho a su amigo—. ¿Dónde está Hee?

—Aquí —respondió Heechul, que desde su ventana había visto llegar a sus invitados, y corrió para saludarlos.

 —¿Heechul? —dijo Minho al hombre de ojos claros, pelo claro y sonrisa tranquilizadora que se erguía ante él.

—Te lo dije, Heechul —murmuró Kai—. Indiqué hace años que tú serías un peligro para algún incauto.

 —Encantado de volver a verte —saludó a Kai.

—¡Buenas tardes, caballeros! —saludó Key  situándose junto a su hermano. Key  era menudo comparado con su hermano Heechul, su cara de ángel, siempre bien vestido con ropa que se ajustaba a su cuerpo hicieron que todas las miradas se posaran en él.

—¿Él es tu hermano? —preguntó Jonghyun  al ver aparecer a ese encantador jovencito.

 —Sí,—respondió Heechul cogiéndolo de la mano, mientras tras ellos se oía un poco de revuelo.

Alguien discutía.

—Es mi pequeño hermano Key — Mi cuñado le advirtió Siwon—. Recuérdalo.

Mientras Jonghyun continuaba con los ojos fijos en Key, Siwon se percató de que Minho observaba algo tras ellos. ¿Qué miraba?

—Encantado de volver a verlos.

Jonghyun se acercó a Key, quien se sonrojó—. Ahora te recuerdo, aunque has cambiado mucho. La última vez que te vi llevabas uniforme.

 —Si mal no recuerdo —respondió Key reponiéndose del sonrojo—, la última vez que nos vimos tú me salvaste de caer por las escaleras.

—¿En serio? —rio Kai al ver los ojos resplandecientes de Key.

—Tenía dos opciones —respondió Jonghyun recobrando la compostura—. Salvarte o dejar que rodaras por las escaleras. Y, tras echarlo a la suerte, no tuve más remedio que sostenerte.

—¡¿Echarlo a la suerte?! —grito Key cambiando su expresión sonriente por una amenazadora.

 —Yo que tú, callaría —masculló Minho  viendo cómo aquel rubio miraba a su hermano.

—Pienso como tu hermano. ¡Cállate! —dijo Kai echándose hacia un lado.

Pero Jonghyun se hizo el sordo  y, tras guiñarle el ojo a una de las empleadas y ésta sonreír, volvió a dirigirse al hermano de Heechul.

 —Key... Key... te recuerdo como un niñato caprichoso y odioso. Y lo peor: tuve que soportar un  beso tuyo  cuando te salve de rodar por las escaleras.  —Al ver la rabia en Key, finalizó—: Aunque ahora tengo que admitir que estas… Mmmm  muy cambiado, y que cualquiera estaría dispuesto a soportar un beso tuyo.

—¡Jonghyun! —advirtió Minho—. Ya deja de decir tonterías.

 —Tranquilo, Minho—dijo muy enfadado Key demostrando su carácter—. Ni en mis más oscuros sueños consentiría que un imbécil como éste se acercara a mí, y menos aún que me besara.

—¡¿KiBum?! —lo regañó Heechul, sorprendido por aquella contestación.

Haciendo caso omiso a su hermano, se volvió furioso y desapareció por la puerta, dejándolos a todos muertos de risa.

—¡Jonghyun! —gritó Kai—. Te dejó sin palabras el menor de los Kim.

—Kai, ¡¿Quieres morir?! —dijo Jonghyun, molesto—. Mide tus palabras si no quieres probar un buen golpe.

 —Será mejor que calles Kai —rio Minho—, a Jonghyun no le gusta que se burlen de él cuando lo han molestado.

 

 

Mientras todos  seguían discutiendo con Jonghyun, Minho  fijó su mirada en un joven que acababa de salir  de lo que parecía la cocina y se había situado tras Siwon y Heechul. En un principio, cuando salió Heechul, escuchó voces dentro, pero tras marcharse Key, malhumorado, su corazón se paralizó cuando vio aparecer al joven con los ojos castaños más espectaculares que había visto nunca.

Siwon, con disimulo, miró hacia atrás y sonrió al entender la cara de su amigo Minho. Mientras, el muchacho en cuestión no se percataba de nada.

 —Minho —intervino  Siwon tomándolo por sorpresa—. Te presento a Lee Taemin.

Taemin, desconcertado, no sabía dónde mirar.

—Oh, perdón —se disculpó atragantándose con la saliva, mientras situaba a su hermanita tras él y se alisaba el uniforme—. No estaba atento a sus conversaciones.

—Tranquilo, Tae—dijo Heechul tomándole la mano para darle un par de palmaditas —. Entendemos que Lim estaba llamando tu atención; por lo tanto, solucionemos primero una cosa y luego otra.

Minho, que no había podido apartar la mirada de aquel muchacho, deseaba más que nada en el mundo ver su sonrisa. ¡Debía de ser espectacular! Con fingida indiferencia, Minho lo miró. Era más bajo que él. Su espectacular cabello largo castaño. Sus retadores ojos castaños lo cautivaron en pocos instantes, pero su boca... «¡Por todos los santos, su boca!», pensó sintiendo un escalofrío. Cómo deseaba tomar aquellos labios hasta hacerlos desaparecer.

Por su parte, Taemin no se había dado cuenta de cómo aquel hombre lo miraba. Estaba tan ocupado con su hermana que no podía pensar en nada más.

—Veamos —dijo Heechul haciendo salir a Lim que estaba detrás de Taemin—. ¿Qué es lo que te pasa? ¿Por qué estas enojada?

—Quiero ir al parque a jugar en los columpios—respondió la niña—. Pero el, como siempre, no me deja.

—¿Por qué no lo dejas? —preguntó Siwon.

 Distraídamente, Taemin se retiró el pelo de la cara, un gesto que encantó a Minho, tanto como saber que aquella pequeña no era hija de él.

 —Siwon —comenzó a decir Taemin olvidándose del resto de las personas—, le he  dicho que no sea impaciente. Más tarde, la llevaré yo.

—¡No es justo! Yo quiero ir con a jugar con mis amiguitas. No con un gruñón —gritó Lim  intentando alejarse de su hermano, cosa que Taemin no le permitió.  La pequeña le pisó el pie. «Lim, te voy a…. », le indicó Taemin con la mirada, aguantando el dolor del pisotón, mientras Minho los observaba divertido.

 —Taemin... —sonrió Heechul—, algún día deberás empezar a confiar en ella.

 —Deberías prometer a tu hermano que te portarás bien —señaló Siwon mirando a la niña.

 —Esta traviesa —respondió Taemin — es capaz de meterse en más de un problema a la vez.

—La verdad, Lim, es que tu hermano tiene razón —dijo Siwon, que conocía bien a la niña —. Por lo tanto, vas a esperar en tu casa hasta que alguno de tus familiares te pueda acompañar, y esto es una orden —ordenó levantando la voz para intimidarlo.

 —Ve ahora mismo con Luhan —dijo Taemin—, y no te muevas de allí hasta que yo llegue.

La niña, tras sacarle la lengua a su hermano y ver cómo éste apretaba los puños, se alejó cabizbaja.

—Está bien —sonrió Heechul al ver la reacción de la niña. Estoy convencido que nuestros invitados  estarán muertos de hambre. —Luego, volviéndose hacia Taemin que veía alejarse a su hermana, dijo—: Dile a Min y  Lena   que sirvan el almuerzo.

—Ahora mismo —dijo Taemin desapareciendo tras la puerta, seguido por Heechul y Siwon.

—¡Choi! —exclamó Kai—. Lo que oigo es tu corazón desenfrenado.

 —¿Qué dices? —disimuló volviéndose hacia su amigo con seriedad—. Mi corazón no late desenfrenado por nadie. No lo olvides.

—Disculpa mi equivocación  colega —palmeó reprimiendo una sonrisa, mientras se les unía Jonghyun—. Sólo digo, y esto va por ambos, que ven algo bonito y babean como bebés.

—Déjate de tonterías —bufó Minho sin querer escucharlo más. Saliendo por la puerta.

 

 

**

 

Aquella tarde, Minho y Siwon, estaban en el despacho. Siwon quería hablar  varias cosas que estaba haciendo.

En las habitaciones superiores, Heechul se probaba su traje de boda, junto a Key y Taemin, que se habían hecho grandes amigos.

—Key —preguntó Heechul—, ¿se puede saber por qué has insultado a Jonghyun?

 —Sencillamente, porque se lo merecía —soltó Key mirando a Heechul con altivez.

—¿Has insultado a uno de los amigos de Siwon? —preguntó Taemin—. Y yo, ¿me lo he perdido? Key y Taemin se rieron.

—Por tu bien Key, deberías tener más cuidado con tus palabras y tus actos —le regaño Heechul.

 —Tienes razón—asintió Key mordiéndose el labio—. Procuraré tener más cuidado.

—Choi Minho no podía apartar sus ojos de ti —dijo con picardía Heechul mirando a Taemin—. ¿Acaso no te diste cuenta?

—No, Hee—. Tengo cosas más importantes en que pensar.

—Minho es un hombre muy guapo —comentó Key asomándose a la ventana  para mirar al jardín.

—Si… muchos se pelean por estar en su cama —siguió Heechul—. Es un hombre muy deseado por las mujeres.

—No seré yo el que pelee por el —rio Taemin—. Y menos por ese que tiene donde elegir.

—Deberías buscar novio Tae —dijo divertido Key.

—No necesito a nadie, solo me las apaño bien, tengo a Lim y los abuelos—bufó percatándose de lo pesados que se pondrían aquellos dos con ese tema.

—Eso no tiene nada que ver, y dime… que tal Minho te gustaría estar en su cama—sonrió pícaramente Heechul.

 —¡Hee! —exclamó Key al escucharlo.

 —No necesito estar en cama de nadie.

 —Oh, oh —suspiró Key al ver a Luhan correr hacia la entrada—. Tu hermano viene hacia aquí y no trae muy buena cara.

—¿Luhan? —preguntó Taemin acercándose a la ventana.

 Al asomarse vio a su hermano llegar con cara de pocos amigos y pronto supo por qué.

 —¿Dónde está Lim? —preguntó Luhan a gritos mientras se retiraba el pelo castaño de la cara. Su hermana los iba a volver locos.

 —Lo envié contigo hace un buen rato —contestó Taeminn resoplando—. No te muevas, bajaré enseguida.

—Esa hermana tuya... —indicó Key.

—Me tengo que ir. — dijo Taemin.

—No te preocupes, Tae —dijo Heechul tomándolo de la mano—, seguro que estará jugando por algún lado.

—Te acompaño —señaló Key.

 Tras despedirse de Heechul, bajaron la escalera en forma de caracol hasta llegar a la sala principal.

 —Juro que la castigare por desobedecer—despotricó Taemin.

—Veamos en qué clase de fechoría anda metida—respondió Key.

Salieron de la casa hasta llegar con Luhan, que al verlos gritó: —¡Te juro que la mato, Taemin!

 —Eso ya lo dijo tu hermano—sonrió Key para templar el ánimo de Luhan.

 —Dijo que quería ir al parque—recordó Taemin.

 —¡Lo sabía! —gritó Luhan.

 Los tres muchachos, se dirigieron al portón de la mansión, por suerte el parque no estaba tan lejos.

—¡Allí está! —dijo Key.

 Pero los tres se quedaron sin palabras cuando vieron cómo la pequeña  se acercaba a un hombre, junto a un par de niños, y este comenzaba a caminar con ellos.

 Al ver aquello, a Taemin se le subió el corazón a la boca y, echando a correr seguido por los otros dos, se detuvo a unos pasos del hombre.

—Disculpe, señor. —susurró Taemin sin aliento por la carrera—. ¿Sera tan amable de soltar a mi hermana?

—¿Esta pequeña es su hermana? —preguntó el hombre.

—Sí, señor —asintió Luhan plantándose junto a Taemin—. Es nuestra hermana y le pedimos que la suelte.

 —¡Yo iba por dulces! —dijo la pequeña.

—¡Lim, silencio! —reprochó Key, enfadado, al percatarse de las intenciones del hombre.

 En ese momento se acercó una mujer, y Taemin puso los ojos en blanco al reconocer a Gain.

—¡Vaya, de nuevo ustedes! —escupió la mujer al verlos.

 —¡Cállate! —gritó enfurecido Key. Sabía cómo era Gain. No queremos tener problemas.

—Señor—prosiguió Taemin mirando al hombre—. Suelte a mi hermana...

Taemin se acercó hasta tomar la mano de Lim y mirando al hombre siseo: Suelte a mi hermana. ¡Ya! El hombre lo miro y la soltó siguiendo su camino.

 —Que salvajes, esto debe ser causa de su educación —dijo con desprecio Gain.

«Se acabaron las contemplaciones, Gain», pensó Taemin mientras se retiraba el pelo de la cara. Aquella mujer desde que trabaja en casa de los Kim y se la encontraba en el parque le hacia la vida cuadritos.

—Que mal hermanos son que ni cuidar a su hermanita, pueden… Cuidado si sigue así puede perderse…. «Oh, Dios..., te mato», pensó furioso Taemin al escucharla.

—Que te calles—gritó Luhan muy enfadado, momento en que Gain se abalanzó sobre él. Taemin intentó separarlos, pero era imposible aquella mujer estaba loca.

 Al ver aquello, Key  comenzó a gritar para que los ayudaran. Pero nadie le hizo caso. Luhan trataba de defenderse sin hacerle daño a la mujer.

Los gritos y la algarabía que se organizó atrajeron las miradas de todo el mundo. ¡Había pelea! De pronto, una fuerte voz hizo que todos se parasen en seco. Ante ellos tenían a Siwon, a Minho y a algunos hombres más.

—¡¿Qué ocurre aquí?! —preguntó Siwon  con gesto de enfado. Su sorpresa fue tremenda cuando reconoció entre aquel amasijo de cuerpos a su cuñado, a Taemin y su hermano.

 Con rapidez e intentando mantener el control, ayudó a Key a ponerse en pie. Tenía el pelo revuelto, y la ropa sucia.

—Key. ¿Qué haces? ¿Qué ha pasado? Enfurecido por aquella intromisión, se apartó de  Siwon y, ayudando a Taemin y Luhan a ponerse en pie, gritó encolerizado:

 —Esa bruja, Siwon.

Se abalanzo sobre Luhan. Jonghyun contemplando la escena divertido, no muy lejos se acercó a ellos junto a Kai.

 —Veo que por aquí las cosas no cambian —bromeó Jonghyun.  Pero una mirada dura de Minho le indicó que callara.

—Yo estaba tranquila, ellos comenzaron todo —se defendió Gain, mientras se secaba una falsa lágrima.

—¡Eso es mentira! —dijo Taemin acercándose con la cara enrojecida y arañada.

La rabia en su mirada y el coraje en sus palabras y su carácter atrajo aún más la curiosidad de Minho. «Mmm…  así que le muchacho tiene carácter» pensó.

—Pero el... —comenzó a decir Gain señalándolo.

 —Cuida tus palabras cuando hables de mi hermano o te las volverás a ver conmigo — dijo Luhan.

—¡Qué carácter Joder! —susurró Jonghyun a Kai, quien nuevamente tuvo que contener la carcajada.

Gain miro a la hermanita de los hermanos Lee, que corrió a esconderse tras Taemin, quien tenía el rostro rojo.

—Lim, ¿Qué ha pasado? —preguntó con su voz ronca Minho atrayendo las miradas de todos, mientras se acercaba a ella.

 —Señor —comenzó a decir  Luhan—, es una niña y...

—Estoy hablando con su hermana —musitó Minho mirándolo.

 «Oh no Lim, otra de tus travesuras. Ahora, ¿cómo salimos de ésta?», pensó Taemin al ver que aquel enorme hombre se acercaba. 

La pequeña Lim, continuaba escondido tras su hermano mayor, que por primera vez miró a los ojos a aquel hombre, sintiendo un extraño ardor en sus entrañas viéndolo caminar hacia él.

El de ojos duros e implacables era Choi Minho, poderoso e importante abogado, empresario y sabia Dios que otras cosas, le había contado Heechul. Su figura era imponente e implacable, tanto por altura como por la anchura de sus hombros, su brillante pelo negro, definitivamente era muy atractivo.

—¡Lim! Has desobedecido a tus hermanos —dijo Siwon—. Y eso conlleva un castigo.

—¡Siwon! —gritó Key divertido, deja  a la niña. Sabía que los castigos de Siwon no eran nada de castigos.

 —Mañana, Lim —prosiguió Siwon indicándole a Key que callara—, quiero verte en la biblioteca de la casa para hablar sobre tu castigo.

Jonghyun y Kai, al escuchar aquello, se miraron. Conocían a Siwon y sabían que el castigo que impondría a la pequeña no iría más allá de jugar.

—Lim, pequeña—la llamó Minho agachándose para ponerse a su altura—. Podrías salir, deja de esconderte detrás de tu hermano para que pueda hablar contigo. La niña, pálida y asustada por sus actos y por aquel enorme hombre, salió con valentía. Minho la miró y estuvo a punto de blasfemar cuando contempló su cara llena de lágrimas.

 —Porque haz escapado de casa —indicó Minho. Sin necesidad de repetir la pregunta, la niña metió sus manitas bajo la camisa sucia y sacó algo que depositó en las grandes manos de Minho.

—Quería venir al parque, a buscar las monedas de la fuente, para que mis hermanos me llevaran al Zoológico y poder ver los pingüinos.

 —Oh, Lim —susurró Taemin agachándose junto a él, incapaz de pronunciar una palabra más.

Al agacharse junto a la pequeña, Taemin quedó muy cerca de Minho, que admiró su belleza a escasos centímetros y percibió su olor a fresas. Por primera vez en su vida, se dio cuenta de que el color castaño tenía más de una tonalidad al perderse en los ojos del muchacho. Sus labios lo invitaban a besarlos, a tomarlos, y la calidez de su rostro, lo dejó sin palabras, podía un chico ser tan perfecto.

—Lim, pequeña —susurró Taemin—. No queremos que robes las monedas de la fuente, ¿no lo entiendes?  Prometo pronto llevarte al Zoológico a ver los pingüinos.

—Robar es algo que no está bien —recalcó confuso Minho, turbado por la presencia del joven—. ¿No lo vuelvas hacer?

Taemin miro de frente a los ojos de Minho, y añadió—: Gracias por sus palabras, señor Choi.

Soy responsable de ella.  Ante cualquier cosa que ella haga, la responsabilidad es mía. Tenga por seguro que mi hermana entenderá, que no debe tomar lo que no es suyo.

Kai se asombró por la fuerza de aquellos menudos jóvenes, en especial por el joven que respondía al nombre de Luhan, quien lo miró en un par de ocasiones y le sonrió.

Minho, con pesar, retiró su mirada del muchacho para fijarla en la niña y decir:

 —Prométeme que nunca más volverás escapar o hablare con tus padres y no con tus hermanos.

—No tengo padres —indicó la niña, sintiendo el dolor en los ojos de Taemin al escuchar aquello.

—Pero tienes hermanos —respondió Minho—. Ellos desean que algún día seas una hermosa princesa, ¿no crees?

—Sí, señor —respondió con timidez la niña.

—¡Así como va, dudo que sea princesa! —se mofó Gain por aquel comentario—. Pero si ellos son...

—¡Cállate! —gritó Key intuyendo lo que aquella bruja iba a decir—. No vuelvas a insultarlos o te las verás de nuevo conmigo.

—¡Vuelve a decir esa palabra! ¡Vuelve a insultarnos! —vociferó Taemin levantándose para encararse con la mujer—. Y te juro que te arranco los dientes y me hago un collar con ellos.

Al escuchar aquello, Minho miró a su hermano y a Kai sorprendido. Nunca había conocido un muchacho tan delicado con ese carácter.

 —Gain—dijo Siwon—. Creo que tendré que hablar con tus padres por tu comportamiento.

—Pero, no... —susurró ella mirando con furia a los muchachos.

 —Sin preguntar intuyo lo que aquí ha ocurrido —prosiguió Siwon.

—¡Lim! Recuerda tu promesa —señaló Minho, acercándose a la pequeña y tendiéndole unos billetes—. Yo pago la ida al Zoologico.

—¡No, Señor Choi! —exclamó Taemin agarrándole el brazo para llamar su atención—. No se preocupé, lo pagaré yo.

—No es necesario —susurró Minho a escasos centímetros de él.

 En ese momento, Taemin fue consciente de su osadía al tocarlo y, dando un paso hacia atrás, se alejó de él. Minho, aún con la mirada puesta en él, sentía la mano caliente y palpitante del muchacho sobre su piel. ¡Su suavidad había sido muy agradable!

 Como un depredador eligiendo su presa, clavó sus ojos en él y, durante unos instantes, ambos se miraron a los ojos, como si no existiera nadie más.

—De momento —tosió Siwon interrumpiendo—, lo que van a hacer es ir a su casas a cambiarse de ropa. Más tarde, seguiremos hablando.

—Ven aquí, Key —llamó Siwon—. Vamos a casa, Hee se enfadara contigo cuando te vea,  así que cámbiate para  que vuelvas a ser tú mismo.

—¡Soy yo! —gritó enfadado al ver la cara de burla de Jonghyun.

—Vamos, Lim —dijo Taemin cogiéndola de la mano y comenzando a andar.

—¡Minho! —dijo Siwon—. ¿Podrías ocuparte de que Taemin y sus hermanos lleguen a casa sin que se metan en más líos?

—¡No! —gritó Taemin intentando alejarse lo antes posible de aquellos hombres.

—Ni lo sueñes —intervino Kai acercándose a Luhan—. Será un placer acompañarlos.

 —Que bien—sonrió Luhan acomodándose a su lado, dejando a su hermano sin palabras por aquella ligereza, y en especial por su cara de tonto.

 —Tienes un poco de sangre aquí —susurró Kai tocándole con la punta del dedo en el cuello, quedando atontado al ver aquella vena color verde latir ante sus ojos.

—Oh, no se preocupe—sonrió Luhan limpiándose como si nada—. Son rasguños sin importancia.

 «Luhan, pero ¿qué haces coqueteando?», se preguntó Taemin, boquiabierto.

El camino no era muy largo, y menos en carro. Luhan y Kai  rieron durante el camino por los comentarios de Jonghyun, al decir que la pequeña Lim era una muñequita.

Minho, por su parte, no podía pensar en otra cosa que no fuera en el muchacho que tenía sentado a su lado. Podía aspirar mejor aún su aroma, un aroma diferente al que nunca hubiera olido. Cada vez que el volvía la cabeza para ver a su hermana, Minho podía admirar la delicadeza de sus rasgos; incluso una de esas veces su mentón chocó con la frente de él, sintiendo de nuevo la suavidad de su sedosa piel.

Taemin, incómodo por estar en aquella absurda situación, intentó mantenerse tranquilo. Aquél hombre Choi Minho era un hombre peligroso y muy codiciado por las mujeres.

«Sera mejor, tener cuidado con él?», pensó él.

Notas finales:

Les gusto el capi ^^ siii u.u noooo diganme y actu....

 

Bueno ya empezamos esto sera rapido ok no xD

 

Importante


como dije la segunda parte de este fic sera Jongkey,,, asi que disfruten de los momento Jongkey en este fic... porque en este fic comienza su atraccion ^^ 

 

 

bueno si quieren actu ustedes deciden

 

bye bye


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