-Entonces me dices que lo que paso anoche fue algo que definitivamente no habías planeado-menciono en un susurro y una mirada analizadora muy poco normal viniendo de él, el nombrado con las manos cubriéndose el rostro de total vergüenza asintió con la cabeza.
No tenía planeado muchas cosas, lo que sucedió anoche y contarle eso a su mejor amigo, es decir, eso sería hacerse idea de unos años siendo molestado por ello.
Pero su consciencia era débil y no podía guardar el secreto por más fuerte que fuera.
-Bien, LuHan sabes que debes contarme cada pequeño detalle de lo que sucedió ¿cierto? -Xiumin se quedó mirando ocultando su evidente emoción, era entendible, pensaba LuHan, Minseok era como un pervertido depredador sexual hecho un inofensivo bollito dulce.
LuHan aun con las mejillas explotando en mares carmesí.
Se decidió a iniciar a contar la anécdota.
*
Era martes, habían terminado las clases y LuHan emocionado por ello se decidió a no esperar a que fuera viernes para ir a un bar y bailar un rato. Hace mucho que no lo hacía y sabía que era mejor si Xiumin no iba con él. Minseok era la peor compañía para ir a un club, le tomaba media hora elegir que ponerse y otra media hora diciendo que LuHan debía vestir menos como un santurrón y más provocador.
Porque bueno, Minseok era un coqueto sin remedio, era de esperar.
Pero ahora, estaba solo en armonía consigo mismo, con la ropa que quería vestir y pasándola en calma total, sin tener la necesidad de dar una puntuación de cual chico es el más apto para cabalgar una noche a oscuras, si, Minseok era un ninfómano pervertido que no se podía contener en ningún instante.
Se acercó a la barra y simplemente se hizo a la idea de acostumbrarse a la música alta y es que a pesar de concurrir esos lugares seguía sin poder tolerar la música tan fuerte pero después de unas copas eso ya no importaba.
Pidió una margarita no muy concentrada, deseaba mantener su consciencia en su totalidad pues él debía volver a casa solo, no quería terminar en el suelo violado por cinco tipos, no gracias. Movió un poco la cabeza de lado a lado disfrutando de la música, el bartender le invito una copa de tequila pero era obvio que no iba aceptar, con un tequila iba acompañado de otro y dos copas de este lo hacían perder la razón.
LuHan no toleraba muy bien el alcohol.
-No pensaba encontrarte por este sitio-escucho una voz a su lado, LuHan dio un vistazo y lo primero que vio fue la mata de cabellos rubios desordenados y una sonrisa fina en sus labios, LuHan frunció los labios en disgusto.
-¿Me estas siguiendo? -le pregunto mientras veía al frente evitando el contacto visual, escucho la risa de Sehun y decidió tomar eso como un sí. Pero LuHan lo esperaba.
-Es mi deber como acosador-musito Sehun en mitad de su risa, el mayor dio una pequeña risa que se ahogó entre la música, el bartender le entrego su margarita y cuando dio un sorbo pequeño se arrepintió porque esta parecía particularmente fuerte, cuando estuvo a punto de pedirle otra cosa, vio un vaso con agua frente a él.
Sehun le sonreía mientras le entregaba el vaso.
-Gracias, creo que esperaba algo más leve de esto-señalo su margarita y fue cuando tarde se dio cuenta de que estaba hablando cómodamente con su pesadilla encarnada, le recorrió un escalofrió. Sehun pidió un tequila que no le afecto mucho al dar dos sorbos.
-¿Quieres bailar? -LuHan vio a Sehun que estaba de pie mientras le tendía la mano, pensó en rechazarlo con un comentario burlón y una salida espectacular pero su vista se dirigió a los ojos del rubio que lo veían con intensidad y algo más que no pudo definir con exactitud.
LuHan se levantó y tomo la mano de Sehun.
No podía explicar la sonrisa que le dio el bailarín, era una sonrisa real y llena de agradecimiento.
Caminaron a la pista de baile y LuHan se sorprendió porque esa canción en específico era su favorita, lo que no le parecía genial era que como la canción era lenta era necesario bailar lento. No sabía si sería correcto bailar tan íntimamente con el bailarín narcisista pero decidió no pensarlo, estaba ahí para bailar y lo haría con o sin Sehun.
Sus brazos se dirigieron al hombro de Sehun y las manos de Sehun en la cadera de LuHan, el rubio seguía viendo de esa manera extraña a LuHan y no sabía cómo reaccionar ante eso, los brazos del rubio eran cálidos y cómodos pero realmente no podía ver a los ojos a SeHun. Porque sabía que ahí seguía estando "eso" en su mirada.
-Lo lamento-menciono LuHan mientras ambos bailaban en su sitio en total calma siguiendo el ritmo, el rubio sostenía a LuHan como protegiéndolo del mundo exterior, como si estuviera sintiendo todo eso que le quería hacer saber y eso despertó al culpa del pelirosa, pero antes de que el rubio preguntara porque se disculpaba se adelantó. -Por ignorar tus mensajes ayer, estaba un poco mal-sentía como le ardía el rostro, no se suponía que debía disculparse, no con el bailarín egocéntrico que sostenía de “esa manera” sus caderas.
Sehun dejo asomar una pequeña sonrisa que LuHan no vio.
LuHan se sentía un poco extraño pero sentía que quizá era el hecho de que en sitio cerrado la ventilación fuera escasa o era el hecho de estar muy cerca del cuerpo de Sehun que cada fibra de su ser se estremecía. Sehun agacho la cabeza reposándola en el hombro del pelirosa, respiro en su cuello y LuHan sintió como la piel se le erizaba.
Seguían moviéndose entre pasos lentos con los ojos cerrados sin decir palabra. Con una conexión que podían y querían seguir manteniendo. Sehun soltó un leve suspiro y LuHan sentía como le temblaban las piernas.
¿Era posible seguir estando de pie cuando alguien suspiraba en su cuello de esa manera?
El rubio levanto la cabeza, vio de cerca el rostro de LuHan, sabia que era precioso pero de cerca era hermoso, perfecto, se le ocurrían tantos adjetivos que realmente describían a su adorado nerd. Luhan le sostuvo la mirada y no encontró manera de detenerse pues cuando fue consciente estaba besándolo, el pelirosa tardó en reaccionar pero después siguió el beso. Sehun podría olvidar cualquier beso pues ese que compartía con LuHan era el más increíble y espectacular primer beso en la historia. Era difícil para Sehun definir todo sobre todo por ese reburujo que sentía en el estómago.
Las manos delgadas y frágiles de LuHan acariciaban con timidez su cabello, el rubio podría morir ahí mismo. Todo LuHan era perfecto, cada reacción, cada gesto, cada movimiento era una maravilla.
El beso fue interrumpido por LuHan que se había quedado sin aire pero quizá si fuera por Sehun seguiría besándolo horas sin descanso, ahora el problema sería explicar aquel episodio, esperaba con fuerza no ganarse más odio por su atrevimiento.
Si le preguntan a Sehun no se arrepiente de nada.
-Yo…-empezó el rubio sin saber que decir, la canción se había terminado y ahora todo había vuelto a la normalidad con una canción que denotaba un baile muy íntimo y sensual, que incomodaba mucho al chico de cabellos rosas. Pero LuHan alzó la cabeza y le dirigió una mirada muy seria, con las mejillas sonrojadas y tomo de la mano al rubio.
-Ven conmigo-musito en un susurro para luego llevarlo fuera del bar, mientras la música se ahogaba y las personas seguían ensimismadas en sus bebidas y en perderse en la euforia y la libertad.
En el camino al auto de LuHan, el rubio no dijo una sola palabra, suponía que ya era muy bueno ser tomado de la mano y no quería meter la pata cuando las cosas evidentemente iban bien. LuHan manejo en completo silencio y Sehun solo se limitaba a verlo por el rabillo del ojo tratando de pensar en que era lo que estaba pensando. Pero LuHan era un misterio y debía hacerse a la idea de que no todo podría ser revelado por sus gestos o sus ojos.
Llegaron a una casa pequeña, luhan con prisa aparco frente a esta para luego salir del auto, Sehun lo siguió como un niño pequeño y cuando el mayor abrió la puerta aun sosteniendo el juego de llaves, mando todo al demonio y se apodero de los labios del bailarín mientras entraban a su casa.
Sehun fue tomado por sorpresa pero no le tomo mucho tomar el control de la situación, cuando el beso se intensifico se dio cuenta de que ya no había vuelta atrás, pensó en detenerse porque las manos del chico de cabellos rosados recorrían el torso de Sehun y sabía que este no sería capaz de ser tan descarado a menos de que estuviera ebrio.
¿Las margaritas eran tan fuertes?
LuHan empujo al menor en el sofá con una sonrisa en su rostro, se sentó en su regazo mientras seguían besándolo con una pasión que le quitaba el aliento al menor, le confundía el cambio brusco del pelirosa pero mentiría si no se sentía encantado por esa faceta tan excitante de su amor platónico. Sehun decidió dejarse llevar porque LuHan estaba sobrio y eso era claro.
Hubo un cambio, quizá porque Sehun lo quería de esa forma o porque LuHan no era capaz de mantener una máscara seductora y atrevida por mucho tiempo. El beso hizo un cambio y las caricias fueron lentas y tímidas. Sehun dio una especie de vuelta dejando a LuHan acostado y Sehun sobre él. Se apodero una vez mas de sus labios y de poco fue bajando besando cada pliego de su piel, se deshizo de su camisa y admiro su pecho. Quería besar cada parte de su cuerpo y tocarlo, grabando en su memoria que aquello estaba sucediendo en realidad.
Podría ser capaz de tocarlo con suavidad por siempre, podría verlo a los ojos sin descanso y no podría hartarse jamás. Beso su cuello, su pecho. Quizá era demasiado pensar sobre todo cuando debía actuar, pero en ese instante se detuvo porque no era correcto.
Porque seguía sin saber que pensaba LuHan, seguía sin saber si acaso él quería eso realmente.
Sintió una oleada de miedo, no quería ser utilizado por su amor platónico.
-Yo…LuHan ¿tu…?- Se sintió un poco estúpido porque no lograba formular una frase correctamente, pero no podía controlarse. Suponía que era algo normal.
El pelirosa lo vio con preocupación.
Sehun le dedico una sonrisa y luego deposito un beso corto para luego levantarse.
-Nos vemos mañana LuHan- musito mientras se iba por la puerta, dejando al nombrado muy desconcertado por su cambio de opinión.
**
-¡ Y dices que no lo planeaste! -Minseok le dio de manazos una vez LuHan había terminado de contar el relato con mucha vergüenza, quizá no era lo que Min esperaba escuchar pero era el episodio que seguía reproduciéndose una y otra vez en su cabeza. -
Desde que Sehun se había ido, solo le había mandado un mensaje de buenos días y hasta entonces no lo había visto en la universidad.
-No lo planee, solo fue un impulso- respondió tratando de evadir los golpes de Minseok. Frunció los labios con total descontento.
Se sentía un poco preocupado por el bailarín, no lo había visto en toda la mañana y era raro no verlo a la distancia guiñándole un ojo y lanzándole besos.
-Sehun no estaba seguro de tomar lo que sucedió anoche tan a la ligera-una voz a sus espaldas hizo que ambos dieron la vuelta, Jongin les veía con una máscara de seriedad. LuHan sabía que permaneció allí escuchándolo todo por lo que se sentía un poco avergonzado. -Él me dijo que conseguiría tu corazón y lo haría correctamente- Xiumin sonreía como bobo, porque realmente sabía que Sehun era un romántico sin remedio y de que realmente era un buen chico.
Y aunque LuHan no lo viera con tanta claridad, sabía que estaba cayendo.
JongIn esperaba que fuera lo que fuera, ambos terminaran siendo felices porque no por nada había soportado esa llamada de media hora de Sehun mencionándole como un idiota enamorado el plan que tenía.
-Porque para Sehun, eres especial.