Chanyeol permanecía en una casi completa concentración mientras completaba el crucigrama frente a él, no es como si realmente le gustaran los juegos mentales pero creía que en ese momento era necesario distraerse un poco y dejar de pensar en lo preocupado que se encontraba desde que Minseok se había ido de su oficina por JongDae. Tenía el leve presentimiento que quizá DaeDae metió la pata al hablar de BaekHyun como si fuera de Chanyeol.
Debía tratar de evitar sonrojarse hasta la medula al pensar en ello. BaekHyun no podía ser nombrado de esa manera; como si fuera un objeto, no, en lo absoluto.
-Cuatro letras, subespecie de mamífero carnívoro de la familia Felidae-menciono Chanyeol en un susurro mientras golpeaba el lápiz contra la mesa tratando de encontrar la respuesta.
-¡Gata! -Chanyeol arrugo la frente. -¡Muévete que estorbas básica! -escucho un grito bastante despectivo y muy reconocido de fuera; luego la puerta abriéndose para ver una sonrisa enorme y unos ojos brillantes asomándose en el rellano. Chanyeol le dedico una cálida sonrisa.
-Adelante BaekHyun - Chanyeol vio por segundos su crucigrama para luego sonreír y anotar la respuesta; Gato. Gracias BaekHyun. -¿Algo interesante por contar? -dirigió su vista al castaño que parecía evidentemente inquieto, decidió dedicar su completa atención al individuo que respiraba con dificultad.
-¡Rayos sí! -exclamo mientras descansaba en el asiento frente al consejero, este último dejo escapar una risa. BaekHyun respiro un poco más calmado. Debía controlarse. -¿Por dónde comienzo?
-Por el inicio
Chanyeol le observo con diversión, pero a BaekHyun no le hacía gracia.
-Bien, creo que hice muchas cosas incorrectas en el trayecto de este día
BaekHyun arrugo la nariz con disgusto, Chanyeol movió hacia un costado la cabeza.
-Empieza, debes contar las razones por la que no me visitaste este día.
BaekHyun apenado asintió con la cabeza.
-Bien, todo empezó con …
BaekHyun había despertado con una extraña, muy extraña sensación. Quizá era el clima cálido el que le hacía sentir raro, distinto. O quizá era el hecho de escuchar voces y unas amenazas en un callejón de camino al colegio. Interesado se acercó y vio tres sombras en la oscuridad que emanaba las edificaciones, dos se cernían sobre la otra que era más pequeña.
No reconocía a ninguno y no fue hasta que se acercó que pudo ver al niño ardilla siendo amenazado por dos adolescentes grandulones que lo azotaban contra la pared. BaekHyun sabía que podía solo darse la vuelta y retomar su camino; porque bueno, nadie se había percatado de que estaba viendo la escena.
Pero algo, no sabe definir, algo le empujo a caminar hacia las personas, al tenerlos de espaldas puso su mejor cara amenazadora.
-Hey, creo que a ustedes los vi un video
Vocifero a sus espaldas y a continuación despegar sus ojos de Xiumin un instante para darse la vuelta, antes de que dijera algo más, BaekHyun se dio cuenta de los ojos sorprendidos de Minseok. Que parecían confundidos.
-¿Qué dices enano?
-Uno que se llamaba “Chicos vírgenes empotrados por cinco negros” o algo así
Ambos parecían reventar en furia completa pero BaekHyun solo atinaba a sonreír, Minseok se rio a lo bajo frente al chiste del castaño.
-¿Cómo dijiste imbécil?
-Hey eres feo querido, no te puedes dar el lujo de ser un completo idiota y sordo encima
Minseok dejó escapar otra risa sonora, BaekHyun satisfecho al ver como apretaban los puños, movió la cabeza en dirección a Xiumin para que se moviera, se quitó la mochila de los hombros y la lanzo lejos. Seguido al ver como puños iban en su dirección y se movió con rapidez para dar golpes certeros en el rostro del gordo de barba espesa, sintió como el otro se lanzaba hacia él y terminaba tumbándolo en el suelo, donde comenzó a dar puñetazos a BaekHyun.
Este último tomo su mano y lo mordió con fuerza, el tipo delgaducho se removió mientras atendía su herida.
BaekHyun termino dándole una patada en las bolas al gordo y un golpe en la mandíbula del flaco. Hace mucho que había aprendido a dejarlos con un dolor tan fuerte como para levantarse y no a dejarlos inconscientes.
BaekHyun sintió los puños arder y el labio con un dolor tan punzante que no podía soportar. Pero era más grande su satisfacción de verlos agonizar en el suelo.
-Gracias por ser mis perras, chicos, hace mucho que no me divertía así
Con una sonrisa se agacho y tomo su mochila. Al tomarla, se dio cuenta de que el dolor en sus puños y labio no eran competencia al de sus costillas.
Culpo todos esos días en los que no había reanudado sus peleas diarias, debía lidiar con ese estúpido y punzante dolor en su abdomen. Minseok aun con la boca abierta se quedó viendo a Byun que se limitaba a caminar hacia el colegio como si nada hubiera pasado. Y cualquiera lo creería de no ser por la sangre que brotaba de su labio.
BaekHyun ignoro al chico ardilla, no estaba dispuesto a dar explicaciones. Porque bueno, no tenía una explicación a su acto heroico.
-¿Por qué hiciste eso?
Cuando creyó que lo había perdido de vista, para su disgusto estaba a un lado de él. Casi sin aliento.
BaekHyun simplemente se encogió de hombros.
-Gracias, de todos modos
Xiumin le dedico una sonrisa de total y completo agradecimiento. El bravucón simplemente lo ignoro y camino con rapidez al colegio dejando atrás a Minseok.
Chanyeol totalmente encantado con la historia de BaekHyun le dedico una muy grande y brillante sonrisa.
Estaba muy orgulloso de aquella faceta del pequeño problemático.
-No encuentro nada negativo en lo que me cuentas
BaekHyun se quedó viendo al consejero como si realmente no entendiera a que se referia. Pero el resto del día había llegado a la conclusión de que algo malo estaba con él.
-¿No es obvio? Soy un matón, me encargo de hacer la vida imposible a los nerds como LuHan y a los debiluchos como MinSeok, no a protegerlos de otros matones.
Chanyeol dejó escapar una grave y según BaekHyun la más sensual risa del planeta.
-Quizá no quieres que otros depredadores se metan con tus presas, metafóricamente hablando.
BaekHyun que al inicio le pareció muy incorrecta la comparación, despues de pensar por segundos, llego a darle la razón a su consejero. BaekHyun detestaba las metáforas, pero si servían para explicar ese tormento personal entonces comenzaban a ser agradables.
El castaño sonrió ante la explicación.
“Eso también cuenta para ti” pensó mientras veía al consejero que le dedicaba una sonrisa de orgullo.