Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Without you por love_

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno he venido con un one-shot de Tokio Hotel, hace tiempo he querido hacer un fic de ellos, de hecho desde que regersaron he querido hacer con sus canciones pero no he podido :C 

Ahora he traido esta historia que me ha gustado escribirla y refleja una parte de mi vida. bueno no tanto pero si expreciencias mias y de alguien muy cercana a mi. Aunque el final de la verdadera historia no esta feliz, pero ÑA. No siempre la vida es gris, tambien es de colores C:

Notas del capitulo:

Pues espero les guste!!! C:

Y tambien quien ya vio la 4ta OVA de Hybrid Child :'( si eso te rompe el corazon!!! Se preguntaran porque les digo esto y mi razon es porque estado pensando en escribir un fic en base de la cancion de Dark Paradise de Lana del Rey, hehehe bueno escuchen esa cancion es muy buena!!

Otra vez me encuentro en mi habitación sintiendo como mi corazón se rompe con cada paso que da Tom alejándose de mí. No permito que mis lágrimas toquen el suelo, no quiero llorar otra vez. Pero mis lágrimas entienden eso y de nuevo me encuentro llorando como un pequeño niño. Que busca algo que sabe no puede conseguir, no en este momento. Alargo mis brazos cuando Tom regresa  su vista hacia mí, esperando que entienda que no quiero que se aleje de mí. Pero solo niega mientras con sus ojos me pide perdón, un perdón que siempre tiene. De mi garganta sale un grito ahogado, profundo que tanto tiempo estuve tratando de callarlo, pero ya no podía más. No puedo seguir viendo como Tom se lastima y me lastima a mí. Quiero salvar esta relación porque lo amo.

Me levante de la cama, en la cual estaba arrodillado llorando. Tome mi bóxer y me los puse junto con mi pantalón.  Mientras empecé a caminar hacia la salida tome mi camiseta que estaba a lado de la puerta. Me cepille el cabello con los dedos que aún seguían temblando. Agarre mi chaqueta y salí del cuarto. Camine por los pasillos del apartamento, observando detenidamente cada foto pegada en la pared. Extrañaba los tiempos en lo que todo parecía simple, sencillo. En donde Tom y yo éramos felices.  Llegue a la puerta para detenerme al ver la foto de a lado. Yo estaba sonriendo y Tom estaba atrás mío con su brazo cruzando mis hombros. Lloriquee, esta sería la última vez que me hacía esto. Ya estaba cansado del jalar y soltar de parte de Tom. Esta vez está decidido a dejarlo, apartarlo de mi vida. Demostrarle que me puede perder si sigue con esa actitud.

Tome las llaves del auto y abrí la puerta para poder recibir la brisa fría de la noche. No mire hacia atrás y salí nuestras casa, definitivamente hoy iba a salir de la vida de él. No sé en qué momento nuestra relación se convirtió en “esto”. Odiaba que me gritara para que luego viniera y con una simple disculpa todo quedara olvidado. Ya no soportaba que estuviera en esa vida de bajo mundo. Yo no quería muchas cosas, no le exigua mucho. Lo único que quería era tenerlo a mi lado sin temor a despertar y no encontrarlo; pero él se empeñaba en que yo era como una cara adquisición que necesitaba de lujos las 24 horas; pero la verdad es que solo lo quería a él. No me importaba no tener cosas caras. No me importaba llevar la misma ropa o no renovar mi armario cada mes. Ese nunca fue mi idea de estar junto a él.

Ahora nuestra casa era un caos completo. Había noches en las que llegaba tan borracho que trataba de obligarme a tener relaciones con él, siempre terminaba llorando semidesnudo. Otras en las cuales se drogaba conmigo ahí; ya no tenía respeto ni por mi y pero por nuestra casa. No entendía el porqué de que lo hiciera. Yo siempre trataba de hacer lo correcto, de esperarlo con una sonrisa, de apoyarlo pero nunca era suficiente. Tom se volvió más violento con el paso del tiempo, y aunque nunca me ha llegado a golpear; pero si a gritarme y una que otra vez me ha dado una cachetada. Claro está que después se disculpó conmigo comprándome costosos regalos, que yo no quería.  No podía hablar con nadie porque si no él pensaba que ya lo estaba engañando. Se volvió más paranoico de lo que era, ahora me tenía retenido en nuestra casa. No podía a salir a ningún lado sin que él me tomara el tiempo. Poco a poco mis amigos se fueron alejando de mí por Tom. Ya no puedo seguir soportando esta situación. Lo amo tanto que a veces duele pero así mismo ya no quiero llorar, quiero volver a sonreír. Amo tanto a Tom que me duele esta situación y no quiero dejarlo pero no me deja otra opción. Debo darle a entender que si no cambia me va a perder para siempre.

Subí al auto y empecé a conducir sin ningún rumbo decidido. No tengo ni idea de a dónde ir. Lo único que se es que tengo que alejarme lo más que puedo de él. Miro las luces de la carretera y me doy cuenta que estoy solo y mis lágrimas no tardan en  correr por mi mejillas para terminar en mi mentón. Me limpio los ojos con mis brazos mientras trato de controlarme. Aplasto el acelerador del vehículo, solo quiero que todo vuelva a como era antes. Ya no quiero dolor entre nosotros, no quiero que nuestro amor nos lastime. Solo quiero que todo se vuelva como antes.

Regreso a ver para darme cuenta que estoy cerca de la casa de Andreas, la única persona que me ha quedado.  Estaciono el auto y bajo para tocar su puerta. Se que me he de ver terrible pero me importa muy poco.

—Bill, ¿Qué haces aquí?

—Andreas ya no lo soporto... — me deje caer de rodillas en su entrada mientras me auto-abrazaba. 

—Bill sabes que puedes contar conmigo.

—Mi vida ha perdido sentido. Hoy Tom me dejo solo de nuevo para irse con sus amigos. Ya no lo soporto. Ya no quiero ver a Tom drogándose…ya no quiero eso. — suspire al sentir los brazos de Andreas rodeándome y deje que mi alama se liberara.

—Vamos Bill, no te puedes quedar allí afuera. Debemos entrar y pensar en lo que harás — asentí con la cabeza para ponerme de pie. Estoy tan cansado de respirar, de tratar de vivir una vida que con el paso de los días me destruye. 

—¿Que vas hacer Bill? — regrese a ver a Andreas y solo me alce de hombros.

—No lo sé. 

—Tom se dará cuenta que no estas y vendrá acá a buscarte.

—Lo sé, por eso déjame descansar y mañana pienso que hacer. — trate de sonreír pero no puedo hacerlo.

—Ya no lo amas. — esa pregunta siempre me ha rodeado y siempre mi mente y corazón gritan la misma respuesta.

—Lo amo más que nunca, pero estar a su lado me está matando. Tal vez si me alejo el cambie.

—Está bien. Si esa es tu decisión te ayudare.  — abrace a Andreas para luego dirigirme al cuarto que me dio. Cerré la puerta y camine hasta la cama para déjame caer sobre ella y poder llorar todo lo que quiero. Lo que mi corazón me pide, desahogarme.

 No sé en qué momento me quede dormido. Últimamente estado con mucho sueño y también mucha hambre. Además de algunos mareos matutinos pero creo que eso es por lo que vivo bajo tanto estrés. Abrí mis ojos al sentir como golpean la puerta sin descansar, fruncí mi ceño por la insistencia de los golpees. Trato de escuchar y puedo reconocer como Andreas me grita. Me levante y camine hasta poder abrir la puerta y ver como mi amigo tiene el ceño lleno de preocupación.

—¿Qué pasa?

—Tom está afuera y esta como diciéndome que te quiere ver o mejor tratando de entrar a la fuerza — abrí mis ojos de sobremanera pero me niego a verlo. Por qué sé que si lo hago volveremos al círculo vicioso del que quiero alejar. Empecé a caminar hacia atrás mientras  cerraba  la puerta con seguro.

—¡Dile que se vaya! No lo quiero ver. No quiero Andreas — me deje caer de rodillas mientras mis lágrimas empezaban de nuevo a caer por mis mejillas. No escuche ninguna palabra de mi amigo así que asumo que se fue. Me levante para poder caminar hasta la ventana del cuarto y poder ver a Tom afuera como loco. Observo a Andreas caminar hasta él y me quedo en silencio tratando de que él no se dé cuenta que los estoy observando pero no sirve de nada porque Tom ya me noto y ahora me miraba fijamente.

—Bill no quiere verte, por ahora creo que lo mejor es que te vayas Tom — sus ojos me estaba lastimando.

—No me voy sin Bill. 

—Tom entiéndelo, él no quiere verte. 

—¡BILL SAL AHORA! ¡BAJA EN ESTE MOMENTO! — cerré mis ojos y  empecé a negar con la cabeza. Ver la tristeza y desesperación en los ojos de Tom me está lastimando tanto.  

—Bill no me hagas subir por ti. ¡Baja ahora mismo!

—No Tom. Déjame en paz. 

—Por favor baja, prometo llevarte a cenar al mejor restaurante de la ciudad. Te comprare todo lo que quieres. Tu solo dímelo y yo te lo compro. Pero por favor regresa conmigo, a nuestro hogar — escuchar esas palabras fue como clavarme mil cuchillos en mi pecho.

—No Tom, ese es el problema. Crees que puedes comprar mi cariño con regalos lujos que los puedes conseguir a base de lastimar a gente. Nuestro hogar ya no es más eso.

—¡BILL BAJA AHORA!  TE JURO QUE SI NO BAJAS VOY POR TI Y TE ENSEÑO A NO DEJARME. — puedo ver la ira en sus ojos pero aun así me niego a ceder, es por nuestro bien.

—No Tom. 

—Por favor, por mí… baja debemos ir a casa. — negué con mi cabeza al escuchar aquellas palabras. Cerré la ventana y me deje caer de rodillas mientras gritaba.

—Por ti hago esto — susurre mientras me auto-abrazaba. Puede escuchar los gritos de Tom por más tiempo antes de que todo vuelva a quedar en silencio de nuevo. No sé a qué hora se fue, lo único que se es que me tengo que ir de aquí antes de que regrese. Abrí la puerta para toparme con Andreas parado frente a mí.

—Me tengo que ir.

—Mi tío tiene una casa apartada de la ciudad. Tom no la conoce, allí puedes pasar un tiempo hasta que pienses en lo que vas hacer. — sonreí al ver como Andreas trataba de ayudarme. Se lo agradecería siempre.

—Gracias. Creo que eso hare, nos daremos un tiempo. Regresare cuando esté listo para curar a Tom de sus demonios y yo haya curado los míos. — ahora debía luchar por los dos.

—Sabes que esto lo matara. 

—Sí, pero si no lo hago los dos lo haremos. Necesitamos esto para poder estar juntos. 

Andreas me sonrió y yo tome de nuevo las llaves de mi auto. Camine hasta la salida y después de indicarme como llegaba hacia la casa de su tío. Lo abrace para agradecerle todo lo que ha hecho por mí y por el cabeza dura de Tom. Le pedí que cuidara de Tom mientras yo no estaba y asi aun con el alba partí rumbo hacia nuestra última oportunidad. 

 

 

:: Cuatro meses después ::

 

 

Ya han pasado cuatro meses desde que he decidido alejarme de Tom. Estos meses lo extrañado tanto que a veces sentía morir y me han servido a corroborar que Tom es la persona con la que quiero pasar el resto de mi vida. Por él y por nuestro hijo puedo luchar todas las batallas que vengan; porque si aquí descubrir que puedo quedarme en cinta y estoy esperando un hijo de él. La vida nos esta mandan un ángel para sanarnos. Un nuevo comienzo. Y eso es lo que voy hacer, regresar a su lado para poder curar sus miedos, enseñarle que hay algo más allá de la oscuridad que nos cubrió.

Llegue a la casa de Andreas para poder hablar con él primero. Golpee suavemente la puerta muestra acariciaba levemente mi vientre que ya estaba un poco abultado. Se abrió la puerta dejándome ver a mi mejor a migo.

—¡Bill regresaste! — puedo sentir como sus brazos me rodean suavemente ya que él es el único de mi estado.

—Sí.

—Pasa debes estar cansado,  además en tu estado no debes estar en el frio — es verdad estamos en invierno. Entre y me senté en el sillón nervioso. Mire a Andreas entrar con una bandeja en el cual había jugo de naranja con un pedazo de torta. La dejo en la mesita para luego sentarse al frente mío.

—¿Cómo ha estado Tom? — es lo que más me importa en este momento.

—Mal, después de que te fuiste se volvió un loco. Ya no le importaba nada. Empezó a emborracharse más seguido aunque ya no se drogaba pero aun así sus borracheras se volvieron frecuentes. Empezó a participar en peleas callejeras, aunque trate de evitar que fuera para allá, no pude hacer mucho. Ya que no peleaba por  el dinero sino por la frustración que tenía. Más de una ocasión estuvo en el hospital y no había día en el que me llamara preguntando por ti, pero siempre le decía lo mismo. Una vez trato de suicidarse pero no lo concluyo porque uno de sus amigos llego antes de que apriete el gatillo. Desde que te fuiste se puso en modo auto-destrucción.

Sentía como mis lágrimas caían por mis mejillas. Por mi culpa Tom había tratado de suicidarse. No quiero ni imaginarme que hubiera hecho si lo lograba… yo definitivamente me iba con él. Me sentía como basura por hacerle eso a la persona que más amo. Por dejarlo y no estar a su lado, pero eso había acabado. Me levante, no me importo que fuera de noche. Debía ir a buscarlo, encontrarlo y decirle que siento mucho el haberme ido. Que me perdonara.

Tome las llaves pero antes de salir Andreas me detuvo.

—No lo vas a encontrar en la casa.

—Entonces dime, ¿dónde está?

—Te acompañare. No es seguro que vayas solo.

Acepte y a los minutos ya estábamos dirigiendo a una parte peligrosa de Hamburgo. Mientras conducía sentía mi corazón latir a mil. Veía como las calles se volvían más oscuras con el paso que nos adentrábamos a ese barrio. Nos estacionamos en un lugar poco iluminado pero donde había muchos vehículos más.

Baje y empecé  a caminar hacia donde venía ruidos. Muchos hombres quisieron tocarme en el camino pero se los impedí hasta que llegue a una clase de círculo de personas que observaban algo con sumo interés. Podía escuchar gritos efusivos pero de aquellos gritos se podía escuchar claramente el nombre de Tom. Me abrí paso entre la multitud para ver como dentro de un circulo se encontraba Tom peleando  con alguien más. Estaba sangrando por la nariz y tenía el labio inferior partido pero debajo suyo había un chico, y no era que ser muy inteligente para saber lo que iba hacer Tom. Iba a patera en la cabeza del joven y eso no lo iba a permitir.  No pensé dos veces para correr hasta donde estaba el, pero en el camino unos brazos fuertes me detuvieron.

—¡Suéltenme! ¡Tom, no lo hagas! — grite lo más fuerte que pude para llamar su atención y lo logre. Pero no me gusto la mirada que tenía.

—Suéltame, me estas lastimando — dije y era verdad, ya que el estúpido que me estuviera teniendo, me estaba aplastando el vientre y eso me empezaba a doler. Pero de un momento me soltó y pude ver como caí sobre su trasero, regrese mi vista para ver a Tom como se dirigía hacia aquel hombre.

—Vuelve a topar a Bill y te juro que te mato. — trate de detenerlo, pero él seguía caminando hacia el chico. Lo golpee un el brazo y para cuando me regreso a ver lo jale importándome una mierda los gritos de los demás. Mire hacia atrás y note la mirada perdida de Tom, me seguía como un cachorrito perdido. Después de unos minutos  de caminar por esas calles tan oscuras llegamos al auto. Apenas lo solté el me quedo viendo como si fuera una alucinación suya.

—Bill, ¿Eres tú? o ya estoy loco.

—Soy yo Tom. Mírame estoy aquí, puedes sentirme. — lo abrace y sentí como él también lo hacía pero con más fuerza de lo normal. Me estaba quedando sin aire por lo que lo golpee para que se separar pero al hacerlo note que estaba llorando. Haciéndome llorar a mí también.

—Creí que nunca más te iba a ver. Lo siento Bill, cambiare, te lo juro. Pero no me dejes.

—Yo lo siento por irme así de la nada, pero si no lo hacia íbamos a terminar destruyéndonos. — le limpie las lágrimas mientras él hacía lo mismo.

—Te amo, te amo. — me abrazo de nuevo. Y al alejarnos sonreí, tome su mano para llevarla a mi vientre abultado. Sonreí ya que  me miro con curiosidad.

—Estas un poquito gordo, pero aun así te amo. —a veces era tan ingenuo.

—No Tom, aquí esta nuestro hijo — abrió los ojos  de sobremanera y se soltó de mi agarre para posar las dos manos en mi vientre. 

—¿Estas esperando un hijo mío? 

—Sí.

—Te amo, te amo, te amo — empezó a darme besos por todo el rostro. 

—Yo también y por nuestro hijo debemos cambiar los dos.

—Te lo juro.

 

 

:: Dos años después ::

 

Ya han pasado dos años desde que regrese con Tom y puedo decir con felicidad que hemos cambiado, tanto el como yo. Tom ya no bebe y ha buscado trabajo en una Firma de Abogados, aunque no término sus estudios en la Universidad le falto solo dos semestres para hacerlo y como el papá de Andreas era el abogado principal lo acepto con la única condición de que acabara sus estudios y así lo hizo.

 Yo por mi parte ya di a luz a nuestro pequeño Aaron, no fue nada fácil los dos últimos meses pero gracias al apoyo de Tom y Andreas pude salir adelante y dar la vida a un hermoso niño. Aaron tiene rasgos muy finos pero a la vez algo fuertes. Su cabello esta largo y Tom ya piensa en hacerle rastas, claro está eso será sobre mi cadáver. Aun así desde que ha nacido nuestro pequeño, Tom se ha convertido en el padre más sobreprotector del mundo. No hay día en el que no juegue con él, no importa si está cansado siempre le gusta jugar con nuestro hijo, además de consentirlo con todos sus caprichos y se justifica diciéndome que se parece en ese aspecto a mí. Pero soy feliz de verlos feliz a los dos y por lo tanto yo también soy feliz.

Las cosas han cambiado, aún nos peleamos como cualquier pareja normal; pero dura muy poco tiempo nuestros enojos porque Aaron se encarga de volvernos hacer reír. Definitivamente es nuestro pequeño ángel que vino para llenarnos de felicidad. Me da tristeza dejarlo pero el próximo año que viene también entrare a estudiar diseño, pero sé que Nana lo cuidara muy bien y no será por mucho tiempo.

Sonrió al ver a Aaron tratar de correr tras Pumba, pero por seguirlo se cae y termina llorando mi pequeño. Me levante para ir hacia donde el, pero  miro como Tom pasa por mi lado directo hacia Aaron.

—¿Que paso Aaron?

—Papi, Pumba boto — sonrió al ver a mi pequeño en brazos de su padre. Me acerco hasta ellos.

—Tom yo pensaba que estabas en la oficina.

—Hoy me tome el día libre. El caso ya estaba casi resuelto. Además de que  quiero pasar tiempo con mi familia. — le doy un beso y Tom deja a Aaron en el suelo para que Pumba se le acerque y empiecen a jugar de nuevo como si nada hubiera  pasado. Sus brazos me rodean por detrás para que  su barbilla descanse en mi hombro.

—Te amo.

—Y yo a ti.

—Tú y mi hijo son lo mejor que me han pasado en la vida. No los cambiara por nada del mundo.

—Yo tampoco te cambiaria a ti, ni a nuestro hijo. — me giro para poder verlo con una sonrisa enorme. 

—Gracias por confiar en mí de nuevo.

—Siempre. 

—Te amo.

—Yo también — me acerque para dejarle un casto beso antes de sentir que alguien me jalaba de mi pantalón. Baje mi vista para ver a Aaron, lo marque. 

—Bibi Pumba tene hambre. Vamos a compar su comida.

Lo abrace y Tom nos abrazó. Mi vida no podía ser más perfecta. Tom y yo tuvimos que pasar por varios obstáculos, por un camino oscuro y lleno de dolor para al final encontrar la luz. Nunca espere que nuestro amor sea fácil, y ahora me doy cuenta que Tom y Aaron son mi vida. No me imagino una vida sin ellos. Y si, es verdad pase por mucho dolor pero al final encontré la felicidad junto a la persona que más amo. Y aunque al principio nos lastimamos mutuamente ahora hemos aprendido que a veces el amar duele, pero eso no significa que debemos darnos por vencidos sino luchar por conseguir nuestra felicidad.

 

Fin

Notas finales:

Dejen un rw C:


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).