Luego de aquella tarde, Kyuhyun se sintió un poco más confundido que antes. Sabía que Siwon lo deseaba tanto como él mismo, pero, eso ¿en que los convertía? Aún no habían hablado de volver como pareja. Entonces, eso ¿en que los dejaba? De nueva cuenta no entendía nada de nada. Peor aún, Siwon no había vuelto a visitarle en algunos días, según su primo, había mucho trabajo en la oficina, pero es que ni los mensajes le devolvía, y eso lo tenía a la expectativa de lo que pasaba esta vez por la mente del mayor.
De todos modos, intentó concentrarse más en sus estudios, ya era final de semestre y no podía permitirse aplazar materias. Lanzó el celular lejos, no quería estar revisando a cada momento su bandeja de mensajes, solo para ver que no había novedades.
Por otro lado, Siwon en su apartamento pensaba en Kyuhyun, en serio, habían estado a nada de hacerlo, ahí, en la sala, por suerte, su razonamiento regresó a tiempo. Sabía que todo el asunto podía llegar a resultar confuso para el menor. ¿Qué era Kyuhyun para él? Últimamente se había dado cuenta de que era más que un simple amigo o un pasatiempo, por eso se había detenido de tomarlo como suyo esa tarde. Necesitaba recuperarlo de la manera correcta.
Ahora planeaba una sorpresa para el menor, “la cita perfecta”, así había nombrado a su plan. Eso era lo que pretendía, para él, Kyuhyun merecía lo mejor. Pero para ello, había tenido que alejar de su mente al objeto de su deseo, para evitar distracciones, sólo por eso había apagado el teléfono luego de haber recibido algunos mensajes de Kyuhyun preguntando cuando se volverían a reunir.
Cuando hubo terminado los detalles, por fin envió un mensaje al menor, indicándole que se vieran en la dirección que le envió, el sábado, 8pm, la respuesta del chico no se hizo esperar, haciéndole notar a Siwon la ansiedad que el castaño había estado guardando hasta entonces. Intercambiaron un par de mensajes más y se fue a dormir, esa noche, durmió tranquilo, soñando con Kyuhyun.
En su casa, el corazón del castaño dio un vuelco al escuchar el tono que avisaba de un nuevo mensaje entrante, de un par de zancadas llegó hasta donde había dejado olvidado el pequeño aparato, casi salta de emoción al ver que era de Siwon. ¡por fin! Había estado esperando noticias suyas todos estos días. Lo citaba en una dirección, el mensaje no decía nada más, se moría por saber si lo había extrañado tanto como él, así que de inmediato tecleó una respuesta. Luego de haberse asegurado de que en realidad Siwon no bromeaba con aquella cita, guardó el celular y se fue a dormir, oh bueno, al menos lo intentó ya que no cabía tanta emoción en su cuerpo. Tal parecía que las cosas estaban tan cerca de arreglarse. Asi lo esperaba.
Sungmin, al ver como avanzaban las cosas, sencillamente rogaba al cielo que no le diera un ataque de estupidez a Siwon nuevamente y lo echara todo a perder, o se iba a ver en la penosa necesidad de perjudicar un poco a su amigo, con posibilidad de un pase al hospital. No quería llegar a eso, aún lo apreciaba lo suficiente.
Aquella tarde en que había escuchado atentamente los planes de Siwon, no se podía creer que finalmente estuviese volviendo en sí mismo, por fin recuperaría al antiguo Siwon, el que hacía las cosas del modo correcto, y se preocupaba más de los demás que de sí mismo. Había extrañado tanto esa época, que ahora no lo creía. La “pequeña” amenaza hecha, seguía en pie, por más que quisiera a su amigo, Kyuhyun era la única familia con la que contaba, y eso era más importante. Y por supuesto,con mayores razones luego de que su buen amigo había tenido un ataque de honestidad, relatándole el episodio en su sala, otro punto más para reforzar la amenaza.
Esperaba que por fin se arreglaran las cosas entre ellos. Algo de paz no le venía mal a nadie.