El sábado Kyuhyun estaba bastante nervioso, se levantó muy temprano, pues no había podido dormir, y por mas que le preguntó a Sungmin, este no le quiso contar que era lo que planeaba Siwon, sólo le dio un par de pistas útiles, le indicó como debía vestir, eso ya era algo.
El mayor le entregó un traje medio formal, camisa blanca, un saco beige y pantalones a juego, sin ninguna otra clase de adorno o corbata. Se tomó bastante mas tiempo de lo usual al tomar su ducha, necesitaba relajarse, al menos tenía la impresión de que esta cita era algo bueno para ellos, lo cual le quitaba todos sus miedos anteriores.
El reloj marcaba las 7:30pm, y alguien tocó la puerta, no esperaban a nadie, Siwon dijo que se verían hasta el lugar indicado dentro de media hora, por eso no hizo caso alguno. Sungmin fue quien atendió el llamado
-Kyu, te buscan-
-¿Quién?-
-han venido por ti, creo que Siwon envió a este amable señor a buscarte, ahí está el auto- dijo luego de haber hablado con el hombre y señalando una pequeña limosina estacionada frente a la casa. “Wow, limosina y todo” pensó el castaño emocionado al adentrarse en el vehiculo.
El amable señor que lo estaba llevando, le indicó que ya había una reservación en el lugar, y que debía dar el nombre de Siwon. Al llegar, se sorprendió, no tenía que hubiese un lugar así en medio de la ruidosa ciudad. Era un local con mesas tanto al interior, como al exterior, incluso en el segundo piso, con una hermosa terraza al frente. Le agradeció al hombre que lo acompañaba, y se despidió.
Le dio al encargado el nombre de Siwon, e inmediatamente lo acompañó hacia su mesa. Estaba en el segundo piso, en lo que parecía ser otra terraza que no se veía por la calle del frente, era más pequeña, y sólo se veía puesta una mesa. Siwon, ya lo esperaba ahí. A Kyuhyun le hizo falta el aire por un momento, pues le pareció que el mayor se veía increíble con el traje azul marino que llevaba puesto, y le pareció una mala elección de ropa lo que él mismo llevaba puesto.
-h-hola- dijo sintiéndose tímido
-hola, te ves muy bien- respondió el mayor.
-g-gracias, tu también te ves muy bien- le dijo sonrojándose, ¿en serio, se veía tan bien como Siwon decía? No lo terminaba de creer, pero ¿Por qué otra razón Siwon no le quitaba la mirada de encima? Eso era lo que lo hacía sentirse tímido, pero no incomodo.
Abrió la silla más cercana para que el menor se sentara, y así lo hizo. Luego se sentó en el lugar vacío, justo frente a él. Un mesero llegó, les entregó la carta, y luego de unos minutos ordenaron, el ambiente era sereno, se respiraba tranquilidad. Sólo entonces Kyuhyun pudo admirar más a detalle el lugar. Se notaba una decoración diferente de la del interior, seguro obra del mayor, había algunas flores que soltaban un delicioso aroma, algunas lámparas que daban suficiente iluminación. Al centro de la mesa había sólo un pequeño arreglo con pequeñas velas. Ahora que lo pensaba mejor, justo de ese modo le había descrito a Siwon su clase de cita perfecta.
Le llenaba de emoción saber que el mayor se había acordado de un detalle como aquel, sin gran importancia, que había surgido de una tarde de aburrimiento en su departamento mientras esperaban que la lluvia cediera.
-Supongo que imaginas porque te cité aquí, ¿no?- dijo el mayor tranquilamente, o al menos eso aparentaba en el exterior
-eh, no, no lo se- aunque Kyu podía darse una idea, quería que el mayor se lo dijera directamente, necesitaba escucharlo
-creo que hemos pasado por mucho, y se que tengo mucho por lo cual disculparme…-
-no tienes nada que disculparte, Siwon- le interrumpió, y el mayor sencillamente tomó la mano del menor, indicándole que aun no terminaba de hablar
-pero también sé que ya no quiero que estemos separados más tiempo, no puedo soportar eso-
El corazón del menor se aceleró y un nuevo sonrojo cubrió su rostro, podía adivinar lo que venía
-quieres… ¿quieres que lo volvamos a intentar? Desde el principio, prometo que haré las cosas como son debidas esta vez- pudo ver la mirada preocupada de Siwon
-esta bien, Siwon, acepto- y el mayor sólo pudo sonreir, aquella sonrisa que Kyuhyun tanto amaba. Se acercó, y lo besó, pero este era un beso diferente a cualquier otro que le hubiese dado. Era tranquilo, sin prisas, tierno, lleno de amor. Para ellos, todo el resto del mundo dejó de existir, sólo eran ellos dos, un par de enamorados disfrutando su amor.
La cena pasó en un ambiente muy relajado luego de eso. Cerca de la medianoche, se tuvieron que despedir, aún cuando ninguno de los dos quería que aquella noche terminara, pero debía ser asi. El mayor fue a dejar personalmente a Kyu frente a su casa, donde se despidieron finalmente. Aun cuando lo que más deseaba Kyuhyun era pasar la noche con el mayor, entendía que debían comenzar del modo correcto esta nueva relación.
***meses después***
Vaya que había valido la pena ser pacientes y esperar al tiempo correcto, justo ahora, luego de haberlo platicado, y de que Sungmin intentara poner en práctica sus conocimientos de defensa personal al recibit la noticia, por fin se mudaban juntos de manera oficial.
-eh, Kyuhyun, ¿Qué tanto piensas? ¿será que ya te arrepentiste?- le dijo Sungmin, mientras pasaba a su lado con un par de cajas, estaban a mitad del proceso de mudanza, y él se había quedado perdido en sus pensamientos
-hyung, no digas eso, Kyu no se ha arrepentido, ¿verdad que no?- queriendo o no, Siwon le daba una mirada ansiosa
-claro que no, anda vamos, que ya falta poco- le animó mientras llevaba unas cajas más pequeñas.
En su nueva casa, pasaron la tarde entera acomodando las pertenencias del menor, el asunto parecía no terminar, pero era mejor dejarlo todo listo de una vez, ya luego celebrarían como era debido.
Cuando por fin terminaron, Sungmin se despidió de ellos, dejando como siempre su lista de advertencias
-y recuerda Kyu, si este te hace algo, aún puedes venir a casa conmigo, ¿entendido?-
-si hyung, entendí, no te preocupes, nada pasará esta vez- le aseguró para dejarlo tranquilo
-eso espero- y sin más, se fue
-al fin- dijo el menor aliviado
-si, al fin solos- dijo el mayor acorralándolo contra la pared para besarlo
-S…Siwon- protestó el menor cuando se separaron
-¿Qué? Sabes que me moría por hacer eso desde hace semanas- era cierto, a fin de ir por el camino correcto, Siwon había estado conteniéndose de hacer lo que realmente deseaba, y vaya que le había costado. Pero había valido la pena
-p..pero aquí no, estamos en la entrada-
-entonces vayamos a la habitación- le sugirió, y el castaño no se pudo negar.
Aquella noche se demostraron su amor como nunca antes, cayeron rendidos uno junto al otro abrazados en aquella cama, que esperaban compartir por el resto de sus vidas, porque ambos estaban seguros que ese era el lugar a donde pertenecían.