2 meses después.
-¡¿embarazada?!-dije al teléfono.
-¡si Marcy! ¿no es increíble?- demasiado.
-wow eso es tan... inesperado Simone.- MUY inesperado
-Beth quería niños desde hace mucho, y siendo sincera yo también.
-¿pero estas bien? ¿no es arriesgado?- estoy preocupado.
-todo está bien.- casi podía verla sonriendo del otro lado.- estamos en asesoría con el doctor príncipe, nos dijo que mi cuerpo se mantuvo como estaba antes de ponerme la corona, ahora que ya no la necesito...
-oh ya veo.- eso me alivió. Empeze a comer un trozo de manzana verde.
-aaawww... Marshall es adorable, nuestros hijos solo se llevaran unos cuantos meses. Crecerán juntos como si fueran primos.
-si jejeje es lindo.- mire hacía abajo, realmente me gustaría ver eso.
-¿y como han estado? ¿hoy es tu próxima cita, no?
-si, es en un par de horas. Los bebes estan bien, crecen sanos y fuertes, lo cual es un problema para mi.
-oohh cariño ¿no te has sentido bien?
-bueno... no es que me queje.- aunque realmente si lo estoy haciendo.- pero ya no puedo encontrar ninguna posición cómoda para sentarme, mi vientre es muy grande, cualquiera que me viera pensaría que tengo los nueve meses completos ¡y a penas llevo seis!- Mastique con un poco mas de fuerza la siguiente mordida.
-hay cariño.- una risa traviesa se escucha al otro lado de la linea.- ¿que esperabas con un embarazo múltiple? Mira el lado bueno: tres meses más y terminas con esto, a mi aun me faltan ocho. Bueno, debo colgar, espero verte por aquí muy pronto ¿entendido?
-si, si, prometo que ire a visitarte.- aunque ella no me podía ver sonreí.- diós, que te valla bien.- y colgó
Esa noticia no me la esperaba para nada, Simone como mamá; aunque no los aparente tiene como mil cuarenta años, sin embargo debo admitir que sería una buena madre; es lista, responsable, cariñosa, ¡tiene lo necesario! Me alegro por ella.
-¡aigh!- me queje, creo que estos diablillos se enojaron por quejarme de ellos, comenze a frotar en círculos cariñosamente para calmarlos.
Cómo le dije a Simone, hoy es mi próxima ecografía y el doctor dijo que en esta sabríamos los sexos de los bebes, me siento muy ansioso. Quiero tener mínimo un niño, creo que sería más fácil cuidarlo, aunque... no se una niña sería bonita, con unos ojos grandes y un cabello largo y suave.
-Marshall.- me llamó mi novio (aun no me acostumbro a llamarlo así del todo) sacandome de mi fantasía.- ya es hora de irnos.- me sonríe. Wow, creo que me metí mucho en mi imaginación.
Salimos y había un carruaje esperandonos a fuera. No me gusta, es lindo y todo, pero sigue siendo muy llamativo, no digo nada porqué se que Gumball lo hace con buena intención. Extraño mucho flotar, faltan tres meses para que estos revoltosoa salgan aunque no se si mis poderes regresaran inmediatamente o tardaran aun un poco más de tiempo. Quiza aproveche para preguntarle al Doctor Principe.
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Pov's Narrador.
Ya en la sala de ultrasonidos: Marshall tenía su gris y lindo vientre descubierto, su mano era sujetada por la de Gumball, ambos completamente emocionados en lo que escuchaban esos latidos, un poco rapidos pero tiernos.
-¡ahi estan!- anunció el de piel verdosa.- bien, lo bueno es que están en una posición que se dejan ver.
-¿osea que...?- dijo el vampiro.
-sip, hoy sabran que van a tener.
-¡no nos haga esperar más doctor!- dijo el ancioso padre.
-ok, pero tranquilicese un poco su alteza.- dijo sonriente el Castaño.- son dos niños y una niña.
Marshall y Gumball se voltearon a ver completamente felices y sin aviso el chicle le robo un beso corto y lindo al peli-negro el cual se sonrojo.
-Bien eso sería todo, Marshall en un momento te doy tus siguientes instrucciones.
-esta bien.
-Dulce Principe tengo que hablar con usted sobre asuntos del hospital.- el Principe asintió y le susurró al oido un "vuelvo pronto, amor" y se retiró con el doctor Principe.
Unos minutos después.
El vampiro se quedo solo en aquella habitación, ni el mismo lo entendía, apenas pasaron unos segundos separados y ya se sentía desesperado por compañía, la de sus bebes era tierna pero quería que el chicle estuviera con él, a su lado, que le diera su calor. Pero era consciente de que eso no se podía siempre.
"Mm... ya se tardaron, voy a ver que pasa ahí"
Si, ni él mismo se entendía. Supuso que era culpa de las hormonas, no estaba muy seguro pero recordaba haber escuchado en algún lado que en el ultimo trimestre del embarazo la madre requiere de mas apoyo y atención de su pareja, ya que "la hora" estaba demasiado cerca.
Con un poco de dificultad se levanto y se dirigió hacías el pasillo.
Con Marshall y el Doctor Príncipe.
-bien, entonces eso sería todo su alteza.- dijo el castaño dejando sus anteojos un lado para descansar un poco sus párpados.
-si, le enviare los documentos por correspondencia.- se paro y cuando estaba por tomar la perilla de la puerta vio algo que le llamó un poco la atención- oiga ¿esta pintura esta hecha en tela?- dijo sin quitar la vista de aquella obra de arte.
-no lo se, déjeme ver.- se paro y se puso los lentes para distinguir mejor.- lo compre en una subast- su pie se tropezó con una tabla algo suelta.
-¿disculpe que di-?
En el momento justo en que Gumball se dio vuelta, el Doctor Príncipe se abalanzo sobre el y como es kliche: sus labios se juntaron. De inmediato se separaron, pero al dirigirse su mirada a la puerta vieron a Marshall muy cabizbajo, luego alzó un poco su cabeza y pudieron ver un ojo rojo, pero no exactamente por llanto.
-M-Marshall... esto-
Pero el oji-violeta no alcanzó a decir más por que el vampiro cerro con un portazo que hizo que la hermosa pintura en tela se callera de su pared rompiéndose el marco.