Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

LA PROGENICIÓN DE LA NOCHEOSFERA por Reiko Luna Mundo

[Reviews - 173]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

perdon!!! tarde mucho, pero para mi justificación, el cap lo empeze a escribir desde el viernes, y hasta ahora pude acabarlo. T-T

Pov’s Narrador.

Pasaron las semanas, Fiona no se había vuelto a aparecer y la relación de Gumball y de Marshall progresaba un poco, ya se conocían mejor, no tanto pero si mejor, la razón por la que esto pasaba: Gumball estaba ocupado. El plan original era que él se fuera a vivir con Marshall, luego esta decisión se cambió cuando notaron los siguientes puntos:

1)      El palacio era mucho más grande que la casita en la cueva, y si iban a tener  tres niños no habría mucho espacio para todos.

2)      Marshall y los bebes tendrían más cerca el hospital donde trabajaba el Doctor Príncipe y además el doctor mantecado se encontraba en el dulce reino por cualquier cosa.

3)      Gumball podría seguir con sus investigaciones científicas, gobernar al dulce reino y estar más al pendiente del vampiro.

Este último punto no funcionaba tan bien, en sus dos primeros objetivos si, sin embargo su horario no le dejaba mucho tiempo para cumplir el último; Gumball trabajaba desde muy temprano y en la noche solo quería irse a dormir y Marshall no iba a negárselo. Hablando de este; a él no le importaba la hora, estaba acostumbrado a dormirse de día, de noche o a veces a no dormir, ahora lo más difícil era entretenerse cuando estaba despierto, era conciente de que Buba lo quería proteger y asegurarse de que no le faltara nada, aunque esa protección y atención lo estaban asfixiando; no lo dejaban salir a menos que llevara escolta, si necesitaba algo, obligatoriamente debía llamar a las sirvientas para que ellas se lo consiguieran y no bastaba con eso, ellas se turnaban cada hora para ver si se le ofrecia algo. Que molesto, era lo único que pensaba cuando ellas tocaban la puerta.

Ahora el vampiro estaba entrando empezando su cuarto mes y entrando es su treceava semana de gestación, esa pequeña desnivelación ya no era tan… pequeña, era un vientre de quince semanas de embarazo de trillizos y parecía uno de veintiséis  semanas de un embarazo (que equivalen a seis meses) de solo un bebe, ese no era el único cambio físico que tenía, cuando termino el segundo mes la transformación de la que le aviso el medico se completó, dejo de tomar los medicamentos que le ayudaron a aguantar los dolores de su cuerpo moldeándose, fue un alivio que esa parte terminara pero no reconoció su cuerpo la primera vio, fue en el espejo de cuerpo completo que tenía cuando a un no se iba de su casa.

Ese día Gumball se fue a arreglar una pelea que tenían unos trabajadores del campo, pero par Marshall fue mejor que no estuviera se hubiera sentido muy avergonzado, no se creía que ese fuera su cuerpo, sus caderas estaban muy definidas, las partes izquierda y derecha del pecho se inflamaron ligeramente como un centímetro y medio más, la lactancia no se haría presente hasta un mes antes del nacimiento pero por el momento se preparaban.

Nada de esto fue fácil de tragar pero gracias a Glob, las pláticas con el doctor orejas de conejo lo ayudaron a hacerlo. Lo ayudo tanto que ya no había tenido que ir en mucho tiempo. Se sentía más ligero de algún modo, no estaba al cien por ciento seguro pero ahora podía sentir algo de afecto hacía los bebes que crecían dentro de él.

 

-Señor Lee ¿se le ofrece algo?- a eso se refería, esto era la quinta sirvienta que venía a preguntarle exactamente lo mismo. Marshall estaba echado en la ENORME cama que Gumball había indicado que trajeran para él, ante la pregunta de la sirvienta levanto una grabadora y la encendió, era una grabación de su voz que decía: “no gracias estoy bien.”  Hace algunos días había caído en cuenta de que era inútil hablar.-Muy bien, entonces con su permiso me retiro.-cerro la puerta, luego

-¿de verdad no pueden dejarme en paz? Esto se está volviendo insoporta---.-de pronto Marshall sintió algo extraño, no fue dolor pero sintió como si la comida de hace 2 horas lo estuviera empujando, el movimiento era raro ¿Por qué pasaba esto? Era aterrador.

 

8-8-8-8-8-8-8-8-8-8-8

 

Mientras tanto con Gumball.

El príncipe estaba en (como siempre) en su laboratorio, con su bata blanca, sus lentes de protección, sus guantes y un lápiz en su cabello. Dándole unos últimos toques a su nuevo descubrimiento, la misma roca con la que estaba trabajando hace doce semanas cuando Marshall lo interrumpió, la había estado analizando y por fin supo que era perfecta para lo que estaba planeando, era muy parecido a un rubí pero con cualidades mágicas con las que estuvo experimentado hasta que estuvo completamente seguro de que no fuera peligroso.

 

-ya casi está listo, solo un último detalle más y…-pero cuando iba a poner la última pieza entro mentita por la puerta claramente se le veía la preocupación en el rostro.

-mi señor, algo le sucede a Marshall.-los ojos de Gumball se abrieron como platos por la noticia, inmediatamente dejo todo y fue directo al cuarto del vampiro.

 

“¿Qué pasa? ¿Un sangrado? ¿Un aborto natural? Ya basta Buba, trata de calmarte y pensar en que no sea nada grave, ¡¿pero si no es nada grave porque me llama?!” corrió más rápido ante esa cuestión. Al fin cruzo el pasillo que faltaba y abrió la puerta de un azote. Lo primero que divisaron sus ojos fue a Marshall muy nervioso (por no decir asustado) acostado en la cama viendo con asombro su vientre.

 

-¡Marsh! ¡¿Qué sucede?!

-n-no lo sé pero siento raro.-dijo el vampiro con voz entrecortada.

-Dulce príncipe ¿quiere que llame al doctor matecado?

-espera un momento, mentita. Dime que sientes exactamente Marshall.-dijo con cierta sospecha.

-siento como si algo me pateara por dentro.-Buba suspiro aliviado y con un gesto le indico a la sirvienta que se podía retirar. Luego empezó a reírse medio discretamente, esto hizo que el vampiro se molestara.

-¡De que te ries!-sonrojado.

-ay Marsh… eso que sientes son nuestros bebes moviéndose.-caminó hasta donde se encontraba y se inco para estar a su altura y hablar mejor.

-¡¿se pueden mover?!

-claro, ¿Qué, no sabías?

-bueno si, pero no creía que se fuera a sentir, o no tanto. Es extraño, no me gusta, has que se detengan.-parecían las palabras de un niño pequeño, sin embargo para el chicle era algo muy tierno.

-yo no puedo hacer nada, ellos quieren dar a entender que están aquí.-la cara del vampiro le dijo todo. No compartía del todo su emoción.- intenta relajarte y siente sus movimientos.-te mostrare.- aunque al principio Marshall la aparto, Gumball le agarro la mano y la puso en el vientre del mismo Marshall, no sabía dónde es que Marsh sentía esos movimientos, por lo que dejo la mano en donde seguramente debajo de la camisa estaba el ombligo luego vio como voluntariamente cambio de lugar su mano y la puso en un costado izquierdo. Logró ver cuando la cara de Marshall cambió, no era una sonrisa, era una expresión de calma y serenidad.

Sin embargo al chicle le parecio más que suficiente, era una pequeña señal de que su amor de madre estaba naciendo, aunque sea un poco.

Era lo unico que necesitaba para seguir adelante y para tener esperanza de que realmente estaba formando algo con él.

 

Notas finales:

sigo pidiendo piedad T-T (y reviews, se que no los merezco pero porfis T-T)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).