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LA PROGENICIÓN DE LA NOCHEOSFERA por Reiko Luna Mundo

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Notas del capitulo:

ya se, ya se, me tarde un poco. pero oigan, no era necesario que hasta me mandaran reviews en mi otro fic para que volviera a este, yo no voy a abandonar jamas este fic, HDA fue lo que me inspiro a escribir mpreg por no tener ningun mpreg así que por nada voy a abandonar este fic, ya se que hay muchas autoras que prometen lo mismo y no lo cuplen pero yo no quiero y no voy a ser una de esas falsas así que ya no se preocupen tanto.

–Ahora dime, ¿quién es el padre de mi(s) futuro(s) nieto(s).

-Buba… ¡digo! El príncipe del dulce reino.

-¡wow! Mi nieto es hijo de un príncipe ¡estupendo!

¿Como puede decir eso? Él aun no se entera (¡!) ¡carajo! ¡¿Ahora como se lo voy a decir?! Ni modo que vaya y le diga “oye ¿recuerdas la noche en que nos acostamos en mi aniversario con Fiona? Pues que crees, me atrapaste en mis días fértiles y estoy esperando un mini-chicle tuyo” –Maldita sea.-dije en voz alta.

-oh, cariño tranquilo, es normal que te sientas un poco enojado es uno de los muchos síntomas que tienen los demonios en esta parte.

-la verdad no creo que unas cuantas nauseas, antojos o unos mareos me den tanto problema.- no puedo creer que este diciéndole esto a mi madre.

-¿eh? Jaja mi amor o no estoy hablando de esos síntomas de simples humanas embarazadas-empiezo a prestarle más atención- tu cuerpa ahora esta a cargo de más vidas por eso va a ahorrar energía por si solo, por ejemplo; ya no podras flotar, tu fuerza va a disminuir al igual que otros de tus poderes.

-¡¿QUE?! ¡¿Y ESO MÁS O MENOS CUANDO EMPIEZA?!

-veamos... empezaste a tener mareos y antojos hoy ¿no?

-¡SI!-dije desesperado

-entonces yo diria que en unos cuantos minutos.

-¡MALDITA SEA!-Eso ya fue el colmo voy a matar al que me hizo esto. Me despedi de mi madre y cuando volvi a mi casa me puse mis guantes mi sombrilla y aprovechando el poder que me quedaba Sali volando hasta el dulce reino, tengo que matar a un chicle.

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Pov´s Narrador.

Dulce Reino.

Eran las 2:00 de la tarde el Dulce Principe se encontraba en su laboratorio con su típica bata de científico anlizando unos cristales que obtuvo en un volcán hace unos días, estos cristales tenían un extraña cualidad muy extraña y esperaba que esos cristales ayudaran a un amigo. Pero resuta que estaba muy distraído pensando en lo que había pasado con el vampiro hace unas semanas, aunque él le dijo que no se preocupara la verdad es que no podía evitarlo. Cuando estaba acariciando a Marshall estaba conciente de que eso estaba mal, que no debía hacerlo pero nunca volvería a tener una oportunidad como aquella. Dio un suspiro y susurro el nombre de aquel al que su corazón y cuerpo deseaban y justo en ese instante Marshall llego rompiendo la pared, Gumball quedo shokeado por la repentina (y dramática) entrado del pelinegro.

-¡¿M-Marshall?! ¡¿Qué haces a…?!-no termino la pregunta porque el vampiro le dio un fuerte golpe en la mejilla que lo hizo a dar al suelo.

-¡hijo de puta! ¡todo es tu culpa!

-¡lo siento Marshall, no era yo en ese momento!-dijo pensando que el vampiro acumulo furia a lo largo de los días y por eso lo golpeaba.

-¡no es eso imbécil!-dijo dándole un golpe en el estómago, al inclinarse los lentes que el oji-violeta traía puesto cayeron y se rompieron.

“¿Qué pasa? ¿Alguien se enteró? ¡Pero si yo no le dije a nadie!” pensaba mientras buscaba otra razón por la cual estuviera tan enojado. “un momento. Marshall esta… ¡¿Llorando?!” no lo podía creer nunca había visto llorar a Marshall, y nunca pensó que lo haría en frente de alguien (mucho menos él) los golpes del vampiro fueron disminuyendo hasta que solo termino llorando en la camisa rosada del Dulce Príncipe.

-Marshall… ¿estás bien?-pregunto un poco más calmado.

-no, *susurrando* malditos cambios de humor.-susurro mientras se limpiaba una lagrima.

-¿disculpa? ¿Cambios de qué?- al percatarse de que estaba en el pecho del chicle Marshall se des pego con un movimiento brusco.

-¡n-nada! Estoy bien.-en ese momento entro la sirvienta mentita muy angustiada.

-¡dulce príncipe! ¿sé encuentra bien?-dijo ayudándolo a levantarse. De repente Marshall vio definidamente el rojo en los borde de mentita y le dieron unas enormes nauseas que lo sacaron corriendo (si, corriendo) al baño que buba tenía en el laboratorio.

-am… ¿Marshall?-pregunto mientras escuchaba las orcadas de vomito provenientes del sanitario, después se oyó la cadena y después salió marshal limpiándose la boca con un papel.

-no me pasa na…

“¡BIP! ¡BIP!”  sonó el rastradeor de latidos que el dulce príncipe dejo en un escritorio que estaba al lado de la puerta del baño, todos los presentes se dieron cuenta de que los cuatro latidos provenían de Marshall. Avergonzado Marshall tomó su sombrilla y salió (esta vez corriendo) del laboratorio.

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Casa de Marshall.

-esto es un horror-hablaba en voz alta acostado en el suelo (ya que el sofá era muy incómodo)-espero que piense que su máquina se descompuso, Buba es un hombre de ciencia así que no creo que el crea que esto es posible.  Esto no debió haber pasado.-pone una mano en su vientre, en el cual recién se había percado de que ya tenía un pequeño desnivel, se supone que el vientre de una mujer empezaba a crecer a los tres meses, pero recién había confirmado que era más de un feto por lo que no le extraño que ya hubiera empezado a notarse-quería una razón para terminar con Fi’ pero tampoco quería que fuera necesario un embarazo (mío) para acabar con esa relación. ¿y ahora que voy a hacer con ustedes?

-querrás decir que haremos con ellos.-el vampiro volteo hacia la fuente de la voz, ¡era Gumball!-dejaste la puerta abierta.

-¿porque viniste?-dijo inexpresivo.

-veamos; un vampiro furioso entra a mi laboratorio furioso a golpearme y termina llorando sabré mi para después vomitar al ver a mi sirvienta y activar un rastreo de cuatro latidos en mi máquina, de los cuales uno obviamente es suyo pero no sabemos de dónde vienen y por ultimo sale corriendo.

-mjf, perdón por lo de la pared, ¿cuanto llevas ahí?-dijo parándose.

-mm… desde que dijiste “buba es un hombre de ciencia” y tienes razón pero también tengo conocimientos sobre la anatomía de los demonios.

-¿entonces sabias que podía pasar esto?

-si, pero no sabía que andabas en tu siglo fértil.

-callate.-lo medito un minuto y volvió a hablar.- ¿y qué piensas hacer?

-obvio, voy a hacerme responsable de ti y mis hijos.

-no quiero ser aguafiestas pero tú eres un príncipe y tienes todo un reino por gobernar.

-no hay problema, hare un robot de mí y lo pondré a cargo del Dulce Reino para venir a vivir contigo.

-haber cálmate un poco ¿no? Yo no dije que vamos a vivir juntos.-el dulce príncipe camino hacía Marshall para tomar su cintura y acercarlo hacía él- ¿buba que crees que…?-sin aviso el rosado le robo un beso al vampiro que al principio se resistió pero fue cediendo poco a poco, hasta que la falta de aire los separo-¿y eso que fue?

-mi forma de decirte que te amo-los ojos de Marshall se abrieron como platos ante esa sorpresiva confesión (?)-La razón por la que competía contigo por Fi’ es porque si no estabas conmigo no quería que estuvieras con nadie, pero cuando lo lograste preferí dejarte ir-sonrojo completo por parte de Marshall.- pero ahora-puso una mano por debajo de la camisa de Marshall para poder tocar esa pequeña desnivelación-tengo otra razón para que estés conmigo y no con ella.

-yo… no se… no sé si los quiero todavía.-Buba le dio un pequeño beso a Marshall y le acaricio la mejilla.

-yo te audare a quererlos.

“y también espero que me ayudes a quererte” pensó mientras se dejaba envolver en los brazos del chicle.-alto.-se separan un poco.-¿y Fi’? digo, ahora que es como es, ella… no tomara esto para nada bien.

-aunque no lo tome bien, no le quedara de otra más que aceptarlo.

pero el Principe no sabe de lo que es capaz de hacer un chica, egocentrica y molesta cuando le roban el novio.

Notas finales:

alfin pude actualizar ^^

lo dije en mi otro fic y lo digo en este siempre odiare a Margo Roth Spielgelman (personaje del libro ciudades de papel) y por su culpa también voy a odiar siempre a los espiritus libres ¬¬


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