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El Burlador de Japón y el Tesoro de piedras por Sherry Yukina

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Notas del capitulo:

Acá traje una entrega que tiene dos caras por así decirlo. 

Yo no soy de poner advertencias y esas cosas pero para que no digan que lo dejé caer así nada más sin avisos, les cuento: va a morir uno de los dos protagonistas que aparece mencionado en el título de este fic. NO LLOREN TODAVIA QUE AUN DEBEN LEER PARA SABER QUE PASÓ ¿SI? Aquí va

 

Han pasado varios días desde el incidente de Yoshida. Desde entonces todo son idas y vueltas a la comisaría, a los citatorios; la pareja no intenta levantar cargos contra el chofer a pesar de que una vida se haya cobrado pero la justicia todavía tiene la decisión. Son días tensos y difíciles en los que tratan de estar más juntos que nunca, darse apoyo y estar siempre ahí el uno para el otro.

Pero tal vez un joven quiera hacer una pequeña excepción. Sucede que una noticia ha llegado para sorprenderlos y aunque al principio todo es fastidio y desgano, lamentablemente hay que hacer frente a la situación. Ahora escapar no sirve de nada. Una mujer está dispuesta a hacer de todo para impedir que eso ocurra así que deben reconocer que es inútil.

Ya lo sabe todo el mundo porque la difusión es increíblemente sorprendente: Usami Akihiko recibirá otro galardón por su excelente labor, prestigio y éxito como escritor.

A cualquiera esto lo haría saltar en una pata pero ahí está él, ojeroso, acabado de levantar, sentado en la mesa con un cigarrillo en su boca esperando el desayuno:

 

_ No voy a ir

 

_ Usagi-san por favor cumple con tu deber

 

_ Ya suenas como ella, deberías mantenerte alejado por un tiempo antes de que se te pegue su locura

 

_ Deja de llamarla loca, ella no tiene la culpa de que cierto escritor la desespere hasta sobrepasar los límites ¿sabes de quien estoy hablando verdad?

 

_ No, ni idea

 

_ ¡Usagi-san! Tienes que ir porque sería muy descortés y desagradecido de tu parte que te ausentes en un día tan importante, de hecho deberías estar contento, yo lo estaría de hecho

 

_ Mmm… Interesante

 

_ Nonono nada de mmm… siempre acabo metido en muchos líos cuando escucho eso

 

_ Pero acabas de decir que tu irías muy complacido ¿cierto? De acuerdo, te tomaré la palabra y te daré el gusto. Iré si tú vas

 

_ ¿EH? Claro que no

 

_ Si Misaki no va yo tampoco voy. Simple

 

_ No, yo no podría

 

_ ¿Por qué?

 

_ Yo no sabría qué hacer en un lugar así, además ¿iría en calidad de qué? Son muchos problemas, me niego

 

_ En calidad de mi amante claro está, a veces preguntas obviedades Misaki, en esas ceremonias por lo general vas acompañado de tu pareja y /o familia además de las personas que trabajan contigo en tus proyectos así que la loca también iría en el paquete

 

_ ¡Que no la llames así! Además si yo fuera contigo…

 

 

_ Y ahora en vivo y en directo vemos llegar al famoso escritor Usami Akihiko acompañado por su flamante pareja: una elegante, joven y hermosa mujer que va tomada de su brazo

 

_ ¿Usagi-san se puede saber por qué tengo puesto un vestido?

 

_ Te ves apetecible de esa forma y nadie hará preguntas sobre nosotros porque directamente asumirán que eres mi novia ¿no soy un genio?

 

_ Nada de eso, me siento humillado y… ¡pero qué!

 

_ ¡Aquí! ¡Aquí! Sonrían

 

_ No puedo ver nada con todos estos flashes

 

_ Solo mira a las cámaras y sonríe Misaki, después de todo tú estabas contento de venir ¿no es asi?

 

_ No puedo ver nada, estoy ciego…

 

 

_... ¡estoy ciego!

 

_ ¿Qué tanto estás pensando?

 

_ Nada pero definitivamente no podré acompañarte

 

_ Entonces yo tampoco voy, no quiero estar en medio de esa tonta frivolidad sino puedo compartir este logro contigo Misaki

 

_ Pero tú podrías hacer cosas que nos metan en muchos líos y eso no me deja tranquilo

 

_ ¿Yo? Sabes que nunca haría algo así…

 

 

_ Sempai hágale una toma de cerca, hay que registrar todos sus movimientos y obtener sus declaraciones, ahí viene. Usami-sensei ¿por favor podría responder unas preguntas? ¿Es verdad que ese chico es su novio?

 

_ Aquí Yamamoto del canal 6 transmitiendo en vivo para Sakura TV ¿Oficialmente esta es su salida del closet?

 

_ Si lo quieren llamar así por mi está bien

 

_ Increíble ¡Usami-sensei acaba de declarar su homosexualidad!

 

_ El corazón del escritor más famoso del momento se encuentra ocupado y es la peor noticia que le podíamos a dar a las mujeres de este país sobre el soltero más codiciado

 

_ ¿Por qué tan nervioso Misaki? Esto solo será difundido a lo largo y a lo ancho del país y en lo que a mí respecta no me interesa lo que pueda hacer en mi imagen pero si de algo estoy seguro es que ahora ante los ojos de todos SERÁS MÍO.

 

 

_…-san, ¿Usagi-san me escuchas? ¿P-por qué estás sonriendo de esa manera?

 

_ Por nada, por nada. Iremos a la entrega de premios JUNTOS y es una decisión tomada.

 

Y así sin más lugar a réplicas y objeciones, se decidió que irían ambos a la fiesta de gala. Por supuesto el joven castaño estaba que moría de nervios imaginándose todas las consecuencias que pudieran resultar de esta situación pero ya en este punto no podía hacer nada más que mirar al frente.

 

Había llegado el momento de estrenar alguno de los trajes que habían traído de Londres. El mayor había propuesto que asistieran con trajes a juego pero Misaki se negó firmemente por un lado porque no soportaría ver como el mismo traje podría hacerlo esbelto y galante a Usagi mientras que a él lo haría ver como un camarón y por otro lado porque no deseaba por nada del mundo que su relación sea expuesta en los medios ante miles o tal vez millones de televidentes.

 

Finalmente Usagi había aceptado ir con un traje negro, camisa blanca y una corbata azul mientras que el castaño iría con un traje gris, camisa negra y una corbata blanca. Se veían claramente perfectos para cualquier portada de revista y Aikawa no dudó un segundo en registrar el momento de la salida de la mansión sacando fotos con su celular.

 

Al llegar una inmensa alfombra roja marcaba el camino hasta la recepción y mientras Akihiko se mostraba sonriente posando para los múltiples camarógrafos que se amontonaban alrededor, Misaki iba al lado de Aikawa totalmente intimidado por esos flashes invasivos y expectante de que el mayor no hiciera o dijera algo vergonzoso. Pero nada de eso parecía suceder y un enorme alivio invadió al más joven, seguido de una autodesaprobación por confiar tan poco en su pareja y pensar que haría algo que podía perjudicarlo.

 

La ceremonia de la entrega de premios transcurrió sin mayores inconvenientes gracias a una excelente organización en todos los aspectos desde la magnífica disposición del lugar con una ambientación hermosa, pasando por el competente servicio de catering, el perfecto manejo de tiempos entre el gran banquete, el tiempo frívolo y necesario para intercambiar palabras entre los organizadores e invitados y el momento de la premiación que por fin llegaba al punto culminante dándole entrega a Usami Akihiko el premio Kikukawa.

 

El público estalló en un cálido aplauso y antes de subir a Misaki le dio la impresión de que el mayor tuvo intención de tomarle la mano pero se contuvo y solo se dedicó a mirarlo mientras preparaba su irresistible sonrisa. En ese momento al menor lo invadió una sensación extraña en su pecho: una caótica mezcla entre felicidad, orgullo y mucho amor que amenazaba con desbordarse de sus ojos en cualquier momento y justo cuando creyó estar en su límite al verlo en el escenario con el micrófono enfrente para dar su discurso, del cual de la emoción solo escuchó la mitad…

 

_…por eso hoy quiero dedicar este premio a quienes hicieron esto posible, quienes me acompañan en todo el proceso de crear mis novelas desde que surgen las ideas en mi cabeza hasta el momento en que ese libro llega a manos de mis lectores a quienes les estoy profundamente agradecido al igual que a mi paciente y tolerante editora y todas las personas que trabajan en esto- por un momento se interrumpió dejando escuchar los aplausos que volvían a hacer acto de presencia pero nuevamente retomó la palabra luego de unos breves instantes- pero también hay alguien especial a quien debo agradecer por estar siempre conmigo, quien no solo me inspira a crear un sinfín de historias sino también a ser una mejor persona, quien me tolera en mis altibajos de ánimo y siempre me regala una sonrisa. Esto también va dedicado para la persona más especial para mí, el gran amor de mi vida y “el amante más dulce e inocente que más ha logrado encenderme en la cama”: MISAKI ESTO VA POR TI.

 

En ese momento no creía ser consciente de lo que acababa de escuchar, era demasiado fuerte para ser verdad, tal vez el impacto fue mayor de lo previsto debido a que había bajado la guarda y se había permitido estar sensible por el momento, sea lo que fuera el resultado había sido que el joven se quedara duro como una roca con todos los gestos faciales congelados en una mueca que reflejaba sorpresa e incredulidad a niveles altísimos. Solo fue capaz de reaccionar cuando sus ojos se cruzaron con esos bellos orbes color lila en una mirada indescifrable por parte del escritor, seguido de dos o tres reflectores que dieron de lleno en su pequeño cuerpo ante las miradas que podía sentir como se clavaban en él.

 

Lo demás fue casi inentendible como una película en cámara rápida con un montón de personas que ni conocían tratando de preguntar por su vida privada y los siguientes días fueron aun peor. Esto superaba con creces cualquier temor imaginario que pudiera llegar a tener Misaki, ahora ellos no solo aparecían en las revistas de espectáculos sino también en las noticias de actualidad por televisión sin contar todas las visitas en Youtube que recibió el video del célebre discurso.

 

Ahora no contestaban el teléfono sin importar cuantas veces sonara y no solo por los periodistas y los conocidos curiosos que llamaban para obtener más detalles, sino también por temor a Takahiro quien de seguro se había enterado de su relación de la peor manera. Era tonto querer tapar el sol con un dedo pero el castaño se había mantenido firme en eso y como el aparato no dejaba de sonar, al cabo de un tiempo simplemente lo desconectó.

 

Pero eso no era todo, sumado al problema de no saber como lidiar con la reacción de su hermano, el camino de casa a la universidad se volvió una odisea diaria y eso sin contar lo perturbador que podía llegar a ser como sus compañeros lo miraban y susurraban entre ellos cuando lo veían llegar para después apartarse evitándolo por completo, incluso Sumi-sempai se ha distanciado de él alegando que destruyó sus esperanzas por lo cual no quería volver a hablarle nunca más. De la noche a la mañana toda su vida tal como la conocía se estaba yendo al demonio y él era incapaz de poder evitarlo pero sabía perfectamente quien era el culpable y debía ajustar cuentas con él, así que ni bien lo vio se apresuró a abalanzarse sobre su cuerpo a la vez que le gritaba:

 

 

_ ¡TÚ HAS ARRUINADO MI VIDA SOCIAL!

 

_ ¿Misaki quieres soltarme y dejar de gritar? No sé qué clase de sueño has tenido pero esas no son formas de despertarme

 

_ ¿Eh? ¿Cómo? Si te habían dado el premio y luego tu hablaste en público de… después todos me evadían y tú…

 

_ Habla en sueños solo cuando estés dormido. Espero que estés preparado

 

_ ¿P-preparado?

 

_ ¿No esperarás que te deje así como así después de que me despertara teniéndote gritando y pataleando arriba mío? Voy a comerte Misaki. A-ho-ra

 

Y así sin más preámbulos el mayor se sirvió su desayuno sin darle tiempo al menor para hacer nada más que no sea jadear y gemir como a él le gustaba. Sin duda alguna Misaki tendría que tener más cuidado con lo que soñaba teniendo al escritor siempre listo para atacar.

 

***

 

Ya ha pasado un mes desde su muerte y si bien las cosas entre ellos se mantienen bien él puede notar a Usagi algo extraño, quizás recordar su muerte todavía le esté afectando es lo que piensa su pareja. Puede notarlo algo distraído últimamente pero por más que le pregunte seguramente él no responderá sinceramente, solo le pedirá que se quede a su lado porque lo necesita y así lo hace cada día, estar ahí para él pero esta vez quiere intentar con algo diferente. Misaki pensó en sorprenderle con una linda velada en el apartamento, se luciría con una de sus recetas para eventos especiales y ambientaría el comedor adecuadamente para que no luzca como una mesa salida de esas fotos de revistas ni tampoco que parezca desabrida para que no entone con lo demás, tiene muchas ideas en su cabeza dando vueltas pero lamentablemente poco tiempo, aunque si sale ahora mismo y se organiza rápidamente para comprar los preparativos, estaría llegando justo a tiempo antes de que se ponga el sol y con algo de suerte sin que el mayor note su ausencia ya que estaba confinado en su habitación escribiendo.

Muy entusiasmado partió al centro donde fue primero a comprar elementos de decoración que quería estrenar en la velada pero como le había costado decidirse se le había hecho tarde para ir al mercado. Justo cuando empezó a sentir dudas de si debía ir o simplemente resignarse y regresar a casa antes de que anocheciera para evitar tener problemas con su pareja, finalmente se inclinó por seguir adelante con el plan pero pronto comenzó a sentirse algo extraño e intranquilo de alguna forma que no podía terminar de comprender. Trató de apresurarse pero a cada paso el malestar continuaba y podía sentir como la adrenalina se acumulaba en su cuerpo, jamás pensó en sentirse así y justo cuando sintió verdaderas ganas de correr aun sin saber el motivo llegó rápidamente al supermercado. Ya dentro pudo recuperar la calma y mirando hacia atrás verdaderamente no encontró ningún motivo que pudiera justificar su actitud infantil a su propio juicio, atribuyéndolo a que después de tanto tiempo de estar acompañado casi a sol y sombra por Usagi, ahora no podía evitar sentirse intranquilo no estando con él. Tal vez esa sensación molesta era algo así como lo que llaman dependencia y sin saberlo pronto se encontró inseguro queriendo correr para concretar su objetivo y volver con su querido conejo. Y eso estaba bien para una joven adolescente, pero él era todo un hombrecito que no se podía permitir ese tipo de conducta, así que se dio un par de golpecitos en las mejillas para despabilar y luego se dispuso a hacer las compras para la cena. Pensó que no tenía necesidad de cambiar el menú pero como contaba con poco tiempo debía apresurarse así que al salir en vez de ir costeando la avenida principal, decidió tomar un atajo para llegar a la estación.

 

Misaki iba muy ensimismado pensando en todos los pasos a seguir de su receta para no cometer ningún error que pudiera llevarle más tiempo de lo previsto, cuando sintió esa sensación atacándolo nuevamente. Intentó sacudirse esos sentimientos recordando que era un hombre pero su valentía fue en caída libre cuando notó que el camino que había notado estaba menos transitado de lo que había notado e incluso casi se le paró el corazón cuando tuvo la sensación de que unos hombres lo seguían. Trató de apresurarse pero unos pasos que se escuchaban detrás de él persistían y fue entonces cuando intentó desviarse tomando otro camino donde hubiera más gente pero para su mala suerte por aquella calle no había nadie y sin darse cuenta acudió a la emboscada perfecta. Cuánto se lamentaba ahora de no haber ido en compañía de ese amable hombre que había conocido alguna vez cuando le iba a comprar flores y a quien había visto en el supermercado, de haber ido junto con él ahora no estaría metido en este aprieto.

Quería gritar pero el miedo del momento se había llevado su voz y de todas formas era inútil con nadie alrededor así que en un último intento se largó a correr con todas sus fuerzas aunque para ser sincero no conocía bien el lugar por donde se dirigía. En ese momento donde se sintió acorralado al sentir a sus perseguidores más cerca, un rostro apareció fugazmente en su mente y justo cuando iba a tomar su celular para por fin llamar a su amado, un hombre se lo quitó de la mano y le dio un golpe en su estómago mientras otro lo sujetaba de ambos brazos. Sintió como el dolor lo hacía querer caer de rodillas y lo hubiera hecho de no haber sido porque el sujeto que lo tenía atrapado era muy fuerte como para sostenerlo sin mayor esfuerzo.

Él se sentía fatal con el miedo calando sus huesos, el dolor retorciendo sus entrañas y esos malvivientes diciéndoles insultos y obscenidades además de burlarse de su condición desprotegida y a merced de lo que fueran a tener ellos en mente. También le preguntaban donde tenía el dinero al ver que en su billetera no llevaba más que algo de cambio, pero que les dijera que eso era todo lo que le quedaba no los convencía después de ver las cosas que acababa de comprar y algunos accesorios en su vestimenta como el calzado que Usagi le había regalado en una ocasión anterior. Inconformes lo golpearon un poco más y cuando pensaba que iba a desmayarse su inconsciente le jugó una mala pasada al dejar escapar de sus labios un apenas audible llamado al escritor. Usagi-san te necesito… ven por favor… Akihiko. Jamás se había atrevido a llamarlo por su nombre pero ahora en vista de que no sabía como podía terminar y aun consciente de cuanto lo necesitaba en ese momento no pudo evitar soltar aquello.

Los dos que llegaron a escucharlo comprendieron dos cosas: primero a quien llamaba a pesar de la dificultad de hablar claramente era al famoso Usami Akihiko y segundo acababan de encontrar la forma para sacar más dinero por medio de ese muchacho y lo que hicieron a continuación fue una llamada por medio de su celular al tercer ladrón en cuestión, que estaba por la zona con un vehículo para que viniera a recogerlos y luego trasladarse junto con el joven para secuestrarlo.

Aun con las pocas fuerzas que le quedaban intentó rebelarse pero ya era tarde incluso para tomar aliento y gritar porque lo habían amordazado. Definitivamente había hecho todo mal, era demasiado tarde para cualquier cosa que quisiera hacer por salvarse. Lo sabía, lo sabía pero aceptarlo era otra cosa, había visto sus rostros después de todo y si habían optado por llevar a cabo un secuestro eso era algo que no iban a dejar pasar así como así. Se sintió morir cuando lo empujaron dentro del auto y emprendieron viaje a la guarida de esos malvivientes, pensar que tal vez jamás volvería a ver a su hermano ni a sus amigos ni a su amado escritor, le partía el alma. Hizo un análisis de la situación: debido a que todo había resultado de improvisto ahora estaba en un auto con tres secuestradores, un conductor, el acompañante y el que iba atrás para inmovilizarlo; lo habían amordazado con algún trapo asqueroso que encontraron de momento pero por suerte no le habían cubierto los ojos aun, esto seguro se debía a que ya les había visto el rostro y el sujeto al lado suyo lo había inmovilizado lo suficiente para que apenas pudiera ver el panorama en el auto pero siendo incapaz de ver por la ventanilla para mirar qué camino estaban tomando.

Seguramente no faltaría tanto para estar llegando a su destino y allí difícilmente iba a poder escapar, así que tomó coraje desde lo más profundo de su ser e intentó una arriesgada maniobra que había visto en una película de acción. Trató de inclinarse hacia atrás con todo el peso de su cuerpo tomando impulso para poder levantar las piernas y apresar al conductor por el cuello con todas las fuerzas de sus dos únicas extremidades libres. Pronto pudo escuchar los gritos de los hombres que se alarmaron ante tremenda iniciativa del castaño logrando que el conductor apenas si pudiera tomar el volante con seguridad, que el acompañante intentara apartar las piernas del joven del cuello de su compañero y que el tipo de atrás lo apretara fuertemente de los brazos haciéndolo sufrir fuertemente pero sin lograr que cediera.

Entonces en vista de que podían irse al demonio en cualquier momento con carro y todo, el sujeto a su lado hizo un movimiento y en cuestión de segundos Misaki fue aflojando sus piernas preso del dolor que azotaba en su abdomen debido a la intrusión del arma blanca ahora incrustada en esa zona. Pero antes de que siquiera pudiera retorcerse del dolor percibió como el hombre que lo tenía reducido lo soltaba por completo mientras gritaba algunas palabras incomprensibles para él.  Lo último que sintió fue un gran estruendo y su cuerpo siendo azotado por muchos trozos de cristal para luego salir disparado hacia donde todo fue nada más que oscuridad.

Pronto la cantidad impresionante de humo proveniente del auto chocado llamó la atención de varios transeúntes que pasaban y empezaron a gritar y entrar en pánico. En vista de que algunas personas llegaron gritando a la estación que había ocurrido un horrible accidente a unas cuadras del lugar, un joven doctor que había salido de compras, acudió para tratar de ayudar hasta que llegara la ambulancia. El panorama que se encontró fue terrible, algunas personas decían que habían visto personas aventarse del coche y huir dejando solo al joven que ahora yacía en una pésima condición en medio de la calle. Rápidamente fue a revisar sus signos vitales y si bien aun se encontraba con vida, la herida que llevaba en el abdomen era algo profunda y esto había logrado una hemorragia considerable así que teniendo en cuenta la magnitud del impacto y sus consecuencias, dio estrictas órdenes a las personas que se encontraban alrededor de que ninguna intentara levantarlo del suelo hasta que llegara la ambulancia. Esto se debía al temor de que un mal movimiento pudiera causar daños irreparables como un derrame cerebral o algo similar.

Era imposible para él saber qué tipo de daño se podría haber ocasionado en su cabeza pero al menos se preocupó por parar la hemorragia de la herida hasta que por suerte llegó la ambulancia e iniciaron el traslado de inmediato. Las enfermeras buscaron entre lo que quedaba de sus destrozadas prendas algún tipo de identificación hasta que dieron con lo que estaban buscando y averiguando un poco más dieron con su dirección y número de teléfono para dar parte a su tutor.

El teléfono sonaba una y otra vez en el departamento pero para sorpresa del ojilila nadie atendía, intentó llamando a Misaki desde su habitación pero nadie respondió. Bajó presuroso por las escaleras llamando y buscando con la mirada a su castaño pero solo pudo percibir la soledad del lugar. Rápidamente una ansiedad extraña se apoderó de su pecho y fue más deprisa a responder pensando que sería él pero por su demora en contestar cortaron. Aguardó un momento esperando a que volvieran a llamar y cuando levantó el tubo para atender la noticia que escuchó del otro lado lo dejó caer con todo el peso de su cuerpo sobre sus rodillas. Jamás había sentido algo así de fuerte e intenso ni siquiera cuando sus padres murieron, pero esa dura y dolorosa sensación que había llegado para instalarse en su pecho parecía no disminuir ni con el triste paso de los días. Inevitablemente iba muriendo lentamente junto con su niño hermoso que ahora estaba postrado en esa cama de hospital. Se mueren juntos porque la vida sin el otro no es vida. Akihiko lo sabe, por nada del mundo quiere volver a su vida de antes cuando Misaki no estaba con él por eso prefiere perderse en la agonía de la angustia, el remordimiento de la culpa y la impotencia porque una vez que no lo tuvo al lado suyo había sido suficiente para que ahora su vida se estuviera apagando mientras seguía en coma. Pero el escritor no es el único que sufre y se echa la culpa, ahí está con él firme y decidido Takahiro a no moverse de allí hasta que su amado hermano despierte.

Son momentos difíciles en todo sentido porque cada hora que pasa es una esperanza más que se esfuma. Entra su hermano y le habla porque cree o quiere creer que puede escucharlo, entonces le cuenta que van a procesar a los responsables de que esto acabara así, sin poder evitarlo se quiebra pero se recupera y continua hablándole sobre el clima y sobre esa mujer que conoció hace poco y de quien está perdidamente enamorado. Toma su mano y trata de hacerle saber que él está ahí que ya no lo dejará solo nunca más, le pide que despierte para que pueda verlo con esa vitalidad de siempre y acaricia los vendajes que lleva en su abdomen mientras nuevamente reprime esas traicioneras lágrimas que amenazan con salir. Es demasiado duro seguir esperando viéndolo así, por eso sale de la habitación y le toma el hombro al escritor quien comparte su pesar en silencio y ahora es su turno de entrar.

Si hay algo que siempre odió eran los cementerios y los hospitales pero entre una opción y la otra era mucho mejor la segunda aunque no por eso  dejaba de ser dolorosa ya que estar así en vilo tampoco era muy reconfortante. Al menos sabía que el tiempo de Misaki seguía corriendo y ese era posiblemente el motivo que todavía lo tenía atado a la cordura. Aferrarse a la idea de que a pesar de todo él seguía vivo era su insufrible consuelo. Su único consuelo aunque en el fondo su alma se estuviera desbastando cada vez más.

Quería abrazarlo, escucharlo, sentirlo, muchas cosas que ahora le eran negadas y entonces solo esperaba… Pero el miedo agazapado entre las sombras pulseaba por ganar la batalla y entonces volvía a sufrir temor de perderlo y en el fondo se sentía egoísta, como si su dolor fuera más importante que la vida de aquel que yace dormido hace casi una semana, pero su dolor también se debe a la culpa que puja fuerte en su pecho. Respira profundo y junta sus manos en busca de su último recurso. Jamás se consideró creyente pero ahora solo le quedaba la fe si sus esperanzas se iban.

Lo llama a ÉL en silencio, a quien quiera que pueda escucharlo para que Misaki se salve. Pide perdón porque piensa que esta desgracia es su culpa y esta vez no se refiere a haberlo descuidado un poco, esta vez busca llegar más al fondo. Se arrepiente por su oscuro pasado burlándose de los sentimientos de otros porque ese era él. Un burlador. Alguien a quien no le importaba nada más que satisfacer sus deseos sin importar por encima de quien tuviera que pasar para conseguir su objetivo y ese era él. Un burlador. Una persona que pensó que la vida no valía y que iba a vivir siempre igual hasta que lo conoció a él y entonces supo que había algo más así que luchó por conseguirlo. Al principio buscaba tenerlo a través de otras personas, sentirlo a través de otros, amarlo a través de alguien más porque pensaba que ese era él. Un burlador. Pero cuando al fin lo tuvo supo que haría cualquier cosa por conservarlo porque no lo quería perder y no exageraba para nada cuando decía que daría su vida por la de él. Había herido a tantas personas pero ahora ahí estaba pidiendo un milagro, mendigando un perdón que lavara sus culpas y le devolviera a la persona que amaba, porque con el corazón en sus manos se encontraba llorando pidiendo que fuera él quien muriera en su lugar y jurando ante Dios y el Universo que si sus súplicas eran escuchadas no iba a retroceder.

Y así fue, esa tarde él murió por su amado. Porque alguien desde algún lugar lo escuchó, porque alguien sintió su dolor genuino, porque alguien aceptó su arrepentimiento y lo liberó del sufrimiento a cambio de acabar con su existencia. Porque en ese momento el Burlador de Japón murió para siempre y en su lugar solo quedó Usami Akihiko quien acababa de ser redimido y receptor de otra oportunidad para empezar de cero.

Secó sus lágrimas y refregó sus ojos, incrédulo ante lo que veía. El joven aun no abría los ojos pero era evidente que estaba intentando despertarse. De inmediato llamó al doctor y las enfermeras quienes lo acompañaron a abandonar la habitación mientras ellos hacían los chequeos correspondientes y al cabo de una hora aproximadamente llamaron a Takahiro para contarle como era su estado. Él pidió verlo una vez que lo trasladaron de la sala de terapia intensiva a la sala de terapia intermedia y se lo permitieron. Akihiko aun no asimilaba la situación, no lo podía creer ni encontrar justificación pero estaba feliz y esperaba verlo de igual forma a su amigo cuando saliera de la sala, pero en cambio lo notaba sin expresión alguna. Por un momento pensó que todavía estaba siendo cuidadoso con su estabilidad emocional porque tal vez no lo procesaba, pero él solo quería entrar y mirar esas piedras preciosas que brillarían al verlo pero cuando ingresó y se acercó a besarlo sin importarle que los médicos pudieran verlo, algo inesperado sucedió:

 

_ No se… no se acerque ¡por favor!

 

_ ¿Misaki qué sucede? ¿Es porque estás asustado y angustiado por lo que pasó cierto? Puedes estar tranquilo que yo estaré contigo y no dejaré que nada malo te suceda

 

_ No… no quiero. Yo no sé quién es usted… ¡pero no se acerque!

 

_ Como le informamos a su hermano, a causa del accidente el paciente Takahashi sufre un cuadro de amnesia

 

_ Misaki…

 

_ La razón por la cual no los reconoce es porque ha perdido la memoria

Notas finales:

Je, me puse en modo troll con la advertencia  Bueno, un poco de dramatismo cliché hasta que vuelva. Besossss


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