Al llegar al establecimiento donde se alojarían durante su estancia el castaño simplemente no salía de su asombro. Akihiko había hecho las reservaciones en el hotel de cinco estrellas Marriott London County Hallporque además del prestigio y buen servicio de aquel lugar contaba con una vista espectacular de la ciudad y de algunos de sus elementos emblemáticos como el Rio Támesis, el Big Ben y la noria London Eye que podían admirarse en todo su esplendor a mucho menos de un kilómetro de distancia. El establecimiento sencillamente lo tenía todo, desde un servicio completo de spa, pasando por una enorme piscina cubierta, restaurantes y bar hasta una terraza en la azotea que embelesaba a los ojos frente a tanta belleza de vista que hace sentir a uno mucho más pequeño de lo que ya es en este universo.
El primer día decidieron descansar encerrados la mayoría del tiempo en su habitación de lujo y repleta del confort británico que invitaba a querer quedarse ahí para siempre refugiado del frio y la incesante lluvia entre pequeñas muestras de amor como tiernos abrazos, dulces besos y los juegos en la oscuridad de unas manos frías inquietas.
Pero el segundo día ya con el tiempo más favorable y un frio tolerable de 5° lo cual era más que óptimo para la época, salieron a recorrer las calles londinenses repletas de decoración en colores rojo, blanco y verde haciendo alusión a la energía pletórica del espíritu navideño que desbordaba la ciudad con melodías navideñas resonando en los negocios, algún que otro hombre disfrazado de Santa Claus entregando caramelos a los niños quienes pedían a sus padres para sacarse fotos con él.
Cabe mencionar que el rol de niño asombrado por el esplendor del lugar se pasó de Usagi una vez que bajaron del taxi dejando atrás el suburbio urbano de regalos y juguetes que hacían que su semblante rebosara de brillo y felicidad a Misaki al momento de empezar con el tour turístico que lo dejó sintiéndose maravillado por aquellos sitios que ahora permanecían grabados en su memoria y que jamás pensó podría ver más allá de una simple fotografía.
Ese día habían ido a visitar uno de los lugares más atractivos de Londres que es la City Hall, el distrito donde se encuentra la Catedral de St. Paul la cual contaba con una altura de 110 metros siendo así la segunda catedral más grande del mundo, justo por detrás de la Basílica de San Pedro de Roma le había comentado el mayor quien parecía tener bastante conocimiento al respecto y eso causó más admiración hacia el escritor por parte del menor. Ambos realizaron la visita en compañía de otros turistas con ayuda del audio guía gratuita que les entregaron en la entrada, el cual narraba todos los detalles de interés acerca de cada rincón de la catedral dejando ver que se trataba de un enorme templo con mucha historia y una planta en forma de cruz que presentaba una llamativa decoración, sobre todo en los preciosos techos decorados con pinturas al fresco.
Pero como si esto no fuera suficiente también ascendieron hasta la cúpula con bastante esfuerzo por subir aquellos difíciles 257 escalones que les robaron un poco el aliento, detalle que fue pasado por alto al llegar a la primera galería caracterizada por una increíble acústica en el que se puede oír hasta el más mínimo sonido producido en el extremo opuesto de la cúpula. Y hubieran querido llegar hasta la siguiente pero el ascenso de 376 escalones más serían demasiado pesados si después querían seguir visitando otros lugares así que tuvieron que prescindir de ver las agradables vistas desde el exterior de la cúpula.
Más tarde asistieron a ver la majestuosa Torre de Londres, una enorme fortificación que ha funcionado a lo largo de su historia como residencia real, arsenal, fortaleza y prisión. Allí pudieron apreciar las Joyas de la Corona, un tesoro compuesto por coronas, espadas y cetros de incalculable valor tanto material, como histórico y religioso también la Torre Blanca que es el edificio central y el más antiguo de la Torre de Londres, además del que le da nombre a la fortificación. Además el escritor le relató la leyenda de los cuervos conocidos como los residentes más famosos de la torre porque se piensa que si estos desaparecen se desplomaría la torre, y con ella el reino. Por eso, con el fin de evitar tal catástrofe, uno de los guardias que protegen la torre, conocido como Ravenmaster (Maestro de los Cuervos), cuida de los cuervos y les corta los extremos de una de las alas para evitar que se escapen. Al castaño le dio un poco de impresión esto pero aun así también sacó fotografías de los animales.
Por último, junto a la torre pudieron contemplar el puente más famoso de la ciudad llamado el Puente de la Torre el cual contaba con una exposición del Tower Bridge como muestra del funcionamiento del sistema de elevación del puente desde su construcción hasta 1976, por medio de una máquina de vapor, y su posterior sustitución por un sistema eléctrico.
El resto de la exposición se ocupó de destacar la importancia del Tower Bridge en la historia de la ciudad junto A lo largo de las pasarelas superiores donde se podían ver las fotos de los puentes más emblemáticos del mundo entre los que, sin lugar a dudas, se incluye Tower Bridge.
Por ese día habían finalizado con el itinerario propuesto por el editor a las seis de la tarde que para ese lugar ya era de noche, la cual lo menos que podía llegar a ser era oscura debido al gran despliegue de luces con motivos navideños colosales en toda la ciudad. Ambos regresaron muy contentos al hotel para dirigirse al restaurant a cenar porque en los grandes comedores de aquel lugar Misaki se ponía muy incómodo y nervioso. Se encontraban entretenidos charlando sobre lo visto ese día cuando Usagi se levantó de la mesa para ir al baño y cuando regresó luego de bastante rato se mostraba algo intranquilo y más distraído de lo normal. Pero por más que el ojiverde le preguntaba si le ocurría algo él solo le decía que no le prestara atención, porque solo estaba un poco cansado.
Eso le pareció algo normal después del emocionante día que habían compartido pero el joven atribuyó ese cansancio al estrés por el estilo de vida que llevaba el escritor y sobre todo por su postura en cuanto al trabajo dejando todo último momento al punto de casi desfallecer en cada entrega. De todas formas pensó que esa noche también iba a ser tranquila y solo dedicada a descansar durmiendo directamente pero una vez más se había vuelto víctima del apetito sexual del mayor que aunque se mostró muy determinante en conseguir lo que quería del castaño, había estado mucho más sereno en el acto y hasta cierto punto un poco frío a diferencia de otras veces cuando se encontraba realmente compenetrado en atenderlo. El menor se hizo a la idea de que el estrés tal vez estaba abatiéndolo mucho antes de que pudiera haberlo notado y sinceramente no sabía que hacer al respecto más que permanecer en su compañía.
_ Misaki no puedo dormir y no quiero molestarte moviéndome de un lado a otro de la cama así que iré al bar a tomar unos tragos, ¿no te molesta cierto?
_ ¿?
_Tú solo descansa aquí que para cuando despiertes ya me tendrás a tu lado
_ ¿Hay algo que yo pueda…
_ No tardo
Esa pequeña conversación si podía llamarla así lo dejó estático en primera instancia y luego muy confundido pero había algo en su interior que lo empujaba a salir de la cama.
Es cierto que podría haber hecho caso a sus palabras y quedarse allí a dormir, es cierto que podía atribuir su comportamiento extraño solo a su imaginación, también es cierto que solo podría no haberlo seguido y así podría haber evitado ese desconcierto que calaba hondo en su pecho hasta transformarse en una inseguridad que amenazaba con salir de sus ojos en cualquier momento si seguía parado allí viendo lo que estaba ocurriendo a sus supuestas espaldas. Realmente hubiera deseado volver el tiempo atrás para no entender casi nada de lo que hablaban en inglés pero la realidad era diferente y aun así para su mala suerte los gestos y mirada que aquel hombre de envidiable porte que le dirigía al escritor hubiera dicho más que mil palabras. Para su mala suerte desde el ángulo en el que se encontraba para que no lo descubrieran espiando no podía verse las reacciones del ojilila pero con haber escuchado aquello y ver que seguía de pie frente a aquel sin hacer movimiento alguno y en silencio frente a sus preguntas como quien calla y otorga fue demasiado.
_ ¿Acaso crees que puedes engañarme a mí que te conozco mejor de lo que te conoces a ti mismo? Ese niño no te sienta y eso es porque yo te eduqué para ser complacido con algo mucho mejor. Vamos, ¿pretendes hacerme creer tu papel de macho con esos aires de superioridad? Solo haces que me de risa, por favor ambos sabemos que jamás habrá alguien como yo en tu vida porque yo me encargué de marcarte como mi pertenencia y no con marcas efímeras como las que pude ver de pasada en el niño, yo te marqué en el alma mi hermoso pequeño de ojos lila ¿acaso no ves que solo estás repitiendo tu historia con él?
_ No tienes derecho a…
_ ¿Estás ciego entonces o me crees estúpido? Para mí eso solo confirma la idea de que a pesar de los años no has podido olvidarme porque mientras más me odies, más te aferras a mi recuerdo y eso te lleva al deseo de querer descargar tus tristes frustraciones en otro. A él puedes mentirle con un falso romance pero yo puedo ver en tu mirada el deseo de querer destruir a otros como lo hicieron contigo pero si insistes en querer sostener tu teatrito respóndeme ¿si estas tan seguro de que yo no te significo nada por qué estás aquí conmigo y no con él?
_...
_ Y así la máscara cae y el monstruo queda expuesto, pero no te preocupes y ven conmigo, yo sé domar a las bestias
No quiso escuchar más y salió corriendo hacia su habitación, solo quería desaparecer y no molestar a nadie más con su existencia. Sabía que estaba pensando con el corazón destrozado y eso nublaba su mente pero el dolor de sentirse solo era aun peor, primero fue su hermano quien lo había dejado atrás y ahora la persona que pensó lo rescataría de su soledad se encontraba a escondidas con otro.
Aquella frase de su galleta que en su momento no tenía sentido puesto que nunca había tenido sentimientos hacia otra persona ahora lo hacían odiar su suerte. “Sus sentimientos estarán algo confusos pues reaparece un amor del pasado”. Un destino que te lleva a un cuento de hadas era demasiado bueno para ser verdad, cuando en realidad lo único que hacía era dejarte rozar el cielo con las manos para luego entregar a tu hombre en brazos de otro, aunque tal vez nunca había sido en realidad su hombre y eso le dolió en el alma.
No se sentía apto ni tenía tampoco las fuerzas suficientes para competir conociendo de antemano su derrota. No necesitaba preguntarle al escritor porque su conducta para con ese sujeto rozaba la irracionalidad, verlo así de dubitativo y nervioso ante aquel que lo desnudaba con la mirada como si fuera lo más común del mundo, fue como un espejo de sí mismo, de sus sentimientos que amenazaban con tumbar su mundo con solo tenerlo en frente suyo. Todo se volvió borroso entre lágrimas de pena que lo sumergieron en una profunda angustia hasta quedarse dormido.
_ No, por favor dime que te quedarás conmigo- decía un castaño en sueños elevando una mano al aire
_Oe Misaki despierta, tranquilo que yo estoy aquí contigo- le respondió el peliplateado al tomar fuertemente su mano y acomodándose a su lado en tan solo bóxers
_ ¿Usagi-san?-mencionó abriendo lentamente sus ojos
_ Sí, por favor no llores que me matas de la culpa por haberte dejado solo- respondió con tristeza al ver las lagrimas que corrían por esas hermosas esmeraldas hinchadas de color rojizo
_ Ah sí, eso- dijo secamente volviendo a la realidad con todo el peso de sus recuerdos golpeando su memoria y se giró dándole la espalda al mayor
_ ¿Qué te sucede? ¿Y ese repentino cambio de actitud? ¿Acaso es porque no quieres que vea tu hermoso rostro apenado?-dijo con un tono burlón y eso desató enojo en el otro que fríamente le respondió
_ ¿Quién está apenado aquí?- no podía creer que pudiera volver como si acá no hubiera pasado nada *¿acaso se piensa que soy tonto?*
_ Hey, me parece que alguien está enojado porque me estaba esperando para que repitiéramos
_ ¡Baka! ¿Quién quisiera hacer algo así contigo?- *¿Cómo puede ser que no tenga algo de vergüenza?*
_ Vamos no intentes mentirte, supongo que tendré que hacer el sacrificio y satisfacerte como tanto deseas además han pasado casi cuatro horas desde que no tengo Misaki
_ ¿Por qué juegas conmigo de esta manera? ¿Qué sentido tiene esto? ¿Qué sentido tiene que estemos aquí y me digas estas cosas que solo hacen estragos en mi cabeza y mi corazón?
_ Misaki… esto simplemente se llama amor- dijo susurrando en su oído antes de empezar a morder el lóbulo de su oreja mientras deslizaba una mano debajo de su remera de dormir- Deja que te ame hoy y el resto de nuestros días juntos
_ ¡Basta! ¡Dije que no quiero saber nada más de esto! Aléjate de mi… por favor- a lo último rogó asustado sabiendo que en cualquier momento sus fuerzas lo abandonarían y solo iba a caer nuevamente en sus brazos perdidamente
_ No, deja de ser tan caprichoso y no intentes mentirme cuando es evidente que me necesitas tanto como yo a ti, nunca me alejaré de ti
_ Mentiroso- sus lagrimas caían sin permiso por su triste rostro
_ No te dejaré- dijo contundente mientras se encargaba de besar todas y cada una de sus lágrimas con devoción- y por favor nunca me dejes tú tampoco porque si no, no sé que podría hacer, no quiero volver a perderme en la soledad- murmuraba mientras le daba cálidos besos en el cuello que lo dejaban sin aliento
_ No sigas… por favor- susurró en un falso intento de ocultar su necesidad mientras que sus manos lo traicionaron y fueron directo a enredarse entre los cabellos del mayor
_ Me excita que anheles esto tanto como yo, escucha esto que voy a decirte: tú eres mío y yo te pertenezco a ti, dejame que te demuestre mis sentimientos esta noche mientras te hago el amor
_...- quería gritarle que se detuviera, empujarlo para alejarlo pero todas sus palabras quedaron atoradas en su garganta mientras el calor subía a su rostro y sus piernas se aferraron a la cintura de él como si su felicidad dependiera de eso
Otra vez sería un viaje sin retorno
Akihiko devoró sus labios para adentrarse a fondo en su boca, la cual lo aceptó con sorprendente necesidad interrumpida solo por la falta de aire que recuperaron mientras él se encargaba de desverstirlo para depositar besos en sus muslos y caderas dejando a su paso marcas de pertenencia que serian visibles por varios días y le arancaban al ojiverde excitantes gemidos mientras el ayor como si de musica para sus oídos se tratara, siguió besando y succionando hasta detenerse en su miembro para atenderlo como se debe.
Comenzó estimulándolo con una mano mientras que con la otra tocaba sus pezones hasta dejarlos completamente duros mientras el más joven recorría ansiosamente con sus manos la espalda del otro clavando sus uñas por momentos haciéndolo jadear de goce por el pequeño dolor en su piel ante el contacto de sus pequeñas manos.
Teniendo bajo control su miembro semi erecto comenzó a chuparlo en la punta dibujando círculos con su lengua logrando que gimiera impaciente ante el calor que se apoderaba de sus caderas. Quería provocarlo, que se sintiera ansioso por sentirlo más y más en su piel.
Pero él también se excitaba con esa melodiosa voz que retumbaba en la habitación volviéndolo loco. Y como s esto no bastara sintió como con total osadía el menos tomaba su cabeza entre sus manos y la empujaba a hacer vaivenes con su boca alrededor de su crecido miembro para que lo deleitara permitiéndole dar embestidas en su boca para liberarse.
Esto lo hizo gruñir con ganas mientras subió a apoderarse de sus labor en un beso intenso en el cual sus lenguas luchaban para tomar el control como nunca antes había ocurrido mientras la ficción se hacía cada vez más notable rayando la desesperación a lo que el mayor respondió llevando tres de sus dedos a su entrada para prepararlo aunque quisiera haber irrumpido en su interior de una sola estocada para poseerlo salvajemente por atreverse a excitarlo de esa manera.
Pero seguía ejerciendo su magia dentro con su hábiles dedos dentro de la intimidad de Misaki quien se sostenía de sus cabellos y se mordía con fuerza el labio inferior y cerraba sus ojos porque ya no podía ni quería pensar en nada, solo existía el ahora, estando
solo ellos dos dándose placer con cada una de las sensaciones que asaltaban sus cuerpos pero definitivamente él deseaba más, lo necesitaba en ese momento.
Su boca en su miembro lo encendía pero él quería que lo penetrara como nunca, sí aunque mañana no pudiera levantarse, pero no le importaba y se lo haría saber. Te quiero dentro mío Usagi-san, ya no puedo esperar para que lo hagas como me gusta. De inmediato su rostro se volvió completamente rojo al darse cuenta de lo que había dicho y pensó que se había vuelto loco pero ya no había tiempo para retractarse puesto que de inmediato tuvo a su hombre encima de él besándolo apasionadamente mientras introducía su miembro en el esperando a que se acostumbrara a la invasión para luego comenzar con las embestidas llevándolo al éxtasis entre gemidos y jadeos que se multiplicaban a cada segundo. Podía sentirlo tan profundo que pensó podría morir pero lo valía con creces dejarlo profanar su intimidad con ese ritmo desaforado que le hacía hervir la sangre mientras le besaba su cuello dejándole fugaces chupones y se perdía en el dulce aroma de su piel. Su impetuoso miembro iba abriéndose camino al gozo mientras volvían a besarse mezclando sus débiles alientos , hasta que la unión de sus labios fue interrumpida para emitir el sonido de un intenso gemido acompañado de una fuerte y segura estocada que los llevó a uno de lo mejore orgasmos que habían podido experimentar en su vida. Ahh, ahh, Usagi me vengo. Apenas entendió lo que había dicho su joven amante cuando sintió como el cuerpo debajo suyo se tensionaba por los espasmos mientras se corría en su abdomen y aprisionaba su miembro entre sus estrechas paredes entregándole su semilla entre jadeos atrevidos.
Aún intentando normalizar sus respiraciones agitadas se mantuvieron juntos abrazándose en la cama mientras entrelazaban sus manos y se miraban a los ojos para expresar palabras que solo las miradas pueden comprender después del momento tan excitante que acababan de vivir.
Tan concentrados estaban perdidos en los ojos del otro que cuando las campanadas hicieron acto de presencia allí afuera se exaltaron como saliendo de un trance eterno. Dirigieron sus miradas hacia la ventana que dejaba ver una hermosa noria con luces tan brillantes que enceguecían sus cansados ojos y un poco más allá el Big Ben en todo su esplendor marcando la medianoche entremedio de miles de fuegos artificiales que iluminaron el cielo nocturno londinense.
Unos instantes que congelaron el paso del tiempo ante tal espectáculo dio paso a un cómodo silencio que hacia contraste con los estruendos de la pirotecnia encendida ahí afuera.
_ Contigo me olvido del curso del tiempo, podría venirse abajo el mundo y no enterarme de nada cuando estamos juntos. Feliz Navidad Misaki
_ Feliz Navidad- expresó el menor en inglés
_ Has mejorado considerablemente, no cabe duda de que mis lecciones han sido altamente efectivas. Aun así creo que no estaría mal hacer un repaso ¿qué dices Takahashi?
_ ¡¿?!
_ El que calla otorga, Usami-sensei procederá a darte una lección sorpresa. No creas que hacerlo dos veces en una noche será suficiente para mí después de ver tu nueva faceta apasionada que me calienta como en el mismo infierno. Voy a verte mío hasta que no recuerde ni mi nombre. Te amo
Y sin esperar una respuesta se lanzó encima de él para el nuevo round. Una vez más Misaki cayó rendido a sus pies sintiendo como el corazón se salía de su pecho cada vez que le decía lo amado que era.
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