14 años juntos, 14 años compartiendo sus vidas…o más bien, 14 años perdidos en un recuerdo ya sin importancia, sin razón para ser recordado, 14 años de los cuales casi más de la mitad lo único que recibía a cambio de entregar todo su amor eran golpes, humillaciones, abusos, infidelidades justo frente a sus ojos, dar todo lo bueno de sí mismo para recibir de su amor el odio que hubiese preferido jamás conocer, tanto por nada…
Era tan feliz en aquellos años, ellos teniendo todo a su favor, sin importar los errores del pasado, los presentes, y preparándose para los futuros errores que juraron jamás serían tan importantes como para separarlos, conocía el dolor de amar, justo ahora que una razón para unirlos de nuevo crecía en su interior, pero ya no había deseo de arreglar las cosas, ya no había más esperanza para esa relación, ya era demasiado sufrimiento para soportar.
Ya no eran sonrisas, ahora eran insultos, ya no eran caricias, ahora eran golpes, sus noches de amor eran noches de tortura y violación.
Creía que nadie le extrañaría, que nadie lloraría por él ya que no tiene a nadie, nadie que lleve flores a su tumba, nadie que diga lo especial que es para esa persona, por más que intentó ayudarlo a cambiar permaneciendo a su lado, por más que lloro intentando ablandar el corazón de ese que diariamente le provocaba dolor, aun así ya no puede.
Todo se fue de sus manos y aún no sabe por qué.
¿Qué más le queda?...vivir para morir en sus manos de dolor?, o morir y poner fin a su sufrimiento?.
Las dos opciones suenan tan difíciles, porque definitivamente ya no quiere seguir así, ya no quiere más que su “esposo” lo engañe en su propia casa ni que lo golpee y después viole, y suicidarse no solo lo va a matar a él, también al producto de tantas violaciones que crece en su interior…
La felicidad y el amor son tan pasajeros como el viento, así como el sol salió al final vuelve a hacerse de noche, así como Sasuke amó a Gaara algún día, al caer la noche lo odió como a su peor enemigo, así como Gaara fue feliz, de inmediato dos letras más se agregaron a esa palabra, ahora es infeliz, infeliz por culpa de un accidente.
Todos esos momentos…podrían irse al infierno, al fin y al cabo a nadie le interesan.
-…Donde quedó tu amor?.
-….
Aunque su decisión no era la mejor, por ahora era su escape, no permitiría que también a él lo lastime.
Tal vez merecía el infierno por llevarse con él a la muerte a ese ser que nada tenía la culpa, pero por más que corriese jamás se escondería de su esposo.
Jamás podría volver a ser feliz.
Después de otra noche de sufrimiento, el triste pelirrojo ve a su esposo salir de casa sin decir nada, ahora todo cambiaría a partir de ese día, al menos para él.
Aunque suene raro, en su último día de vida limpio la casa a la perfección, todo en su lugar, preparó la comida para su esposo que puso en el microondas para que solo la caliente.
El día acabó, y la noche recién iniciaba, llenó la bañera de agua y se adentró en ella en shorts y playera, con la navaja en sus manos hiso cortes a su brazo….
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Horas después llegó a casa acompañado de dos mujeres que consiguió en la calle, aceptaba sin descaro que lo hacía para lastimar a su esposo, verlo llorar le hacía creer a si mismo que se lo merecía por matar al fruto del amor que le regalo, aunque fue hace años, él sentía el dolor de perder a un hijo como si lo hubiese perdido hace tan solo unas horas, perder a un hijo no solo lo lastimó a él, también al que lo portaba y cuidaba en su vientre, era un sueño de ambos, pero él no pensaba en su esposo, solo pensaba en su propio sufrimiento, pensaba solo en como lastimar a su esposo, lo culpaba de la muerte de su hijo, y no sé daba cuenta que hacia mal en lastimarlo como si perder al bebe hubiese sido un logro para su esposo.
La vida de Gaara se iba uniendo a la muerte como la sangre caía al agua de la bañera, era un rio de lágrimas, luchando por recordar al menos un momento feliz junto a Sasuke, y haciendo un intento de sonrisa lo logró;
Tenía la prueba de embarazo en sus manos, esperando el resultado que dio positivo, era tanta su felicidad. Por fin después de años intentando tener un hijo al fin llegó el día, no podía esperar a decírselo a su esposo, quería tomar el teléfono y llamarlo, pero era mejor esperar.
Preparó una cena para ellos dos, lo más hermosa que pudo, comida, vino, todo lo necesario, esa noche era solo para los dos.
Esperó media hora demás pero llegó su esposo, sorprendiéndose del ambiente, el pelirrojo lo recibió con un abrazo y un beso, cenaron e hicieron el amor, hasta que cansados cayeron en la cama, el pelirrojo se acomodó sobre el pecho del pelinegro, el cual beso un par de veces, hasta que se estiró hasta estar sus caras viéndose de frente, dio un beso y también la prueba de embarazó justo en las manos, el pelinegro curioso se sentó un poco y vio la prueba con claridad, sonriendo al ver que era positivo, abrazó a su esposo y llenó de besos hasta el cansancio, era el mejor regalo que pudiese tener además de su esposo, juró siempre protegerlos y amarlos…jamás se cumplió ninguna promesa…
A donde se fue ese amor?, por qué él era el único culpable de la muerte de su hijo?, él también lo amaba, él también sufrió al perderlo.
Su “felices por siempre” le duró 5 años, su príncipe se volvió un ogro, su felicidad se fulminó en un abrir y cerrar de ojos.
Escuchó la puerta abrirse al mismo tiempo que risas resonaban por toda la casa, y la voz de su esposo lo llamaba evidentemente borracho, justo a tiempo cuando Gaara dio su último suspiro…
Sasuke llamó a Gaara, sabía cuánto miedo le causaba a su esposo cuando usaba ese tono de voz tan agresivo, al no escuchar respuesta ni ver a Gaara, fue a la cocina, donde encontró una nota en el microondas, furioso subió a la recamara que compartían donde no lo encontró, fue al baño y se encontró con la puerta cerrada por dentro, empezó a llamarlo y dar golpes a la puerta intentando entrar, hasta que sin soportar más de una patada logró abrirla, entró y no vio nada, vio la cortina de la bañera ocultándola, fue ahí abriendo la cortina furioso encontrándose con dicha bañera llena de agua rojiza y a un Gaara ocultando su rostro con una navaja aun en sus manos.
El tiempo se le detuvo al ver esa escena, se acercó a paso lento, arrodillándose… volvió hacia él el rostro de Gaara, notando sus labios entreabiertos.
Las mujeres cansadas de esperar y un poco curiosas por los gritos que dejaron de escuchar al oír un fuerte golpe, subieron a donde vieron al pelinegro ir, entraron a la recamara y vieron la puerta del baño rota, entraron ahora con cierto temor, viendo al pelinegro de espaldas sosteniendo a un pelirrojo abrazándolo y pegándolo a su pecho.
Sasuke les dijo con voz quebrada que llamasen a una ambulancia, bajaron las escaleras y tomaron el teléfono pidiendo ayuda.
Aun con el cuerpo en sus brazos, Sasuke derramó lágrimas, pero no emitía ningún sonido, sollozo, nada.
La ambulancia llegó minutos después, llevándose a su esposo, lo subieron a una camilla y junto a él Sasuke partió en la ambulancia al hospital.
Aunque ya nada podía hacerse, Sasuke pedía que no le pasase nada, que despierte para abrazarlo y besarlo, pedirle perdón y cumplir su promesa de amarlo.
Fue tan solo un error, un accidente.
¿Por qué hasta ahora lo entiendo?
Él sufrió tanto como yo, y aun así me cegué por el dolor y el odio.
Tanto lo lastimé que ahora no tengo ya nada…
…………..
Alguien si llora por su muerte, alguien si llevó flores a su tumba, alguien no solo lo quería, lo amaba.
En una tumba llora un hombre arrodillado pidiendo perdón.
El único amor de su vida está muerto y él no hiso nada para impedirlo.
No solo murió él, también un bebe que crecia dentro de él.
Y ese alguien se muere de a poco, por no sacarlo de esa casa donde sufría abusos, pudo llevárselo lejos de su hermano y crear una vida juntos, él amaría como se merecía a Gaara, él amaría a ese bebe como si fuese suyo.
Sai en verdad amaba a Gaara…incluso antes de que Sasuke llegara a sus vidas y les evitara estar juntos, como desde un principio debió haber sido…
FIN