Love After Death
Febrero, 14...
Día de los enamorados en el mundo occidental...
En oriente, las chicas obsequian chocolates para que dentro de un mes los muchachos agradezcan su esfuerzo y correspondan sinceramente sus sentimientos con el afamado día blanco... O también cuando parejas se enteran que sus jueguitos de San Valentín trae una criatura en camino.
¿No?
Bueno, para Jinki no era ninguna de estas opciones, ya que para él este año la comercial y dulce fecha marcaba los mil días desde que su amado lo había dejado. No de manera intencional, no porque la magia entre ellos no existiera más; sino que un desgraciado ebrio arremetió su coche contra Kibum cuando él simplemente había bajado a comprar cigarros para ambos.
"Siempre te he dicho que esto nos mataría"
Esa fue la primer frase que le digo Key en un sueño dos días después de su funeral.
"Porque tú sin mí, tampoco pareces tener alma ¿seguro que eres feliz apartado de mi lado, en ese sucio mundo?"
No sabía si eran pesadillas, pero para él los esporádicos sueños con quien había sido el amor de su vida eran afirmaciones de lo que sentía. Lo único que odiaba sobre su existencia era la falta de Kibum a su lado, pero sabía que la cobardía de un suicidio jamás habría sido perdonado por los vivos, ni por los muertos que lo querían.
Mientras pensaba en cómo Kibum solía preparar bombones el día anterior si no estaban con exámenes en la universidad, coló ambas manos en sus bolsillos del abrigado tapado que llevaba ¿debía nevar en febrero? ¿desde cuándo? tan encimado iba en sus pensamientos, que no notó al deprimente hombre que, debido a la romántica fecha en la que se sentía solitario, estaba por apuntarse en pleno parque con un arma cargada con una única bala... Y quien parecía ser su amante (vaya novela pública ¿eh?) se lanzó sobre él, apartando el brazo de su cuerpo, pero el tiro llegó a salir disparado, perforando la espalda de Jinki, estallando exactamente en su corazón, haciéndole perder la vida al instante. Sin sufrimiento, sin dolor, sin tiempo a reaccionar, sin lágrimas que derramar.
...
-Después de todo, ya he sufrido suficiente cuando Kibum falleció prácticamente frente a mis ojos. - Jinki acariciaba sus alas blancas con delicadeza, no comprendía aún cómo moverlas pero sabía de ellas gracias a los sueños con Key narrándole de su vida del otro lado de cada ser, aunque en un comienzo todo parecía otro sueño, cuando notó a la mujer que accidentalmente le había llevado a la muerte y el portador del arma acercarse a su cuerpo sin vida, se acercó a su propio inmóvil cadáver, y rió cortamente al notar que llevaba un abrigo costoso de su pareja puesto, y ahora estaba repleto de sangre que lentamente se desperdiciaba al escurrirse por toda la acera.
-¿Por qué nadie nos ha dicho que nos encontraríamos aquí, Jinki?-
Esa voz... Más grave que de costumbre... Sin dudarlo, el rubio giró sobre sus talones, encontrándose de frente con quien había sido su primer amor desde los doce años, y hoy, a los 27 y muerto volvía a encontrarse con él.
-Tanto tiempo, Kibum ah... El pálido te sienta bien.-
No pudo evitar ser como siempre al decir aquello, y una corta risa escapó de sus labios a la par que sus alas torpemente se movían a sus costados, y poco a poco comprendió qué músculos debía mover para controlarlas.
-... ¡¿Debías arruinar el momento místico de vernos luego de la muerte con una frase de las tuyas?!-
A pesar del falso enfado en los ojos del más alto, ambos no dudaron más en acortar la distancia entre ambos, uniendo sus labios en un apasionado beso que parecía dejarles sin aire aunque eso no fuese posible debido a las criaturas que eran ahora. Kibum envolvió a ambos con sus oscuras alas, y sin siquiera dudarlo Jinki se dejó llevar por el morocho, feliz de sentir su dulce aroma y sus caricias junto a él.
-Entonces... ¿Somos ángeles o qué?-
-Oh no, jamás podremos ser ángeles, ya que estaba prohibido te hablara entre sueños y lo he hecho "disimuladamente" - El travieso tono de Key hizo que simplemente se aferrara más a él.-Por ello somos guardianes de la tierra... Eso significa que, aunque las personas no nos vean, debemos velar por ellos y cuidarlos... -
-Pero entonces, el disparo...-
-Yo sabía que esa bala vendría pero ¿ibas a perdonarme si te dejaba más tiempo en ese mundo sin mí por más tiempo?-Notó al morocho algo cabizbajo, y como su oscuro plumaje se ocultaba un poco tras su espalda.
-Siempre has sabido las respuestas mejor que yo, hey...- Jinki tomó al menor del rostro y le dedicó una cálida sonrisa antes de inclinarse a besar su frente, y luego tomó con ambas manos las del menor, estrechándolas con fuerza.-Nunca he estado más feliz desde que hemos sido apartados... Ahora ¿qué tal si me enseñas a utilizar estas alas?-
-Siempre has sido el más original para una cita romántica en estas fechas, tonto...-
-Lo sé, por eso me amas tanto como yo a tí.-
-Por siempre.-
-Del destino.-
Y de aquella forma ambos guardianes olvidaron su propósito ignorando el quehacer de sus almas al retirarse de la mano hacia donde el horizonte jamás habría permitido a una persona terrenal.