No hay a dónde ir;
Tú cabeza es la que sigue.
No hay cuerda,
te quedas sin tiempo.
Así que, ¿a dónde irás
cuando asesine a tu alma?
“E-espera, por favor, no- ¡¡ahhh!!”
La mano alrededor del cuello de Joonmyun era insistente, cortando a la vez las palabras y el aire mientras él luchaba por respirar. Por la esquina de sus ojos, en algún lugar, distinguía el fuego y humo que se estaban apoderando de la habitación. Pero ese era el menor de sus problemas, ya que un atacante ensombrecido ahogaba en ese preciso momento todo rastro de vida que podía haber en su cuerpo.
“¿Cuál es tu nombre?”, preguntó una suave voz. Su atacante era hombre, Joonmyun estaba seguro solo de eso. Pero por los dedos que se clavaban en su garganta era imposible responderle.
Como si se reparara en ello, el atacante de repente, lo soltó y él cayó al piso, jadeando como un pez fuera del agua.
“Respóndeme,” dijo el hombre, acercándose.
Joonmyun se alejó de él arrastrándose, “E-está bien”. Sus hombros se sacudían mientras tosía violentamente las palabras, atorándose con cada bocanada de aire que había estado desesperado por obtener hace unos momentos. “M-mi nombre es Joonmyun- Kim Joonmyun.”
“No estás en mi lista”, dijo el hombre.
Joonmuyn tosió unas cuantas veces más, casi atragantándose cuando saboreó sangre. “¿Tu- tu lista?”
Brazos fuertes lo agarraron de nuevo, empujándolo de espaldas contra algo duro y pesado –la pared, de seguro- y lo sostuvo ahí mientras temblaba, mordiéndose el labio para evitar rogar misericordia. Probablemente se veía ya lo suficientemente patético a los ojos de su atacante.
“Kim Joonmyun” dijo el hombre.
Joonmyun tragó saliva fuertemente, “¿Qu-qué-?”
“Quieto.”
Y sin una onza de vacilación, Joonmyun obedeció. Estaba tan oscuro en el cuarto – incluso con la luz del fuego crepitando en las esquinas y la que se filtraba debajo de la puerta, no podía esperar ver a su atacante, mucho menos darle pelea, así que obedeció, temiendo que cualquier atisbo de resistencia significara la muerte.
“Kim Joonmyun” dijo el hombre de nuevo, haciéndolo saltar. “Edad 24 años, graduado de la secundaria a los 18 años, graduado de la universidad con especialización en Teoría Musical a la edad de 22, actualmente trabaja en un restaurante que queda en una avenida principal llamado ‘Blue Door Café’. Sin record criminal, o algo por el estilo”.
Los ojos de Joonmyun se abrieron. ¿Cómo de pronto este hombre sabía todo sobre él?
“T-tu-“
“No te mataré”, dijo el hombre.
El alivio llegó a Joonmyun con tal ferocidad que sus rodillas cedieron, y se hubiera caído, si su atacante no hubiera estado sosteniéndolo. Pero antes de que pudiera preguntar –de que pudiera entender- todo se nubló.
“¿Has comido ya?”
Baekhyun negó con la cabeza. Sus dedos se aferraban a la tira del maletín que tenía colgado alrededor de sus hombros. “No, pero, um, ¿dónde debería poner mis cosas?”
“En mi cuarto” dijo Tao. “Ahí es donde te quedaras”.
Baekhyun lo miró, “No vamos…a dormir en la misma cama, verdad?”
Abruptamente, Tao soltó una risotada y Baekhyun pestañeó. De todas las reacciones que hubiera esperado, esa no era definitivamente una de ellas.
“No, claro que no”, respondió Tao finalmente. “Tú vas a dormir en mi cama por ti solo.”
“¿Y qué hay de ti?”
Los ojos de Tao se ensombrecieron un poco, llenando a Baekhyun de pensamientos que no podía – o que no quería- entender.
“No te preocupes por mí. Lo tengo solucionado.”
Resistiendo la necesidad de estremecerse, Baekhyun asintió, cargando sus maletas hacia la bifurcación que se encontraba al otro extremo de la sala del apartamento de Tao. Era un lindo lugar; espacioso y limpio, para nada cercano a lo que se había imaginado, pero aun así deseaba la comodidad de su propio apartamento, incluso después de ubicar sus cosas al pie de la cama. El cuarto de Tao se veía un poco diferente del resto de la casa. Las paredes estaban pintadas de un color borgoña profundo y la cama estaba adornada con sabanas negras y un cubrecama negro con flecos blancos. Había una multitud de almohadas en la cama también y, en una esquina, se sentaba un oso panda de peluche.
Baekhyun sonrió para sí mismo. Tal vez Tao no era tan aterrador, después de todo.
Cuando volvió a la sala, Tao no estaba por ningún lado. Frunció el ceño, preguntándose a donde se habría ido.
“¿Baekhyun?”
Sobresaltado al escuchar la voz, Baekhyun dio una vuelta para ver a Tao detrás de él. “¿Cómo has…?”. Dejó de hablar, confundido y abrumado.
Tao frunció el ceño. “¿Iba a preguntarte si había algo en específico que quisieras comer?”
“N-no, uh, lo que sea que hagas está bien por mí.”
“Está bien”. Tao desapareció bajo un arco, que Baekhyun asumió que llevaba a la cocina, dejándolo ahí de pie, parado raramente en el vestíbulo e intentando pensar en algo que hacer para distraer su mente de la situación actual y, casi de inmediato, sus pensamientos se dirigieron a El Fénix.
“Sé todo sobre ti, Baekhyun”.
Fue entonces que su teléfono de pronto vibró en su bolsillo, asombrándolo. Era el timbre que había puesto para Kris –configuró ‘Tan Frío como el Hielo’ de Foreigner, era algo así como un acto de rebelión en contra de su jefe cara de piedra- así que deslizó la pantalla y atendió rápidamente.
“¿Estás en la casa de Tao?” preguntó Kris sin preámbulo.
Baekhyun frunció el ceño. “Sí, yo-“
“Dale el teléfono.”
“¿Qué?”
“Dale el teléfono a Tao, Baekhyun. Ahora.”
Sorprendido por el veneno que se notaba en la voz del hombre, Baekhyun hizo lo que le pedía, fue hacia la cocina y le paso el celular a Tao sobre una sartén llena de rebosante arroz frito. “Es Kris.”
Tao le dirigió una mirada extrañada, pero tomó el teléfono, ubicándolo entre su hombro y oído mientras batallaba para prevenir que no se queme lo que estaba cocinando.
“¿Kris? ¿Qué?…Espera-ve despacio… ¿Es en serio?”. Le lanzó una mirada a Baekhyun, quien dio un respingo, cohibido por esa mirada sombría.
“¿Ahora? Claro-claro, sí…estaremos ahí lo más pronto posible”. Colgó la llamada y devolvió el celular a Baekhyun. Su silencio cargó el ambiente de tensión por un momento, antes de que finalmente se decidiera a hablar.
“Ha habido otro asesinato.”
Baekhyun sintió como si se le enfriaba la sangre. “¿Justo ahora?”
“Sí. Solo que esta vez fue diferente”, se alejó de la cocina, la comida olvidada. “Esta vez, dejó a un sobreviviente”.
Baekhyun se asomó a través de la ventana unidireccional de privacidad de la sala de interrogatorios, frunciendo el ceño mientras veía al pequeño, pálido y aterrorizado hombre sentado solo en la mesa que había adentro. Tenía rasgos suaves y la piel tan blanca que le recordó a Baekhyun a esas muñecas de porcelana que una tía rara solía coleccionar, y tal vez a una geisha del Japón feudal. Su cabello era de un color rojo vino, yuxtaponiéndose con el suave marrón de sus ojos. Las manos que tenía sobre la mesa se movían inquietamente, mientras cambiaba de posición con tanta frecuencia y lanzaba miradas en todas direcciones. Baekhyun no pudo evitar tenerle lastima.
“Se ve aterrorizado”.
“Bueno, es definitivamente por una buena razón”, dijo Kris “Considerando lo que le ha pasado apenas unas horas antes. Quiero decir, vio a su amigo ser asesinado con sus propios ojos.”
Baekhyun frunció el ceño. “¿Cuál es su nombre, de nuevo?”
“Kim Joonmyun.”
“Lo conozco”, dijo Tao de repente, materializándose detrás Baekhyun de esa forma tan rara propia de él. “Quiero decir, algo así. Lo he visto antes. Trabaja en el restaurante que esta apenas unas cuadras de la calle en donde vivo. Frecuento el lugar cuando estoy trabajando en un caso y necesito un cambio de ambiente durante mi búsqueda”.
Kris rebusco en el folder que estaba sosteniendo. “Dice en este archivo que él trabaja en ese lugar llamado Blue Door Café”.
“Ese es”, confirmó Tao.
“Bueno,” Kris frunció el ceño. “Ya que tú lo conoces-
“De alguna forma lo conozco; ha atendido mi mesa unas cuantas veces antes”.
Kris continuó, sin perder el ritmo.
“Entonces ve con Baekhyun para hablar con el sobre lo que pasó. Tao actuará como el rostro familiar y esperemos que eso lo calme un poco y, Baekhyun, bueno…tú sabes por lo que él está pasando.”
Baekhyun asintió, apretando un poco los labios.
“Ajá.”
La puerta chirrió un poco mientras Baekhyun la abría y entraba, manteniendo su vista fija en Joonmyun, quien lo miraba con ojos muy abiertos y temerosos. Tao caminaba detrás de él, silencioso y sombrío como siempre, y a verlo, algo dentro de Joonmyun se relajó- pero solo un poco.
“Te…te conozco”, dijo, parpadeando unas cuantas veces. “Creo que te he visto antes…en algún lado”.
“Frecuento el café donde tú trabajas” dijo Tao.
La cara de Joonmyun se relajó. “Zitao, ¿verdad?
“Solo llámame Tao”.
Baekhyun aclaro su garganta, “Soy el detective Byun Baekhyun.”
Joonmyun asintió, observándolo mientras tomaba asiento. Tao aparentemente prefería estar de pie, apoyado contra la pared cerca de la puerta y nivelando su mirada a Joonmyun. Pero para darle crédito, Joonmyun no parecía incómodo bajo la mirada de los ojos inquisidores del hombre joven. De hecho, se veía casi… aliviado.
“Kim Joonmyun”, dijo Baekhyun, inclinándose hacia él levemente. “¿Sabes quién fue el que los atacó a ti y a tu amigo?”
Joonmyun sacudió la cabeza, dirigiendo su mirada a la mesa.
“Este amigo… ¿eras cercano a él?”
De nuevo, Joonmyun negó con la cabeza.
“Honestamente, y-yo casi no lo conocía.”
“¿Entonces por qué estabas en su apartamento?”
Joonmyun languideció mientras se daba cuenta de que no iba a librarse de esto sin ser completamente honesto. “¿Era cosa de una noche, bien?”, dijo suavemente, con la cabeza gacha por la vergüenza.
Baekhyun se quedó helado, sorprendido, pero Tao rió.
“No creí que eras de los que suelen hacer eso.”
“Lo sé”, las mejillas de Joonmyun estaban sonrojadas. “La mayoría de la gente no lo haría. Quiero decir, usualmente no lo hago. Pero solo…estaba deprimido y me sentía despreocupado, así que dije ‘¿por qué diablos no?’, ¿sabes? Y luego….luego muchas cosas pasaron y yo….”, su voz se quebró y él dejó de hablar, luciendo incapaz de continuar.
Baekhyun se tomó un momento antes de continuar, sabiendo que dar tiempo era la clave en situaciones como esta. “¿Puedes decirnos qué paso?”
Joonmyun asintió. “Acabábamos de, tú sabes….terminar, y este chico- su nombre era raro; chino, creo-“
“Hangeng” interrumpió Tao. “Su nombre era Hangeng”
Joonmyun asintió, luciendo avergonzado. “Entonces- entonces Hangeng se levanta para ir a tomar algo, ¿bien? Y se había ido hace unos pocos minutos, así que yo aún seguía en la cama cuando le escuché gritar”, tembló. “Lo siguiente que supe, fue que estaba siendo sujetado y aventado contra la pared, y había fuego en todos lado y yo…no tenía ni idea de que había pasado después, para ser honesto. Todo era tan irreal.”
“¿Cómo?”, urgió Tao.
“Bueno,” frunció el ceño Joonmyun, ”el chico, él- el me pregunto mi nombre, diciendo algo sobre que yo no estaba en su ‘lista’, y de la nada, sabía todo sobre mí– mi edad, cuando me había graduado, mi especialidad, donde trabajaba… dijo algo sobre mi record criminal también. De pronto, dijo que no iba a matarme, y ahí fue donde perdí el conocimiento”.
Baekhyun se tensó, “¿Mencionó tu record criminal?”
“Bueno, yo no tengo uno”, admitió Joonmyun. “Es todo lo que dijo, que yo no tenía un record criminal o algo así, y luego dijo que no iba a matarme”.
“Eso encaja con lo que dije antes” murmuró Baekhyun.
Joonmyun parpadeo rápidamente. “Disculpa, ¿qué?” pero cuando nadie le respondió, frunció el ceño. “Escuchen… ¿qué está pasando? ¿Quién era ese hombre?”
“No necesitas saberlo” dijo Tao de pronto. “Ni quieres.”
Joonmyun de alguna manera se las arregló para verse aún más pálido de lo que ya era. “¿Qué?”
“Eso era todo lo que necesitábamos preguntar”, Baekhyun se puso en pie, cortándolo. “Gracias por tu cooperación, Joonmyun.”
“Ah, pero-“
“Tao te mostrará la salida.”
“Así que, ¿crees que El Fénix irá tras él de nuevo?”
Baekhyun sacudió la cabeza. “Creo que hay más probabilidades de que venga a por mí, ya que no he abandonado el caso, como él me dijo que hiciera.”
Kris le dirigió una mirada aguda, con los ojos estrechos. “Por eso tienes a Tao.”
Baekhyun lanzó una mirada hacia donde Tao estaba despidiendo a Joonmyun, fuera de la sala de interrogación, diciéndole que debía llamar por si recordaba algo más, y soltó un suspiro.
“¿Pasa algo malo?”
Baekhyun sacudió la cabeza. “Solo…me asusta un poco, para ser completamente honesto”.
Kris de pronto sonrió. “Lo sé. Pero no es malo, en lo absoluto. Solo es un poco…desconcertante cuando recién lo conoces. Honestamente, es algo blandengue bajo todo ese maquillaje de ojos oscuro y cuero. Solo debes llegar a conocerlo mejor.”
“Creo que no tengo otra alternativa” dijo Baekhyun, sintiéndose algo nostálgico cuando bajo la vista a sus zapatos.
“Estas en lo cierto”, Kris lo miró, no sin simpatía. “No la tienes.”
Baekhyun se mantuvo quieto en el viaje de regreso al departamento de Tao, y una vez que llegaron, se dio cuenta de que había perdido el apetito, lo cual no representaba un inconveniente para Tao, cuyo plan inicial de arroz frito para la cena se había –literalmente- ido al tacho. Así que Baekhyun alegó estar exhausto y se retiró a su habitación (o, a la de Tao) para recostarse en la cama y mirar al techo mientras trataba desesperadamente de dormirse. Extrañamente, le ayudó saber que Tao estaba en el cuarto al lado.
Terminó quedándose dormido mucho más rápido de lo que pensó.