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{EXO TRAD.} A prueba de fuego [Baekyeol/Chanbaek] por Byuntastic

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Me está buscando a mí

Devoción, sálvame ahora,
no quiero extraviarme de esta tierra santificada.
Rechazaré la tentación.
Te pido a ti que
me lleves a donde es seguro
esta vez.

 

 

Baekhyun siempre había disfrutado de los sueños. Le dejaban escapar a otro mundos, mundos donde no habían asesinos en serie, escenas de crimen o siluetas de tiza; mundos donde todo tenía sentido. Podía estas a salvo ahí, seguro dentro de su cabeza.

Pero esa noche, los sueños lo traicionaron.

Baekhyun despertó dando un grito, el sudor rodando por su cuello y el horror asentándose en el fondo de su estómago, mientras los últimos vestigios de su sueño se escurrían entre sus dedos. Sabía qué significaba, pero no quería afrontarlo. Hacerlo, sería equivalente a doblegarse al pecado que había plagado sus pensamientos y continuaba contaminándolos hasta ahora.

¿Qué pasa si- qué pasa si tenía razón? ¿Qué pasaba si eso era lo que se debía hacer?

Baekhyun sacudió la cabeza, recorriendo con los dedos su cabello y jalándolo como si así fuese a arrancar aquellos traidores pensamientos de su mente. Sintió como las lágrimas se asomaban por las esquinas de sus ojos. ¿Qué pasaba con él? ¿De donde provenían estos pensamientos, de pronto?

“Baekhyun?”

Sacado de sus cavilaciones, Baekhyun lanzó una mirada al oír su nombre, sus ojos agrandándose cuando vio una sombra en la esquina del cuarto, inclinándose contra la pared, y el recuerdo de cuando fue atacado en su propio hogar ocasionó que se revolviera hacia atrás en un ataque de pánico, rodando de la cama y aterrizando en el frío y duro piso de madera.

“¡Baekhyun!”

“¡No!” exclamó Baekhyun. Era El Fénix, lo sabía- pero ¿cómo sabía su nombre El Fénix? ¿Cómo sabía que estaba aquí?

“¿Baekhyun, estás bien?”

El pánico disminuyó tan pronto como había llegado y Baekhyun alzó la mirada para ver a Tao, quien lo observaba desde arriba, con aquellos ojos oscuros sobresalidos y llenos de preocupación.

Baekhyun sintió como respiraba con dificultad y se aferró al polo de Tao, atrayéndolo más  cerca de sí, y enterrando el rostro en la tela suave. No pudo evitar las lágrimas y empezó a sollozar, sacudido por los sueños que había tenido y el horror que acaba de sentir. Pero El Fénix no estaba allí, estaba a salvo. No había fuego.

“Baekhyun…” dijo Tao suavemente, envolviendo sus brazos alrededor del hombre mayor y acercándolo hacia él. ¿Qué pasó? ¿Estás herido?”

Baekhyun negó con la cabeza, resoplando levemente mientras se enderezaba, “No, no, lo siento,   solo…” Tuve una pesadilla. Pero de alguna manera, le sonó tonto decir eso en voz alta.

“¿Mal sueño?” adivino Tao.

Baekhyun se limitó a asentir, avergonzado y Tao sonrió en medio de la oscuridad de la habitación.

“Está bien, vamos”. Jaló a Baekhyun para ponerlo en pie, limpiando luego las lágrimas de las mejillas de este. “Tenemos mucho que hacer mañana, así que necesitas dormir”.

Baekhyun dejo que Tao lo guiase de vuelta a la cama, pero paró cuando algo de repente lo alcanzó.

“Tao, ¿por qué estabas parado en una esquina del cuarto?”

La expresión de Tao de pronto se endureció. “Kris quiere que nunca me aleje de tu lado.”

“¿Quieres…quieres decir que me estabas observando dormir?”, la boca de Baekhyun se sentía seca “pero, uh, no tienes que dormir?”.

“Soy un insomne crónico. Usualmente, paso la mayoría de las noches sin dormir en lo absoluto”.

Baekhyun alzó la mirada para observarlo, escudriñando tras el exterior frío que Tao solía mostrar e intentando ver a través de él, pero Tao desvió la mirada antes de que pudiera y lo soltó.

“Ve a dormir” murmuró, mezclándose con las sombras, y Baekhyun tuvo que ejercitar cada onza de su voluntad para evitar seguir temblando.

No pudo dormir bien después de eso, ya que sus sueños llenos de sombras seguían retorciéndose en la oscuridad y aquellas preguntas prohibidas que nunca debía haber preguntado, desde el principio.

 

“No te ves nada bien.”
Baekhyun resistió la urgencia de lanzarle una mirada feroz a su jefe, eligiendo en vez apretar su abrigo más alrededor de su cuerpo. Había estado haciendo mucho frio últimamente y él no estaba muy feliz por eso. “No dormí bien”, gruñó.

“¿Por qué no?”
“Solo….unos pocos sueños malos, es todo”, dijo finalmente, decidiendo omitir a qué sueños se refería y que las preguntas que habían surgido en aquellos sueños continuaban rodando su cabeza incluso ahora; enlazándose entre ellos y tensando el lazo de duda y confusión alrededor del cuello de Baekhyun.

Eso no es mentir, se dijo a sí mismo, porque le he dicho la razón por la que no  dormí bien, solo no estaba contándole todo.

Lo cual equivale a mentir, dijo la parte lógica de su cerebro.

 

“¿Han mejorado las cosas con Tao?”, Kris preguntó, cambiando el tema.

Baekhyun recordó la manera en que el hombre más joven se había mezclado con las sombras, sus ojos oscuros nunca alejándose de Baekhyun mientras él dormía, y asintió, manteniendo su expresión perfectamente compuesta. “Sí” dijo, “creo que nos hemos vuelto incluso más cercanos”.

Ahora, eso que era definitivamente una mentira.

“Bien”, la expresión de Kris se suavizó. “Hasta ahora aún no hemos llegado muy lejos, pero tu trabajo de averiguación sobre lo que las victimas de El Fénix tenían en común ayudo mucho.”

“G-gracias” balbuceó Baekhyun, avergonzado con el cumplido. “Así que, uh, ¿necesitas que me quede en la oficina hoy?”. Esperaba que sí, porque tal vez así podría obtener un poquito de tiempo a solas, sin Tao.

“No. De hecho, prefiero que estés en algún otro lugar. No quiero que otros sepan cuan directamente relacionado con este caso estas, especialmente la prensa. Así que ve a otro lugar, no me importa- solo no aquí. ¿Entiendes?”

Baekhyun asintió desanimado. No tenía alternativa de todos modos.

“¿Dónde está Tao, por cierto?” pregunto Kris

“Dijo que yo estaría a salvo en un edificio lleno de policías, así que salió a comprarnos café.”

“Ah. Bueno, cuando regrese, dile que te lleve a donde necesites ir, que son mis órdenes, y que no se aleje de tu lado por nada del mundo.”

“No hay necesidad” dijo Tao, acercándose, con dos tazas humeantes de café en sus manos. “Estoy justo aquí.”

Kris asintió. “Entonces retírense ya. Y asegúrate de reportar más tarde, Tao.”

“¡De acuerdo!”, Tao lo saludo lo mejor que pudo con sus manos llenas y observó al hombre alto y rubio mientras se iba, inconscientemente haciendo una mueca.

“¿Pasa algo malo?” preguntó Baekhyun, incapaz de contener su curiosidad.

“No”, Tao sonrió, extendiéndole su café. “¿A dónde quieres ir?”

Baekhyun tomó la taza, revelándose la  calidez que se desprendía en forma de ondas y frunció el entrecejo.  ¿A dónde debía ir? Solo se encontraba con callejones sin salida en cada vuelta del laberinto que era este caso, y no se había hecho avances en su investigación desde  la vez que descubrió la conexión entre las víctimas. Había pensado que la piromanía podría ser la solución, pero no había obtenido resultados con eso tampoco.

De pronto, una idea llegó a él.

“La última víctima….Hangeng” dijo Baekhyun lentamente, “¿descubrimos quién era y por qué El Fénix lo mato?”

“Era un ex-miembro de una las más grandes asociaciones de la mafia china”, dijo Tao. “Y de acuerdo a su expediente, había desertado y huido a Corea para escapar del pasado. Sin embargo, asesinó a muchas personas cuando estaba en China, incluidos oficiales que intentaron detenerlo cuando cruzó la frontera, así que, a pesar de que quería reivindicarse, ello era imposible considerando todo lo que había hecho.”

Baekhyun asintió. “El que estaba con el aquello noche, Kim Joonmyun, ¿no dijiste que trabajaba en un café?”

“Sí, no queda muy lejos de mi apartamento.”

Baekhyun sonrió, “Bueno, no sé tú, pero yo me muero de hambre”.

 

 

“¿Joonmyun?”

Joonmyun se sobresaltó, casi soltando la bandeja que estaba sosteniendo y volteó a ver a su jefe, Youngwoon, que lo observaba extrañado.

“A-ah, lo siento. ¿Necesita algo?”

“No, solo quería saber si estabas bien-“, preguntó Youngwoon, sonando genuinamente preocupado. “No te ves nada bien.”

Joonmyun se las arregló para sonreír, a pesar de que probablemente se veía tan forzada como se sentía. “Estoy bien, solo un poco…cansado, es todo.”

“Oh”, Youngwoon sabía qué había pasado. Así que solo asintió para hacer notar que entendía.

“Bueno, si necesitas ir a casa, entenderé perfectamente, ¿bien? Tómatelo con calma”, le dio unas palmaditas al hombre más bajo en el hombro, ofreciéndole una sonrisa amable mientras se iba. Joonmyun se dio cuenta de que se encontraba un poco más relajado, de alguna manera.

“¡Tenemos otro cliente, Joonmyun!” Sungmin, su compañero de trabajo lo llamo apenas emergió de la cocina. “Es el hombre sentado en la cabina de la esquina, por allá.”

“Entendido”, Joonmyun respondió, asegurándose de que tenía su libreta y un lapicero en buen estado antes de acercarse a la cabina. “Buenas tardes, señor. ¿En qué puedo atenderlo?”

Entonces la cara muy familiar de un hombre se alzó para mirarlo, sonriendo suavemente y Joonmyun sintió como su mundo entero se hacía añicos.

“Hola, Joonmyun.”

 

 

“¿Es buena la comida?”

Tao asintió, “Como aquí principalmente por la comida, aunque el ambiente no está nada mal tampoco. Además, la comida no es tan cara.”

“Bien. Estoy muy hambriento, pero no hay muchos lugares cerca de aquí que sirvan un buen desayuno. Quiero decir, tienes la opción de o bien comida rápida o una de esos lugares donde intentan ser caseros, pero probablemente hacen sus panqueques con mezcla comprada del supermercado.”

“Oh, bueno este lugar no es para nada así”, dijo Tao. “Cada pizca de su comida está hecha por ellos mismos; sus panqueques, especialmente.”

Baekhyun sonrió, “Genial”.

El lugar no estaba tan lleno cuando llegaron, lo cual era bueno y Baekhyun se animó cuando se dio cuenta de que en la puerta había un signo que indicaba que tenían wi-fi gratis. Eso era bueno, porque entonces podría trabajar y comer a la vez, y eso era justo lo que quería. Pero apenas se inclinó dentro del auto para agarrar su laptop, su buen humor fue arruinado por un grito –un estridente grito que helaba la sangre, lo suficientemente terrorífico como para hacer que los vellos de la nuca se le erizaran. Había venido de dentro del café.

De la nada, Tao sacó una pistola, empuñándola y haciéndole señas a Baekhyun para que lo siguiera mientras emprendía carrera hacia la puerta principal y la empujaba, con Baekhyun a sus espaldas con su propia pistola desenfundada.

“¡Policía!” anunció Tao sobre el estruendo, con un tono firme e imponente a pesar del caos que reinaba adentro del restaurante. Y ahí, justo en medio del pánico, estaba Kim Joonmyun. Baekhyun lo reconoció fácilmente, a pesar del miedo que distorsionaba sus facciones y las lágrimas que recorrían sus mejillas, y estuvo inmediatamente a su lado, presionado el seguro de su pistola de nuevo, mientras se ponía en cuclillas a su lado.

“¿Qué paso?”, preguntó suavemente, poniendo una mano en el hombro de Joonmyun. “¿Estás herido?”

“N-no, yo…” un sollozo suprimido fue forzado de la garganta de Joonmyun, quien temblaba, tan fuerte que apenas podía hablar. “Detective, él solo- estaba sentado justo aquí, en frente mío, como si nada hubiera pasado….era él.”

La sangre de Baekhyun se heló. “¿Quién?” preguntó, incluso cuando ya sabía la respuesta.

“El – el de antes; el hombre que atacó y mató a Hangeng- estaba aquí.” Y entonces sollozó y sus hombros temblaban. “¿Cómo es eso posible?”

“Llama refuerzos”, le dijo Baekhyun a Tao, quien había logrado reestablecer el orden de alguna manera y se encontraba en cuclillas a su costado. “Dile a Kris que El Fénix estuvo aquí”.

Joonmyun ante ello, alzó la mirada, “¿El- El Fénix?”.

“Estás en shock, Joonmyun” dijo Baekhyun, evitando la pregunta de forma experta. “Vamos”, lo ayudo a ponerse en pie, cuidadosamente ayudándolo a salir del restaurante mientras Kris y el séquito entero de carros de policías aparcaban en el estacionamiento, luces destellando y las sirenas resonando.

Kris le dirigió a Baekhyun una mirada de reojo, pero aparte de eso, no dijo nada, mientras rozaba al pasar las hordas de conmocionados clientes y se acercó al gerente, para decirle que el restaurante era ahora una escena del crimen hasta que nuevo aviso, y que el staff y los clientes tenían que irse. Y mientras esto pasaba, Joonmyun sollozaba, con el rostro escondido entre sus manos mientras se apoyaba en el hombro de Baekhyun.

“Y-yo pensé que estaba a salvo” logró articular.

“Lo estás” dijo Baekhyun suavemente. “Porque no te está buscando a ti, créeme”. El pavor se extendió en su estómago y le lanzo una mirada a Tao, leyendo claramente la preocupación en los ojos del hombre más alto.

Me está buscando a mí. 


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