Caso sin resolver
Pero necesito un roce más;
Otra probada de angelical precipitación.
Y yo creo, creo en ello.
¿De qué lado estoy?
“Baekhyun.”
Estoy aquí.
“Baekhyun, despierta. Vamos, estoy haciendo el desayuno.”
Los ojos de Baekhyun se abrieron y al instante, se dio cuenta de dos cosas: que se sentía bien descansado (lo cual no había pasado en un largo periodo de tiempo) y que había soñado con el Fénix.
Pero no había sido una pesadilla.
“¿Tao?” llamó, sintiendo ligeramente un poco de pánico.
El hombre más alto estaba parado en la puerta del cuarto, sonriendo. “Oye, buenos días, dormilón. ¿Estabas dopado, no?”
“S-sí, yo…” Baekhyun pasó sus dedos por su cabello y sonrió. “Supongo que sí.”
“No creo que te haya visto dormir tan bien en todo el tiempo en que te has quedado aquí” dijo Tao, sonando casi sospechoso. “¿Hay alguna razón en especial?”
Baekhyun negó con la cabeza. “No lo sé. Quizás se deba a que ya me he adaptado a estar aquí.”
Tao se encogió de hombros. “Bien, estoy haciendo panqueques. ¿Quieres?”
“Sí, claro- solo tengo que vestirme primero.”
“Claro.”
Baekhyun espero a que hubiera salido y luego rápidamente saltó de la cama y corrió al baño. Cerró con cerrojo la puerta detrás de él, tomó un suspiro profundo y luego se miró al espejo, pero su rostro era lo único que encontró, suspiró decepcionado, preguntándose por un momento que era lo que había esperado ver- ¿una marca? O algo que le dijera sí o no el sueño de anoche había sido realmente un sueño o no.
Se había sentido tan real.
Pero espera, ¿por qué le importaba? ¿Por qué de pronto había nacido un destello de interés en su pecho, no tan interesado en atrapar a El Fénix, sino simplemente en verlo? ¿El Fénix era un asesino, cierto? Asesinaba a la gente. No era como si se fuesen a encontrar y a tener una conversación normal, o algo parecido. Era malvado.
Pero El Fénix solo mata criminales, murmuró una pequeña voz dentro de su cabeza. Eso no lo hace malvado. Solo está repartiendo justicia.
No puede simplemente hacer justicia con sus propias manos, dijo una segunda voz. La justicia debe ser dada por aquellos que tienen la potestad para hacerlo.
¿Pero qué, si aquellos autorizados son incapaces de brindar la justicia cuando es necesario?, contraargumentó la primera voz, más fuerte ahora de lo que había sido antes. ¿Qué pasa si hay muchos, miles de casos sin resolver y resquicios, que los verdaderos criminales terminan por salir librados mientras que la corte queda colgada por la falta de evidencia, el sin sentido y testigos en que no se puede confiar? ¿Qué pasa si los violadores y asesinos salen con veinte años de cárcel mientras que los inocentes obtienen pena de muerte? ¿Eh? ¿Qué pasa si El Fénix ha hecho mucho más justicia en estos últimos meses que la ley en todos los años de mi vida?
La segunda voz se quedó en silencio y Baekhyun se miró a sí mismo en el espejo, inseguro.
Estaba demente por andar discutiendo consigo mismo, o estaba demente porque, en algún lugar, muy en lo profundo de su ser, se había dado cuenta de que tal vez, ¿sí estaba de acuerdo con la forma en que El Fénix hacía las cosas?
De pronto, Baekhyun no estaba tan seguro de reconocer a la persona reflejada en el espejo.
¿De qué lado estoy?
“¿Baekhyun?”, Tao golpeó la puerta del baño, sonando preocupado. “¿Estás bien ahí adentro?”
Esforzándose para mantener su voz inalterada, Baekhyun se inclinó y jalo la palanca del retrete, tratando de aparentar que solo terminaba de ocuparse de otros asuntos. “¡Sí!”, gritó sobre el sonido del agua corriendo, “¡salgo en un minuto!”.
“Bien.”
Los pasos de Tao se perdieron en el corredor y Baekhyun suspiró pesadamente, mientras salía del baño y regresaba al cuarto de Tao para sacar un par de jeans y polo suelto. De alguna forma, se sintió más ligero y seguro de sí mismo, como si la conclusión a la que había llegado hubiera acabado con toda duda dentro de él, calmando los conflictivos pensamientos que habían estado agitándose en su cabeza desde que había empezado con el caso.
El Fénix no es malvado.
Joonmyun se sentó, con la espalda erguida y tensa, mientras describía obedientemente a El Fénix lo mejor que pudiera al hombre sentado frente a él, quien hacia un bosquejo rápidamente en una gran hoja de papel. Kris estaba parado al lado de la puerta, inclinándose contra la pared casualmente, y, cada cierto tiempo, los ojos de Joonmyun se extraviaban hacia el jefe de policía, solo para regresar rápidamente hacia el bosquejo del retratista, con algo de vergüenza coloreando sus mejillas.
“Y era alto” continuó Joonmyun. “Realmente alto. Podía notarlo a pesar de que estaba sentado.”
“¿Puedes darnos una altura aproximada?” preguntó el retratista.
Joonmyun asintió, tomando un momento de pausa para pensar. “Casi… ¿un metro con ochenta y cinco centímetros?”
El retratista asintió, dándole la vuelta a su bosquejo terminado para mostrárselo a Joonmyun. “¿Qué tal esto?”
El bosquejo mostraba a un hombre alto, delgado, con pómulos elevados, mandíbula fina y cabello desordenado rubio que se rizaba alrededor de las orejas. Tenía las orejas casi puntiagudas, lo cual le atribuía un aire vagamente élfico, con cejas afiladas arrastradas hacia a abajo en forma de una V marcada. Sus ojos eran fríos y calculadores. Joonmyun inexplicablemente se encontró a sí mismo tragando saliva con dificultad. El parecido era casi demasiado realista.
“Sí” dijo, su boca seca. “Es él”.
“Bien.” Kris se acercó entonces y Joonmyun dio un respingo, pero si el jefe de policía reparó en ello, decidió ignorarlo. “Gracias por tu ayuda, Kim Joonmyun. Tu cooperación puede llegar a ser crucial para nuestra investigación.”
Joonmyun asintió, no moviéndose ni un centímetro mientras el retratista empacaba sus cosas y dejaba el apartamento, con Kris detrás de él. Pero justo antes de que se fueran, Kris hizo una pausa, volteando hacia Joonmyun.
“Debes olvidar todo lo que pasó la noche anterior, Joonmyun” dijo lentamente, ojos fríos. “Será lo mejor para los dos.”
Luego ya había pasado por la puerta, dejando a Joonmyun sintiendo como si hubiera pasado algo por alto.
De nuevo.
“¿Así que revisaste en nuestras bases de datos?”, preguntó Tao.
Baekhyun estaba acunando una taza de café humeante en una mano, mirando encima del hombro de Kris mientras el jefe de policía les explicaba todo a Tao y a él. Aparentemente Kris había ido al apartamento de Joonmyun con un retratista hace un rato y había terminado por obtener un buen bosquejo de El Fénix, y ese bosquejo era el que actualmente se encontraban observando. Kris, con sus cejas torcidas debido a la ira, Tao, inexpresivo como siempre y Baekhyun…bueno, no estaba seguro de qué había sentido al ver el retrato de El Fénix, que daba la impresión de que cobraría vida en cualquier segundo.
Sin embargo, cabe resaltar que era definitivamente apuesto.
“Sí” dijo Kris lentamente, como si la palabra le supiera amarga en la lengua. “Buscamos en cada archivo que teníamos, pero no conseguimos a nadie que correspondiera con la descripción en ningún lado. Es como si no existiera.”
Baekhyun frunció el ceño. “Se siente como si estuviéramos obviando algo.”
“Así es, ¿no?” Kris lanzó un suspiro, poniendo a un lado el bosquejo de El Fénix. “Pensé que esto nos sería de gran ayuda, pero solo ha probado ser otro callejón sin salida”.
“Pero podemos enviar una copia del bosquejo a la prensa,” sugirió Tao. “Decir a la gente que es un convicto que ha escapado, o algo así.”
“No tenemos un nombre que darles”, Kris refutó. “Así que, ¿qué lograríamos? Temo que solo haría que la gente sospeche.”
Tao arrugó el ceño y se quedó en silencio.
“No podemos simplemente rendirnos”, dijo suavemente Baekhyun.
“Claro que no” dijo Kris. “Solo estamos de vuelta al punto de partida.”
Pero a medida que Baekhyun bajaba la mirada al bosquejo de El Fénix, no pudo evitar sentirse vagamente aliviado. La última cosa que quería para Kris y los otros era obtener un rastro de El Fénix.
Especialmente, antes de que él lo hiciera.
Te encontraré, prometió en silencio a la figura parecida a El Fénix, solo que ahora tengo diferentes razones para hacerlo.
Pero poco o nada sabía, de que todo estaba a punto de cambiar.
“¿Hay algo? ¿Cualquier cosa, por más mínima que sea?”
“Negativo. Todo en orden, jefe.”
Kris observo el GPS en el tablero de su auto y lanzó un suspiro.
Jungsu no iba a estar nada contento con esto, y tampoco Baekhyun, pero El Fénix se había ido. Desaparecido dentro del aire transparente sin dejar rastro. Habían pasado semanas y aun así, no habían ocurrido asesinatos, no habían signos de El Fénix ni de su símbolo, nada. Simplemente, había desaparecido.
Y Kris estaba cansado de los callejones sin salida.
“¿Qué quieres decir con que no hay nada?”
Baekhyun sostuvo el teléfono más cerca de su oído, como si eso de alguna forma fuese a cambiar la verdad, pero las palabras de Kris fueron las mismas.
“Quiero decir que hay un patrón que El Fénix estaba siguiendo; dos veces a la semana es cuan seguido los asesinatos ocurrían, algunas veces incluso tres. Pero ya ha pasado casi un mes y…nada. Es como si se lo hubiera tragado la tierra."
Baekhyun frunció el ceño. “¿Qué hay de aquellos incendios en la ciudad más cercana de aquí?”
“Baekhyun, sabes tan bien como yo que esas solo eran fugas de gas.”
“¿En tres casas abandonadas, en el transcurso de tres semanas? ¿Eso es demasiada coincidencia, no?
Prácticamente podía escuchar como el ceño de Kris se funcía. “Toda la evidencia apunta a fugas de gas en cada instancia. No tenemos razón para pensar de otra manera.”
“Kris, es El Fénix el que ocasiona esos fuegos y lo sabes.”
“No, no lo sé. Todo lo que sé es que estábamos persiguiendo a un asesino en serie y ahora, no ha habido más asesinatos en serie.”
“Kris-“
“Mira este caso ya está estancado, Baekhyun. No tenemos pistas que seguir. Los asesinatos semanales eran lo único que nos llevaba a algún lado, pero ya que estos han parado, no hay nada que podamos hacer.”
“¿Qué estás diciendo?”
Kris hesitó, “…Voy- voy a cerrar el caso, Baekhyun. Órdenes de Jungsu”.
“¡No puedes! ¡Kris, aún tenemos que atrapar a este sujeto!”
“Lo siento, pero no hay nada que pueda hacer. Mira el lado positivo. Puedes volver a casa y vivir tu vida sin Tao siguiéndote a todos lados” suspiró nuevamente, sonando cansado. “Mira, solo… ¿olvídate de este caso, bien, Baekhyun? Será mejor para todos si lo haces.”
La línea se cortó entonces y Baekhyun miró el teléfono en su mano, deseando que no fuera eso. Pero no podía cambiar la opinión de Kris, y sabía que nunca cambiaría la de Jungsu. Esto estaba truncado y la última oportunidad de Baekhyun para encontrar a El Fénix y verlo cara a cara una vez más se había ido. Se dijo a sí mismo que al menos podía sentirse mejor con saber que El Fénix había logrado escapar, pero de alguna manera no era suficiente.
No importaba cuanto intentara, no podía dejar de soñar con el hombre alto rubio, que tenía un tatuaje de fénix en la espalda –noche, tras noche.