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Te quiero como un pastel de chocolate. por Hiba

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-      6 años después

-      Buenos Días – le dijo un joven que habría sus cortinas – Señor Masrur tiene una agenda muy ocupada hoy – decía ese chico rubio que seguramente tendría la edad de su hermanita – a las 9 tiene una conferencia sobre los donceles, a las 11 debe aborda un avión para ir al hospital de Sindria y a las 13 tiene un banquete con su familia – decía con una sonrisa el joven para salir y dejarle vestir.

-      Sharrkan – menciono su nombre para preparase ese día regresaría por él.

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-      Buenos días – exclamo un joven mientras dejaba pasar a sus empleados – hoy es día de Valentín y significa que venderemos nuestros chocolates para todos aquellos que son amados – menciono con una sonrisa.

-      Jefe usted va a entregar algún chocolate – pregunto una chica rubia sin pechos con entusiasmo

-      Pisti, yo no creo en el amor – menciono cerrado los ojos – ahora a trabajar.

-      Sharr-chan – se escuchó una voz femenina – sal a jugar o diré tus secretos vergonzosos de cuando tenías 5 años.

-      Myron-nee deja de decir eso – grito saliendo de su local – sabes bien que no me gusta recordar mi infancia – se quejó mostrándose sonrojado.

-      A pesar de todo, sigues increíblemente guapo – comentaba la chica dándole una vuelta y ver a su cuñado que el uniforme de cocinero acentuaba su figura – vámonos – ordeno.

-      ¿A dónde? – pregunto viendo como sus empleados lo despedían con un signo de triunfo – ¿Qué planean?

-      ¿Qué vuelvas a amar? – contesto alegre sin dejarlo – admítelo Sharrkan, nunca has podido con la fuerza natural de los Fanalis.

-      Myron-nee yo… ya no quiero sufrir – menciono mirado el piso aun corriendo con la chica – después de todo, todos me dejaron atrás.

-      No vayas a entrar en Flash, aún nos falta camino – reprendió la chica que mejor empezó a cargado como princesa – hombres.

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-      Masrur – le hablaba a su amigo pelirrojo – Masrur… vamos a jugar – pedía mostrado hojas – mi vecino me regalo estas hojas.

-      Niños tengo una noticia que darles – se escuchó la voz de la maestra que venía con el director y un hombre alto muy semejante de apariencia que su amigo.

-      A partir de hoy, Masrur-kun se ira al salón 4-3 – expreso la mujer – pero aun separados serán amigos.

-      Todos los niños gritaban si, excepto el moreno que dejo caer sus hojas y miraba el suelo sujetado su suéter, mientras escuchaba a los demás decirle adiós al otro niño.

-      Sharr-chan – escucho la voz de varios compañeros que empezaron a empújale cuando la maestra no estaba y cuando se caía seguían con sus burlas.

-      Niños déjelo – menciono el hombre que levanto al otro que tenía la mirada triste – hijo, ¿estás bien?

-      Si señor – contesto mientras se sentaba en una silla mostrado una herida en su pierna – ya estoy acostumbrado.

-      Señor Fanalis – escucho a su maestra – debe ir a dirección, yo personalmente llevare las cosas de Masrur a su salón – argumento la mujer llevándose al hombre.

-      Sharrkan-kun otra vez iniciaste una pelea – hablo la encargada a verle herido – sigues así deberemos llamar a tu madre.

-      Me portare bien pero no le digan – dijo sintiendo como caían las lágrimas escuchado otra vez las burlas de sus compañeros.

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-      Sharr-chan ¿estás bien? – pregunto la chica que le veía ya que estaban en un centro comercial – a ti, te queda mejor una sonrisa.

-      ¿Cómo volveré a sonreír? – pregunto mirado las bancas – recuerdas hermana, que incluso mi familia me volvió a dejar aquí.

-      No se pudo evitar, tu padre falleció por lo cual Armakan se tuvo que ir a manejar la empresa de tu familia, Jafar se casó con el tarado Sinbad y tu mamá se fue con tu hermanito para que estudiara medicina y que la sustituyera en el hospital, pero la pregunta sería ¿Por qué tú te quedaste?

-      Porque pensé que si me quedaba regresarían por mi – respondió bajamente dejándose llevar por la otra aun caminando – pensé que tú hermano me llevaría cuando se instalada pero, nunca paso – dijo sonriendo nostálgicamente - ¿Cómo cuando éramos niños?

-      Vamos Sharrkan demostrémosle al idiota de mi hermano lo que se perdió – menciono la joven para entrar – Yamuraiha.

-      ¿Qué quieres? – pregunto la chica que ahora estaba un poco más alta pero muy desarrollada de su pecho.

-      Tu mejor traje – dijo la chica para entrar y ver la ropa – algo blanco, y ajustado pero a la vez holgado

-      Pides imposibles – comento la chica que fue y saco un traje arena – pótenlo – menciono empujador al vestidor.

-      ¿Qué, por qué? – preguntaba el moreno que solo sintió el peso en la puerta que no le dejaría salir – solo me lo pongo porque me obligan – dijo cambiándose de ropa y a salir dejo ver bien las formas del cuerpo sin que se viera que estuviera chico, la camisa azul cielo resaltaba su piel y su cabello como esos ojos verdes – no me vean así – dijo apenado

-      Perfecto Yamuraiha, quiero zapatos, accesorios, excepto anillos – declaro la mayor ignorado al moreno que se vio arrastrado en esa locura.

-      Cualquiera caería a tus pies idiota – comento la chica ajustado el reloj y dos esclavas de oro – con este perfume sin duda tendrás la noche que siempre imaginaste – comentaba – mis pociones son las mejores así que no fallada.

-       Porque todos dicen cosas que no comprendo – mencionaba con mirada nostálgica cuando sintió un coco por parte de la otra.

-      No has pasado tanto tiempo solo, tonto – mencionaba la peli azul con una sonrisa – perdona por todo lo que te hice – comento empujando al moreno fuera de la tienda en compañía de la otra chica – considera esto como mi regalo de San Valentín

-      Esa chica en verdad es como un chico – menciono Myron.

-      Mira que no estas para cantar rancheras. 

-      Jajajajajaja tienes razón – expreso la mayor – casi es hora, vámonos – dijo parando un taxi.

-      ¿A dónde vamos? – pregunto a subir al vehículo – nee-san.

-      Al hospital – contesto mirado la ventana – hoy podrás verlo otra vez.

-      Pero seguramente él me ha olvidado – contesto haciendo un puchero que solo ocasiono que la mayor le abrazarla con una sonrisa nostálgica.

-      Mi pequeño cuñadito, mi hermano nunca ha dejado de amarte – confeso la pelirroja.

-      Pero, él nunca me escribió incluso iba a su casa diariamente por tres años consecutivos – menciono – antes que se mudaran.

-      Me encantaba que nos visitaras siempre con un pastel de chocolate incluso cuando cumpliste la mayoría de edad eran envinado – admitió sin culpa.

-      Me pregunto si me recordara – dijo sonriendo tímidamente.

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-      Sensei no te queda para mí, tú siempre y siempre serás Masrur – escucho el medico cuando llegaba al hospital y a voltear le vio – no es así Masrur-kun

-      Jafar – dijo mirado al chico de cabello blanco que le sonreía y vio su abdomen – ¿Cuánto tiempo tienes? – pregunto acercándose para recibí un bofetón del otro, por lo cual solamente acaricio esa parte de su rostro y mirar al otro molesto.

-      Eso fue por mi hermano, no sabes cuánto tiempo te espero año tras año mi hermano… – se detuvo un momento ya que había empezado a llorar por lo cual fue abrazado por alguien más.

-      Sinbad – nombro a ver al otro con mirada preocupada – perdonen – menciono

-      A nosotros no tenemos que perdonarte Masrur, a quien le debes decir es a Sharrkan – menciono el peli oscuro que dio un suspiro – pero me alegra que te vaya bien Masrur, reunámonos otro día ten llámame – dijo entregando una tarjeta.

-      Te volviste empresario Sin – dijo con asombro mientras leía la tarjeta.

-      Sorprenderte verdad, pero soy padre y debo mantener a mi familia – decía sonriendo y abrazando más a su pareja – en verdad adoro a mi esposo y mis hijas.

-      Felicidades y ¿Cómo ha estado Sharrkan? – pregunto con nostalgia – mi familia solamente me decía está bien.

-      Él tiene una pastelería – menciono Jafar – él ha estado todos estos años aquí aunque nuestro padre falleció, Armakan incluso él se ofreció a llevárselo pero él dijo: “yo me quedare a esperare”

-      Sabes que es un terco, a nosotros también nos dijo lo mismo: “Esperare a Masrur”

-      ¿Qué? A pesar de lo que le hice, él me espera – menciono bajamente – soy un idiota, debería dejar que me coman las serpientes de Armakan.

-      Sensei – escucho un grito de un joven rubio que corría a su dirección – la conferencia va a empezar… Auch – dijo a caer de cara llevándose a paso a un doctor que pasaba.

-      Mocoso, deberías saber que en un hospital no se corre y menos se grita – reprendió el medico que se levantó y le levanto de la cintura – y por cierto, no te había visto por aquí.

-      Soy el asistente del doctor Masrur Fanalis – contesto sin separase del otro.

-      No otra vez – menciono bajamente el más alto.

-      ¿Qué pasa? – pregunto el peli azul a ver como ese chico rubio estaba en una burbuja rosa.

-      Digamos que su corazón es muy frágil y se ilusiona fácilmente con quien le trate bien – escucharon la voz de una mujer – no es así Masrur-kun.

-      Hermana… que – no pudo continuar a ver a un chico que se ocultaba detrás de su familiar – Sharrkan – nombro para caminar hacia él – yo…

-      Sensei vámonos – grito el asistente cuando salió de su trance con el otro médico llevándoselo corriendo.

-      Me recordó – menciono el moreno que se dejó caer en el suelo con una sonrisa tonta – él me recordó. 

-      Claro que te recuerda, sería un imbécil si no lo hace – menciono el pecoso con una sonrisa – vamos hermano, hay una conferencia que debemos entrar.

-      Sí, quiero verlo – contesto para caminar por donde se fue corriendo esa persona tan importante.

-      Te vez bien hermano –dijo Jafar sonriéndole y apretando la mano de su esposo.

-      Gracias me siento bien – contesto y casi los demás podrían jurar que daba saltitos como cuando era niño.

-      Masrur se sentó en el tercer lugar de esa mesa enfrente de un auditorio donde los reporteros e invitados estaban esperando que se diera inicio, cuando el director del hospital empezó a hablar:

-      Bienvenidos especialistas, conocidos y reporteros daremos inicio sobre este los avances del descubrimiento del embarazo masculino, tenemos aquí presentes a dos de las máximas figuras de la medicina para los donceles, el doctor especialista en el embarazo masculino Ren Kouen y el doctor pedriatico Fanalis Masrur especialista en el desarrollo infantil doncel – finalizo de hablar el director para decir los aspectos de la vida de esos jóvenes que entran en la tercera categoría sexual.

-      Hace mucho tiempo conocí a un chico muy especial – comento el pelirrojo llamando la atención de los medios y sus conocidos incluyendo los dos doctores – este chico era único, delicado que sonreía a pesar de su vida y condiciones, aceptaba lo bueno y lo malo, por ello los niños que nacen como donceles se adaptan perfectamente a su entorno, piensan y actúan conforme su propio libre decisión.

-      ¿y qué le paso a ese chico? ¿no es un fenómeno? – se escuchó la pregunta desde la parte de atrás.    

-      El creció maravillosamente – contesto – lleno de vida y un autoestima en alto, cuando uno llama fenómenos a otros solo demuestran su ignorancia ante los demás señor – se incluyó la respuesta del otro pelirrojo que mostró el ceño fruncido – yo personalmente sé que los donceles son personas que pueden vivir dignamente.  

-      ¿Cómo lo sabe? – se escuchó una pregunta en un lugar desconocido.

-      Yo soy el mayor de 7 hermanos y hermanas donde 3 de ellos son donceles – menciono – así que con mi más sincero respecto, les pido que antes de formular preguntas deben pensar que todos somos humanos, mujeres, hombres y donceles formamos esta sociedad que debe avanzar para acéptanos mutuamente.

-      Sensei, usted le perdería casarse con ese chico que conoció – volvió a preguntar el reportero nuevamente con una sonrisa maliciosa – o le da asco pensar sobre ello.

-      Seguridad – murmuró Alibaba detrás del escenario – saquen a ese reportero que no respecta los puntos para estar aquí.  

-      Esa pregunta es personal pero le diré que él es la persona que más amo – contesto el  mirando a la persona morena sentada en la última fila que se tapaba la boca con sus manos y lloraba.

-      Masrur-sensei, hace 20 años ese niño le dijo que sería su esposa – dijo Sinbad – usted que le diría ahora.

-      Sharrkan ¿Quiere casarte conmigo? – pregunto seriamente levantándose de su lugar.

-      Masrur – dijo el moreno que igual se levantó de su lugar – claro que me casare contigo – contesto con una sonrisa aun llorando de la emoción alzando su brazo.

-      Sharrkan – nombro para tomarle de la mano e irse corriendo donde ambos recordaban su infancia, donde el pelirrojo después de verle solo en la escuela lo tomo de la mano y lo llevo a su casa, donde cuando volvió él mismo llevo una muñeca y le dijo que sería su hija, cuando su madre biológica lo abandono y él estuvo en esa banca y Masrur se lo llevo cargando hasta su casa, cuando ambos fueron con su padre biológico, y más momentos tomados de la mano o simplemente acorrucados sin que nadie los vieran o eso creyeran, esos años estando solo pero con la esperanza de volver a verse.  

-      Así parece que terminemos esta conferencia – menciono el directo con una sonrisa mientras se iba en compañía del otro.

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-      Quien diría que el tímido Masrur, pediría matrimonio en plena conferencia – menciono Sinbad saliendo de ahí con esposo.

-      Por fin serán felices ¿no? Sin – menciono con una pequeña sonrisa.

-      Eso parece – menciono la hermana mayor del pelirrojo – mi cuñado por fin será plenamente feliz.

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-      Masrur – llamo el moreno cuando se detuvieron a unas cuadras del hospital – te amo – confeso en un parque estado solos – siempre te he amado.

-      Te amo – confeso el otro sonrojado buscando algo en sus bolsillos – aunque no sea un pastel de chocolate como me regalaras, espero que lo aceptes Sharrkan Amón Ra ser mi amado esposo – dijo entregando un anillo de oro blanco y con dos hileras de diamantes – quieres ser Sharrkan Amón Ra de Fanalis.

-      Siempre soñé que me lo pedirías esto – decía sonrojado el moreno, incluso antes que te fueras yo pensaba que me pedirías matrimonio, yo Sharrkan Amón Ra te acepto para ser mi amado y respectado esposo Fanalis Masrur – contesto abrazándole – yo sabía que regresarías a mí – confeso llorando en su cuello.    


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