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Un regalo para Haru. por Kurotama Reibun

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He sido muy feliz desde que Haru correspondió mis sentimientos, justo cuando estabamos por participar en las competencias nacionales.

~~~~Flashback~~~~

-Oye Haru, ¿a donde se fueron Rei y Nagisa?

-Creo que iban al templo a orar.

-Deberíamos hacer lo mismo, ¿no lo crees?

-Si, luego los alcanzamos, quiero seguir observando el mar.

-Es hermosa la vista, el azul del cielo me recuerda a tus ojos.

-Me gusta como se ven las luces sobre el puerto.

-Si, son hermosas, ¿y has pensado en lo que te dije?

-Si, no me ha dejado dormir mucho.

-¿En serio?

-Si y me he dado cuenta de que yo tengo sentimientos por ti.

(Se acerca lentamente)

-¿En serio? Te amo, Haru.

-T... Te amo, Makoto.

~~~~~~~~~~~~~~~~~

Así hemos estado juntos desde entonces, se acerca el día de San Valentín y se que unos simples chocolates no son suficientes para el, además de que a él casi no le gustan las cosas dulces, quiero hacer algo que sea realmente especial, algo con lo que pueda arrancarle una sonrisa genuina.

Lo primero que se me ocurrió fue llamar a Nagisa, se que es un romántico de corazón y me podría dar muchas ideas.

-Hola, hola, Mako-chan, ¿tienes algún problema con Haru-chan?

-No precisamente con él, sabes que se acerca el día de San Valentin y quiero hacer algo muy especial, algo que no se demuestre con unos simples chocolates.

-Te entiendo, te puedo dar unas ideas, si gustas, podrían ir al templo más cercano, orar por su amor, salir de compras, pasear por la ciudad, preparar una cena romántica, ponerse románticos y darle unos chocolates, tienen todo ese día libre, ¿no?

-¡Ehh! ¿Cómo que ponernos románticos? Hasta donde sé ambos tenemos el día libre, me gustaron algunas cosas de tu idea, creo que ya se que hacer, ¿y que tal las cosas en el club de natación?

-Vamos Mako-chan, sabes a que me refiero, ¿aún no lo han hecho? Y el club de natación va excelente, entró mucha gente nueva y el plan de entrenamiento de Gou-chan es muy exigente pero muy efectivo, ya hemos mejorado los tiempos bastante.

-Etto... no,aún no, lo del club suena muy bien, me alegra saber que hay más gente interesada en la natación.

-Si, es genial, y me tendrás que contar que tal tu cita, ¿ehh?

-Claro, cuídate mucho y me saludas a Rei-kun.

-Y tu me saludas a Haru-chan, suerte con la cita, bye, bye.

-Adios.

Colgué el teléfono, y Haru estaba saliendo de la ducha, se veía glorioso con la piel húmeda, gotas de agua seguían aferradas a su oscuro cabello, sinn poder evitarlo suspiré, lo amo más que a nada en este mundo, Haru me vió suspirar y ambos nos sonrojamos.

-Deja que seque tu cabello, ¿si?

-Si.

-¿Tienes libre el próximo sábado?

-Si, ¿por?

-Hay un festival en el templo y quisiera ir a ver contigo los fuegos artificiales.

-¿En yukata?

-Así tiene que ser, ¿no?

-Yo no tengo una.

-Yo te la prestaré, no te preocupes por eso.

-Sabes que día es, ¿no?

-Por eso te estoy invitando a salir.

-Ahh, esta bien.

Cuando mencioné lo último desvió su mirada y estaba completamente sonrojado, era una hermosa vista, tomé su rostro entre mis manos, acaricié sus mejillas y planté un beso en sus labios, ver su rostro completamente color carmín me hizo retocerme por dentro y contenerme para no tomarlo, se que no es muy expresivo pero se que me ama y quiero que el se sienta listo, no quiero presionarlo, por eso quiero que el próximo sábado sea un día muy especial para ambos.

Durante el resto de la semana las chicas de la cafetería donde trabajo medio tiempo discutian sobre sus mejores recetas de chocolates caseros y sin que se dieran cuenta tomaba nota, no soy mal cocinero, así que deberia usar varias opciones, me recordó que cuando estábamos en preparatoria y aún no le confesaba mis sentimientos a Haru, llevaba chocolates para todo el club de natación para que mis intenciones no fueran tan obvias, probé mil y un recetas y parecía que a todos les agradaban, ahora solo haría chocolates para el.

 Durante toda la semana encontraba a Haru en la cocina, no esque no supiera cocinar, de hecho es muy buen cocinero, gracias a él conocí y probé muchas variedades de pescado que nunca imaginé que existieran, solo que esta vez era disfinto, cada vez que me acercaba Haru limpiaba todo, lo sentí como una forma de decirme que no quería que viera lo que estaba haciendo y, por el ligero aroma a chocolate por todo el departemento, estaba seguro de lo que estaba haciendo.

Así pasó la semana, y cada vez me picaba la curiosidad por saber, pero conociendo a Haru, sabia que me lo mostraría hasta el día de San Valentín.

Llegó el gran día, desperté muy nervioso, vi que Haru estaba por salir.

-¿A donde irás?

-Solo a nadar un poco, la noche me tenia muy nervioso y casi no dormír.

-¿Recuerdas que iremos al templo?

-Solo iré un par de horas y después iremos al templo.

-Esta bien, no te vayas a demorar.

Aprobeché su ausencia para prepararle los chocolates que le regalaría a Haru, incluso conseguí unos moldes en forma de delfines, se que le van a encantar, luego una vez que terminé de hacerlos, salí de compras para hacer una cena especial para él, guardé todo en la nevera, todo listo para llegar a ser cocinado, unos minutos después se abrió la puerta, depositando a Haru, con un semblante de viveza, sabia que el agua habia contribuido a eso, me percaté que no habian pasado un par de horas si no más.

-Vamos Haru, tengo una sorpresa para ti, sobre tu cama dejé la yukata, mientras yo me pongo la mía.

-Esta bien.

Usé una yukata color azul, ya estaba esperando a Haru porque se estaba demorando, entré a su habitación y vi que tenía problemas para vestirse, causó en mi una gran ternura, era una hermosa escena de observar, era como un pequeño gato peleando porque está enredado.

Me acerque a él lentamente, coloqué mis manos sobre sus hombres y se tensó de inmediato, creo que no pensaba que estuviera observándolo, volteó hacia mi lentamente y vi su rostro totalmente enrojecido, relajó sus hombros y dejó que le acomodara la yukata, nunca me cansaría de ver esas mejillas color carmín con las facciones inmoviles, sin tratar de mostrar expresión alguna, su yukata color verde resaltaba esa hermosa mirada que tiene.

Salimos y a los pocos minutos llegamos al templo e inmediatamente lo llevé a orar, lo hicimos, se veía tan concentrado, a excepción de cada vez que nadamos nunca lo habia visto así.

Salimos del templo a deambular por el festival y vi que algo captó su atención, habian unos peces así que atrapé un par para él y lanzó hacia mi una ligera sonrisa, eso simplemente me derritió y me hizo muy feliz saber que se estaba divirtiendo, seguí detrás de él mientras seguia observando todo, parecia un niño pequeño, era muy lindo, otro momento que atesorar en mi memoria, seguimos caminando hasta la salida del festival, decidimos tomar un pequeño descanso y nos recargamos en un árbol, a la luz de la luna pudé observarlo mejor, ese atuendo tradicional le favorecia demasiado, era hora de partir a casa, y comenzaron los fuegos artificiales, tomé a Haru entre mis brazos mientras observabamos el cielo, no opuso resistencia alguna, estaba disfrutando de nuestra pequeña cita, sin duda alguna.

Estábamos totalmente maravillados y cuando terminaron nos fuimos a casa tomados de la mano, al llegar me dirigí directmente a la cocina a prepararle la cena, el se escabulló a su habitación, yo estaba muy hundido en mis pensamientos cuando sentí un abrazo desde mi espalda, estaba sorprendido, en raras ocasiones Haru se comportaba así de cariñoso así que me giré hacia el y con el rostro enrojecido me entregó una pequeña bolsa con chocolates, me quedé sin habla, era algo que no esperaba, tomé a Haru entre mis brazos y lo besé, con gran pasión, cortamos ese gran beso porque estábamos sin aliento y porque estaba por terminar de preparar la cena, Haru desapareció y cuando lo volví a tener en mi vista estaba poniendo la mesa, me ayudó a colocar las cosas y nos sentamos a cenar, frente a frente, sus ojos resplandecian al ver que mi cena especial era pescado, al estilo gourmet, estaba realmente delicioso, al terminar de comer recogimos la mesa, se lavaron los trastes y Haru salió a la azotea y decidí que ese momento era el indicado para darle sus chocolates, tome la bolsa, salí a la azotea y me acerqué lentamente hacia el.

-He esperado este momento, tu me has dado un regalo y me encantó, muchas gracias, aquí estan tus chocolates.

Esperé a ver su respuesta, al ver la bolsa con unos pequeños chocolates en forma de delfines sonrió, sonrió como nunca lo hubiera imaginado, esa visión nubló mis sentidos, volví a tomarlo entre mis brazos y sentí la calidez de sus besos y ahora, por todos los sentimientos que tenia acumulados durante ese día y no tenia intenciones de dejarlo ir.

Sus besos eran cada vez más deliciosos, nuestras lenguas danzaban al mismo ritmo, mis manos torpemente acariciaban su oscuro cabello, la suave piel de su rostro, seguí besándolo mientras lo llevaba hacia la hanitación sin despegar el contacto.

Ya en la habitación lo senté lentamente sobre la cama, le comenzé a quitar la yukata lentamente, mientras mis dedos rozaban sus hombros, delineaban sus brazos, Haru estiró un brazo, acarició mi rostro, descendió sobre mi pecho y me desató la yukata, me abalanzé sobre el y comenzé a besar su cuerpo, su suave piel estaba ardiendo y jadeaba lentamente, por el camino que habia recorrido mis manos, ahora lo recorrian mis labios, mi lengua rozaba sus pezones, que desde el primer contacto se endurecieron, mis manos llegaron a su ropa interior.

-Antes de que decida continuar, ¿quieres que me detenga?

-No, hazlo,

De un solo tiro me deshice de su ropa, estaba totalmente desnudo a mi merced, su suave piel me enloquecia, me di cuenta que si lo estaba disfrutando porque se encontraba erecto, toqué su miembro con las muntas de mis dedos, Haru se estremecia y se retorcia de placer, terminé de desnudarme y me acosté junto a el, mientras lo besaba mi miembro rozaba con el suyo, se sentia mejor de lo que me habia imaginado.

Sus gemidos retumbaban en mis oidos, Haru estaba realmente excitante, comenzé a acariciar sus piernas, con un toque suave y delicado, despues de todo, lo que buscaba eran hacer que ese dìa fuera sumamente especial y lo estaba haciendo, lentamente me introdiuje en el y gemia más y más alto, comenzé a hacer un movimiento lento, Haru se deshacia en pedazos, se perdiá en la lujuria y verlo así me provocaba más y más, era una sensación única, algo más que tenia que atesorar de ese día.

Nuestros cuerpos cada vez más agitados llegaron a su climax, Haru con unos sonidos ininteligibles y yo gritando su nombre.

-Te amo Haru, lo hago desde el momento en que te conocí, y gracias por hacer de este día y de todos los demás algo especial.

-Te amo, Makoto, gracias por todo lo de hoy.

Y ambos rendidos por todo lo hecho durante este día tan especial caimos profundamente dormidos, abrazados como si no hubiera mañana.

De repente mi movil comenzo a sonar con el tono de llamada.

-Hola, hola Mako-chan, ¿ya me contarás sobre tu cita?

-Etto...


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