Es un día como cualquiera, Tsukishima no prestaba atención a lo que decía al maestro, pero lo poco y nada que quedo en su memoria, fue “compañera nueva”, en todo caso eso no le afectaba para nada al insensible y despreocupado rubio.
-¡Tsukishima! Bloquea con más fuerza-grito Hinata
-no necesito que un enano idiota me lo diga-levanto la ceja
-¡estúpido Hinata!...concéntrate-Kageyama como siempre estaba lleno de furia
-¿Dónde está Yamaguchi?-pregunto el capital
-hoy era su turno de limpiar el salón, por lo que faltara hoy-anuncio el entrenador
Siempre almorzaba con Yamaguchi, por lo que solo esperaba en su asiento a que el llegara con la energía de siempre y digiera “tsukki almorcemos juntos”, pero eso no paso aquel día. Antes de que él se levantara de su asiento llego la chica nueva y se paro en frente de él con una gran sonrisa.
-¡Tadashi!, ven vamos almorzar juntos
Sin que él pudiera hablar fue llevado en un abrir y cerrar de ojos…pero ¿Tadashi?... ¿desde cuando se volvieron tan íntimos?, se pregunto para sí mismo, pero su preocupación fue desechada de inmediato ya que eso no era de su incumbencia. A pesar de que todo estaba normal, el rubio sentía una extraña sensación, pero siempre se decía “pienso demasiadas las cosas, solo ignóralo”.
Yamaguchi siempre lo esperaba para ir a entrenar, pero él no estaba en el salón por lo que se adelanto primero. Apesar de que era temprano para el inicio de la práctica, los idiotas aficionados amantes del voleibol ya habían llegado, eso era una completa molestia para el.
-vaya vaya, así que los idiotas no se cansan-sonrió
-eres tan desagradable como siempre- saco la lengua a lejos el enano de Hinata, a lo lejos vi como Tanaka y Nishinoya murmuraban algo molestos
-¿Qué les pasa a esos dos?-al escucharme hablar rompieron su concentración y se acercaron maliciosamente al rubio
-últimamente…Yamaguchi…ha estado acompañado de una linda chica ¿no crees?-sonrió Tanaka
-¿haa?
-así es, los he visto almorzar todos los días-sonrió Nishinoya-¿sabes algo?
-ara ara, ¿Por qué debería decirles?...mi información no es gratis saben
En realidad él no tenía idea sobre eso, quizás no lo noto o simplemente lo ignoro. Pero no era posible que el pecoso de la noche a la mañana encontrara una novia, después de todo estábamos hablando de Yamaguchi, no…el rubio ya lo entendía, esos dos solo lo malinterpretaron ¿no?
-hey tsukki…has estado muy concentrado hoy-sonrió Hinata
-acabo de sentir que alguien me estaba hablando, quizás una hormiga-carcajeo
Luego que terminara la práctica, el rubio regreso a casa en compañía de Yamaguchi, se sentía extraño, últimamente apenas cruzaban algunas palabras. Como siempre él hablaba de cosas que no le importaban y le respondía de manera cortante, aunque el pecoso sabía que no le estaba prestando atención continuaba hablando, probablemente era para no tener un silencio incomodo.
-y entonces Layla tropezó con…
-¿Layla?-miro de reojo al pecoso
-sí, la alumna nueva
-te has vuelto muy cercano, al menos eso es lo que dice Tanaka y Nishinoya
-nada de eso, ella es muy agradable
¿Agradable?, posiblemente todo lo contrario a él, apostó que tenían largas y entretenidas conversaciones. No continuaron hablando del tema, caminaron en silencio hasta que sus caminos se separaron.
Al día siguiente, el rubio no pudo desviar la mirada sobre ellos. Cada vez que hablaban sonreían…¿Yamaguchi siempre ha sido tan alegre?. Sonrisas y carcajadas, solo notaba eso mientras ellos hablaban…de un momento a otro Yamaguchi se sonrojo…eso era algo que nunca había visto en el, quedo en blanco mientras los seguía mirándolos.
Ese era un Yamaguchi Tadashi que nunca había visto se decía mientras caminaba hasta la máquina de jugos durante su almuerzo. Y por arte de magia se encontró a la parejita de sonrisas allí, pero había un chico que no lo había visto anteriormente, era de otra clase, era alto, quizás pertenecía al club de basquetbol, no lo sabía, solo era una suposición, no quería quedarse a escuchar escondido, pero sus piernas no se querían mover
-ese tiro tuyo debe de ser genial, quisiera verlo-dijo aquel chico
-para nada, el resto del equipo son los más geniales, realmente asombrosos
-sí, es verdad Ryuto, hay uno que es un gigante-carcajeo la chica
-no hables de Tsukishima como si fuera un fenómeno-dijo Yamaguchi
Una vez que tomo el control de sus piernas, camino de vuelta al salón de clases… ¿Qué fue todo eso de” tsukishima”?, sí…ese era su nombre, pero hace años el dejo de llamarlo así…¿Por qué de un momento a otro lo sentía tan lejos?, quizás por fin se aburrió de su mal carácter…tener tantos pensamientos raros de un momento a otro solo provocaban que se irritara sin razón alguna.
Esto no era para nada bueno...